No solo las teclas blancas…también las negras suenan…

piano

En 1963 se puso de moda una canción, era más un canto folclórico de la época que los Estados Unidos estaba viviendo. Su autor Peter Seeger, vocalista del grupo “The bird” adaptó una parte de Eclesiastés  en la canción “Turn…turn…turn… (Vuelta…vuelta…vuelta).  Esta interpretación de los Birds basado en Eclesiastés 3  escaló  hasta la cima  de los éxitos musicales. Seeger siguió muy de cerca la poesía de Salomón en su adaptación…hasta el último verso de la canción. La música folclórica estaba atareada proporcionando la pista de sonido para el movimiento antibélico de esa época (La guerra de Vietnam) así que Peter Seeger modificó la poesía de Salomón un poco. El nuevo verso decía: “Un tiempo para la paz, y juro que no es demasiado tarde”. ¿Qué hay en Eclesiastés 3 que fascinó  a una generación  aturdida y sicodélica? ¿Por qué ha perdurado  este pasaje a través de las edades como uno de los poemas más viejos y filosóficos de nuestra literatura canónica? Ciertamente es uno de los pasajes más pensativos  de la Palabra de Dios, una meditación hermosa que proyecta un hechizo casi hipnótico a los lectores de toda generación. Eclesiastés 3:9-11 tiene una pregunta muy interesante y una conclusión aún muy pertinente. La pregunta es ¿de qué sirve afanarse? Y la conclusión dice que “Dios todo lo hizo hermoso. Esa expresión me gustaría que la meditáramos en esta ocasión. ¿Entonces porque tantos echan a perder eso? Salomón responde a esa pregunta de tres formas, de tal manera que se puede reflexionar sobre lo hermoso que Dios ha hecho.

Lo primero que Salomón dice en este pasaje es que Su plan es bueno, en segundo lugar Su propósito es seguro, y tercero su Proceso es misterioso. Eso hace que todo lo que sucede sea hermoso, a pesar de no observarlo muchas veces. Primero, el Plan de Dios es bueno. En el vrs. 10, Salomón dice que nuestro ajetreo puede oscurecer el verdadero significado de la vida a menos que nos detengamos  y demos un mejor vistazo. Al hacerlo veremos que el plan de Dios es bueno. La verdad es que “que Dios  hizo todo hermoso en su momento” dice el texto. La primera parte de la expresión “todo lo hizo” es una expresión interesante. En realidad el orden del texto hebreo es diferente al español. Comienza diciendo “hizo hermoso todo”. La palabra para hacer es la expresión hebrea  ‘asah. Esta expresión se puede traducir como diseño, como proyecto, pero también se usa para describir a un diseñador de ropa. Entonces tenemos a un Dios cuyo plan tiene detalles, belleza, orden y sobre todo una intención. Segundo, el Propósito  de Dios es seguro. Si permitimos que el significado de esta declaración penetre en nosotros, nos percataremos  que el propósito de Dios es “todo”. Es decir no hay ninguna área de la vida en la que Dios no haya intervenido. La vida no es vacía, al azar y sin Dios, sino plena y alineada con precisión y ordenada por Dios. No es que su trabajo más importante no tenga significado, sino que sus momentos más triviales también son significativos. Incluso los trabajos más viles, si se los acomete para el propósito y gloria de Dios son santos. Y eso significa que el calor de la cocina, el sudor del campo sin arar, e incluso el olor a desagüe  son tierra santa porque Dios va a esos lugares con nosotros. C.S. Lewis  escribió una vez: “Nuestro Padre celestial ha provisto muchas posadas deliciosas  para nosotros a lo largo de nuestra jornada, pero él ejerce  gran cuidado para que no cometamos el error de pensar que alguna de ellas es nuestro hogar”. Al hacer estas paradas a lo largo del camino, solo podemos preguntarnos sobre las mansiones que él está preparando para nosotros.  Tercero el Proceso de Dios es misterioso.  Dice que es “hermoso en su tiempo”. La expresión  “yapheh ets” implica que Dios ha hecho las cosas de una manera atractiva, pero que lleva tiempo hacerlo, y que hay un tiempo específico en que uno logra percibir lo bueno que Dios había hecho. Sin embargo nadie lo puede descifrar. El evangelista Vance Havner solía decir “Dios escribe sobre algunos de nuestros días: “lo explicaré más tarde”. Dios es Dios, y él no nos debe una respuesta a cada pregunta al instante. Algún día entenderemos, pero ahora vivimos por fe y atisbamos oscuramente por un espejo. Es como ver por la empañada ventana  de atrás una mañana de neblina. No se puede ver detalle de los campos y de los árboles, pero uno tiene la fe que las cosas se van a aclarar, y el mundo será hermoso, un poco de cielo en la tierra, mucho más hermoso, de alguna manera, después de un buen aguacero o neblina.

Piense por un momento que usted es un pianista en una iglesia, y yo le pido que toque “Cristo me ama” usando solo las teclas blancas: las notas “do-re-mi” de la escala diatónica. Luego le pido que toque otra vez, añadiendo las teclas negras: los sostenidos y los bemoles. ¿Cuál versión preferiría? No habría competencia. Muy bien, entonces recuerde bien esto: se requiere de “música clara” y “música oscura”, mayor y menor, sostenidos y bemoles para hacer una melodía. Esto es exactamente igual a lo que Dios está haciendo en nuestras vidas.

 

El ayuno de los discípulos II parte

Echa tu pan sobre las aguas  Eclesiastés 11:1
Echa tu pan sobre las aguas Eclesiastés 11:1

En segundo lugar veamos el texto

Cuando me refiero al texto, me refiero al hecho de que los discípulos ya tenían una revelación de cómo enfrentarse a estas situaciones, sin embargo las directrices dadas por la Palabra de Jesús no estaban funcionando. Así que era tiempo de hacer una reflexión, más honesta de cómo leemos las instrucciones de Dios. En esta parte debemos enfocarnos en al expresión “porque”. Esto denota que en los discípulos había mucha confusión, no podían encontrar respuesta. ¿Cuáles son los porqué  que estarían en la mente de los discípulos.

Un “porqué” de contradicción Si Jesús les había dado autoridad sobre los demonios, ¿porque no pudieron sacar este demonio? Si la biblia dice que ha venido para darnos vida abundante, entonces ¿porque no me abunda a mí hoy?  Un “porqué” de frustración. Me imagino que estarían frustrados porque habían tenido victoria en esta misma área en días anteriores. Ellos ya habían enfrentado este reto antes y habían salido victoriosos. ¿Cómo puede ser que en algo que ya he tenido victoria antes ahora no lo pueda doblegar? Esto es frustrante para muchos.  Un “porqué”  de desilusión Se puede imaginar cómo se sentirían ante la multitud y los fariseos que estaban cuestionando su autoridad y ministerio. Cuando no hay resultados lo que viene a nuestra vida es desánimo, si no tratamos bien nuestras derrotas, caeremos en esa trampa del diablo. Lo que generara incredulidad, como Jesucristo lo hace ver, la multitud es incrédula, el padre es incrédulo y los discípulos son incrédulos.

En tercer lugar el pretexto

 Muchas veces “no puedo” así que debo evaluar la razón de mi fracaso. En este pasaje podemos notar varios resultados como consecuencia del problema no resuelto

  • Hubo impotencia Los discípulos reconocen “que no pudieron” .Que mayor impotencia que esa, cuando llegamos a la frase “no puedo”.
  • Hubo mal testimonio. Quedaron mal ante la multitud, el padre, los fariseos y lo peor el niño que se quedó si una esperanza de mejoría.
  • Hubo carnalidad. Me refiero a que no discernieron esto espiritualmente, ni lo enfrentaron espiritualmente. Cuando los discípulos preguntaron, Jesús hace una referencia a una palabra: “este género” esta expresión se traduce en el griego como, familia, clase, tipo, raza. Cuando Jesús dice este género, ¿a qué se refiere? ¿Al demonio o a la condición de los discípulos? Es obvio que Jesús no estaría reclamando a los discípulos por no haber ayunado para sacar este demonio. ¿Cómo iban a saber que se enfrentarían a un demonio así? Implicaría andar siempre en ayuno. Me parece que el género al que Jesús se refiere es al de la incredulidad que manejaba tanto el padre, la gente y los discípulos. Hay que orar y ayunar para que no entre en nosotros este género de demonio, como lo es la incredulidad

Hay varias cosas que son dignas de admirar en los discípulos. Ellos supieron que algo andaba  mal con su vida y con su ministerio, por lo tanto trataron de reaccionar y no quedarse allí.

  • Hubo libertad

 Lo primero que hicieron fue reconocer. ¿Qué significa esto? Bueno una vez que estuvieron en la casa, se acercaron a Jesús y fueron directos ¿“porque tuvimos problemas”? Eso significa que no se iban a quedar callados. Cualquiera pudo quedarse callado después de todo Jesús había salido al rescate y el problema ya estaba solucionado. Lo segundo que hicieron fue reaccionar. Los discípulos reaccionaron al hecho de “no les cabía en la mente que fuera posible fallar” para ellos no era opción eso, no lo podían asimilar y no se iban a conformar, hasta volver encontrar la senda de la victoria. Ningún hijo de Dios se debe conformar con la derrota, somos y hemos sido llamados a ser victoriosos.  Lo tercero que hicieron fue reflexionar.  Es curioso que ellos reflexionen sobre el hecho de que quien les puede dar respuesta es su maestro. Pero la pregunta es personal, íntima y en lo privado. Dios nos manda a lo mismo a buscar a Dios en la intimidad, y encontrar solo la respuesta en El, pero esto es una búsqueda en privado. Sólo allí hallaremos la respuesta. Lo cuarto que hicieron fue renovar. Renovaron su perspectiva de la vida cristiana y de lo que es el ministerio. Jesús les dice que hay grado de oposición. Mateo añade que los discípulos no pudieron echarlo por su “poca fe” (17:20). La frase en griego es “apistia” y se debe traducir “incredulidad”. ¿Por qué habían tenido incredulidad en este caso? Supongo que el tipo de demonio al que se enfrentó los impresionó tanto que se dieron por vencido. Me parece que esto es lo que Jesús trata de ilustrar con la frase “si tuvieres fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: pásate de aquí allá y se pasará; y nada os será imposible”. Jesús en dos oportunidades usó con los discípulos la figura de la semilla de mostaza en relación a la fe. ¿Cómo se logra esta fe que puede derribar lo imposible? Debemos entender que la fe es otorgada por Dios pero la debemos cultivar. El pasaje alude que ese cultivo crece con la “oración”… En el NT existen a lo menos 6 términos para describir oración.. Así que: proseuque se utiliza de la oración en general; deesis destaca el sentimiento de necesidad; se utiliza en ocasiones de una petición de hombre a hombre.  Enteuxis es el término regular para una petición a un superior.  En Marcos 9  la palabra que se usa aquí  es proseuque, que  denota: oración a Dios. Esta palabra se divide en tres raíces “pros” que significa enfrente de o a la par de. La frase eu  que significa “bueno” y “jeo” que significa derramar, verter. En este sentido la definición etimológica de oración es “un buen derramamiento delante de alguien” en este caso el objeto de ese derramamiento es Dios. No se ha orado hasta que no se haya  derramado el alma. Esto debía aprender los discípulos. Debían renovar su concepto de orar.  Y también tener un tiempo de ayuno para reprender ese género de incredulidad que había atacado a la mayoría. ¿Cómo salgo de mi estado de incredulidad? Cuando miro “al monte como algo posible y no imposible” y lo miro a través de la disciplina de la oración, que me motiva a dejar ese monte en el poder de Dios. Dios es más grande que ese monte, si mi fe cree eso, cualquier obstáculo por imposible que sea, debería ser quitado. Sin embargo es allí donde nos trabamos. Ellos tuvieron que renovar el concepto de “obstáculo” tuvieron que renovar el concepto de “fe”  tuvieron que renovar el concepto de “demonio” y tuvieron que renovar el concepto de “oración”. Dios nos está llamando a un nuevo concepto de la oración. Debemos acercarnos a Dios creyendo que el problema se va a resolver, aunque mientras Dios está tratando con él,   parezca agudizarse, como pasó con el muchacho que de endemoniado pareció estar muerto por la sacudida final que el diablo le dio. Dios necesita un pueblo que ore fervientemente.

