Amor…verdad…y otras hierbas…

Robert Louis Stevenson, autor de “La isla del tesoro”, en 1888 debido a su salud fue vivir en Samoa del Pacífico Sur. Stevenson, una vez que se mudó allí, se involucró en la vida del pueblo samoano. Se interesó mucho por la gente y por su comunidad. En una ocasión, varios jefes tribales fueron encarcelados por motivos políticos. problemas. Stevenson los visitaba periódicamente, llevándoles regalos y ánimo. Cuando los jefes salieron libres, que  sintieron tanta gratitud por todo lo que Stevenson había hecho por ellos que decidieron encontrar alguna manera de expresar su agradecimiento. Cuando se sugirió que podían abrir un camino a través de la densa maleza para la casa de Stevenson, inmediatamente se pusieron a trabajar en la construcción de la carretera. Finalmente después Con mucho trabajo y sacrificio se completó el camino a la casa de Stevenson. Los nativos lo llamaron  «El camino del corazón amoroso».

En esta sección de (1 Juan Capítulo 3) ha  estado hablando del camino de los corazones amantes de los cristianos. En (Capítulo  2) nos ha dicho que amar a los hermanos es cuestión de luz y oscuridad, porque si no amamos a unos otro no podemos caminar en la luz por muy ruidosa que sea nuestra profesión. Pero aquí en ( Capítulo 3) nos dice que amar a los hermanos es una cuestión de vida o muerte. Juan dice: “ el que no ama a su hermano, permanece en la muerte”. ( 3:14 ) Una de las marcas de los primeros cristianos era el amor visto y compartido entre los creyentes. Tertuliano, uno de los primeros padres y líderes de la iglesia escribieron: «Los paganos solían exclamar con ¡Me pregunto cómo se aman estos cristianos unos a otros! Están más dispuestos a morir por unos a otros, y los paganos están más dispuestos a matar unos por otros”.

El Señor Jesús A menudo hablaba del amor que hay que ver y compartir entre los creyentes. Dijo en su ministerio del aposento alto, “este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, como yo os he te quería.» (Juan 15:12) Nuevamente dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros”. (Juan 13:35)

Una de las más grandes verdades es que vivir una vida cristiana requiere mucho más que asistir a la iglesia durante los servicios semanales. Ser conocido como cristiano es literalmente ser conocido como un seguidor de Cristo, alguien que se esfuerza por vivir la vida como Cristo vivió. Ser cristiano no es simplemente identificarse con ciertos hechos o acciones, aunque serán evidentes en nuestras vidas, es genuinamente una vida que vivimos; Es lo que somos

Ahora Juan continúa proveyendo advertencias básicas para la vida cristiana. Las verdades de las que habla en este pasaje no son nuevas para nosotros, ni están más allá de nuestra capacidad de comprensión. Son pensamientos realmente simples que alcanzan profundidades asombrosas. Si hemos de ser todo lo que Cristo desea que seamos, entonces debemos vivir nuestras vidas como Él vivió la suya. Debemos parecernos más a Jesús que en nuestra conversión. Tomemos un momento para considerar un tema que se desprende la frase “aseguraremos” cuyo significado también puede ser tranquilidad. Creo que el texto Juan nos puede dar sugerencias de como tener un alma tranquila y segura en Cristo. Lo hace por medio de tres evidencias importantes. Analicemos 1 Juan 3:13-28

La primera evidencia que Juan nos presenta está relacionada con la genuinidad. (18-20) – Juan ofrece un profundo desafío a cada creyente. Este reto se refiere a:

Lo genuino se observa en nuestras expresiones (18) – Hijitos Míos, no amemos de palabra, ni de lengua, sino de hecho y de verdad. Eso es bastante simple de entender, ¿no es así? Se nos exhorta a no limitar nuestro amor a las palabras que hablamos, sino a mostrar genuinamente nuestro amor en hechos y en verdad.

    Las expresiones orales. Una cosa interesante es que el vrs.18 usa cuatro palabras a manera de binomio. El primer binomio es “palabras” que el texto es la expresión logos y la segunda es “lengua.” La idea es que se pueden usar palabras  que representen sentimientos (logos). Palabras lógicas, bien usadas en el momento oportuno. Pero también esas palabras se pueden usar con estilo y demagogia de tal manera que no sólo sea un discurso sino que implique emociones y expresiones bien elaboradas para dar la impresión de un verdadero amor. (Glosa). Por ejemplo puedo felicitar a alguien con palabras de estímulo, eso sería logos pero si la añado toda una verborrea emocional para dar la impresión de mi gran afecto eso sería glosa. Por ejemplo una persona podría decirle a “esposa te amo” (logos) o que usara esposita linda no sabes el extraordinario amor que siento por ti (glosa). Creo que se conoce en nuestro contexto un sinónimo para “lengua”. Una traducción sería de “palabra y de labia”

    Las expresiones reales. Por otro lado Juan también usa el binomio “hecho y en verdad”. Y es que podemos hacer actos amorosos pero guiados por la mentira, la hipocresía y la conveniencia.

    Creo que el amor como Juan dice en este párrafo implica que el hecho es darle algo a la persona, pero la verdad es darse uno mismo a la persona. Saber que cuenta con él para cualquier situación que se presente. El hecho es temporal mientras que la verdad es permanente.

    Simplemente, nuestras acciones hablan mucho más que nuestras palabras. Podemos hablar de amar a los demás e incluso desafiar a los que nos rodean a amar a los demás, pero hasta que no expresemos realmente nuestro amor a través de la acción, no habremos amado realmente. Hablar es barato. Se nos exhorta a mostrar nuestro amor a través de la acción. Vívelo a diario mientras servimos a los demás y nos preocupamos por ellos.

    La obra del amor también debe realizarse con motivos puros. Algunos pueden actuar en apariencia de amor, pero el amor verdadero no fue la fuerza motivadora. Amemos también en la verdad.

    Lo genuino se observa en nuestras convicciones (19) – Y en esto sabemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él. Juan usa el verbo ginōskō  para expresar certeza de lo que sabemos. Es un verbo que habla de conocimiento pleno por medio de la experiencia. La expresión “de la verdad.”  N0s habla del término aletheia. Cuando la Biblia usa la expresión “verdad” que tiene en mente en realidad.

    Las dimensiones de la verdad. Bueno primero debemos entender que existen tres fuentes de donde podemos sacar nuestros conceptos de la verdad. El primero es que la verdad es definida por Dios para todos y es objetiva y absoluta.  La segunda fuente  es definida por el individuo y es subjetiva y situacional. Y la tercer fuente va de la mano de la segunda y es definida por Satanás. Esta es imaginativa y disfuncional. 

    Las pretensiones de la verdad.

    ¿Alguna vez hemos tratado de ver una imagen tridimensional? A veces se hace difícil, pero mientras más lo intentamos, más logramos identificar la imagen en tercera dimensión. A veces olvidamos ver a la persona de Dios en normas y cualidades tales como la verdad, la pureza, la fidelidad o la justicia, por solo nombrar algunas. Pero recordemos que Dios quiere revelarse a nosotros por medio de su Palabra. No está interesado en que solamente nos fijemos en sus normas. Incluso no es suficiente para Dios que sepamos, por ejemplo, por qué es bueno ser honesto. Él quiere que lo descubramos, no como una nube mística o como una fuerza espectral, sino como el Padre amoroso que sabe que a nosotros nos irá mejor si procuramos ser como él en lugar de preocuparnos de nuestros propios objetivos egoístas.

    En ese sentido existen un procedimiento tridimensional para entender como vivir la verdad o ser un cristiano con integridad.  Estos tres componentes son, lo que se llama precepto, luego está el principio y tercero la persona.

    Escojamos una cualidad de carácter que sintamos que Dios nos está pidiendo que mejoremos. ¿Conocemos a alguien que demuestre esa cualidad? ¿De qué manera lo hace? ¿Qué personaje bíblico demuestra esa cualidad? ¿Cómo? ¿Cómo se manifiesta esa cualidad en la persona de Dios? Reflexionemos en las normas bajo las cuales vivimos e identifiquémoslas en la persona de Dios, o comencemos con lo que más nos gusta de Dios y esforcémonos por hacer lo que él nos pide que hagamos. He aquí algunos ejemplos: 1. Primero está la Persona Dios que  es verdad, luego el Principio que obedece a esa verdad podría ser la honestidad, de allí se desprendería el  Precepto No mientas, robes o engañes (Éxodo 20). 2. Veamos primero la Persona Dios que es amor,  El principio de Dios para el sexo está basado en el amor, la pureza y la fidelidad del matrimonio, luego vendría el Precepto Evitemos la inmoralidad sexual (1 Corintios 6: 18). 3. Persona Dios es amor Principio Amor Precepto Ama primero a Dios y después a tu prójimo (Mateo 22: 37-39)

    Las aplicaciones de la verdad.

    Una vez que vemos las dimensiones o fuentes de la verdad, las pretensiones de la verdad que son precepto, principio, persona entramos a una estrategia para simplemente mantenerte en la verdad. El camino de las cuatro C. La primer C que debe tomar en cuenta es Considere la opción. La pregunta que se debe decir es “¿quién determina que es correcto o incorrecto en esta situación? Recuerde que cuando se enfrente a una decisión por la verdad lo hará de la manera  de Dios o de su manera. La segunda C es Compárelo con Dios. Es decir traiga a su mente a la persona de Dios y analícelo en su presencia. La tercer C es Comprométase hacerlo a la manera de Dios. La cuarta C es Cuenta con la protección y provisión de Dios. Una advertencia, no siempre será un camino de rosas, a veces Dios nos llevará por circunstancias complejas pero al final siempre seremos bendecidos por seguir los principios de Dios.

    Así que tenemos todo un reto para decir que somos de la verdad en la vida práctica.

    Ahora Juan continúa diciendo que el amor genuino fluye libremente del creyente que está en comunión con Cristo. Es algo natural. Cuando nuestros corazones están bien con el Señor, actuaremos con amor y nuestro amor será evidente para que otros lo vean. El amor es una característica genuina del cristianismo. Si nunca se muestra amor o compasión, hay poca evidencia de conversión. Las personas perdidas pueden mostrar amor, pero siempre debe ser evidente en la vida de los creyentes.

    Cuando pensamos en ello, nunca nos parecemos más a nuestro Señor que cuando expresamos amor a los demás. Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos es el segundo gran mandamiento, solo superado por nuestro amor a Dios. Aquellos que pertenecen a Cristo naturalmente poseerán y mostrarán amor por los demás. Poseer y compartir este gran amor da testimonio de nuestra relación con Cristo

    Lo genuino se observa en nuestras contradicciones. (20) – Porque si nuestro corazón nos reprende, Dios es mayor que nuestro corazón, y sabe todas las cosas.

      En los siguientes versículos encontraremos la expresión “ nos reprende” y la expresión no nos reprende”. Con respecto a cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene es una construcción como hoti an, cualquier cosa, en Juan 2:5; 14:13. Se usa la palabra Kataginöskö aparece sólo tres veces en el N.T., aquí, versículo 21, y Gálatas 2:11. Significa conocer algo contra alguien, condenar. Pues … mayor que nuestro corazón es Dios. Precisamente esto es lo que Pedro respondió a Jesús a pesar de sus anteriores negaciones (Juan 21:17). La omnisciencia de Dios va ligada a su amor y simpatía. Dios conoce todos los secretos de nuestros corazones. Este difícil pasaje da en el mismo centro de la verdad cristiana.