Si su vida parece la de un perdedor, quizás ha estado tratando lo posible de Jesús, hoy es para que usted trate con lo imposible, entonces Dios hará grandes y extraordinarias cosas conmigo.

 

 

 

 

El ayuno de los discípulos

Echa tu pan sobre las aguas  Eclesiastés 11:1
Echa tu pan sobre las aguas Eclesiastés 11:1

Hace unos años  tuve la oportunidad de ver la película “La vida en Juego” una película, que  toca uno de mis temas preferidos: la superación, la competencia y el éxito. Se trata de una cárcel juvenil, y de dos consejeros que tienen la visión de comenzar un equipo de fútbol americano. Lo hacen con el propósito de darles a los muchachos un sentido de equipo, ya que muchos de ellos pertenecen a pandillas de diferentes barrios. La película se desarrolla en torno al equipo y al final ayuda a los muchachos a reinsertarse en la sociedad sin la necesidad de volver a la pandilla. Es una película muy interesante, y es estelarizada por Dwayne Johnson y que le apodan “La Roca”. En una de las escenas,  desarrollan  su primer partido como equipo, y  pierden por 38 a 0. En el descanso de los dos tiempos, el entrenador les grita y les dice  ¿“que les pasa”?.  Uno de ellos le dice: “Hemos hecho todo lo posible y no se puede. No es posible que seamos un equipo ganador”. A lo que el entrenador le respondió: “Cuando llegaron aquí todos eran unos perdedores, y llegaron a ser perdedores porque su vida la intentaron en la arena de lo posible. Si ya se dieron cuenta que al tratar su vida en la arena de lo posible los convirtió en perdedores, es tiempo entonces que intenten lo imposible, porque sólo entrando en ese terreno, lograran ser ganadores. Al final conquistan el subcampeonato de su liga.

Esa frase me llamó la atención,  sobre todo por el tipo de pasaje que estaba leyendo en esa misma ocasión. Me hice una pregunta muy a fondo. ¿Mi vida cristiana en que campo está parada? ¿En el campo de lo posible o en el campo de lo imposible?

Quiero hacerle una pregunta. ¿Es usted un ganador o un perdedor en su vida cristiana? Por ejemplo ¿puede vencer sus hábitos? ¿Puede resistir la tentación? ¿Su vida ha desarrollado un nivel de comunión con Dios, que ve toda la vida abundante que Dios prometió? ¿Es para usted cada día una satisfacción irse acostar con el sentido de que venció en el día o es el irse a dormir un escape de la realidad que ha vivido ese día? Muchas veces disfrazamos nuestra derrota con “así es la vida”. No le gustaría un día poder ser vencedor y no un derrotado. Lo curioso es que muchas veces fracasamos en los retos de la vida y no somos lo suficiente sabios para pararnos y  preguntar ¿Qué pasó? ¿Por qué no pude, tal cosa o  porque no salí victorioso en este pecado que todos los días hago?

Hace mucho tiempo, era un día especial,  Jesús  acababa de llamar a un grupo de seguidores. Allí estaban el mejor equipo del mundo. “Los doce”, iban a jugar por primera vez solos. Su maestro les dice: “les doy autoridad  sobre los espíritus inmundos, para que los echen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Y ellos fueron y trajeron grandes noticias de su éxito como equipo triunfador. (Lucas 9:1-10).

 Sin embargo en una narración más adelante encontramos a este mismo equipo ganador, enfrentándose con el mismo equipo perdedor, Satanás y sus huestes, y resulta que en esta ocasión lo que tienen es derrota y no victoria. ¿Pueden pensar en la frustración de los discípulos? ¿Ya lo habíamos hecho una vez, y lo habíamos vencido, pero porque ahora no pudimos? Esa fue la pregunta clave. Los discípulos dijeron si no pudimos algo anda mal, porque se supone que podamos hacerlo, En su mente queda esa pregunta ¿Por qué no pudimos? Acompáñeme a Marcos 9: versos 14 al 29.  En esta ocasión   quiero que nos enfoquemos en la frase de los discípulos del vrs, 28 del capítulo 9 de Marcos: ¿Por qué no pudimos echarle fuera?

¡Mi interés es que  quiero recordarle que  poseemos una fe que puede! Y también la relación con el ayuno. ¿Porque Jesús lo relaciona con ayuno y oración?

Para entenderlo  quiero que dividamos  la frase del versículo primero en cuatro  aspectos. Primero muchas veces no puedo  el ambiente que me rodea, Segundo muchas veces no puedo porque tengo problemas de fe, tercero muchas veces no puedo  así que debo evaluar la razón. Y cuarto, muchas veces no puedo pero tengo las herramientas para superar mi fracaso.

En primer lugar veamos el contexto

Muchas veces “no puedo” porque el ambiente me afecta. (Mateo 17: 14-16 y Marcos 9: 14-20) Este pasaje está inmerso en un contexto muy interesante. El relato de Mateo es más escueto que el de Marcos. Marcos proporciona más detalles del entorno donde se da la batalla espiritual. Cuando nos enfrentamos a un problema insuperable, debemos saber que el ambiente en que se da también determina nuestra habilidad para enfrentarlo. Una vez que nos damos cuenta en que territorio estamos, podemos entonces comenzar a batallar mejor y de una forma  espiritual más efectiva. Al parecer el ambiente en que se dio la disputa había hecho que los discípulos se desatendieran de su labor espiritual. Veamos cuáles son esos ambientes.

Contexto de la sociedad Marcos relata  que cuando Jesucristo estaba llegando al lugar, el vio una gran multitud “alrededor” de los discípulos. Estaban rodeados y presionados por la multitud. Esto, me imagino que lograría bastante impacto en el comportamiento de los discípulos. A lo menos sabemos que había 9 discípulos en esta batalla espiritual. Esta multitud estaba en busca de respuestas, y presiona por ellas. Pero es triste cuando lo que le damos a la multitud es un ejemplo de pleito y no de poder. Ya mencioné que el estar rodeados por la gente generaría presión. Note la expresión  de Marcos 9:15: Y en seguida toda la gente, viéndoles se asombró, y corriendo a él, le saludaron”. Podemos ver que las masas son amigables con Jesús. No se resisten a su atractivo.  Cuatro  cosas pasan inmediatamente cuando Jesús hace su aparición: “toda la gente viéndole”. Toda la gente se asombró, toda la gente corrió a él y toda la gente le saludó. El problema no es Jesús, somos nosotros los que no reflejamos ese Jesús radiante. Esta es una generación simpatizante. Es expectante, demandando resultados de nosotros y de nuestra forma de vivir. Pero no basta simpatizar con Cristo. No podemos solucionar nuestros problemas con una sola simpatía, o con tener algo agradable del Señor. ¡No se puede! Estar con Cristo y solucionar mis problemas no procede de la simpatía que tenga por las cosas de Dios, proviene de una transformación auténtica de toda mi vida y no de algunas áreas visibles. No debemos acercarnos a Cristo solo para buscar algo de él, sino para poder entregar todo a Él.

Contexto de la religiosidad Marcos dice que “escribas disputaban con ellos” La palabra disputar es “suzeteo”, que significa examinar, criticar y tener pleito con alguien”. Los discípulos ante su incapacidad ahora están tratando de justificar con argumentos su derrota en la realidad. Este concepto es altamente religioso: “Uno puede justificar su derrota con argumentos”. Por ejemplo es muy fácil argumentar la mentira cuando uno ha sido cachado en la mentira. Es muy fácil argumentar su derrota en lo sexual.  Cuando pasamos de ser reales a una religión argumentativa, entonces no podremos con el problema. Los problemas espirituales no se ganan con argumentos, no se superan teniendo una excelente discusión teológica, se superan con el poder de Dios en nuestras vidas. La iglesia hoy está llamada a dejar de ser religiosa, y más seguidora de la autoridad de Cristo en este mundo.

 El contexto  de la fatalidad El vrs. 17 dice “respondiendo uno de la multitud dijo: Maestro traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo…y dije a  tus discípulos  que lo echasen fuera y no pudieron (vr.18 final). Si no podemos traer restauración a la familia, entonces algo está mal en nuestro cristianismo, es y ha sido fatal no poder edificar familias cristianas genuinas. Si observamos el problema de este hombre  es familiar. Está lleno de problemas, su hijo tiene problemas. Hay varias cosas que este hombre nos plantea como desafíos de la problemática familiar en nuestro siglo y en esta generación:

  • Es un padre angustiado Su angustia lo lleva a dos conclusiones de su hijo: “es lunático” (según Mateo) y que tiene “un espíritu mudo”. Su diagnóstico es limitado porque en el vrs. 25 de Marcos 9, Jesús dice: “espíritu mudo y sordo” yo te mando salgas de él. Su angustia quizás no le permitió ver más del problema de los hijos. ¿Por qué estaba tan angustiado? Por las manifestaciones físicas del muchacho. Era inestable, epiléptico, echa espuma, cruje los dientes, se va acabando” Por el tiempo que había ocurrido “desde niño” la expresión es la del pequeñito de 2 o 3 años, y ahora cuando Jesús según Mateo 17:18 lo expulsa, Mateo usa la palabra “muchacho” que ya se refiere a un adolescente. Habían pasado varios años con este problema.
  • Es un padre turbado Note que a pesar de su angustia, él sabía que detrás de lo físico de este muchacho había un problema espiritual serio. Tan serio que el a duras penas sabe describir que algún espíritu maligno lo ha poseído. ¿Cómo un niño podía haber tenido tal tipo de espíritu? No lo dice. Pero si se es claro que un pequeño puede llegar a estar poseído por espíritus malignos. Este tipo de problema no se soluciona con disciplina, castigos u otras cosas físicas, se soluciona con cosas espirituales. He aquí la importancia de llevar a Cristo desde pequeños a nuestros hijos.

  • Es un padre desanimado El padre ve lo dramático de su conducta. El dice en el vrs. 18 de los discípulos “no pudieron”. La frase para “poder” aquí es “ischuo”. Esta palabra griega es para hablar de producir resultados, prevalecer, dominar, habla de fuerza humana.  Cuando los discípulos dicen “no pudimos” en el vrs.28 usan “edunata” misma frase que el padre de familia usa en el vrs. 22 para “pero si puedes hacer algo”. ¿Qué implicaciones tiene este cambio de palabras en el griego? El primer uso de “ischuo” denota que el padre creía que lo que los discípulos hicieron, lo habían hecho en sus propias fuerzas. Tenían una fuerza de carácter humana. Y esto no está tan lejos, pues cuando Jesús aclara más adelante es probable que esto hayan hecho los discípulos. En cambio cuando se trata de Jesús el uso de “dunamis” que es ser capaz de algo” y se asocia con capacidad sobrenatural, el padre de familia no dudaba que el era capaz de hacerlo. Si en nuestra vida usamos “ischuo” o fuerza propia  y no “dunamis” fuerza sobrenatural, entonces estamos totalmente perdidos. Debemos aprender que los problemas de este índole, sobre todo familiar se deben rendir ante la capacidad de Jesucristo, que el es el único audaz y capaz de ayudarnos. Ahora la pregunta del padre en el vrs. 22 “pero si puedes”  es como un insulto a Jesús, de manera que la respuesta de Jesús  en el vrs. 23 debe ser :”Jesús dijo: ¿Cómo que si puedes?. No dudes es la respuesta de Jesús. Y luego quiere lanzarle un reto. Es como si estuviera diciendo intrínsecamente que una de las raíces del problema nace de el como padre. “Al que cree todo le es posible”. Jesús también quiere arreglar el problema del hijo, pero no lo puede hacer independientemente del problema del padre. Si un hijo hace lo que quiere, es porque hay padres que lo dejaron hacer lo que quiere. Cuando Dios soluciona los problemas de los hijos generalmente comienza descubriendo los problemas de los padres, exponiéndolos y sanándolos antes de pasar al hijo. Hermanos, nuestros hijos y sus problemas son reflejo de los problemas que hay en los padres, ni más ni menos. Así que si usted está pidiendo a Dios que sané a un hijo es muy probable que la sanidad comience con los problemas de los padres. Sin embargo note la respuesta del padre: “Creo, ayuda mi incredulidad”. La primera respuesta es de “creo” esto es para guardar las apariencias en público, pero luego se recuerda que está enfrente del que todo lo sabe, así que no tiene más que decir “ayuda a mi incredulidad” la palabra “ayuda”es boetheo,  y  es muy interesante en el griego. Era una palabra que se usaba para la gente cuando le gritaba a los corredores en un estadio cuando estaban debilitados en su competencia. En otras palabras el padre dice “creo, pero necesito que eches porras a mi creer” necesito ayuda de ánimo. No estoy del todo creyendo. La petición de “boetheo” esta palabra, se compone de dos raíces “boe” que es “gritar. Clamor, alarido, grito de guerra” y la palara “theo” que es Dios. La connotación de la palabra implica que el grito y alarido proviene de Dios. Por otro lado el verbo es un imperativo presente, que denota una petición urgente y una ayuda constante. En castellano tenemos la palabra “entusiasmado” esta palabra su raíz en el griego es “entheos” que implica “estar lleno de Dios” solo el entusiasmo que viene de Dios es el que nos puede levantar, así como el ánimo que viene de Dios es el único que nos puede fortalecer. Dios es tan bueno que no quiere perfectos y padres completos, quiere padres necesitados que reconocen sus limitaciones y que están dispuestos a creerle a Dios que el puede hacer no “algo” (vrs. 22) sino todo.

El contexto de la ferocidad. Ya les mencioné que por el uso del término “muchacho” de la narración de Mateo 17, estamos ante un adolescente. En este sentido quiero que hablemos de mitos sobre problemas de adolescentes. Muchos dicen es la época de la rebeldía, esto es negativo, la rebeldía es innato en el hombre desde que nace hasta que muere. No hay tales como “ya se le va a pasar, porque está en la época de la adolescencia”. Otros dicen “es que está en la época de la malicia (especialmente cuando se trata con las mujeres). Negativo, si la malicia es una conducta que la Biblia describe como “vanidad o vanagloria” no existe época de malicia, porque el hombre será de niño, viejo y joven malicioso, por lo tanto no podemos dejar de fomentar en las señoritas una conducta decorosa. Ya va a madurar cuando crezca, negativo la madurez no viene por hacerse viejo, sino porque asimilar los valores de la vida y puede aplicarlos en las circunstancias donde vive el joven. Debo preparar al muchacho para temer a Dios, y así podrá comportarse cuando esté lejos de la vigilancia del padre. Y que de este otro mito “es que así era mi padre o así soy yo, o se parece a mí”. Y quién le ha dicho que el parecerse a usted lo justifica para generar otro hombre o mujer problemática. Se debe y se puede romper todo ejemplo y tendencia hereditaria  que no agrada a Dios. Mi responsabilidad es que mi muchacho se parezca a Jesucristo y no a mí. ¿Cómo se muestra esta problemática tan feroz con los jóvenes? Note este muchacho, cuáles fueron las consecuencias de asociarse con el enemigo: Tuvo problemas físicos: epilepsia, espuma, violencias física. Tuvo problemas emocionales: no pudo relacionarse con otros desde su niñez debido a esos problemas.  Problemas espirituales: demencia (lunático, según su padre) tendencia suicida, posesión diabólica. Ahora quiero que note cuales fueron las consecuencias de asociarse con Jesús. *         Manifestó el verdadero problema vrs.20). Hubo confrontación con el problema (vrs. 19; 25), Hubo liberación del problema (vrs. 25).Hubo sanidad del problema  (vrs. 26 y 27). Hubo restauración de su vida (vrs. 27).

Ahora quiero hacerle una pregunta: ¿A quién nos conviene acercar a nuestros hijos? ¿Al diablo o a Jesús? Mientras siga tolerando esas conductas que acercan a su hijo el enemigo, así se harán más graves los problemas en la vida de ellos. No podemos negar que Satanás sea malo y que su mundo sea malo y que su propósito sea destructivo. El quiere destruirnos a nosotros y a nuestros hijos. ¿Porque entonces no estamos más cerca del Todo poderoso Jesús?

Estábamos mejor cuando estábamos peor…

carlos rivas

Hace poco leía sobre el hecho de que en un mes tres pastores muy reconocidos en los Estados Unidos se suicidaron. La noticia dice sobre uno de ellos lo siguiente. “El 10 de noviembre, Teddy Parker Jr., de 42 años, pastor de la Iglesia Bautista Bibb Mount Zion, en el estado de Georgia, se suicidó disparándose con un arma en la cabeza, según publica Gospel Prime citando a Charisma News. Su esposa lo encontró en la entrada del garaje de su casa el domingo. Él ya había predicado en esa mañana y tenía que predicar nuevamente aquel día. No dejó ninguna nota explicando su lamentable decisión”.  ! Triste ¡y plantea la pregunta: ¿Porque se está dando este  fenómeno? Lo más dramático es que  se están encontrando muchas estadísticas sobre cómo los pastores enfrentan problemas como la depresión, el agotamiento físico y mental. Ninguno de ellos son alentadores. Según el Instituto Schaeffer, el 70% de los pastores luchan constantemente con la depresión, y el 71% están «agotados». Además, el 72% de los pastores dicen que sólo estudian la Biblia cuando necesitan preparar sermones, el 80% cree que el ministerio pastoral afecta negativamente a sus familias, y el 70% dice no tener un «amigo de confianza». El Instituto Schaeffer, también estima que el 80% de los estudiantes de seminarios (incluyendo a graduados) dejarán el Ministerio dentro de cinco años. No hay datos consistentes sobre el número de cuántos cometerán suicidio, pero está claro que los pastores no son inmunes a esto. ¿Por qué todo esto?

Bueno creo que se debe a que hay una costumbre, muy difundida entre los creyentes cristianos, de dar una interpretación bíblica a instituciones que se han desarrollado a través de la historia. Básicamente lo que hacemos es tomar nuestra interpretación y forzarla a que quepa en las Escrituras. Le damos martillo y deformamos la Escritura hasta que case con nuestra interpretación. Y una de estas interpretaciones tiene que ver con el rol pastoral moderno altamente profesional de nuestros días. Este es la personificación del cristianismo moderno. Pero si tomáramos a un cristiano del primer siglo y le mostramos la figura del pastor  moderno este no le reconocería. Para este creyente sería un personaje diferente al que él conoció en el siglo primero o en la iglesia neo testamentaria. El pastor moderno es una novedad extra bíblica que no tiene nada que ver con el rol pastoral neo testamentario. El cargo no existe en las Escrituras. Por lo tanto la biblia se opone al papel que cumplen en tiempos modernos, como veremos en este escrito. El ministerio de pastor nunca fue un cargo siempre fue una función dentro del cuerpo de creyentes.

Es obvio que al no tener un respaldo bíblico, entonces nos salimos del modelo de Dios. En la Escritura en términos de título pastor sólo es Jesucristo, porque sólo él puede cumplir a cabalidad con el rol de lo que le exigen a los pastores hoy.  ¿Cómo afecta esto a hombres que se dedican al ministerio? Primero por medio de Presiones.

  • En primer lugar veamos las presiones de esta práctica sobre el pastor.

El puesto o posición (no don) de pastor está sometido a tres grandes presiones que vienen de las personas a las que el intenta dirigir.  Estos son Poder, Presencia, Preeminencia. Déjeme explicarlo de esta manera. El puesto de pastor está sometido es un asunto  de poder. La gente ya sea que lo reconozca consciente o inconscientemente tiene la convicción que el pastor debe poder hacer todo. Si no observe los currículos que cada vez más se exigen al “contratar” a un pastor. Desde la capacidad bíblica, consejería, administración, evangelismo, capacitación, etc. Agregue que cada vez más hay gente profesional en sus iglesias, ellas tienden a medir el poder del pastor desde su experticia. El problema es que la gente eleva esto  hasta casi un atributo de omnipotencia. Cualidad que sólo la posee Dios. Lo triste es que la gente presiona tanto que el pastor llega a creer eso. Y esto se puede manifestar en abuso de parte del pastor, porque es la única voz autorizada en el pueblo o en frustración porque humanamente es imposible conocer todo, saber todo. La segunda presión es un asunto de presencia. El pastor debe estar presente en todo. En la planificación, en los hogares, en los cultos, en las actividades evangelisticas, debe asistir a los funerales, debe ministrar la Santa Cena, debe estar presente en el proyecto de los niños, etc. Si hay tres situaciones de problemas en la congregación de una forma simultánea, él debe asistir a los tres, porque es su responsabilidad  atender a todos. ¿Cómo lo hará? Es su problema. Añada a esto que su familia tendrá la misma presión de estar en todo, porque ella por ser la familia del pastor deben dar el ejemplo.  Una vez más esto lo hace elevarlo casi al atributo de omnipresencia. Esto ha generado una carga grande en la vida de un hombre dedicado al ministerio. Pero también lo ha hecho pensar que él es responsable de controlar todo. Por eso muchos pastores se vuelven manipuladores, controladores y no permiten ninguna iniciativa sino pasan por su “cobertura”. La tercera es la presión de preeminencia. Eso significa que el pastor no sólo puede todo, está en todo, sino que él es que origina todo. Es la voz autorizada de Dios que dicta las leyes, sin ninguna participación del clero. Esto ha hecho que muchos pastores se conviertan en una serie de reyecillos, con su séquito y adictos a los primeros lugares  y a la atención total tanto de la iglesia como la de la comunidad. Una vez más es casi un atributo de Dios y su soberanía el que imita con este pensamiento. Eso implica que sólo el puede predicar, sólo él puede ministrar, bautizar, dirigir, etc. No hay una visión compartida del trabajo como lo fue en el NT.

  • En segundo lugar debemos observar las presuposiciones de esta práctica sobre el pastor.