      El verdadero amor, el amor como Cristo ama, no puede ser fabricado ni imitado. Uno lo posee a través de una relación con Cristo o no. En el momento de la salvación estamos llenos de paz y asombro, pero a medida que progresamos en la vida cristiana, todos fallamos y no damos en el blanco. Cada uno de nosotros, en algún momento u otro, nos hemos encontrado calentados por los fuegos de la negación. Hemos permitido que la duda y el pecado entren en nuestros corazones. A menudo, durante esos momentos, comenzamos a cuestionar e incluso a dudar de nuestra salvación. Nos preguntamos: ¿cómo es posible que yo sea salvo y haga tales cosas? Es en estos momentos que nuestros corazones nos condenan. ¡Qué consuelo y paz encontramos en este versículo! Ciertamente no alienta ni aprueba el pecado, pero sí revela una gran verdad. No somos salvos por los sentimientos y no somos mantenidos en base a si nos «sentimos» salvos o no. Dios es más grande que nuestros corazones. Él es más grande que nuestros sentimientos de duda. Somos salvos por gracia a través de la fe, no por nuestras obras. Cuando nuestras obras y acciones no están a la altura, no perdemos nuestra salvación porque no fue asegurada por las obras originalmente. No siempre te sentirás salvo, pero la salvación está en la obra terminada de Cristo. Se da libremente, no depende de obras o sentimientos.

      La segunda evidencia está asociada con la capacidad (21-22) – Muchas eran las dificultades y distracciones del día y Juan buscó infundir confianza en la iglesia. Nosotros también podemos abrazar esta misma confianza. Notar:

        Nuestra Certeza (21) – Amados, si nuestro corazón no nos reprende, entonces tenemos confianza en Dios. Ha hablado de momentos en los que dudamos, y aquí habla de la gran seguridad que disfrutamos en Cristo. Yo también luché con la seguridad de mi salvación, pero el Señor me ayudó y finalmente superé esa lucha. Todos los creyentes necesitan llegar al punto en el que nuestra fe y confianza dependan únicamente del Señor. Solo Él aseguró mi salvación y yo descanso completamente en Él. Dios desea que disfrutemos de confianza en Él. Eso no quiere decir que lleguemos a un punto de arrogancia, sino que disfrutamos de la seguridad a través de Cristo. Si vivimos en la duda de la salvación, en esencia vivimos en la derrota. Un cristiano derrotado no será diligente en su trabajo y carecerá de confianza. ¡Es posible elevarse y disfrutar de la libertad en Cristo!

        Nuestra destreza (22) – Y todo lo que pedimos, lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que es agradable delante de él. Juan también revela una gran confianza que los creyentes tienen cuando hacen súplicas al Señor. Él no implica que podamos pedir algo en absoluto y esperar que Dios nos lo conceda, pero podemos venir con la completa seguridad de que Él escuchará y responderá las oraciones que se hacen de acuerdo con Su voluntad. Estas oraciones serán recibidas por Dios porque son oradas desde corazones que desean guardar Sus mandamientos, viviendo de una manera que le agrada. Juan no está alentando las doctrinas de prosperidad de «salud y riqueza» o «nómbralo y reclámalo» tan prevalentes hoy en día, sino que simplemente podemos confiar en el Padre para satisfacer nuestras necesidades y honrar nuestras peticiones. Lucas 11:9-10 – Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. [10] Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

        Nuestra ligeresa (22) – No podemos perder el corazón de esta verdad. Muchas oraciones quedan sin respuesta porque son ofrecidas desde un corazón contaminado por el pecado. No podemos esperar vivir como nos plazca, ignorando totalmente la voluntad de Dios para nuestras vidas y esperar que Él responda a nuestras oraciones. Si deseamos recibir la bendición del Señor, debemos humillarnos ante Él y caminar de acuerdo con Sus caminos dentro de Su Palabra. La seguridad eterna es maravillosa, pero no es una licencia para pecar. Si esperamos ser victoriosos en la vida y audaces en la oración, debemos mantener nuestras vidas puras ante el Señor.

        La tercera evidencia tiene que ver con la identidad (23-24) – Juan cierra este pensamiento con el encargo de guardar mandamientos particulares. Si esperamos poseer un amor semejante al de Cristo y disfrutar del poder en la oración, estas características deben estar presentes en nuestras vidas. Se nos ordena:

          Responda con fe (23a) – Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo. Este es el elemento fundamental de la vida cristiana; es la piedra angular de todo lo que sigue. La fe en Cristo es el principio. No podemos esperar disfrutar de ninguno de los beneficios de Dios aparte de una relación con Cristo. Muchos hoy en día se preguntan por qué Dios parece tan distante y sus vidas están tan desordenadas. Es probable que muchos de ellos no disfruten de una relación personal con Cristo en la salvación por la fe.

            La necesidad de fe no termina en la salvación. A medida que continuamos creciendo y madurando en el Señor, la fe debe permanecer y crecer a medida que lo hacemos. No podemos esperar recibir la bendición del Señor si dudamos de Su capacidad o de Su voluntad. ¡Debemos ofrecer oración con fe!

            Reaccione con amor (23b) y amaos los unos a los otros, como él nos mandó. Una vez más se nos recuerda y se nos exhorta a amarnos los unos a los otros. Nunca superamos la necesidad de amar a los demás. Nunca llegamos a un punto espiritualmente en el que el amor no sea esencial. De hecho, a medida que maduramos en el Señor, nuestro amor por Él y por los demás debe crecer y hacerse más evidente. Independientemente de la situación, se espera que reaccionemos con amor como Cristo ama. Cuando consideramos Su gran amor, vemos mucho margen de mejora en el amor que compartimos y mostramos.

            Retenga su obediencia (24a) – Y el que guarda sus mandamientos permanece en él, y él en él. Así como nuestra fe y amor deben perdurar, también debe hacerlo nuestra obediencia a los mandamientos de Dios. Somos salvos por gracia y hemos escapado de la condenación de la ley, pero todavía se espera que vivamos de acuerdo con la Palabra de Dios. Si queremos disfrutar de la comunión con Cristo y de la vida abundante, debemos ser sumisos a Su voluntad para nuestras vidas y someternos a Su autoridad.

            Repose en la gracia (24b) – Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. El temor y la duda no son de Dios, sino del diablo. Dios no desea que los creyentes vivan sus vidas cristianas preguntándose acerca de su salvación. Él quiere que disfrutemos de la victoria completa y la libertad a través de Cristo. Somos habitados por el Espíritu y podemos tener absoluta confianza en la salvación y en nuestro destino eterno. Si eres salvo, deja de preocuparte y comienza a descansar en Su abundante gracia.

            Conclusión: Este ha sido un pasaje simple, pero revela una verdad profunda. Estoy seguro de que todos podríamos amar a los demás más de lo que lo hacemos. Estoy seguro de que podríamos tener más preocupación por la condición de las almas perdidas. Sin duda, todos fracasamos y nos quedamos cortos a veces, con la necesidad de un crecimiento continuo.

            Es probable que haya algunos que continúen luchando con la seguridad de su salvación. Es posible asentar eso y disfrutar de la victoria. Eso es lo que el Señor desea para ti. Él no quiere que vivas tu vida cristiana continuamente preocupado por tu salvación.

            Tal vez sepas que nunca hubo un momento en el que confiaste en Cristo en la salvación. Tal vez el Espíritu ha tratado contigo y sabes que necesitas responder por fe. Si es así, Jesús quiere que vengas a Él y recibas Su regalo de gracia de la salvación. ¡Él está listo para suplir cualquier necesidad que podamos tener!

            Romeo y Julieta no eran cristianos…

            Cuando vemos nuestro estudio en estos domingos  podemos notar que no hay mucha estructura en la primera epístola de Juan, y los temas que contiene realmente se desarrollan en espiral a lo largo de todo el libro. – si se quiere, en forma de escalera de caracol que tiende a ensancharse a medida que se asciende. Así que comenzamos en el capítulo 1 y el capítulo 2 de este libro con varios temas cardinales centrales que Juan  va a tomar a lo largo de este libro como hilos, pero cada vez que los revisa en esta espiral les agrega otro aspecto de verdad u otra aplicación a él.

            Así que, semana tras semana, descubriremos que estamos cubriendo el mismo terreno, pero aun así habremos añadido cada estudio  una verdad adicional o un adorno de la verdad original. En esta reflexión  veremos nuevamente este gran tema del amor y, por supuesto, esta es una epístola que tiene que ver con la seguridad y cómo podemos saber que tenemos comunión con Dios y Su Hijo Jesucristo.

            Hemos visto que hay tres pruebas en este libro mediante las cuales podemos saber que somos hijos de Dios, podemos tener seguridad. Primero que nada está la prueba doctrinal, que creamos en el evangelio histórico que fue revelado al principio mediante la encarnación de nuestro Señor Jesús, Su muerte y resurrección, que creamos en el Cristo histórico y el evangelio histórico auténtico. Luego, en segundo lugar, está la prueba moral, no podemos afirmar que somos de Cristo y vivir vidas impías como lo hacían algunos en los días de Juan: la prueba moral. Nuestra vida tiene que estar a la altura de lo que creemos y de lo que Cristo enseñó. Pero luego está la prueba social, y esa es la que veremos nuevamente en esta oportunidad, y es la del amor hacia nuestros hermanos específicamente en Cristo – y nuestras hermanas por supuesto – y de hecho el amor que debemos mostrar a todos. hombres.

            La última vez que visitamos este tema fue en el capítulo 2 versículos 7 al 17, no los veremos en esta oportunidad, pero sería bueno que recapitules en tu tiempo libre y cubras eso nuevamente, lo que ya hemos estudiado. en esos versos. Pero esta palabra ‘amor’ se encuentra cincuenta veces en 1 Juan, y es notable si se considera que 1 Juan es sólo un libro de cinco capítulos cortos, pero este tema del amor se encuentra cincuenta veces en esos cinco capítulos.

            Ahora bien, creo que el amor, como concepto y, de hecho, como palabra, es uno de los que, tal vez, ha sido más abusado y mal utilizado que cualquier otro en nuestro idioma, o incluso en cualquier idioma mundial, especialmente durante la última década.

            Mucha gente no sabe realmente qué es el amor para definirlo o experimentarlo en sus propias vidas y entorno. Lamentablemente, el amor ha llegado a describirse en términos terribles; algunas de las prácticas más odiosas y perversas que conoce el hombre hoy en día se describen como «amor».

            Cosas que Dios ha declarado abominación, como la sodomía, la homosexualidad, algo sobre lo que Dios ha pronunciado Su juicio y condenación, la gente lo describe como amor: «amor entre personas del mismo sexo». Entonces pueden ver cómo esta gran palabra, hermosa palabra, ha sido pervertida en nuestros días.

            Luego hay otros que tal vez no ampliarían tanto su definición, pero entienden el amor como una especie de sentimiento experimental y esponjoso que es similar a mariposas en el estómago: es una emoción, puramente, es una tendencia.

            Luego hay otros que ven el amor como estar de acuerdo con todos, ser cordial, armonioso, incluso con otros cuyas culturas y creencias tal vez no concuerden con las tuyas, pero aun así los aceptas y vives y dejas vivir; ellos entienden que eso es amor.

            Luego, como ya hemos mencionado, muchos hoy en día están confundidos y simplemente ven el amor como pura lujuria gratuita. El amor, para muchos, se ha convertido en lujuria.

            Pero si tomamos todas esas definiciones, las definiciones modernas de amor, podemos ver que hay una tendencia presente en todas ellas, y es simplemente esta: que el amor de alguna forma se entiende como algo que te proporciona auto gratificación.

            Es algo que te bendice, es algo que te emociona, te da una sensación de valía, una sensación de ganar y recibir… y ciertamente cualquier concepto de autosacrificio es ajeno a la comprensión moderna del amor. Creo que esto se ve a menudo en cómo, a veces, usamos la palabra casualmente, incluso como cristianos. Podría decir: “Amo el chocolate», ¡dejando una pista ahí! Podrías decir: “Amo  el fútbol». Las mujeres podrían decir: «Amo ir de compras». Lo que estás describiendo es que esas cosas te hacen sentir bien, obtienes cierta auto gratificación al comer en un restaurante en un lugar de lujo o gastar el dinero de tu marido: ¡se siente bien! Casi se puede ver también en la forma en que la gente habla de las relaciones. Hoy en día oyes a la gente hablar de «enamorarse y desenamorarse»; no creo que hagas ninguna de esas dos cosas. Algunas personas dicen que su matrimonio o su relación se ha roto irremediablemente porque «se han desenamorado». Creo que ese es un lenguaje frío, lo que significa que no están obteniendo de esa relación lo que sienten que es su derecho. Han elegido ya no amar a la persona porque, de una forma u otra, ya no se salen con la suya.