Hay tres presuposiciones erradas sobre esta práctica. La presuposición de la dedicación, la presuposición retribución, y finalmente la presuposición de la realización. En primer lugar  la presuposición de la dedicación.  Se ha hecho por años una decisión entre clero y laico. O entre dedicado al ministerio y no dedicado al ministerio. Las congregaciones que inician sueñan con el tiempo lograr tener a un hombre o mujer de Dios dedicados completamente al ministerio de la iglesia. Se supone que una iglesia sin pastor es una iglesia vulnerable o incompleta a una que tiene pastor. La gente se esfuerza por dar más dinero para que un día tenga a su pastor a tiempo completo. La falsedad de esta presuposición estriba en que se ve el rol del pastor como un puesto que llenar que un don a desarrollar.  Lo increíble es que muchas iglesias crecen más y se desarrollan más cuando no tienen pastores profesionales. ¿Porque? Porque se pone en práctica la pluralidad del cuerpo de Cristo, y los dones latentes aparecen, incluyendo los dones de pastor en “muchos laicos”. Así que esta presuposición ve al pastor como un puesto a llenar, que trae seguridad y tranquilidad a la congregación.  Pero el pastorado no es un puesto o un título, es un don. En segundo lugar, la presuposición de la retribución. Otra idea que daña mucho la vida de hombres que se dedican al ministerio es lo del pago o la vivencia de un salario eclesial. Primero hay como en la anterior premisa una idea o diferencia entre a medio tiempo, y tiempo completo en el pastorado. La gente establece que una persona está a tiempo completo cuando solo está viviendo del salario de la iglesia y sólo ve los asuntos de la iglesia. Este salario establece parámetros con respecto si alguien trabaja en la iglesia hay que pagarle de esa misma iglesia. Entonces el sostenimiento que el NT refleja ya no es para las viudas y los huérfanos sino para los empleados que hacen la obra que todos deberían hacer. Así que este tipo de pastorado de puesto, termina llevándolo a un pastorado de precio, y reduciéndolo a un asalariado promedio en el mercado laboral.  En tercer lugar, la presuposición de la realización. Observe como daña esto en cuanto a la realización en la iglesia y de la iglesia. Una vez que la gente le paga a tiempo completo a un empleado eclesiástico, esa congregación o liderazgo de esa congregación exigirá resultados, porque no van a estar pagando de balde. Así que la presión del pastor es para que desquite lo que se le paga, en lugar de amar a Dios y crecer junto con la congregación en la ministración de Dios. Por eso es que muchos embarcan a las congregaciones en grandes construcciones, programas de televisión, radio, etc. Porque por medio de ellos demostraran que se están realizando. Sin embargo si ustedes notan los tres pastores que recientemente se quitaron la vida, todos eran líderes de iglesias prósperas y en crecimiento. ¿Entonces lo que los debe haber llevado a quitarse la vida ha sido que se les exigieron cosas que sólo Dios puede llevar a cabo? ¿Qué vamos hacer entonces con respecto a esta práctica.

  • En tercer lugar debemos tomar precauciones en la práctica del pastor. En realidad lo que quiero hacer aquí es dar varias sugerencias. Podría haber tomado los principios neo testamentarios de la forma en que debe ser conducida la iglesia. Sin embargo tengo en mente otro acercamiento, que probablemente no sea el tradicional. El pasaje que puso en mi corazón Dios es 2 Samuel 21:15. Dice: “Los filisteos reanudaron la guerra contra Israel, y David salió con sus oficiales para hacerles frente. Pero David se quedó agotado”

El rey David  regresó a Jerusalén y comprendió que tenía que recuperar su trono, ya que no se lo iban a entregar alegremente.  Todo ese ajetreo político  y las batallas inevitables deben de haberle resultado  todo un escollo insuperable. Antes que pudiera tomar un respiro y proclamar victoria, resurgió una vez más un último y viejo enemigo. Un enemigo muy conocido y muy perseverante: el pueblo filisteo. Y nuevamente  David salió a pelear contra ellos, pero esta vez, en medio de la batalla se sintió agotado. Y para colmo de males uno de los parientes de Goliat, que hacía parecer pequeño una vez más al rey escogido, dijo que iba  a matar a David.  Pero luego el texto añade: 16 así que intentó matarlo un gigante llamado Isbibenob, que iba armado con una espada nueva y una lanza de bronce que pesaba más de tres kilos. 17 Sin embargo, Abisal hijo de Sarvia fue en su ayuda e hirió al filisteo y lo mató. Allí los soldados de David le hicieron este juramento: «Nunca más saldrá Su Majestad con nosotros a la batalla, no sea que alguien lo mate y se apague la lámpara de Israel. “

  • Estoy muy agradecido con Dios por habernos dicho  que David supo lo que era sentirse cansado en una batalla. Me hace bien saber que otras personas han experimentado el cansancio  de la lucha contra el mismo antiguo enemigo una y otra vez. De hecho la palabra hebrea para para cansado es la expresión “uwph” y significa  cubrir, salir volando, desmayarse, huir. ES el deseo irresistible de salir corriendo y esconderse. Así que aquí quiero que hagamos una aplicación al tema de los pastores y la práctica contemporánea de su ministerio.  Primero, creo que la práctica pastoral  actual es estresante. David ya había envejecido, pero había ejercido la función de rey ya por muchos años y le llegó a desgastar.  Por dos simples razones, primero el trabajo nunca termina y segundo los desafíos van allá de la fuerza humana. Los filisteos después de años de batalla no desaparecieron y los gigantes todavía existían y ahora eran más fuertes que el primer gigante al que David había vencido. Así que la práctica pastoral actual es estresante porque  es gigante. Segundo, creo que la práctica pastoral actual es desgastante. Dios llevó a la victoria a David en cuatro batallas que se mencionan en 2 Samuel 21:15-22, peor lo hizo por otras personas. Al igual que nosotros, estoy seguro que David hubiera preferido que Dios lo convirtiera en un héroe y dejara a los demás asombrados por su gran poder. David creyó en sus propias capacidades, llegó a creer que nadie lo podría atrapar. Se equivocó. Dios protegió a David al no permitirle  que siempre fuera el héroe. Y ese es el problema los pastores se desgastan porque creen que ellos siempre deben hacer las cosas y no se dan cuenta que si pensaran en el pastorado más que una gerencia (puesto) es una gestión (don), el trabajo se haría más efectivamente a través de otros pastores “no oficiales”. La práctica pastoral es desgastante porque  es abrumante. No se puede realizar solo. Tercero la práctica pastoral es adulante. Los israelitas  no necesitaban que David  fuera un dios para ellos. Él no podía ser puesto en esa clase de pedestal  ni ser sometido a esa clase de presión. Si esto ocurría tarde o temprano los iba a desilusionar. En la adoración de un héroe, la línea divisoria entre el amor y el odio es muy sutil. ¿Cuántos fieles seguidores   se han vuelto en contra de sus líderes? Dios jamás permitirá que ninguno de nosotros parezca ser el exclusivo instrumento del poder divino. Así que la práctica pastoral es adulante porque es arrogante. Pretende la preeminencia en todo lo que se hace.  Cuarto, la práctica pastoral actual es decadente. Podemos desanimarnos  con facilidad si percibimos  que Dios trabaja de manera poderosa  a través de otras personas pero nunca lo hace a través de nosotros. Dios no tiene favoritos. El responde a toda persona  que acude a Él y usa a toda persona que se entrega a su llamado. Entonces el pasaje nos muestra que Dios tiene otros planes de funcionamiento.  Si esta práctica es decadente, qué podemos hacer para cambiarla o a lo menos regresar al diseño original de Dios. Primero, es obvio que si un pastor vive de la iglesia hoy, le será difícil pero no imposible. Lo primero que yo puse en práctica es renunciar a ese puesto de pastor  y dejar que Dios me sostuviera con otra fuente que no fuera la iglesia. Observe que prácticamente hay un retiro forzoso para David. Dios lo saca del protagonismo para llevarlo a un rol de facilitador de  la visión. Es obvio que David ya no se puede enfrentar a los gigantes, pero él ya ha matado gigantes y sus seguidores han visto su estilo y modelo. Ellos continuaran con el modelo de David.  Lo segundo que puse en práctica es renovar. La renovación viene de una obediencia incondicional a Dios y su Palabra y no a las tradiciones de hombres. Debe fomentar el cambio, buscar los principios  bíblicos sobre la comunidad de Dios en el NT y luego hacer cambios y renovación como miembro de una nueva generación. Lo tercero es retirar. Retirar su figura paternalista y dejar que otros le ayuden y lleven la carga juntos. Nos cuesta pedir ayuda y nos cuesta utilizarla. Lo tercero que puse en práctica  es retirar. Es decir descentralizar la autoridad, y empoderar a otros para que ejerzan la autoridad compartida.  Se debe retirar el concepto de gerente eclesiástico y volver al trabajo del cuerpo de Cristo. Retirarse usted, es decir dejar que las personas puedan crecer a pesar de los errores y de su falta de “perfección” al hacer las cosas como usted las haría.  Lo cuarto que puse en práctica es reenfocar. Es decir vea para lo que Dios nos ha llamo, a David lo ubicaron sus líderes al decirle que ellos lo veían a él como la luz de Israel y no como un general, así que le dijeron que volviera a reinar y a pastorear a Israel por medio de ellos.

Lastimosamente tres hombres de Dios murieron porque creyeron que este modelo era el de Dios y nunca pudieron pensar de otra forma. Hoy se quiere tener muchos pastores graduados de seminarios, titulados, tipo gerentes que le den a la iglesia un  perfil organizacional de éxito. Todos los salvadoreños hemos sido retados con los escándalos de pastores de “éxito” de esta nación. Y han quedado impunes porque la deformación de esta práctica los enquista en el poder y pueden manejar a su antojo sus “infidelidades responsables”. Y la gente los sigue aunque estén viendo las evidencias de su trastorno. Los puestos para los pastores sobran por todas las iglesias del mundo. Pero ha habido poco impacto. En términos de crisis laboral, la  Iglesia del NT no tenía ningún puesto para pastores oficialmente, sino sólo dones y a pesar de ser iglesias carentes de “pastores profesionales” trastornó al mundo, y los pastores murieron, ¡sí! Pero no porque se quitaron la vida sino porque la entregaron por su creencia en la persecución de Roma y otros imperios. Hoy estamos mejor que ellos, ellos estaban peor en cuanto lo del pastor. Pero en realidad pensándolo bien, estábamos mejor  cuando estábamos peor pastoralmente hablando.

Rutina para el «Gym» de Dios…

pesas

Hace unos meses atrás murió uno de los más destacados entrenadores de la industria del fisiconstructivismo. El Sr. Greg Plitt. Aparentemente las últimas revelaciones fue que al hacer un anuncio comercial, quiso correr delante de un tren y murió arrollado por el mismo (https://www.youtube.com/watch?v=fI0IvC5Lnk4). En sus anuncios motivacionales, siempre retaba a desarrollar fuerza, vigor y el tipo tenía una apariencia física notable. Pensando en esto creo que  nunca he ido a un “gym” donde me digan que me van a hacer más débil, para que cuando compita muestre una fuerza extraordinaria. De hecho cuando veo esas competencias (que por cierto para mí gusto son bastante aburridas…es decir ¿que puede ser tan emocionante que un hombre o una mujer nos muestren lo bonitos que están y como son grandes y musculosos?) la meta es mostrar definición, fuerza, ( ¿grosor?). Y de hecho las rutinas buscan eso. Sin embargo al notar el “gym” de Dios realmente es todo lo contrario. Es decir la fuerza viene de la debilidad. En una parte de Hebreos 11:34 dice “sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas” Y esto es una paradoja de la fuerza en la vida espiritual.  Cuando uno observa a Pablo al principio, sólo quería que su debilidad fuera eliminada. Eso es una reacción muy humana y natural para todos nosotros. No nos gusta la debilidad, porque es vergonzoso para nosotros. Estamos orgullosos de nuestros «puedo hacerlo solo», y por lo general estamos avergonzados de nuestras debilidades y tratamos  de ocultarlas, y mucho menos  hacerlas públicas. Sin embargo, Pablo dijo que a pesar de que había visto increíbles visiones del cielo, él sólo se jactaba  de una cosa, y esa cosa sería «en lo que respecta a mis debilidades» (2 Corintios 12: 5)

En cuanto a nuestras debilidades creo que el ser humano  escoge  dos maneras de manejarla: Primero,  la forma segura, y  segundo, la manera honesta. La mayoría de nosotros elegimos la forma segura porque tenemos miedo de parecer débiles. Pero debemos entender que  la debilidad no es fracaso es simplemente debilidad, y es equipo estándar en todos los modelos humanos. Ahora esto no significa, sin embargo, que somos débiles todo el tiempo en todo. Eso sería  verdaderamente deprimente, tome  en cuenta que tanto debilidad y el poder existieron simultáneamente en la vida de Pablo. Lo mismo era verdad de nuestro Señor; ambos debilidad (su humanidad) y poder (su divinidad) existió al mismo tiempo en su vida. ¿No es la cruz el máximo ejemplo del poder que se perfecciona en debilidad? «Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Filipenses 2: 8).