            Ahora bien, esa no es la definición bíblica de amor. No es algo que gira en torno al yo o la auto gratificación, pero en el mismo centro – e, irónicamente, podríamos decir, en el punto crucial («crux» es la palabra latina para «cruz», por supuesto) – está la auto sacrificación. Es el sacrificio como fundamento de todo lo que puede describirse como amor.

            Ahora bien, en la antigua Grecia, en el griego bíblico y en el griego antiguo, había tres o quizás cuatro definiciones de amor. Uno que conocemos hoy es el de ‘eros’ que describe el amor sexual y el amor físico, y de ahí deriva la palabra ‘erótico’. El dios griego ‘Eros’ personifica este concepto, y ‘Afrodita’ y muchos otros dioses paganos eran personificaciones de este amor carnal y lujurioso. Por cierto, no encontrarás la palabra griega ‘eros’ en el Nuevo Testamento, porque el amor sexual había sido degenerado, a través de este concepto de lo que debería ser el amor sexual en la sociedad y cultura griega, el Espíritu Santo nunca incluyó esta palabra dentro de las Escrituras. . No significa que Dios esté en contra de la unión sexual, sólo significa que el concepto era totalmente depravado y pervertido.

            Luego está la palabra griega ‘filio’ que se encuentra en el Nuevo Testamento, pero describe un amor afectuoso que podría darse entre amigos y hermanos.

            La palabra amor que encontramos en la primera epístola de Juan, y de hecho muchas veces en todo el Nuevo Testamento, es la palabra griega «ágape». Ahora el amor ágape es amor divino, es el amor de Dios, es lo que Dios es en Su esencia. El hecho poderoso de la porción que estamos estudiando en esta ocasión es que este es el mismo amor que como cristianos estamos llamados a mostrar a nuestros hermanos y hermanas en la iglesia. Este es el amor de Cristo.

            Nuestro texto continúa tratando el gran tema del amor que Juan ya ha tratado extensamente. Supongo que no es de extrañar que Juan se sintiera tan impresionado por enfatizar el amor entre los creyentes. Tuvo la bendición de caminar con el Señor, estudiando Su vida y ministerio, viendo claramente el amor que Jesús expresaba a los demás. Jesús es el gran ejemplo de amor que cada uno de nosotros debe emular. Jesús no solo habló de amor, sino que ejemplificó el amor. Se conmovió con compasión al ver a las multitudes dispersas como ovejas sin pastor. Él sanó a los enfermos, alimentó a los hambrientos, animó a los solitarios y se entregó en la cruz por nuestros pecados. Él dio Su vida para que pudiéramos tener vida y tenerla en abundancia.

            A medida que seguimos el gran ejemplo de Jesús y tratamos de prestar atención a las palabras de Juan en las Escrituras, nosotros también debemos estar dispuestos a poner nuestro amor en acción. Es fácil hablar de amor. Es fácil expresar preocupación por las necesidades apremiantes de nuestros días, pero otra cosa es pasar a la acción.

            Nuestro amor no debe limitarse a la conversación, sino que debe obligarnos a actuar. Tomemos unos momentos para considerar los desafíos  de los que habla Juan mientras pensamos en: Desafiarnos a entender claramente el amor.

            1. El primer desafío de Juan tiene que ver con la exhortación al amor    (11-13) Juan exhorta al creyente a amarse unos a otros. Su exhortación es:
            1. Un mensaje oportuno (11) – Porque este es el mensaje que oísteis desde el principio: que nos amemos los unos a los otros. Una vez más, esto no es nada nuevo; Juan no está compartiendo un mensaje que nunca han escuchado. Desde su primer encuentro con el Evangelio y el comienzo de su relación con Cristo, se les había animado a amarse unos a otros. Esto es esencial para la fe cristiana. No podemos servir al Señor y complacerlo sin amor. Amar a los demás acompaña a la salvación
            2. Este sigue siendo un mensaje oportuno también para nuestros días. Seguramente todos podríamos amar más, y en nuestros días de autoindulgencia e intolerancia, el amor es ciertamente necesario. Nunca somos más como nuestro Señor que cuando amamos a los demás. Juan 13:34 – Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis los unos a los otros; como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros.

            Ahora bien es importante hacer varias aclaraciones con respecto a que hoy más que nunca a lo oportuno de definir bien el concepto de amor en nuestros contextos sobre todo en el contexto de América Latina. Comenzarè usando la siguiente frase para para dar a entender mis puntos, porque de lo contrario podrè ser mal interpretado. La primera cosa que quiero enfatizar es que  el amor eros, y la palabra erótico no aparece en la biblia en ninguna parte como expresión para la relación cristiana. El idioma griego utiliza diferentes palabras para describir el rango del significado de «amor». Una palabra es eros, la palabra usada para expresar amor sexual o los sentimientos de excitación que se comparten entre individuos que se sienten físicamente atraídos uno al otro. En los tiempos del Nuevo Testamento, esta palabra se había degradado tanto por la cultura que no se utiliza ni una sola vez en todo el Nuevo Testamento. Esto es muy interesante porque entonces lo erótico en realidad es una expresión necesaria dentro del amor ágape que es bíblico. Por esta razón no se  puede ver que la biblia autorice que una persona cuando ha perdido la expresión sexual de su amor lo ocupe como una excusa para separarse en su matrimonio. Esto implica también que lo erótico fuera del amor agape es una condición opuesta al carácter de Dios.

            La segunda cosa que tampoco la biblia lo menciona es el amor romántico. Por ejemplo  el gran amor  de Romeo y Julieta es inspirador y romántico pero  no es cristiano. Es decir  su expresión de amor en la obra no es bíblica. En la cultura occidental ha surgido una concepción que se encuentra con bastante frecuencia: el amor romántico, el cual comprende el amor de pareja como el ideal máximo sobre el que se rige la vida, de tal modo que se busca a la persona perfecta para alcanzar este propósito. Esta noción se ha impuesto como la visión hegemónica, al punto que no se ve fácilmente una concepción diferente, pese a que hoy en día existen otras visiones que no pueden ser ignoradas. Hacen parte de este tipo de amor ideas como el amor a primera vista, el vivieron felices por siempre, la media naranja, las almas gemelas, la pareja predestinada, sin él/ella no podría vivir, entre otras. Además, se encuentra muy bien reflejado este ideal en numerosas expresiones culturales, tales como películas, novelas, cuentos, etc. Tal como es el caso de la tragedia Romeo y Julieta, obra muy conocida de la cultura general y uno de los arquetipos más representativos del amor romántico. Por eso, es pertinente interpretar el amor desde una perspectiva cristiana, alejándose de los presupuestos del amor romántico. Ahora bien, la crítica al amor romántico no significa establecer un juicio en contra del amor en general o del amor de pareja. Más bien, conlleva a identificar una visión que ha perdurado en nuestra cultura y que presenta diferentes problemáticas que se buscan superar.

            Dicho esto, se llama amor romántico a una visión con influencia filosófica y literaria que idealiza la relación de pareja hasta convertirla en algo absoluto y fantasioso. Es absoluto en cuanto se considera al amor como el ideal más importante en la vida y lo único que otorga sentido a la existencia, por lo que se debe hacer todo lo posible para alcanzarlo. Es fantasioso porque no se ve como algo común, escapa a la realidad y se da de manera extraordinaria. Esta característica se ve con mayor claridad al reconocer la influencia de los relatos heroicos como Tristán e Isolda y en la tragedia Romeo y Julieta, en los cuales la pareja no puede vivir su idilio, debido a que se interponen muchos obstáculos tanto físicos (batallas, monstruos, la distancia) como sociales (hijos de reinos enemigos, compromisos conyugales previos u obligatorios.

            Su mayor auge fue durante el siglo XIX dentro del romanticismo como una respuesta al racionalismo que le daba el valor supremo a la razón para poder comprender la realidad. Por esto se contrapuso lo sentimental, lo fantasioso y lo mágico (representado sobre todo en la poesía y la literatura), como manera de protesta ante la realidad que se les estaba imponiendo, marcada sobre todo por una visión cientificista y positivista: Los románticos quisieron despojar a la realidad de su orden cuadriculado e inevitable, quisieron crear su propia realidad y oponerla a la realidad política, social y económica. Debido a la idealización que supone el amor romántico, este posee una dimensión mítica, entendiendo el mito como el medio por el cual los seres humanos asumen la realidad deificada  por medio de símbolos. En este caso, el mito refleja una manera particular de ver el modo en el amor de pareja otorgándole un sentido específico.

            El primero de estos mitos es el de la media naranja, es decir, la idea de que todos tienen una persona predestinada para amar y con quien únicamente se podrán realizar plenamente. El amor consistiría en encontrar esa mitad perdida, ese príncipe azul que el destino tiene preparado. Este tiene su origen en el mito de Aristófanes o del andrógino, recogido en el Banquete de Platón. Bajo esta perspectiva, sólo existiría una persona en el mundo con la cual cada uno puede amar plenamente y ser feliz. El problema está en que existen personas que, con esta idea, se niegan a abandonar una relación que les causa daño, o que luego de terminar una relación afirman que no encontrarán nuevamente el amor, porque esa persona era el amor de su vida. A la luz de este mito, el ser humano por sí solo sería un ser incompleto, pues su plenitud depende de encontrar a una persona en específico. El modo ideal de vida es estar con una pareja, por lo que la soltería se vería como un estado inferior, e incluso negativo. De este modo, las rupturas amorosas y los divorcios son vistos como fracasos.

            Existen otras ideas vinculadas con este mito tal como el “amor a primera vista”, es decir, la capacidad de amar plenamente a alguien solo con un encuentro, tal y como sucede con Romeo al ver por primera vez a Julieta en la fiesta de máscaras. Se relaciona parcialmente dado que el vínculo que une a las almas destinadas a amarse está presente desde el momento en que fueron creadas (o incluso antes), de tal modo que bastaría con el primer encuentro para identificar esta relación, además que sería un suceso único e irrepetible. No obstante, también puede interpretarse al margen de este mito con la posibilidad de que el amor a primera vista surja varias veces con personas diferentes a lo largo de la vida. En ambos casos es problemático debido a que no se considera amor verdadero si no hay química desde el inicio. Se niega la posibilidad de construir el amor, y se ve como algo ya dado.

            El mito del aseguramiento de la relación por el acto del matrimonio. Para muchas personas su realización termina con el acto de casarse. Se cree que esto garantiza la relación y la hace perdurable. Por otro lado el matrimonio como una vía de redenciòn ante cualquier ofensa hecha a Dios antes del acto matrimonial.

            Hay mucha tela que cortar con respecto a este tema del amor. Como cristianos somos deudores a la Palabra de Dios.

            • Un mensaje arriesgado (12) – No como Caín, que era de aquel maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus propias obras eran malas, y las de su hermano justas. El mensaje de amor y la expectativa asociados con él no eran nuevos para la generación de Juan. Esta no era una doctrina nueva que Jesús enseñó mientras caminaba entre los hombres. Siempre se esperaba que el pueblo de Dios mostrara su amor hacia los demás. Sin embargo, esa expectativa no siempre se cumplió. No tardó mucho para que el amor sea probado e incluso resistido. Juan nos recuerda cómo Caín mató a Abel en un momento de rabia y enojo. Abel mostró amor, mientras que Caín reveló el odio dentro de su corazón. Caín despreciaba a su hermano porque el sacrificio de Abel era aceptado a los ojos de Dios y el suyo no. Caín “era de aquel inicuo”. Las palabras “malvado” son la traducción de ponēros , “el mal en oposición activa al bien.» La palabra “perniciosa” es una buena traducción. Un hombre kakos malvado está dispuesto a perecer en su propia corrupción. Pero una persona ponēros  (perniciosa, altamente dañino y perjudicial) busca arrastrar a todos los demás consigo mismo a la corrupción y destrucción que le esperan. Ese es Satanás.