Conocer su propia fuerza es una cosa buena. Reconocer  su propia debilidad es aún mejor. Lo que es realmente malo, lo que duele y finalmente nos derrota, es confundir una debilidad por una fortaleza.

¿Por qué es tan importante ser débil para ser fuerte? Pablo dice: “porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”. Por cuatro ideas  según esta frase: La circunstancia  de la paradoja, condición de la paradoja, consistencia de la paradoja y finalmente la consecuencia de la paradoja. En cuanto a la condición de la paradoja Pablo introduce un porque antes de decir la frase. Él porque es el que nos relaciona circunstancia con de la paradoja. Observe que antes Pablo ha establecido que él ha pasado, está pasando y pasará por circunstancias serias en la vida. Estas situaciones han sido sumamente estresantes.  Debemos entender que necesitamos ser fuertes en la debilidad, porque la vida de un cristiano estará inmersa siempre en situaciones que dañan. Las circunstancias de la paradoja nos enfrentan con la realidad de la vida. Segundo, la condición de la paradoja. El uso del adverbio cuando nos introduce al tiempo. Siempre hay tiempos que serán difíciles y esos tiempos es necesario estar preparados para sacar fuerzas de flaqueza. La condición de la paradoja no reta para dificultad de la vida. Tercero encontramos la consistencia de la paradoja. “Soy débil”. La expresión astenia en griego significa debilidad de cuerpo o de mente, puede ser también una enfermedad (Mt 8,17; Lucas 5,15; Hechos 28,9; 1 Co 2,3; hebreos 4,15; 5,2). Debilidad También es una pérdida de fuerza, enfermedad del cuerpo o del alma; imposibilidad personal delante de un enemigo más fuerte; imposibilidad para hacer las cosas grandes y gloriosas, desanimo para enfrentar nuevas experiencias, desanimo para enfrentar problemas. ¿Cómo alguien puede sacar fuerzas de esta fuente? Observe que la expresión tiene que ver con “soy” débil no que me hago débil. Eso significa que no tenemos grandes fuerzas y somos demasiados vulnerables. Pablo había logrado identificar y evaluar su consistencia espiritual y se había dado cuenta lo frágil de su existencia.  Esto nos encara con la fragilidad de la vida. Pero por otro lado en cuarto lugar,  en la expresión vemos la consecuencia de la paradoja. Dice “entonces soy fuerte” Observe que la consecuencia tiene tres dimensiones. Es una consecuencia condicional. Es cuando soy débil cuando soy fuerte.  Segundo es una consecuencial motivacional. La expresión “fuerte” es la expresión “dunameo”, implica ser incentivado, y ser vigorizado, pero no cambiado de naturaleza. Lo que significa es que cuando sacamos fuerza en la debilidad nuestra naturaleza no cambia es lo que está dentro que Dios motiva para que sea diferente. Esto nos enfrenta con la diversidad de la vida. La vida es tan diversa que hoy podemos ser fuertes, pero mañana no. Siempre dependemos de la fuerza de Dios para salir adelante.

Que alegre que uno no necesita  preocuparse por no sentirse valiente y que Jesús no es como Greg Plitt que gritas y te mira desafiante para que no seas un mediocre espiritual. Es maravilloso  cuando nuestro Señor se deja observar  en la escena  del  Getsemaní. Realmente estoy muy agradecido de que cuando Dios se hizo hombre,  no eligió ser un hombre de nervios de acero; que no habría ayudado a los débiles como tú y yo. De hecho a lo largo de la Escritura Dios afirma que los pocos, el pequeño, y lo insignificante que viven por la fidelidad en lugar de la superioridad. . . Y es que  Dios está dispuesto a salvar a Sodoma y Gomorra si sólo diez personas justas pueden ser encontradas. Cristo está presente donde dos o tres se reúnen en su nombre. La moneda de la viuda es el mayor regalo. El muchacho con unos pocos panes y peces proporciona el alimento para miles de personas. Jesús alimentó a cinco mil, pero sin embargo sólo compartió la cena del Señor con los Doce y fue revelado a los dos en Emaús, cuando  partían el pan. La semilla de mostaza, la perla de gran precio, la levadura en el pan, la oveja perdida y la moneda, los gorriones, y los pelos numerados en la cabeza de una persona son todas señales poderosas que lo pequeño puede ser teológicamente poderoso. Amén por eso.

Se puede discutir con las ideas, puede desafiar las creencias, puede poner los ojos en el cansancio en los nuevos programas y las modas en la iglesia, pero cuando la vida de alguien es cambiada drásticamente y de forma permanente, la gente no tiene más remedio que prestar atención a que algo poderoso ha sucedido. Eso se llama en el gym de Dios  fuertes por ser débiles…

Salpicando en grande…

salpicando

Cuando era pequeño solía escabullirme  de la ciudad con un grupo de amigos para adentrarnos  en la campiña hasta llegar un gran  río con un poza enorme. Pasábamos todo el día bañándonos y comiendo frutas que encontrábamos en nuestro camino. Uno de los juegos que solíamos hacer era subirnos a una enorme peña y desde ese lugar lanzarnos para ver quien de todos al zambullirse salpicaba más y era más fuerte su impacto en el agua…Al correr los años siempre ha venido a mi mente esa práctica de “salpicar en grande”  a los que están a nuestro alrededor.  Los seres humanos sin excepción nos sumergimos  en nuestras carreras, profesiones y trabajos  con la adrenalina de aquellos muchachos bañistas  que se zambullen desde la piedra más alta, soñando con el impacto  y la influencia…con “salpicar en grande” Queremos ser el mejor del juego siempre…

Salomón se lanzó desde la parte más alta de su vida y se zambulló con fuerza, tanto que salpicó a lo grande. ¿Pero una vez salido de la piscina de la vida, observó el agua y que había quedado? “Volví a sentirme descorazonado de haberme afanado tanto en esta vida…” (2:20) ¡Simplemente descorazonado! ¿Qué lo hace perder el corazón a uno en la vida?¿Que es lo dramático de subir la escalera del éxito? Lo triste de subir la escalera del éxito es llegar hasta lo más alto de ella, para darse cuenta una vez logrado el último peldaño, que nuestra escalera está apoyada en la pared equivocada. Observe como Salomón concluyó cuatro cosas sobre como la vida debajo del sol lo puede descorazonar a uno.

Primero descubrió que nuestro trabajo no nos da satisfacción. (2:11-12)

¿Cómo llegó a esa conclusión? Dos palabras sobresalen del texto. La primera es  “consideré” y la segunda es “he visto”. La primera se refiere a pasar revista y la segunda a examinar.  Pocos alcanzan logros más profesionales  que Salomón. Pero cuando dio un paso atrás (consideró) todo su trabajo se dio cuenta que no le dejó ningún sentido de felicidad permanente. Esta consideración le llevó a tomar una decisión. Debía evaluar objetivamente su trabajo  y se dio cuenta  que su trabajo tenía un tope y que su trabajo coste y que al ver los resultados no valía n el trabajo que hizo ni el tiempo que tomó hacerlo. Así que fue una evaluación objetiva de sus logros. Lo segundo parte del concepto “he visto”.  Por otro lado no sólo hizo una comparación entre la limitación de los logros y la ambición de los logros, sino que ahora va a comparar los logros de un sabio y el de un tonto. Y a la conclusión que llega es que no hay mucha diferencia entre los logros con sabiduría a los logros con tontería, ya que a los dos les acontece lo mismo al final de la vida.

Segundo, descubrió que nuestro trabajo  no nos da separación  (2:13-16)

Ahora Salomón nos aturde con una conclusión. El concluye que el trabajo ni nos da satisfacción, ni nos da separación, porque el destino final es igual para todos. Nos reduce a todos a un mismo nivel. Imagínese mentalmente una vida de trabajo  incesante y que cansa hasta los huesos. El hombre del siguiente cubículo vive toda una carrera de logros holgazanes. Los dos mueren el mismo día  y son puestos lado a lado en la misma funeraria. Ningún extraño podría ver los dos cadáveres  e identificar quién  fue el que se esforzó y quien fue el holgazán. El Dr. Harry Ironside  escribió una vez: “La muerte es la gran niveladora de todos los hombres. Sea rico o pobre, sabio o necio, poderoso o débil, renombrado u oscuro, nadie puede levantarse  sobre ella, engañarla  o escapar del reclamo final  de la misma sobre su vida”.

Tercero, descubrió que nuestro trabajo no conduce a una buena sucesión. (2:17-23)

El establece en esta parte de la narración que es estúpido hacer un gran trabajo, y ganar muchos recursos y se lo tendrá que  dejar a alguien que no sudó para obtenerlo y por añadidura mal  gastar lo que costó levantar. La expresión “me pareció fastidiosa” resume su sentir, al ver que todo lo que había levnatado podía desaparecer en manos de una sucesión de parientes que iban a despilfarrar todo lo que a él le había costado levantar. Usted sólo podrá controlar la riqueza por un momento o por una temporada, y después quedará fuera de sus manos completamente. Cuando usted lanza su último suspiro, suelta de sus manos todo lo que se ha esforzado construir debajo del sol. Ahora es asunto de otros. Salomón no nos está diciendo  que nos olvidemos de nuestros hijos o les neguemos si podemos una herencia razonable. Proveer para nuestros seres queridos  después de nuestra muerte es parte de nuestra mayordomía cristiana.

Cuarto, descubrió que nuestro trabajo si no lo dirige Dios produce decepción. (2:24-26)

Las palabras claves aparecen en el vrs. 2:25 La Versión Popular dice: “Porque, quién puede comer, o gozar, si no es por El”. Esa es la conclusión de Salomón: Dios es la esencia  de la vida positiva, y todo momento de ella es una dádiva de Él. ¡Qué importante es, entonces mantener a Dios en pleno medio de nuestra cuenta bancaria, nuestras posesiones y nuestras cuentas financieras. Es como si Salomón dijera vive el día, goza de lo que Dios te da hoy y lo debes hacer pensando en él, tomándolo en cuenta a Él. Dios no solo da nuestro gozo verdadero, sino que da iluminación  verdadera.  Crecemos en la sabiduría de usar sus bendiciones  diarias. Hay quienes pasan años construyendo casas espaciosas, pero Dios no habita  ninguno de esos aposentos, porque las casas están en sus manos apretadas, acaparando…inversiones en valores materiales y financieros. Estas viviendas parecen hermosas.  Los que conocen a Dios íntimamente pueden atestiguar el hecho de que la vida está llena de bendiciones maravillosas del cielo en cada vuelta. Dios quiere que sepamos cómo usar sus bendiciones, así que incluya la sabiduría en su vida diaria. El poeta latino Horacio (65 – 8 a. de C.), quien, en el primer libro de las Odas, aconseja a su amiga Leucone: “Carpe diem, quam minimim credula postero”, que podemos traducir como: “Aprovecha el día de hoy; confía lo menos posible en el mañana”. Carpe diem es, pues, una invitación a disfrutar el momento, a vivir el hoy y el ahora sin preocuparse por lo que depara el futuro, pues el futuro es incierto, y lo único concreto que tenemos es el presente.

En los últimos años, además, la expresión ha revitalizado su popularidad debido a que es parte fundamental del argumento del filme La sociedad de los poetas muertos (1989), dirigida por Peter Weir, donde un grupo de jóvenes, impelidos por su profesor de literatura, apuestan por una actitud ante la vida basada en el principio del carpe diem.

Creo que Salomón la hubiera usado, aunque por la forma en la que habla en los vrs. 12-23 del capítulo 2 el  experimentaba el concepto de carpe diem. Según Salomón hay que vivir el día porque al evaluar lo que hacemos no hallamos satisfacción. Sin embargo al concluir toda su disertación dice que sólo en Dios podemos disfrutar todo.

Sólo de esa forma al lanzarnos en la piscina de la vida con el peso de la gloria de Dios salpicaremos a muchos con la presencia de Dios y su amor…solo así podremos ganar el premio…

Pastores fracasados….

fracaso

Una de las cosas que siempre me ha intrigado y a veces molestado cuando asisto a conferencias de pastores es que en estas conferencias aparecen  como oradores,  pastores reconocidos de iglesias grandes y de tremendo “éxito” ministerial, que exhiben como muestra de su éxito enormes estructuras e instalaciones. , pero a los pastores promedio nunca los invitan a compartir sus experiencias. Estos eventos eran todo sobre el éxito y cómo obtener buenos resultados. Y muchas veces al asistir a estas conferencias yo estaba en medio de una temporada dolorosa en el ministerio. Así que por lo general necesitaba algo que no me desanimara ni añadiera a mi vértigo espiritual. Quería hablar honestamente. Necesitaba un tipo de  reunión como de Alcohólicos Anónimos para pastores, pero no había tal cosa. Muchos pastores, ex-pastores y líderes cristianos están desesperados por ese tipo de fórum. Por algunos momentos he venido acariciando la idea  de tratar de crear un espacio , una especie de congreso donde ningún pastor esté  asustado por los defectos de otros pecadores, aun si esos pecadores son  también líderes  exitosos en el ministerio.

¿Por qué nos aflige tanto que nos vean como fracasados en el ministerio? ¿Por qué nos obsesionamos tanto con el éxito? Creo que la mayoría de nuestros problemas proceden de una mala concepción del éxito.

No me gusta usar la palabra éxito cuando hablamos acerca del ministerio. Preferiría mejor usar palabras como salud, fidelidad y obediencia. Nuestra cultura está obsesionada con el éxito, y la iglesia no está inmune. Los pastores están inundados de tentaciones para ir en pos de las cosas equivocadas. Tenemos que mirar cuidadosamente cómo se define el fracaso y el éxito en el ministerio—y luego medir dicha definición frente a las Escrituras. Eugene Peterson escribió: «la realidad bíblica es que no hay iglesias exitosas. En lugar de eso, hay comunidades de pecadores… dentro de esas comunidades de pecadores, a uno de los pecadores le llaman pastor.»[1]¿Qué podemos decir a los pastores que se sienten como fracasados?

En Mateo 25:21 Jesús repite una frase interesante:

Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel!

Jesús no nos dirá: «bien hecho, buen siervo y exitoso.» Para mí este versículo tiene a  lo menos cuatro  elementos que me animan a seguir adelante en mi ministerio. Lo primero que observo es la ubicación de mi vida. Observe que el texto dice “su señor”. No se debe olvidar que quien es nuestra audiencia y espectador final es Dios. Y no cualquier Dios, él es nuestro Señor. Significa que le pertenecemos y vivimos para agradarlo. Lo segundo que observo es la motivación de mi vida. Dice el pasaje “le respondió”, este verbo es interesante porque no es el verbo griego tradicional para decir. Sino que es una expresión que se debe traducir: “le hizo ver lo que estaba pensando”. La motivación debe ser generar en Dios un pensamiento tan agradable que él está dispuesto hacerme saber lo mucho que le agrada pensar en mí y en lo que hago en mi vida.  Balancear sabiduría y valor es crucial. Los líderes deben, sabiamente y con valentía, modelar la transparencia delante de aquellos a los que hemos sido llamados a servir. Henri Nouwen desde su perspectiva católica  escribió que los pastores son las personas que menos se confiesan en la iglesia. Pocos pastores tienen relaciones cercanas donde ellos pueden tener conversaciones honestas, donde nada está prohibido. Lo tercero es realización de mi vida.  “Hiciste bien” En el griego es solo la expresión “eu” que declaro lo que es bueno en términos de prosperidad, salud, etc. Así que Dios establece que la realización de un ministerio es elevar a categoría de correcto, excelente y bueno lo que hago.  Se ha dicho que si predicas desde la perspectiva de tus debilidades, nunca te faltará material. Y aún más importante, la gracia, no el pastor, toma el lugar central en el escenario. En lugar de que la gente diga: «ese predicador es muy gracioso» o «ese líder es tan carismático,» empezarán a decir cosas como, «¡Guau! Dios es un Dios de gracia» y «¡El amor de Dios es tan extravagante!» Que cosas buenas ha logrado Dios a través de determinado hombre o mujer de Dios. Por último está la medición de mi vida. Tres palabras utiliza Jesús: “buen, siervo y fiel”. Estas tres palabras son como la Trinidad ministerial. La palabra bueno aquí tiene que ver con el carácter moral de lo que hacemos. Pasa la prueba y está relacionado con la integridad. La palabra “siervo” tiene que ver con el carácter pastoral. Es un esclavo y nada menos o más. Así que está asociada con mi identidad en Dios.  Y finalmente está la palabra “fiel” que tiene que ver con obediencia completa en la administración de lo que Dios me ha entregado. Esto es la fidelidad. Así que seré medido por mi integridad, mi identidad y mi fidelidad. Ahora desde la perspectiva humana se plantea una pregunta: ¿Crea el fracaso mejores pastores? Los pastores con heridas profundas tienden a ser más compasivos y tiernos de corazón. El fracaso es una clara invitación a formas más profundas de la gracia. Puede hacernos mejores ministros, pero sólo si podemos manejarlo con gracia y verdad. Nuestra respuesta importa. Parte del rol del pastor es manejar el dolor fielmente a la luz de la cruz.

[1] Petersen, Eugene. Una obediencia larga en la misma dirección. Editorial Patmos. 2005. Pág73

Afinando la visión de parábola del hijo pródigo

el_regreso_del_hijo_prodigo

La Reflexión en la pregunta Entonces ¿Qué era lo que le preocupaba al hijo realmente? ¿Qué es lo que lo está obligando a regresar? Había varias preocupaciones en mente del hijo que lo están haciendo regresar. Primero, había una situación social. Su problema era que había perdido el dinero entre los gentiles y sabía que al regresar tendría que enfrentarse a la ceremonia Kezazah. La restauración para con la familia y la comunidad solamente era posible (según pensaba) Después de haber devuelto el dinero que había perdido. El prodigo llevaría en su mente “¡Kezazah, kezazah, es lo que me espera!”, pensaba, mientras, desarrapado, maloliente y hambriento, volvía al hogar. Sin embargo, nada detendría su paso. Entre los campesinos del cercano oriente, la kezazah era una ceremonia mortal. Representaba el desprecio del pueblo por aquellos hijos que malgastaban los bienes de la familia. Lo menos que le podría suceder era que después de ser juzgado a las puertas de la comunidad y luego de romper en tierra un gran recipiente, le obligaran a trabajar en alguna aldea cercana hasta devolver toda la hacienda derrochada. Quizás podría ser insultado por el gentío en la calle y desterrado después de una dura golpiza, sin siquiera poder ver a su familia.[ Ahora, la aldea estaba más cercana y la kezazah amenazaba el destino de este hijo derrochador. En su mente retumbaban las palabras de la Ley de Moisés: «Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre… dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán y morirá, así quitarás el mal de en medio de ti» (Deuteronomio 21: 18-21).[1] Había una situación laboral. Pero no era un negociante. De ahí su plan de para poder prepararse como los demás jornaleros. Solamente así podría ahorrar dinero (como los demás trabajadores), compensar sus pérdidas y algún día recuperar su lugar en la familia y la comunidad. Pero para ser aceptado como aprendiz en algún trabajo, necesitaba  el respaldo de su Padre.  Por tanto su táctica era la de presentar un discurso muy humilde que convenciera, (eso esperaba)            a su padre y este lo respaldara  ¡Sólo una vez más!            Finalmente hay una situación espiritual.            Tristemente el pródigo no entiende la naturaleza de su pecado. Piensa que se trata del dinero perdido. ¡No es eso! Se trata del corazón roto del padre. El problema  no es haber quebrantado  las reglas sino la relación. Si se trata de un siervo este puede conseguir trabajo, ganar dinero, saldar sus deudas. Pero tratándose del hijo, el padre no quedará satisfecho con tal solución. Todavía no ha entendido nada. De ahí la naturaleza de la “confesión” que propone. Ese es el peligro de confesar los pecados y enumerarlos a Dios como si la manera de entablar una relación con Dios es decirle lo que hemos quebrantado en lugar de decirle como lo hemos dañado. Así que él nos da una imagen de lo que es una tendencia muy popular en el pueblo evangélico hoy. La famosa confesión, como mecanismo para volver a una relación con Dios. Esta funciona con el principio de que si no le decimos a Dios nuestros pecados, entonces Dios no puede hacer nada e incluso no puede bendecirnos porque tenemos pecado oculto. Sin embargo al ver la parábola uno se da cuenta que para llegar abrazar nuevamente la comunión con el padre no hay palabras que valgan y que motiven amarnos y extender su gracia.

La repercusión de la pregunta. Lo que no entendemos es que regresar al padre tiene consecuencias impredecibles, es, como alguien dijera dar un paso hacia la plataforma donde el padre abraza a su hijo arrodillado. Es el lugar de la luz, el lugar de la verdad, el lugar del amor. Es el lugar donde yo quiero estar aunque me da mucho miedo llegar a él. Es el lugar donde recibiré todo lo que deseo, todo lo que siempre he esperado, todo lo que necesitaré, pero también es el lugar donde tengo que dejar todo lo que quiero retener. Es el lugar que me enfrenta con el hecho de que aceptar de verdad el amor, el perdón y la curación es, a menudo, mucho más duro que entregarlo. Es el lugar más allá de lo que uno mismo puede obtener, merecer y de las recompensas que puede recibir. Es el lugar de la rendición y de la total confianza[2].     La relación con el padre va más allá de las expresiones. El hijo planifica con mucho tacto las primeras palabras que va a decir. Prepara lo siguiente: “Papá he pecado contra el cielo y contra  ti “. Ahora debe recordar que Jesús se dirigía a un público erudito. Esta frase es una paráfrasis de lo dicho por Faraón a Moisés tras las primeras nueve plagas. Al sentirse  el Faraón más presionado ante Moisés, finalmente cedió, mandó llamar al profeta y le dijo: “He pecado contra El Señor tu Dios y contra ustedes” (Éxodo 10:16). El lenguaje de la versión aramea de este texto todavía se parece más a Lucas 15:18 que la versión hebrea. [3] Todo el mundo sabe que Faraón no se estaba arrepintiendo de verdad. Más bien trataba de manipular a Moisés de acuerdo a sus propios  intereses. La aparición de una nueva versión de esta frase tan conocida que había pronunciado Faraón deja bien claro que el pródigo está intentando hacer lo mismo. Quería manipular al padre, para que este una vez más confiara en él y respondiera por él ante un patrón de reputación que le permitiese abrirse camino trabajando de aprendiz. ¡No por gracia! Podía salir adelante por sus propios medios. No se ofreció a convertirse en un siervo (doulos). Que por cierto ¡No se les paga a los esclavos! Necesitaba dinero y quería prepararse para trabajar como misthos (jornalero especializado). Recordaba que los jornaleros tenían “comida” de sobra. En el pueblo el pan es el producto base. Todas las comidas consisten en pan acompañado de alguna otra comida. “Pan de sobra” es mucho más de lo que muchos se atreven a esperar. El pródigo recuerda que en la casa de su padre, incluso los jornaleros gozan de este raro lujo. La relación con el padre va más allá de las emociones. El uso “tengo que volver” añade a la historia un matiz muy afinado. El pródigo como preludio a su maquinación, se dice a sí mismo: “me levantaré e iré. Se necesita experimentar una “resurrección” y él va a tratar de logarla por sus propios medios. Esta misma palabra aparecerá en el padre con un poder impresionante. En el país lejano, cuando el pródigo utiliza esta palabra de peso, no está pensando en la reconciliación o la restauración de su rango de hijo. Antes que termine la historia si habrá una “resurrección genuina” en los aledaños de pueblo y gracias al dispendio del padre. La relación del padre va más allá de las compensaciones