            Observe como el griego de Juan es muy descriptivo. La palabra «matar» es sphazō,  se puede traducir como matar, masacrar, descuartizar, degollar. Se usaba en el griego clásico para degollar a las víctimas para el sacrificio, también para animales degollados, para cualquier matanza con cuchillo o espada. Se usa en la LXX (traducción griega del Antiguo Testamento), de la realización de los sacrificios levíticos (Lev. 1:5). La palabra habitual que significa «matar» es apothnēskō.

            El escritor inspirado hace todo lo posible por utilizar una palabra especializada para describir el asesinato de Abel por Caín. Este último degolló a su hermano.

            Dios le dijo a Caín: “¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra” (Génesis 4:10). El método que Caín usó para matar a su hermano fue uno en el que se derramaría mucha sangre. El corte de la vena yugular encajaría en esa descripción. La raza humana aprendió a matar cuando se le enseñó a sacrificar un animal cuando se acercaba a un Dios santo (Génesis 3:21). Es la triste historia cuando las cosas divinas que has aprendido de Dios las usas dañar en lugar de edificar.

            Las obras de Caín se describen como malas. La misma palabra ponēros  se usa cuando se habla del diablo como «ese malvado». Sus obras eran perniciosas y se oponían activamente a lo bueno.

            Una vez más, vemos que el corazón siempre se revela en el tiempo. Lo que poseemos dentro de nuestros corazones eventualmente se revelará a través de nuestras acciones. Uno puede conocer el amor y entender la expectativa de amor de Dios y, sin embargo, negarse a amar. El amor genuino no puede ser fabricado o imitado. O está presente en nuestros corazones desde Cristo o no. ¡No podemos ofrecer lo que no poseemos!

            • Un mensaje rechazado (13) – No os maravilléis, hermanos míos, si el mundo os odia. (3:13) “No os maravilléis” está en una construcción en el texto griego que prohíbe la continuación de una acción que ya está en marcha. Es: “Dejen de maravillarse”. Los lectores de Juan quedaron asombrados por el hecho de que la gente del mundo los odiara porque eran hijos de Dios. El “si” es ei , una partícula de una condición cumplida. Es, “si, como es el caso, el mundo os odia”. Hay que hacer una advertencia aquí: “No es de extrañar que el mundo nos odie y su juicio no sea decisivo. Sin embargo, nuestra tarea no es ser odiados por el mundo, sino encomendarle a Jesús y conquistarlo. No debemos atribuir a la hostilidad del mundo hacia el bien las consecuencias de nuestra propia falta de amabilidad o falta de tacto. “No es un martirio pagar facturas con las que uno mismo se ha topado”

            Juan no quería que los creyentes ignoraran los males de la época. Al convertirse, el amor de Cristo llena nuestros corazones. Estamos obligados a mostrar ese amor porque le pertenecemos a Él. Sin embargo, no todos apreciarán nuestro amor, y algunos incluso nos odiarán por nuestra relación con Cristo. Podemos mostrar amor a todos los que conocemos, pero eso no significa necesariamente que nuestro amor será recibido o apreciado.

            • Realmente esto no debería ser una sorpresa. Jesús es amor. Mostró y compartió amor con todos los que conoció. Su amor lo movió a la acción, pero no fue recibido de todos. Muchos lo odiaban a pesar de su amor. Si nuestro Señor fue odiado como amó, no debemos esperar que todos nos amen. De hecho, bien podríamos esperar oposición y odio por parte del mundo. Juan 15:19 – Si fuerais del mundo, el mundo amaría a los suyos; pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido del mundo, por eso el mundo os aborrece.
            1. El segundo desafío de Juan tiene que ver con la Revelación en el Amor   (14-15) – Aquí descubrimos que el amor, o su ausencia, se revelará en las vidas que vivimos. Considera la revelación en el amor. Encontramos:
            1. Revela las condiciones internas (14) – Sabemos que hemos pasado de muerte a vida, porque amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en la muerte.

            En el griego es de notar que hay un pronombre que está en posición enfática, “en cuanto a nosotros”, en contraposición al mundo, “sabemos que hemos pasado de muerte a vida”. Lo que el mundo diga, nosotros lo sabemos. La prueba no es su odio sino nuestro amor. “Haber pasado” es metabainō, “pasar de un lugar a otro, migrar”.  También se puede traducir “han pasado por alto». El verbo está en tiempo perfecto, hablando de un acto pasado completado que tiene, en un caso como este, resultados permanentes. “Hemos pasado definitivamente”. La preposición antepuesta significa un cambio, aquí, de posición o estado. “De la muerte” es ek tou thanatou, “fuera de la muerte”. Tenemos aquí un ablativo de separación, «separados de la muerte». Y es que el artículo antes de “muerte” y “vida” marca estas como las dos esferas en las que deben estar los hombres, muerte o vida. No hay estados intermedios. Por otro lado la palabra  «Saber» es oida, «saber absolutamente». Este amor por los hermanos cristianos es ese amor divino producido en el corazón del creyente rendido, cuyo contenido se describe en 1 Corintios 13 y Juan 3:16. La evidencia de una condición salva es que la persona habitualmente ama a los cristianos con un amor que lo impulsa a negarse a sí mismo por el beneficio de su hermano cristiano. El individuo que no ama así a los cristianos permanece en la muerte antes mencionada. Esta es la condición de los no salvos de la que se habla en Efesios 2:1, como “muertos en la esfera de sus delitos y pecados”.

            Un árbol se conoce por su fruto. Aquellos que han nacido de nuevo en Cristo inevitablemente poseerán amor por sus hermanos. No podemos evitarlo. El amor simplemente fluye naturalmente del corazón de un creyente. Juan revela que tal amor es una marca genuina de la salvación de uno. Los que pertenecen a Cristo amarán a los demás. Puede que ese amor no sea recibido o correspondido, pero amaremos de todos modos.

            Así como el amor mostrado por los demás es un buen indicador de salvación, la ausencia de amor es un buen indicador de la falta de salvación. Si uno no puede amar a su hermano, continúa permaneciendo en la muerte, sin ser traído nunca de la muerte a la vida en Cristo. Eso no quiere decir que tengamos que amar las acciones de los demás o sus pecados, ¡pero debemos poseer amor si pertenecemos a Cristo!

            • Revela las consecuencias eternas (15) – Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida, y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna que permanezca en él.

            Juan dice: “Todo aquel que habitualmente odia a su hermano es un homicida”. ¿Cómo debemos entender esto? ¿Es un asesino real sin cometer el acto de matar a otro? Creo que la intención de la frase es que el espíritu viviente del hombre es incapaz de un estado de indiferencia; que quien desterró el amor fraternal se ha abandonado en realidad al gobierno del estado opuesto.

            En la profundidad ética de la visión del apóstol, el amor y el odio, como la luz y las tinieblas, la vida y la muerte, necesariamente se reemplazan y se excluyen mutuamente. Quien no tiene uno, necesariamente tiene el otro en cada caso.

            El que odia a su hermano es considerado homicida. El ejemplo dado (v. 12) mostró el resultado verdadero y normal del odio, y nuevamente en la profundidad ética del apóstol, como en el de nuestro Señor (Mateo 5:21, 27), el que cae bajo un estado, cae bajo los resultados normales de ese estado llevado a cabo hasta su emisión y acción . Todo lo cual significa que aquel que habitualmente odia a su prójimo excluyendo, por supuesto, cualquier buena actitud hacia él, es un asesino en potencia. Si surgiera la ocasión, su odio se traduciría en acciones como la de Caín. Una persona así dice Juan, no tiene vida eterna permanente en él. En resumen, no es salvo.

            Aquí Juan trata exclusivamente con aquellos que carecen de amor por su hermano, aquellos que poseen odio genuino en lugar de amor. ¡Estas son palabras fuertes, pero son verdad! Aquellos que odian genuinamente son vistos como asesinos a los ojos de Dios. Poseer un odio real por otro equivale a matarlo. No hay absolutamente ninguna diferencia en la norma santa de Dios. El amor es la única seguridad contra el odio. Y así como todo aquel que no ama es potencialmente un odiador, así también todo odiador es potencialmente un asesino. Un asesino es un odiador que expresa su odio de la manera más enfática. Un odiador que no asesina se abstiene, por diversas razones, de esta forma extrema de expresar su odio. Pero el temperamento de los dos hombres es el mismo.

            • No podemos pasar por alto la consecuencia eterna del odio dentro del corazón. Aquellos que odian, en esencia culpables de asesinato, no tienen vida eterna morando en ellos. Nunca han nacido de nuevo en Cristo. El odio poseído a través de la naturaleza caída nunca fue reemplazado por el amor de Cristo. El amor y el odio no pueden habitar en el mismo corazón. Aquellos que nunca reciben amor, que disipa su odio, no heredarán la vida eterna. Gálatas 5:21 – Envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes: de las cuales os digo antes, como también os he dicho  en otro tiempo, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios. Ap.21:8 – Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

            1. El tercer desafío de Juan tiene que ver con la inspiración para amar (16-17) Al concluir nuestro estudio, Juan ahora nos llama la atención a la gran inspiración que tenemos para amar. Considerar:
            1. La ilustración del amor (16a) – De este modo percibimos el amor de Dios, porque él dio su vida por nosotros: (3:16) “De este modo” es en toutōi  y se puede traducir  “en esto”. “Percibir” es ginōskō en tiempo perfecto. La palabra habla de conocimiento adquirido por la experiencia. Los santos han experimentado el amor de Dios porque Él entregó Su vida por ellos y porque ellos se convirtieron en destinatarios de la salvación. Este conocimiento es una posesión permanente. “Vida” es psuchē , “alma”. La muerte de nuestro Señor en la Cruz implicó no sólo Su muerte física, sino también el abandono de Dios debido al pecado humano que se le impuso. Fue esto lo que conmovió Su alma y le hizo clamar: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”

            Si alguna vez te has preguntado cómo es el verdadero amor, no busques más allá de Jesús. Vino a la tierra como Dios en la carne. Él habitó un cuerpo como nosotros y, sin embargo, mantuvo la esencia misma de Dios. ¡Aquel que creó todo lo que vemos y conocemos, incluyendo a toda la humanidad, el Señor que habitó los reinos de gloria adorados por los ángeles, el que fue perfectamente santo y justo dio Su vida en la cruz cruel por nuestros pecados porque Él nos ama! ¡Qué amor tenía Jesús por la humanidad!

            Eso desafía mi corazón este día. A menudo, nuestro amor se ve afectado por las circunstancias y las emociones. Tendemos a enojarnos y guardar rencor. Nos negamos a hacer un esfuerzo por olvidar el dolor que otros han causado. A menudo llevamos nuestros sentimientos en la manga, simplemente desafiando a alguien a rozarlos. Ese no es el tipo de amor que Cristo posee o mostró a la humanidad. Estoy seguro de que no hemos soportado el sufrimiento y la vergüenza que Él soportó, y sin embargo, Él amó lo suficiente como para dar Su vida por nosotros. ¡Oh, cuánto necesitamos seguir Su ejemplo divino y amar a los demás incondicionalmente a pesar de las circunstancias!

            •  
            • La Expresión del amor (16b) – y debemos dar nuestras vidas por los hermanos.

            Luego Juan agrega “Deber” y la palabra griega es  opheilō , que habla de una obligación moral. «Vidas» nuevamente es psuchē, «alma». El ego debe ser crucificado. Hay que negarse a uno mismo en beneficio del hermano. Hay que tener presente que la muerte de nuestro Señor tuvo un valor expiatorio, mientras que el hecho de dar nuestra vida en alegre servicio al prójimo no lo tiene.

            Esta es una declaración difícil de recibir, pero revela la expectativa divina. Al considerar el amor de Cristo como nuestro ejemplo, debemos ser inspirados a amar como Él amó. Debemos estar dispuestos a hacer lo que sea necesario para amarnos los unos a los otros. Debemos estar dispuestos a hacer cualquier sacrificio necesario para expresar nuestro amor por los demás. Debemos estar dispuestos a amar como Cristo amó.

            A menudo nos preguntamos por qué nuestras iglesias han decaído tanto en los últimos años. Nos preguntamos por qué la gente no se presenta al servicio cuando se le invita. Hay muchos factores involucrados en el declive, pero no necesitamos mirar más allá del espejo más cercano para encontrar parte de la razón. ¿Qué tipo de amor expresamos en nuestros días? ¿Compartimos el amor de Cristo con los demás? ¿Ven algo en nosotros que desearían? ¡Debemos estar dispuestos a amar sin límites!

            • La evaluación del amor (17) – Pero el que tiene el bien de este mundo, y ve que su hermano tiene necesidad, y cierra de él sus entrañas de compasión , ¿cómo mora en él el amor de Dios?

             “Bien” es bios, “lo necesario para la vida”, como alimento, vestido y refugio. “Mundo” aquí no se usa en el mal sentido ético, sino que se refiere a esta esfera mundana de la vida en la tierra. “Tiene” es presente de subjuntivo, hablando de posesión habitual. El verbo habla de una persona que regularmente tiene las necesidades de la vida. «Ver» es theōreō , «mirar con interés y propósito». Se puede traducir: «contempla deliberadamente». El verbo habla de acción continua. Esta persona contempla deliberadamente durante un período prolongado de tiempo. Esta no es una mirada apresurada. Es ver a un cristiano necesitado de las necesidades de la vida durante un largo período. “Cierra” es kleiō, se puede traducir como “callar”, y en el aoristo subjuntivo, se refiere simplemente al hecho de una acción. La palabra podría usarse para referirse al portazo de una puerta, al chasquido de una cerradura. Se habla aquí de esta persona que cierra de golpe la puerta de su corazón contra cualquier sentimiento de compasión hacia su hermano necesitado y contra cualquier acción misericordiosa. Es interesante el uso  de la palabra “entrañas” que es splagchna en griego, la metáfora oriental de lo que llamamos corazón. “¿Cómo” es pōs , “¿cómo es posible?” El amor debe ser práctico. Es fácil “entregar la vida”: el martirio es heroico y estimulante; la dificultad está en hacer las pequeñas cosas, afrontando día a día los pequeños sacrificios y abnegaciones que nadie nota y nadie aplaude”.

            Una vez más nos encontramos con una afirmación que es difícil de aceptar, pero que revela una gran verdad. Juan está preguntando cómo podemos reclamar el amor de Cristo y negarnos a ayudar a los demás cuando está en nuestro poder hacerlo. ¿Cómo puede nuestro corazón estar bien con el Señor cuando vemos a otros sufriendo necesidad y nos negamos a echar una mano? ¿Cómo podemos sentirnos bien acerca de nuestra relación con Cristo y, sin embargo, no preocuparnos por las desesperadas necesidades espirituales de nuestros días? Tenemos las buenas nuevas del glorioso evangelio. Tenemos más recursos disponibles para nosotros que cualquier otra generación y, sin embargo, nos contentamos con asistir a los servicios con poca o ninguna preocupación por los demás. Ruego al Señor que nos abra los ojos; los míos incluidos, y nos permite ver a los demás como Él los ve.

            ¡Que nuestros corazones se llenen de compasión por aquellos que se encuentran en una necesidad tan desesperada! Jesús no ignoró las necesidades de su tiempo y nosotros no debemos ignorar las necesidades de los nuestros.

            Conclusión: Probablemente sea seguro decir que todos poseemos amor, pero ¿agrada nuestro amor al Señor? ¿Nuestro amor nos mueve a la acción? ¿Estamos motivados para abordar las necesidades de nuestros días? ¿Estamos dispuestos a ser las manos, los pies y la voz de Jesús dentro de un mundo que lo necesita?

            No se puede conocer el amor sin Cristo. Si nunca has sido salvo, realmente no sabes lo que es el amor. Él es el gran ejemplo y dador de amor. Si nunca has experimentado Su gran amor en la salvación, ¡búscalo mientras te habla!

            «…la marea siempre regresa…»

            Hoy leìa este pasaje y me llamó mucho la atención. Observe lo que dice, Aparece en  Zacarías 9:12. ¡Volved al lugar seguro, todos los prisioneros que aún tenéis esperanza! Prometo hoy mismo que pagaré dos bendiciones por cada uno de tus problemas. Tremenda promesa de Dios. Esto me recordó la historia sobre un ejecutivo que tenía una interesante pintura impresa colgada en su oficina. Representaba un gran bote de remos varado en una playa. Dos remos descansaban suavemente en la arena, con el océano en marea baja a seis o diez metros detrás de ellos. El barco parecía demasiado pesado para arrastrarlo y demasiado grande para moverlo. Simplemente estaba atrapado ahí en la arena. La imagen no era nada hermosa. En realidad, no inspiraba para nada. De hecho, fue deprimente.

            Allí estaba este barco creado para el agua, un barco muy bonito hecho para danzar  sobre las olas del océano, atrapado en la arena. Pero en la parte inferior de la imagen había un pequeño título que daba significado a la imagen, que de otro modo sería desmotivadora. Decía: «La marea siempre vuelve». Con esa simple leyenda, la letra adquirió un nuevo significado: cuando regresara la marea, ese barco varado una vez más encontraría su propósito. Volvería al lugar donde debía estar.

            La historia habla de que una vez el ejecutivo había pasado por una gran decepción. No pensó que jamás volvería a ser feliz. Luego vio el cuadro en una pequeña tienda de antigüedades y lo compró por unos pocos dólares. Cada vez que lo miraba, se decía: “La marea está volviendo”. Esa huella habló de fe en su corazón. La leyenda le dio la esperanza de que las cosas cambiarían a su favor. Es posible que usted se encuentre en una situación similar. Atascado. Varado. Despojado de tu propósito. Puede que las cosas no vayan como quieres. Has perdido tu energía y entusiasmo. Preste atención a esas palabras: “La marea está volviendo”.

            Escucha el  mensaje de Zacarías 9:12: Para recibir de nuevo la marea Zacarías sugiere una decisión: “volveos al lugar seguro” La expresión tiene la idea de recuperación. Pero es una recuperación de un regreso o arrepentimiento de haber dejado de confiar en Dios. Así que la primera cosa que esta hola debe traer es recuperación. Debido a su promesa fiel, incluso los prisioneros son prisioneros de esperanza. Deben recibir aliento de su promesa y regresar a la fortaleza – tanto en el sentido de una fortaleza militar como de una fortaleza espiritual en el Señor mismo. En segundo  lugar, Zacarìas aconseja recuperación sino también restauraciòn. El libro de Zacarías es uno de los libros proféticos del Antiguo Testamento en el que se revela el mensaje de Dios para el pueblo de Israel. El versículo 9:12 es un texto que es muy necesario hoy en día para nuestro mundo que se enfrenta a diversas crisis. El llamado a «volver a la fortaleza» es un llamado a volver a Dios, quien es nuestra fortaleza y refugio. La «fortaleza» en este verso es un término que se refiere a la protección y salvación que Dios ofrece a aquellos que confían en Él. El profeta invita a los prisioneros de la esperanza – aquellos que creen en la promesa de Dios para redimirlos – a encontrar fortaleza en Él. Este texto nos recuerda que, aunque a veces podemos sentir que estamos atrapados en la oscuridad, siempre podemos encontrar refugio en Dios. Esa es una convicción que sólo El Espíritu Santo puede darnos. En tercer lugar, cuando la marea regrese no solo traerà recuperación, restauración, sino que retribución. El versículo 9:12 también promete una doble recompensa a aquellos que confían en la esperanza que Dios ofrece. Se trata de una buena noticia, especialmente para aquellos que han sufrido pérdidas, dolor y sufrimiento. Esta promesa nos recuerda que no importa cuán difícil sea la situación, Dios siempre tiene un plan para nosotros y que nunca debemos perder la esperanza. La «doble recompensa» puede significar diferentes cosas para diferentes personas. Para algunos, puede ser una bendición material, mientras que para otros, puede ser una bendición espiritual. Lo importante es recordar que Dios no nos dejará en la adversidad, sino que siempre tiene algo bueno planeado para nosotros. Debemos tener fe y confiar en que si permanecemos firmes en nuestra esperanza en Dios, Él nos recompensará con una doble bendición. La palabra hebrea también da la idea de repetición constante. En ese sentido Dios dice que repetirà y repetirà la cosas buenas que tiene reservadas para nosotros.

            Dios está dando nueva vida a tus sueños. Sentirás el viento de Su espíritu levantar tus velas una vez más. No estás destinado a simplemente soportar la vida. Apenas sobrevivir no es aceptable. Estabas destinado a bailar sobre las olas. Recuerde que siempre es más oscuro antes del amanecer. Más desafíos significan que estás más cerca de tu victoria. No renuncies a tu sueño. No renuncies a tu relación porque las aguas se pongan turbulentas. No renuncies a vivir una vida saludable porque la enfermedad te deprime. Los tiempos pueden volverse difíciles, pero recuerde que hay recompensas por permanecer en la fe. Tu oración de hoy puede ser: Hoy Es Tu Hora Padre, ayúdame a ser prisionero de la esperanza, a levantarme cada día esperando Tu favor. Tu pensamiento del día Es tu momento La marea está volviendo. ¡Estoy más cerca de lo que creo!

            Hoy leìa este pasaje y me llamó mucho la atención. Observe lo que dice, Aparece en  Zacarías 9:12. ¡Volved al lugar seguro, todos los prisioneros que aún tenéis esperanza! Prometo hoy mismo que pagaré dos bendiciones por cada uno de tus problemas. Tremenda promesa de Dios. Esto me recordó la historia sobre un ejecutivo que tenía una interesante pintura impresa colgada en su oficina. Representaba un gran bote de remos varado en una playa. Dos remos descansaban suavemente en la arena, con el océano en marea baja a seis o diez metros detrás de ellos. El barco parecía demasiado pesado para arrastrarlo y demasiado grande para moverlo. Simplemente estaba atrapado ahí en la arena. La imagen no era nada hermosa. En realidad, no inspiraba para nada. De hecho, fue deprimente.

            Allí estaba este barco creado para el agua, un barco muy bonito hecho para danzar  sobre las olas del océano, atrapado en la arena. Pero en la parte inferior de la imagen había un pequeño título que daba significado a la imagen, que de otro modo sería desmotivadora. Decía: «La marea siempre vuelve». Con esa simple leyenda, la letra adquirió un nuevo significado: cuando regresara la marea, ese barco varado una vez más encontraría su propósito. Volvería al lugar donde debía estar.

            La historia habla de que una vez el ejecutivo había pasado por una gran decepción. No pensó que jamás volvería a ser feliz. Luego vio el cuadro en una pequeña tienda de antigüedades y lo compró por unos pocos dólares. Cada vez que lo miraba, se decía: “La marea está volviendo”. Esa huella habló de fe en su corazón. La leyenda le dio la esperanza de que las cosas cambiarían a su favor. Es posible que usted se encuentre en una situación similar. Atascado. Varado. Despojado de tu propósito. Puede que las cosas no vayan como quieres. Has perdido tu energía y entusiasmo. Preste atención a esas palabras: “La marea está volviendo”.