 Esta sería una compensación relacional. En la confesión del pródigo aparecen una serie de actitudes compensatorias. Muy sutiles a propósito. Al pedir ser un jornalero, el no vivirá con la familia sino en una aldea cercana con otros trabajadores. Por tanto no tendrá que convivir con su odiado hermano. Y es que él no puede vivir con el padre  sin aceptar su hermano como el otro hijo. Si su malvado hermano se fuera de casa su problema sería más sencillo.

Esto sería una compensación comercial. Por otro lado como trabajador asalariado espera “recuperar” lo que ha  perdido. En los tiempos bíblicos que una persona con deudas se vendiera por un período concreto de tiempo a sus deudas. (Lev. 25:39-55). El pródigo ha perdido el dinero de la familia, pero espera redimirse sin ayuda. Cuando haya pagado la deuda recuperará el respeto del pueblo. Su padre seguro que quedará impresionado con “su humildad” en el principio del proceso, y del éxito conseguido, al final.

Esto sería una compensación temporal .El hijo menor piensa que la relación va a ser la  de siervo a patrón. Con su mentalidad eso es  precisamente  lo que entiende. Al principio de la historia había rechazado las responsabilidades de la herencia. Eso rechazo inicial implica claramente que también rechazaba su rango de hijo. La composición entre hijo y siervo fue un tema continuo entre Jesús y los fariseos. ¿Somos siervos o somos sus hijos amados?

Esto sería una compensación carnal. El pródigo no ve que no se trata de haber quebrantado las reglas  (el dinero) sino de haber quebrantado una relación. Todavía no comprende lo que ha hecho y lo que realmente significa. En ese país lejano, la propuesta de trabajar como jornalero le parece un plan excelente. No ha afrontado el hecho de que rompió el corazón de su padre. Por eso no se le ocurre como sanar es corazón roto. Piensa que con devolver el dinero todo quedará solucionado. Por otro lado la reconciliación no forma parte de su plan inmediato. Quiere comer y eso es lo que dice. Está trabajando en un país lejano  y se muere de hambre. Si consigue aprender un oficio, establecerse con un nuevo trabajo y ganar un salario decente, podrá comer. No ha hecho frente a su propio pecado y por eso le cuesta entender que significa la reconciliación y el coste que conlleva. En el sentido más profundo, el pródigo no está volviendo a casa. Vuelve a la servidumbre. Mientras siga teniendo la misma actitud  seguirá en un país lejano en lo espiritual aunque físicamente se acerca a su tierra natal. Es decir sigue perdido en su mismo pueblo en la misma presencia de su padre.

¿Que podemos concluir con este estudio?

Debemos entender que el regreso del hijo pródigo está lleno de ambigüedades. Está viajando por el camino correcto, pero ¡qué confusión! Admite que es incapaz de recorrerlo por sí mismo y reconoce que estaría mejor tratado como esclavo en casa de su padre que como paria en una tierra extranjera; sin embargo, aún está lejos de fiarse del amor de su padre. Sabe que todavía es el hijo, pero se dice a sí  mismo que ha perdido la dignidad de ser llamado «hijo», y se prepara para aceptar la condición de «jornalero» y así poder al menos sobrevivir. Hay arrepentimiento, pero no un arrepentimiento a la luz del inmenso amor de un Dios que perdona. Es un arrepentimiento interesado, que ofrece la posibilidad de sobrevivir.

Henri Nouwen dice: “Conozco muy bien este sentimiento. Es como decir: «Bueno, no puedo hacerlo yo sólo, tengo que reconocer que Dios es el único recurso que me queda. Iré a Él y le pediré que me perdone, con la esperanza de recibir un castigo mínimo y de que me permita sobrevivir haciendo trabajos forzados.» Dios sigue siendo un Dios severo, un Dios justiciero. Es este Dios quien hace que me sienta culpable y que me preocupe y que resuenen en mi interior todas estas disculpas. La sumisión a este Dios no da la verdadera libertad interior; lo único que hace es alimentar amargura y resentimiento.[4]

A veces, parece como si quisiera demostrar a Dios que mi oscuridad es demasiado grande como para vencerla. Mientras Él quiere devolverme toda la dignidad de mi condición de hijo suyo, yo sigo insistiendo en que me contentaría con ser un jornalero. Siendo jornalero puedo seguir manteniéndome distante, puedo seguir rebelándome o quejándome del salario. Siendo el hijo amado, tengo que exigir mi dignidad y empezar a prepararme para llegar a ser el padre.

 

Una de las cosas interesantes de la parábola es que estamos llamados a ser como el padre y a no solo identificarnos como los dos hijos. Debemos crece en tal forma que nos convirtamos en ese padre amoroso con los que se van de casa como los que se quedan…

¡Qué gran parábola y que grandes enseñanzas!

No se pierda en los detalles religiosos de la parábola…no permita, como dicen los Les luthiers, mi querido Dr. A irse por caminos sinuosos…vaya a que diserte fuera del recipiente.

 

 

 

 

 

[1]   http://religion-filosofia.blogspot.com/2012/02/parabola-del-padre-bueno.html

[2] Nouwen, Henri. El regreso del Hijo Pródigo. Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt. 1992. Pág. 18

[3] //books.google.com.sv/books?id= El+hijo+pródigo+Lucas+15+visto+de+la+visión+campesiona+de+oriente.

[4] Nouwen, Henri. El regreso del Hijo Pródigo. Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt. 1992. Pág. 31

Afinando la visión de la parábola del hijo pródigo…

el_regreso_del_hijo_prodigo

“Cálmese Dr…ha estado usted reflexionando por caminos sinuosos…digamos ha estado usted reflexionando fuera del recipiente”… (Les Luthiers)

Todos los que somos luthiersadictos  entenderán el fragmento anterior…procede de la obra genial de los comediantes argentinos Les Luthiers. Y la cita es un fragmento del intento de Marcos Mundstock de explicarle a Daniel Rabinovich sobre quién es la musa de la danza…[1]

Esa frase ha sonado en mi cabeza por mucho tiempo, tanto que cuando veo a una persona parlanchina que no llega a nada…uso para mis adentros…”cálmese Dr. Está reflexionando fuera del recipiente”.

Esta semana leí nuevamente Lucas 15 sobre la parábola del hijo pródigo y hubo cosas que descubrí que no las había visto antes…era como si yo mismo al verla de esta forma había llegado a la conclusión que las veces anteriores había estado reflexionando digamos…fuera del recipiente. Incluso creo que el hijo pródigo está haciendo lo mismo, por eso el Padre tiene que enseñarle a no razonar fuera del recipiente…

Lucas 15 dice: “6 Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada. 17 Por fin recapacitó y se dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre! 18 Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros.” 20 Así que emprendió el viaje y se fue a su padre. Lucas 15:16-20

Para que puedan entender lo que Dios puso en mi corazón quiero que comencemos con dos preguntas generadoras. ¿El pecado del hijo pródigo fue un pecado de la ruptura de las reglas de su  padre  o un pecado de ruptura de relaciones  con su padre? Otra pregunta ¿Qué pecado es peor romper las reglas del padre o romper la relación con el padre? Ahora pasemos a ver como esta pregunta se contesta con el desarrollo de la parábola. La pregunta la vamos a plantear desde tres perspectivas. La recreación de la pregunta, la reflexión con la pregunta y finalmente la repercusión desde la pregunta.

La recreación de la pregunta. Para recrear el ambiente debemos entender que el hijo pródigo ya descendió a las partes más bajas de sus decisiones. Helo, allí, arrimado a un corral de cerdos. Algunos pueblos cristianos del Oriente Próximo tienen a los cerdos  como los basureros de la comunidad. Los dejan sueltos por las calles y se alimentan de basura y estiércol. El vrs. 16 dice que el hijo pródigo tenía hambre y deseaba comer de la comida de los cerdos. El pródigo estaba desesperado por comer de lo que le echaban a los cerdos, pero su estómago no podía digerirlo. El vocablo griego que está detrás de “hubiera querido” es una palabra muy fuerte. Significa entre otras cosas “deseo”, “lujuria”, “apetencia” y “anhelo”. También se refiere al deseo sexual. Es la palabra que usa Jesús cuando dice “he tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer. (Lucas 22:15). Por otro lado también es importante entender que como judío, el pródigo posiblemente no se rebajaría a comer los restos de  carne de cerdo que se dejaban a los pastores cuando el señor ciudadano mataba algún animal de la piara. Si ya era suficiente repugnante el tener que alimentar a los cerdos, ¡Comer sus vísceras era impensable! Está claro que ha de haber intentado mendigar. Las carretas y la gente  van por el mismo camino del ganado. Probablemente seguía a todos cuantos pasaban y extendiendo la mano gemía lastimeramente y el texto dice que “nadie le daba”. Su desesperación alcanzó mayor profundidad. No se había quedado sin cuerda del todo, todavía  no.  Así que la escena recrea una situación de desesperación.

Pero la  desesperación le llevo a una reacción.  Por otro lado su absoluta necesidad llegó a ser mayor que la vergüenza que iba a pasar ante su padre, hermano y pueblo. El brutal peligro al que iba a ser expuesto en el pueblo era ahora inevitable. Se moría de hambre y un hombre ¡debe comer como  sea! De ninguna manera planteó regresar a su casa hasta que no probó  todas las demás alternativas. Pronto iba ser difícil a casa. Iba a estar demasiado débil para encaminarse a su hogar. Así que debía regresar mientras le quedaban fuerzas para el viaje. Una tercera cosa que vemos es hay una decisión. El hijo finalmente recapacitó y decidió volver a casa. Durante mucho tiempo se ha interpretado esta frase como que se “arrepintió”. ¿Pero fue así? En su introspección desde el país lejano no expresa ningún signo de remordimiento, solamente el deseo de comer. No dijo “deshonré a mi familia” o “he causado gran pena y angustia a mi padre”. Ni siquiera lamenta haber perdido el dinero. Habla consigo y piensa en efecto: “otros comen mientras yo paso hambre, tengo que hacer algo.” Algunas versiones árabes incluso ponen “se espabiló”. Durante 1800 años, las versiones árabes y siriacas jamás han utilizado en este pasaje un lenguaje que implique arrepentimiento.[2]

Así que en víspera del regreso la Recreación de la escena nos da un escenario de desesperación, reacción y decisión.