            Escucha el  mensaje de Zacarías 9:12: Para recibir de nuevo la marea Zacarías sugiere una decisión: “volveos al lugar seguro” La expresión tiene la idea de recuperación. Pero es una recuperación de un regreso o arrepentimiento de haber dejado de confiar en Dios. Así que la primera cosa que esta hola debe traer es recuperación. Debido a su promesa fiel, incluso los prisioneros son prisioneros de esperanza. Deben recibir aliento de su promesa y regresar a la fortaleza – tanto en el sentido de una fortaleza militar como de una fortaleza espiritual en el Señor mismo. En segundo  lugar, Zacarìas aconseja recuperación sino también restauraciòn. El libro de Zacarías es uno de los libros proféticos del Antiguo Testamento en el que se revela el mensaje de Dios para el pueblo de Israel. El versículo 9:12 es un texto que es muy necesario hoy en día para nuestro mundo que se enfrenta a diversas crisis. El llamado a «volver a la fortaleza» es un llamado a volver a Dios, quien es nuestra fortaleza y refugio. La «fortaleza» en este verso es un término que se refiere a la protección y salvación que Dios ofrece a aquellos que confían en Él. El profeta invita a los prisioneros de la esperanza – aquellos que creen en la promesa de Dios para redimirlos – a encontrar fortaleza en Él. Este texto nos recuerda que, aunque a veces podemos sentir que estamos atrapados en la oscuridad, siempre podemos encontrar refugio en Dios. Esa es una convicción que sólo El Espíritu Santo puede darnos. En tercer lugar, cuando la marea regrese no solo traerà recuperación, restauración, sino que retribución. El versículo 9:12 también promete una doble recompensa a aquellos que confían en la esperanza que Dios ofrece. Se trata de una buena noticia, especialmente para aquellos que han sufrido pérdidas, dolor y sufrimiento. Esta promesa nos recuerda que no importa cuán difícil sea la situación, Dios siempre tiene un plan para nosotros y que nunca debemos perder la esperanza. La «doble recompensa» puede significar diferentes cosas para diferentes personas. Para algunos, puede ser una bendición material, mientras que para otros, puede ser una bendición espiritual. Lo importante es recordar que Dios no nos dejará en la adversidad, sino que siempre tiene algo bueno planeado para nosotros. Debemos tener fe y confiar en que si permanecemos firmes en nuestra esperanza en Dios, Él nos recompensará con una doble bendición. La palabra hebrea también da la idea de repetición constante. En ese sentido Dios dice que repetirà y repetirà la cosas buenas que tiene reservadas para nosotros.

            Dios está dando nueva vida a tus sueños. Sentirás el viento de Su espíritu levantar tus velas una vez más. No estás destinado a simplemente soportar la vida. Apenas sobrevivir no es aceptable. Estabas destinado a bailar sobre las olas. Recuerde que siempre es más oscuro antes del amanecer. Más desafíos significan que estás más cerca de tu victoria. No renuncies a tu sueño. No renuncies a tu relación porque las aguas se pongan turbulentas. No renuncies a vivir una vida saludable porque la enfermedad te deprime. Los tiempos pueden volverse difíciles, pero recuerde que hay recompensas por permanecer en la fe. Tu oración de hoy puede ser: Hoy Es Tu Hora Padre, ayúdame a ser prisionero de la esperanza, a levantarme cada día esperando Tu favor. Tu pensamiento del día Es tu momento La marea está volviendo. ¡Estoy más cerca de lo que creo!

            Què tan vàlida es su relaciòn con Cristo? I parte

            Durante más de 12 años enseñé y prediqué en una Universidad de mi país El Salvador a jóvenes cristianos. Con el correr de los años año algunos jóvenes que estaban, por primera vez en sus vidas, lejos de mamá, papá y de su iglesia local, harían lo que les placía. Así que se involucraron en varios tipos de pecado —drogas, alcohol y sexo— y perdieron la fe. Sin embargo, otros jóvenes que estaban, por primera vez, lejos de mamá y papá y de su iglesia local, parecieron reaccionar de manera opuesta al aceptar el desafío de tomar su propia decisión de hacerse cristianos fuertes y dinámicos. Muchos de esos jóvenes, especialmente algunos de los jóvenes ciertas carreras que conocimos, ahora son predicadores del evangelio y misioneros.

            ¿Qué fue diferente? A veces les preguntaba a estos jóvenes: «¿Qué es diferente? Ustedes tienen las mismas tentaciones que tienen estos otros jóvenes. Sin embargo, no se han dejado vencer. ¿Por qué no?».

            Se dieron diferentes razones en diferentes momentos, sin embargo, una razón surgió una y otra vez. Decían: «Es la primera vez que estoy fuera de casa y pensé en cómo lastimaría a mi papá y a mi mamá. No es porque sea mejor que esos otros jóvenes. En un momento de mi vida, tal vez estuve igualmente dispuesto a hacer lo malo, sin embargo, sabía que eso lastimaría a mamá y papá, así que no me rendí».

            Buena argumentación. Y es que pensamos en la vida cristiana como un todo. De una manera más grande, más espiritual, una fuerza muy similar a esa nos permite llevar la vida cristiana.

            ¿Qué hace que algunas personas que enfrentan la tentación caigan en una vida pecaminosa, mientras que otras pueden resistir el pecado y crecer espiritualmente? Juan habla de esta pregunta en 1ª Juan 2.28—3.10. Nos da tres razones por las que los cristianos pueden abstenerse de pecar.

            Los primeros dos capítulos de la epístola de Juan tienen como tema principal el tema de la «comunión», el versículo clave es (1:5) donde Juan dice: «Dios es luz». Los últimos tres capítulos de la epístola de Juan tienen como tema principal el tema de la «filiación». El versículo clave es (4:8) donde Juan dice: «Dios es amor».

            Así que los dos primeros capítulos hablan de estar en comunión con Dios, mientras que los últimos tres capítulos tratan de estar en la familia de Dios.

            Tú y yo somos hijos de Dios, estamos en la familia de Dios, por el asombroso amor de Dios.

            Juan nos dice: ¡Lo que somos! «Hijos de Dios». Entonces nos dice: ¡Lo que seremos! «seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal como Él es.» Y luego nos dice: ¡Qué debemos ser! En vista del Rapto, debemos mantener nuestras vidas limpias. Ahora bien, el tema que Juan a va a tocar es de gran relevancia en nuestro tiempo y muy peligroso. Estoy convencido que tenemos serios problemas con el significado de lo que es verdaderamente un hijo de Dios o como realmente estamos seguros de nuestra relación con Cristo si no hemos creìdo en vano como el apóstol Pablo lo dijo en 1 de Corintios

            Quiero que centralicemos nuestra meditación en 1 Juan 3:1-10. Y nos embarquemos en un tema sumamente delicado, el tema de la verdadera conversión de una persona.

            Para poder tener un parámetro de medición Juan establece tres argumentos principales que nos hacen entender si nuestra relación con Cristo es verdadera o falsa.

            El primer parámetro que Juan estableces está relacionado con la palabra evaluación. (3:1-3)

            Antes de entrar al texto, me gustaría aclarar que muchas personas confunden su vida cristiana o su profundidad de la relación con Dios con medición en lugar de evaluación. Y es que, en palabras simples, medir es asignar números y evaluar es hacer un juicio integral acerca de las cualidades del objeto de interés. La evaluación, a diferencia de la medición y la calificación, tiene un carácter cualitativo y es subjetiva, puesto que engloba opiniones e incluso intuiciones; además, la evaluación no sólo valora un momento en particular, sino un proceso completo.

            Alguien ha dicho y estoy de acuerdo que el becerro de oro de la iglesia institucional y denominacional hoy es la oración del pecador. El becerro de oro actual de los bautistas, de otros evangélicos y de todos los que los han seguido. ¡La oración del pecador ha enviado a más gente al infierno que cualquier otra cosa sobre la faz de la tierra!

            Quizá piensen ustedes: “¿Cómo puede decir semejante cosa?” Les respondo: Vayamos a las Escrituras y muéstrenme, ¡por favor! Me encantaría que me mostraran dónde dice que alguien fuera evangelizado de esa manera. La Biblia no nos dice que Jesucristo vino a la nación de Israel y le anunció: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado, entonces, ¿quién quiere invitarme a su corazón? Veo aquella mano que se levanta”. Eso no es lo que dice. ¡Cristo dijo: “Arrepentíos y creed el evangelio” (Marcos 1:15)! La gente confía hoy día en el hecho de que alguna vez pronunciaron una oración, y alguien les dijo que eran salvos porque habían sido sinceros. En consecuencia, si uno les pregunta: “¿Eres salvo?” no contestan: “Sí, lo soy porque tengo los ojos puestos en Jesús y tengo evidencias poderosas que me dan la seguridad de haber nacido de nuevo”. ¡No! En cambio, dicen: “Cierta vez dije una oración”.

            Ahora viven como demonios, ¡pero dijeron una oración! El “decisionismo”, la idolatría del “decisionismo”. La gente cree que va camino al cielo porque han juzgado suficiente la sinceridad de su propia decisión. Cuando Pablo fue a la iglesia en Corinto, no les dijo: “A ver, ustedes no están viviendo como cristianos, así que volvamos a aquel momento en su vida cuando dijeron aquella oración y veamos si fueron sinceros”. No, dijo esto: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos” (2 Corintios 13:5).

            1. La primera evaluación tiene que ver con nuestra visión. Ahora ¿puedes captar la maravilla en las palabras de Juan? Observa como lo dice «Mirad qué amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios.» ( 3:1 ) Primero la expresión “mirad” se puede traducir como prestar atención, tener cuidado, ver reflexionando. Por ser imperativo el verbo se convierte en una demanda de parte de Dios. Luego dice “cual amor” (3:1) La traducción literal es “He aquí” es plural aquí, literalmente, “he aquí.» La forma habitual es singular. Juan está llamando todos los santos se asombren ante este tipo particular de amor Dios les ha concedido. «¿Qué clase de» es potapēn, “de qué país, raza o ¿tribu?» La palabra habla de algo extraño. La traducción podría decir: «Mirad, ¿qué clase extranjera de amor que el Padre nos ha dado”. El amor de Dios es ajeno a la raza humana. no se encuentra naturalmente en la humanidad. Cuando existe allí, es en un individuo salvo, y por razón del ministerio del Espíritu Santo. La idea sugiere: “¿De qué reino lejano? Qué amor sobrenatural… qué sobrenatural”.
            2. La segunda evaluación tiene que ver con nuestra adquisición.

            “Ha otorgado” proviene de dedōken la forma tiempo del verbo perfecto de didōmi, se puede entender como“ dar algo a alguien». Se utiliza el tiempo perfecto aquí para indicar que el regalo se convierte en una posesión permanente del recipiente. Dios ha puesto su amor sobre los santos en el sentido de que ellos se han convertido en objetos permanentes de su amor. Uno de los resultados de este amor en acción es que somos llamados hijos de Dios. El propósito de este maravilloso regalo; un amor sabio y santo, preocupado por nuestro mayor bien, «no simplemente para que podamos ser salvos del sufrimiento y la pérdida, sino para que podamos  ser llamados hijos de Dios. Y no sólo tenemos el nombre, sino también el personaje: ‘así somos’”. La palabra “hijos”  no es huios (hijos), sino teknon, “niños nacidos”.

            • La tercera evaluación tiene que ver nuestra condición.

            Por otro lado, es importante observar la palabra  “Llamado” es kaleō, “nombrado”. El verbo kaleō  nunca es usado por Juan para señalar un llamamiento divino sino más bien una decisión de Dios de nombrarnos de esa manera.» Las palabras “y somos” son “un comentario reflexivo entre paréntesis, característica de Juan”

            • La cuarta evaluación tiene que ver con nuestra comunión.

            Ahora Juan va a utilizar la expresión “conoce.” El verbo es ginōskō, que se puede traducir como  “adquirir” conocimiento a través de la experiencia”. Por el mundo aquí Juan describe  a la gente de ese sistema del que se habla en 2:15-17, la gente del sistema mundial del mal. Desde su experiencia con nosotros, la gente del mundo, aunque nos reconozcan como cristianos, hijos de Dios, no pueden venir  a una comprensión y apreciación de la naturaleza de persona que somos, ya que las personas no salvas nunca han tenido una relación salvadora ni conocimiento de ella. La comprensión y el conocimiento íntimos de otra persona se basan en comunión con él. Dado que la gente del mundo no tiene nada en común con los hijos de Dios, no tienen comunión con ellos, y por lo tanto, no los apreciamos ni los comprendemos inteligentemente. El tipo extraño de amor producido en nosotros por el Espíritu Santo nos constituye en tipo de persona extraña para la gente de este mundo, y como ellos no entienden a los extranjeros, a personas de raza diferente a la suya, Simplemente no entienden a los cristianos. Los hijos de Dios también proceden desde un mundo extraño y han llegado a la tierra de tal manera que la gente del mundo está preocupada. Somos extraños para ellos.

             Ahora, no olviden que Juan es un hombre viejo ahora, está en la última vuelta, está en sus años de ocaso, está cerca de la muerte, pero lo que me emociona de él es esto, no ha perdido el sentido de maravilla de la gracia inmerecida de Dios. Se queda boquiabierto cada vez que contempla el amor de Dios por su vida. Cuando contempla la relación única que disfruta con su Padre Celestial, se queda «perdido en el asombro, el amor y la alabanza ¿Alguna vez te detienes a pensar en la maravillosa posición de dignidad, privilegio y honor a la que Dios te ha llevado?

            • La quinta evaluación tiene que ver con nuestra progresión

            En (3:2) Juan dice  “Ahora somos hijos de Dios”, los dos pensamientos de la condición presente y futura de los hijos de Dios se colocan al lado de la cópula simple y, como partes de un pensamiento. La condición cristiana, ahora y eternamente, se centra en el hecho de ser hijos de Dios. En ese hecho reside el germen de todas las posibilidades de la vida eterna”. El verbo en la expresión “aún no ha aparecido” es aoristo pasivo. La lectura correcta es: «Aún no se ha manifestado ni visible».  La fuerza del tiempo aoristo es, nunca se manifestó en ninguna ocasión”. La palabra “qué” es el pronombre interrogativo en género neutro en el texto griego. Se utiliza aquí como en la simple pregunta: «¿Qué seremos?» Esto sugiere algo indescriptible, contenido en la semejanza de Dios. El verbo en la expresión “cuando Él aparezca” es phaneroō, el mismo verbo usado en el caso de la palabra anterior “anpear” en este versículo. En voz pasiva significa “hacerse manifiesto o visible”. Pero podemos decir  correctamente, si Él (o ello) se manifestará. ES decir, «si se manifiesta», eso es lo que seremos; o, ‘si Él’, etc. Ahora somos hijos de Dios. No ha sido revelado lo que seremos y, por lo tanto, no lo sabemos. En ausencia de tal revelación, sabemos (a través de nuestra conciencia de infancia, a través de Su promesa de que contemplaremos Su gloria), que si lo que seremos fuera manifestado, el hecho esencial de la condición glorificada así revelada será la semejanza del Señor. . Este hecho lo conocemos ahora como una promesa, como una verdad general de nuestro estado futuro.

            La condición para darnos cuenta del hecho es la manifestación de ese estado glorificado, la revelación de lo que seremos; porque esa manifestación traerá consigo la visión abierta del Señor.

            Cuando lo que seremos se manifieste, nos pondrá cara a cara con Él, y seremos como Él porque lo veremos tal como Él es”. Por eso, la traducción hasta ahora dice: “Divinamente amados, ahora somos nacidos de Dios. Y aún no se ha hecho visible lo que seremos. Sabemos absolutamente que cuando se haga visible, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal como Él es”.

            Esta semejanza en este contexto tiene que ver con una semejanza física, no espiritual. Los santos ahora son espiritualmente como el Señor Jesús en un sentido relativo, y mediante la obra santificadora del Espíritu Santo, están siendo conformados cada vez más a Su semejanza espiritual. Juan está hablando aquí del Rapto. Pablo en Filipenses 3:20 dice: “Porque la comunidad de la cual somos ciudadanos tiene su morada fija en el cielo, de donde también esperamos el Salvador, nosotros, apartados de todo lo demás, para recibir al Señor Jesucristo. , y recibirlo para nosotros mismos; quien cambiará la apariencia exterior del cuerpo de nuestra humillación para conformarlo a una expresión exterior semejante al cuerpo de Su gloria”. La palabra que Pablo usa «cambiar» es metaschēmatizō, «cambiar la expresión exterior asumiendo que uno se viste desde fuera». Las palabras «ser modelado» son summorphon «una expresión exterior que proviene del interior y es verdaderamente representativa del carácter interior de uno». Ambas palabras se refieren a un cambio externo, no interno. El Rapto tiene que ver con la glorificación del cuerpo físico del creyente, no con un cambio de su vida espiritual interior. Si bien el santo entra al cielo en un estado sin pecado, no es catapultado hacia la madurez espiritual absoluta en un instante de tiempo. Él crece espiritualmente en semejanza con el Señor Jesús a través de la obra santificadora del Espíritu Santo a lo largo de la eternidad, acercándose siempre a esa semejanza, pero nunca igualándola, porque la finitud nunca puede igualar la infinidad.

            Por lo tanto, el cambio que se produce en el Rapto es físico. Seremos como nuestro Señor en cuanto a Su cuerpo físico glorificado. La palabra summorphon “sed semejantes”, habla de esa envoltura exterior de gloria que ahora cubre el cuerpo del Señor Jesús, y que en el Rapto cubrirá el nuestro. Sólo en el Rapto podremos ver a nuestro Señor tal como es ahora, porque los ojos físicos en un cuerpo mortal no podrían mirar esa gloria, sólo los ojos en cuerpos glorificados. Y esa es la razón por la que seremos como Él, porque sólo en ese estado podremos verlo tal como Él es.

            • La sexta evaluación tiene que ver con nuestra obligación

            El versículo (3:3)  se puede traducir como “Cada hombre que tiene”, y es una forma de expresión característica de Juan, que contiene ‘una referencia a algunos que habían cuestionado la aplicación de un principio general en casos particulares’. Aquí a algunas personas que habían negado la obligación práctica de pureza moral involucrada en su esperanza. La esperanza aquí es la esperanza cristiana de ser algún día como el Señor Jesús con respecto a Su cuerpo glorificado. “En” es epi, literalmente, “sobre”. La idea es “esperanza puesta en Él” o “esperanza puesta en Él”. El pronombre “Él” se refiere al Señor Jesús, no a Dios Padre,  es el hecho de que resalta cuando dice: “hagnos (puro) también prueba que la referencia es a Cristo. A diferencia de hagios (santo), que implica pureza absoluta y esencial, denota pureza mantenida con esfuerzo y miedo en medio de impurezas y tentaciones, especialmente carnales… Dios es llamado hagios, pero nunca hagnos. Cristo es hagnos  debido a Su experiencia humana. En cuanto a la expresión “se purifica a sí mismo”,  parece ser que estas palabras no deben tomarse en ningún sentido pelagiano, como si un hombre pudiera por sí mismo purificarse a sí mismo: ‘separados de mí’, dice nuestro Señor, ‘podéis hacer lo mismo’. nada’ (Juan 15:5). El hombre que se purifica tiene esta esperanza puesta en Dios. Este mero hecho implica una voluntad de purificarse, no a partir de esta esperanza ni independientemente de ella, sino siempre estimulada por ella y acompañándola. De modo que la voluntad no es suya, nacida de su propia naturaleza, sino el resultado de su estado cristiano, en el que Dios también le ministra el poder de llevar a cabo esa voluntad en la auto purificación… La idea de hagnizein  (purificar) es muy parecido a katharizein  (limpiar) (1:9): es una purificación completa, no sólo de la impureza, sino de toda contaminación de la carne y del espíritu”. Así, la esperanza de ser como el Señor Jesús despierta la determinación de ser puro como Él, y esto pone en juego la voluntad del cristiano de llevar esa resolución a la acción. Así, dependiendo del Espíritu Santo, el santo elimina el pecado de su vida y lo mantiene fuera.

            Lo extraordinario de lo ordinario…


            [Sansón] encontró una quijada fresca de un asno, la agarró y mató a mil hombres. JUECES 15:15
            Los seres humanos tenemos la tendencia a complicarnos las cosas. Nunca somos sencillos ni mucho menos podemos sospechar que la mayorìa de las soluciones a nuestros problemas provienen de las cosas màs simples y aveces menospreciadas. Tenemos la tendencia a esperar rayoy y truenos y la manifestaciòn gloriosa de Dios para sentirnos que nos està escuchando. Este dìa me detenìa en este casi insignificante pasaje y me di cuenta que puedes tener un problema extraordinario, pero con el favor de Dios, Él puede proporcionarte una solución ordinaria y hacerte victorioso. Eso fue lo que le pasó a Sansón cuando un gran ejército lo rodeó. No tenía armas ni protección. Todo lo que pudo encontrar fue la quijada de un burro. Era pequeña y común, pero Sansón se dio cuenta de que esta mandíbula era parte de su destino divino. Aunque esa mandíbula era ordinaria, se volvió extraordinaria cuando Dios sopló sobre ella. No es necesario ser más grande, más fuerte o más duro para superar los obstáculos. No es necesario tener un gran talento para hacer algo grandioso. Cuando honras a Dios con tu vida, tienes la fuerza más poderosa del universo respirando en tu dirección. Dios sabe cómo tomar algo ordinario y convertirlo en extraordinario. Tal ves la soluciòn la tienes frente a tus ojos sòlo que la estàs menospreciando esperando alguna grandeza para salir de tu problema…

            No dependa del hombre…

            Hoy leìa esta porciòn: Entonces María dijo al ángel: «¿Cómo puede ser esto, si no conozco varón?» Lucas 1:34 NVI. El Espìritu Santo tocò mi corazòn con este sencillo versìculo. La mayorìa de veces creemos que no podemos hacer nada sin la ayuda del alguien o de otro ser humano. Es como aunque creyeremos que Dios puede ayudar lo primero que viene a la mente es quièn me resolverà lo que Dios me ha dicho en mi vida. Y es que cuando el ángel le dijo a María que daría a luz a Jesús, ella le preguntó cómo podía ser posible, ya que nunca había estado con un hombre. Ella estaba hablando de lo físico, pero creo que Dios estaba diciendo: «Mis promesas no dependen del hombre». No necesitas tener una determinada persona para cumplir tu destino o tu jefe para darte un ascenso o el mejor mèdico para curarte. Debemos estar convencidos que las promesas de Dios no dependen de a quién conoces o a quién no conoces. Lo principal es que lo conozcas a Èl. Dios lo controla todo. Las Escrituras dicen que la promoción no viene de las personas, sino de Dios (Salmo 75:5-7). Cuando llega el momento de ser ascendido, sanado o restaurado, Dios no consulta con tus amigos, tu jefe o tu familia. Como el ángel le dijo a María, Dios hará que esto suceda sin un hombre.. Asì que nuestra total confianza debe estar puesta en Dios.

            Las lcuhas en la vida…

            Las luchas del cristiano son una realidad inherente a la experiencia de fe de quienes siguen los principios y enseñanzas del cristianismo. Estas luchas no solo se limitan a enfrentamientos físicos o adversidades externas, sino que también abarcan desafíos internos, emocionales y espirituales que surgen en el camino de la vida cristiana.

            En primer lugar, los cristianos enfrentan luchas externas debido a su compromiso con valores y principios que pueden ser contrarios a las normas sociales o culturales prevalentes. La persecución religiosa, la discriminación y el rechazo pueden ser realidades cotidianas para muchos cristianos en diferentes partes del mundo. La firmeza en la fe a pesar de estas adversidades requiere valor y convicción.