 

[1] ttps://www.youtube.com/watch?v=s5-anOoVEIU

[2] //books.google.com.sv/books?id= El+hijo+pródigo+Lucas+15+visto+de+la+visión+campesiona+de+oriente.

Hambre por Dios…el ayuno de Esdras

ayuno

“Así que ayunamos y oramos a nuestro Dios pidiéndole su protección, y él nos escuchó”.

Esdras 8:23

Introducción

El mes de marzo ha sido catalogado como el mes más violento del siglo en El Salvador. La revista Insigth Crime, especializada en Crimen Organizado en las Américas, nombró a El Salvador como “el país más violento del planeta”, en su última edición el martes 13 de enero.[1] El país más violento del mundo era Honduras, título que le fue arrebatado por El Salvador, que mantiene una tasa de homicidios de 68.6 por cada cien mil habitantes.[2] Esto significa que vivimos en un país muy peligroso e inseguro. ¿Cómo se vie en un país peligroso e inseguro? ¿Los cristianos estamos inmunes  a este tipo de peligros? ¡Absolutamente no!

Pero tenemos recursos para enfrentarlos. El problema de las soluciones humanas es que sólo tratan de enfrentar lo visible, y no se dan cuenta que  lo que está ocasionando no es lo visible sino lo invisible. Y la iglesia está llamada a ese batallar invisible, y lo mejor está capacitada para ganar la batalla. Uno de los recursos es el ayuno. Y en la biblia nosotros encontramos ayuno para protección en tierra peligrosa. En Esdras 8 tenemos un relato en primera persona del viaje de Esdras a Jerusalén, y de cómo llegó sano y salvo a esta ciudad,

a mitad del siglo V a. C. Al que haya estado leyendo de corrido el libro de Esdras, no le sorprenderá el hecho de que Esdras llegó sin sufrir daño, en vista de que en 7.6-10 se lee que en efecto llegó a su destino. Es como si el autor del libro diera los datos esenciales en el capítulo 7, y luego escribiera más información a modo de nota, o pie de página, que se añade al relato. Estos detalles se encuentran en una de varias secciones que por lo general se les conoce como «las memorias de Esdras”[3]. Observe lo que dice: “Y publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes […] Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio (Esdras 8.21–23).

¿Cómo aprendemos a depender de Dios por medio del ayuno para pedir protección? Hay cuatro grandes etapas importantes que debemos poner en  práctica. Son el ABCD de una iglesia que crece en las disciplinas espirituales. Primero es la etapa de la Aceptación, segundo la etapa de la Bendición, tercero la etapa de la  Convicción, cuarto la etapa de la Demostración.

Veamos como este proceso se da en este contexto del ayuno de Esdras.

En primer lugar Aceptación  Observe que el pasaje comienza diciendo: “publiqué ayuno allí junto al río Ahava para afligirnos… ¿Qué es lo que aceptó Esdras? ¿A que convicción espiritual llegó? Esto dependerá también para nosotros para que podamos orar por protección en nuestras vidas.  “Allí…junto al río Ahava”  Uno debe aceptar que estamos en territorio enemigo. Así que reconocer primero que es, en efecto, territorio enemigo, que plantea peligros es importante. Así que lo primero que hay aceptar una realidad. Esta realidad se puede dividir en dos dimensiones. Visible e invisible. O en dos categorías natural y sobrenatural. La realidad visible es que era una parte geográfica de una nación llamada Babilonia. Era obvio que viaje duraría 4 meses y sería complicado pasar por lugares  que habían grandes peligros y de toda clase de peligros. Por otro lado estaba la dimensión invisible, asociada con la libertad espiritual de un pueblo que había pasado cautivo 70 años y que ahora regresaba a la tierra que Dios les había heredado. Esto entonces tenía que ver nuevamente con el avance de los planes de Dios en el tiempo. Si no aceptamos esa realidad no podremos enfrentar los retos que tenemos como nación. Segundo aceptar nuestros recursos. “Publiqué ayuno”. Tenemos un primer recurso que es  autoridad. Debemos tomar autoridad y proponer soluciones pertinentes y trascendentes con las dificultades que enfrentamos. Eso significa la palabra “publiqué”. Es una palabra que habla de decretar, publicar y su estado verbal es imperativo. El segundo recurso es capacidad. Observe que dice “ayuno”. Esta práctica ya hemos hablado. Al parecer fueron 3 días en los que buscaron a Dios. El tercer recurso es la responsabilidad. En algunas ocasiones el ayuno fue una reacción natural por la aflicción causada por la pérdida de un ser querido, pero más frecuentemente fue hecho para humillarse ante Dios (Esdras 8:21).  El propósito de la humillación frente a Dios por medio del ayuno era el efecto que tendría en el alma y no particularmente en el cuerpo. Evidentemente, trataban de obtener el favor de Dios al humillarse a sí mismos frente a Él (Isaías 57:15; Esdras 8:21-23).  Ya que buscaban el favor de Dios, el ayuno iba acompañado de la oración. El ayuno puede convertirse fácilmente en un ritual externo y meramente ceremonial.  Cuando esto sucedió los profetas predicaron en contra de este tipo de ayuno. El ataque más vigoroso a este tipo de ayuno se encuentra en Isaías 58.  Israel se quejó por haber ayunado y no ser escuchada por Dios.  No fueron escuchados por Dios porque su ayuno era nada más que un acto ritual para mortificar el cuerpo y sin convicción alguna.  Ayunaban y se cubrían con ceniza, pero ignoraban los mandamientos de Dios, lo que indica que el ayuno sin obediencia y arrepentimiento es rechazado por Dios.  El ayuno por sí solo no tiene ningún poder mágico.  Debe estar acompañado por la humildad, oración, obediencia y arrepentimiento. En este caso Nehemías escoge la palabra “afligirnos” delante de nuestro Dios. Esta palabra “anah” significa estar totalmente ocupado en algo, también se puede traducir como estar en un estado bajo de emoción. La idea es pensar totalmente en lo que nos está pasando y lo que Dios  quiere hacer. Y el nombre de Dios aquí es Elohim. Implicando un involucramiento de la totalidad de Dios. Nos encontramos ante un plural muy especial, un plural que se usa unido a un singular, salvo algunas excepciones que se pueden explicar por el contexto de los pasajes como Ex 32:4,8, 1Sam 4:8, 1Reyes 12:28. El plural significa por tanto, la infinita plenitud de Fuerza y Poder que descansa en el ser Divino.[4]

Así que hemos visto que la primera letra de nuestro abecedario espiritual es A. y esta A nos lleva a la Aceptación de la realidad, segundo la aceptación de nuestra autoridad, y la aceptación de nuestra responsabilidad.

En segundo lugar la Bendición  “Para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes”. Observe que el pasaje nos involucra en tres grandes bendiciones. Primero está la bendición la apertura. Dice “delante de Dios…para solicitar  de Él” La expresión “delante de” literalmente significa “ante su rostro”. El verbo está en una modalidad cierta y segura. Tenemos apertura ante la presencia de Dios. Pero también la expresión “solicitar” se puede traducir como “reclamar o reclamo” Es una frase que denota que tenemos derechos ante la presencia de Dios. Segundo está la bendición de la cobertura. Solicitar “camino derecho”. La expresión tiene 4 implicaciones. Primero es derecho porque no es torcido. Esto implica la cualidad especial del camino con Dios. Segundo es derecho porque es directo y nos lleva al destino. Esto implica la cualidad intencional de nuestro camino. La intención es caminar derecho para que lleguemos a la meta que Dios ha puesto. Tercero es derecho porque ha sido diseñado para protegerme de equivocaciones. Esa es la cualidad moral de nuestro camino. Y cuarto es derecho y solo necesitamos reconocer ese camino derecho y no construirlo. Esto implica la cualidad espiritual de nuestro camino. Entonces basado en estos principios podemos concluir que la cobertura es la actividad de Dios al darnos un caminar especial, intencional, moral y espiritual. Si una verdadera cobertura promueve este caminar ¿Puede el hombre lograr esas metas en las personas? ¡Por supuesto que no!  Por lo tanto la cobertura sólo es de Dios y no de ningún hombre.

Tercero la  bendición de añadidura Observe que la bendición añade tres diferentes campos de acción. El primer campo está relacionado con “nosotros”. Eso implica personas de la generación de Esdras. Esdras pide que camino especial, intencional, moral y espiritual para su generación. El segundo campo está relacionado con “nuestros niños”. Esta es la siguiente generación. La que crecerá en la tierra prometida. Debe haber una carga no sólo por la generación de Esdras sino también por la siguiente generación. La expresión se refiere a los más pequeñitos.  Finalmente “para todos nuestros recursos”. El tercer concepto está relacionado con las cosas. Observe que dice todos nuestros recursos. Aquí hay mucha tela que cortar. ¿Cómo oramos para que nuestros recursos encuentren camino derecho? O mejor dicho como hacemos para que nuestras posesiones, dinero, bienes tengan un camino especial, intencional, moral y espiritual? Pues simplemente dándoselos a Dios en dos maneras. Una invirtiendo en el reino de Dios para que hagamos tesoros en los cielos y dos entregando la administración y consejo de Dios los recursos que nos permite usar.

En tercer lugar la Convicción. Observemos el vrs. 22 al final, Esdras dice: “ya que le habíamos dicho al rey que la mano de Dios protege a todos los que confían en él, pero que Dios descarga su poder y su ira contra quienes lo abandonan”. Esdras entiende que por medio del ayuno y la oración Dios estará involucrado en su protección, y que eso les da garantía. Este ayuno ayudó a que Esdras y su pueblo comenzarán a desarrollar nuevas convicciones con respecto al carácter de Dios y su poder.

 

En cuarto lugar la Demostración “Y él nos fue propicio” La expresión propicio se  puede traducir como favorable, oportuno, es el que está dispuesto a favorecer. Esto significa que Dios estaba a favor del pueblo, tanto que más a delante dice que ellos llegaron a salvo a su destino y pudieron instalarse para comenzar la obra de reconstrucción. Dios siempre demostrará su respaldo a aquellos que quieren afligir su alma con el ayuno y la oración. Es la actitud la que Dios usa para poder demostrar su amor y beneplácito con sus hijos. ¿Cómo podemos demostrar que Dios es favorable con la iglesia hoy? ¿Cómo demostramos el poder de Dios en nuestras vidas? En el pasaje hay por lo menos cuatro pautas.

  1. Demostramos el poder de Dios cuando mostramos nuestra limitación

Esdras se sintió muy limitado con el viaje y los retos que iba a enfrentar

  1. Demostramos el poder Dios cuando reconocemos nuestra tentación

Observe que pasó por un momento en que se vio tentado mejor a pedir protección al Rey que confiar en Dios.

  1. Demostramos el poder de Dios confiamos a pesar de las preocupación

La expresión afligirnos es interesante, es mejor afligirse delante de Dios que el mundo y sus peligros nos aflijan.

  1. Demostramos el poder de Dios cuando testificamos de su solución

Oramos y pedimos y dice que Dios fue propicio. Él les dio la salida y solución

  1. Demostramos el poder de Dios cuando demostramos unión

Observe que la actividad del ayuno fue convocada por un individuo pero luego todas las acciones verbales de los versículos siguientes están en plural. El piuebl de Esdras tomó su carga como una carga nacional.

[1] http://www.lapagina.com.sv/nacionales/103231/2015/01/21/El-Salvador-es-ya-el-pais-mas-violento-del-mundo

[2] Ibíd.

[3] http://www.biblecourses.com/Spanish/sp_lessons/SP_200411_09.pdf

[4] http://es.wikipedia.org/wiki/Nombres_de_Dios_en_el_juda%C3%ADsmo