            Además, los cristianos también lidian con desafíos internos, como la lucha contra la tentación y el pecado. La vida cristiana implica un compromiso constante con la moralidad y la ética, lo que a menudo significa resistirse a las tentaciones y mantenerse fieles a los valores enseñados por Jesucristo. Esta lucha interna puede ser intensa y requiere disciplina espiritual y autocontrol.

            Otra lucha común para los cristianos es la búsqueda de la voluntad de Dios en medio de la incertidumbre y los desafíos de la vida. Tomar decisiones que reflejen los valores y principios cristianos puede ser complicado en un mundo lleno de opciones y presiones contradictorias. La oración, la meditación y la consulta de las Escrituras son recursos importantes en esta lucha por discernir el camino de Dios.

            Asimismo, los cristianos enfrentan la lucha por mantener una fe firme en medio de las pruebas y tribulaciones. La enfermedad, la pérdida, el sufrimiento y otras dificultades pueden poner a prueba la fe de los creyentes y provocar preguntas difíciles sobre el propósito y el plan de Dios. Sin embargo, la fe madura y fortalecida emerge cuando los cristianos perseveran en la confianza en Dios incluso en los momentos más difíciles.

            A pesar de estas luchas, los cristianos encuentran consuelo y esperanza en la promesa de que no están solos en su caminar de fe. La presencia de Dios, el apoyo de la comunidad de creyentes y la fortaleza que proviene de una relación personal con Jesucristo son recursos poderosos que los ayudan a enfrentar y superar las luchas del cristiano. En última instancia, estas luchas son oportunidades para el crecimiento espiritual y la maduración en la fe.

            En la vida de Jesús encontramos momentos trascendentales de lucha. Quizás su mayor lucha fue cuando estuvo en el huerto de Getsemaní. En realidad, ese jardín fue el escenario de tremendos conflictos y muestras de poder y represión de parte de los seres humanos y no así de parte de Jesús. Es impresionante observar cómo Jesús pudo haber desplegado su poder para destruir a todos estos “insectos” humanos y sin embargo no lo hizo. A que tipo de luchas somos sometidos todos y cada uno de nosotros. ¿Porqué es que siempre tenemos que estar vigilando y atentos a los ataques del enemigo? Vivimos un batalla intensa lo creamos o no, nos demos cuenta o no. Nuestro enemigo quiere vernos derrotados y atados. Sin embargo, Jesús tiene el poder para liberarnos a pesar de que las luchas que tengamos sean fuertes y muchas veces permanezcan a pesar de que no nos guste la situación.

            Me gustaría analizar en la historia del Getsemaní a lo menos cinco dimensiones de las luchas que se pueden dar en un momento en nuestra vida y que pretenderán desenfocarnos del proyecto que Dios ha establecido para nosotros.

            El primer escenario de lucha se vincula con la sumisión. Y se manifiesta en la lucha de Jesús con su propia lucha personal. Es importante señalar que la lucha de Jesús es descrita en los evangelios con mucha franqueza y realidad. No vemos a un super Jesús que simplemente va a la muerte sin sentirse afligido o turbado.

            ¿Alguna vez te has preguntado dónde estaban todos tus amigos en un momento en que realmente los necesitabas? Tal vez prometieron que serían fieles, pero cuando más necesitabas a esos amigos, no se encontraban por ningún lado. ¿Te ha pasado? ¿Te sientes abandonado en ese momento de necesidad?

            Sabiendo que la cruz y el sepulcro estaban delante de Él, Jesús sintió una necesidad pasar tiempo en intercesión para que Él pudiera obtener la fuerza que necesitaba para enfrentar a lo que estaba delante de Él. Jesús mismo se enfrentó a esa misma situación cuando estaba en el Huerto de Getsemaní la noche antes de su crucifixión.

            Después de que terminó de servir la comunión a Sus discípulos en el aposento alto, la Biblia nos dice que fue al huerto de Getsemaní con ellos. Sabiendo que la cruz y el sepulcro estaban delante de Él, Jesús sintió la necesidad de tiempo en intercesión para que Él pudiera obtener la fuerza que necesitaba para enfrentar lo que le esperaba. También pidió que Pedro, Santiago y Juan vinieran aparte de orar con Él.

            Rara vez, si es que alguna vez, Jesús necesitó la ayuda de sus amigos. La mayoría de las veces, ¡Ellos lo Necesitaban a Èl! Pero en este momento intenso, Jesús realmente sintió la necesidad de tener los tres discípulos que estaban más cerca de Él oran con Él.

            —El los invitò a estos discípulos a orar por solo una hora. Pero en lugar de orar fielmente cuando Jesús necesitaba desesperadamente su apoyo, los tres discípulos seguían cayendo ¡dormidos!

            La batalla mental y espiritual que Jesús experimentó esa noche en el Huerto de Getsemaní fue intensa.

            Hay tres elementos que nos complican nuestra sumisión.

            • El primer elemento son  las exigencias de la lucha.

            La soledad de la lucha. Una de las características de las luchas que como creyentes tenemos es que siempre las enfrentamos solos. Ya sea que la gente no te entiende o simplemente no han experimentado lo que estás pasando.  Lucas 22:41 dice: “se separò de ellos a una buena distancia”.

            La realidad de la lucha

            Cuando analizamos en Marcos 14:32–34 observamos que el narrador dice que Jesús comenzó a estar muy asombrado y a entristecerse. Es decir, el Señor se sintió abrumado por el dolor, pero su primer sentimiento fue de aterrorizada sorpresa. Mientras había previsto la Pasión, cuando apareció claramente a la vista, sus terrores excedieron sus anticipaciones. Su alma humana recibió una nueva experiencia: aprendió sobre la base de las cosas que sufrió (Hebreo 5:8), y la última lección de obediencia comenzó con una sensación de asombro inconcebible.

            La dificultad de la lucha

            Con esto vino otro, el de una angustia mental abrumadora (Comenzó a angustiarse)”. La angustia que sigue a una gran conmoción, ‘el estado confuso, inquieto y medio distraído que puede ser peor que el dolor agudo de una pena plenamente realizada. Los tres discípulos son colocados para que puedan ser testigos de la agonía. Al resumir los verbos que describen la experiencia de Jesús podemos ver que el tuvo un  “Dolor de asombro” cuya palabra griega es ekthambeō, también implica algo relacionado con “provocar asombro o terror, alarmar completamente, aterrorizar, ser golpeado por el terror”. También se usa la expresión “Estar pesado” que en griego es adēmoneo de la palabra adēmon , que significa “incómodo”, como alguien que no está en casa. Habla de una experiencia que no conocemos, en la que no nos sentimos como en casa, es decir, en reposo, y que nos angustia. Por otro lado, Marcos utiliza la expresión “Extremadamente triste” en griego es perilupos,  lupos  que significa “dolor” y peri (περι), “alrededor”, por lo tanto, “rodeado de dolor”, por lo tanto, “muy triste”. El dolor lo envolvió, lo rodeó, saturó su conciencia. “Hasta la muerte” es heōs thanatou, el adverbio que aquí significa “incluso hasta”; Jesús dice, «de modo que casi me muero».

            La intensidad de la lucha

            Lucas 22:44 dice: «Y estando en una agonía oraba con más fervor, y su sudor era como grandes gotas de sangre cayendo al suelo». Quiero que se fijen especialmente en la palabra «agonía» en este versículo. Viene de la palabra griega agonidzo, palabra que se refiere a una lucha, un conflicto, gran esfuerzo o desgaste. Es una palabra que se usa a menudo en el Nuevo Testamento para transmitir las ideas de angustia, dolor, desesperación y conflicto. La palabra agonidzo viene de la palabra agon, que es la palabra que representaba los conflictos y competiciones atléticas que tan famosas fueron en el mundo antiguo.

            El Espíritu Santo usó esta palabra para representar a Jesús en el Huerto de Jesús. Getsemaní en la noche de su traición. Esto nos dice que Jesús fue arrojado en una gran lucha o en una intensa pelea esa noche. Sabiendo que la Cruz y el sepulcro estaban delante de él, exclamó: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa…» (Lucas 22:42). La presión espiritual que pesaba sobre el alma de Jesús era tan grande abrumador que la Biblia dice que fue agonidzo, o agonía.

            Así fue extenuante que involucraba todo el espíritu, el alma y el cuerpo de Jesús. Estuvo en la pelea más grande que había conocido hasta ese momento. El intenso nivel de agonía de Jesús se describe en la frase: «… Oró más seriamente…». La palabra «fervientemente» es la palabra griega ektenes, una palabra griega que significa extenderse o alargarse. Una persona en este tipo de agonía puede caer al suelo, retorciéndose de dolor y rodando en el suelo. Esta palabra ektenes presenta la imagen de una persona que es llevado al límite y no se puede estirar mucho más. Está en el al borde de todo lo que pueda soportar. El estado emocional de Jesús era tan intenso que dice «… su sudor era como grandes gotas de sangre que caían al suelo». El «sudor» es el Palabra griega idros. La palabra «gotas» es la palabra griega thrombos, un palabra que apunta a la sangre que está inusualmente coagulada. Cuando estos dos palabras se unen, describen una afección médica llamada hematidrosis, una condición que ocurre solo en individuos que se encuentran en una situación de estado altamente emocional. Debido a que la mente está bajo una presión mental y emocional tan grande, envía señales de estrés a todo el cuerpo humano. Estas señales se vuelven tan fuerte que el cuerpo reacciona como si estuviera bajo una presión física real. A modo de resultado, la primera y la segunda capa de piel se separan, lo que hace que se forme un vacío entre ellos. De este vacío se filtra sangre densamente coagulada, que rezuma a través de los poros de la piel. Una vez que la sangre se filtra, se mezcla con el sudor del enfermo que brota de su piel como resultado de su intensa lucha. Al final, la sangre y el sudor se mezclan en gotitas y fluyen por la cara de la víctima hasta el suelo. Este fue el peor combate espiritual que Jesús había soportado hasta este momento Hora. ¿Y dónde estaban sus discípulos cuando los necesitaba?

            Estaban ¡durmiendo! Jesús necesitaba a sus amigos más cercanos, pero ni siquiera podían orar durante una hora! Así que Dios le dio fuerza de otra manera.

            ¿Alguna vez has sentido la necesidad de ayuda, pero descubriste que tus amigos no podían serlo? ¿Con quién se cuenta? ¿Encontraste a tus amigos durmiendo en el trabajo cuando sentiste una profunda necesidad de ayuda y apoyo? ¿Estuviste en una situación que te hizo sentir una intensa agonía y eso te llevó al límite? ¿Estás en ese tipo de situación en este momento? Tal vez nunca hayas sudado sangre, pero lo más probable es que lo hayas hecho luchó en tu alma en un momento u otro debido a problemas con tu matrimonio, tus hijos, tus relaciones, tu ministerio o tus finanzas.

            Si alguna vez te has sentido como si estuvieras viviendo constantemente en una «olla a presión», sabes que la presión continua es difícil de manejar, especialmente si no tener a nadie en quien apoyarse para obtener fuerza, aliento y ayuda.

            Si estás experimentando uno de esos momentos en este momento, Jesús lo entiende porque se enfrentó a la misma situación en el huerto de Getsemaní. Hebreos 2:18 dice: «Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados». Debido a lo que Jesús experimentó, Él es capaz de entender todo lo que estás pensando y sintiendo. Te animo a que dediques unos minutos a orar antes de tomar un paso más o tomar una decisión más hoy.

            Habla con Jesús acerca de la situaciones a las que te enfrentas. Él empatiza completamente, y Él te dará la fuerza que necesitas para superar cada una de las «presiones» de la vida» victoriosamente. El estrés emocional intenso produce angustia mental y física. Jesús no sólo sufrió en todos los niveles, Él perseveró a través de un dolor más difícil que puedes concebir. Por lo tanto, Él no solo entiende completamente todo lo que puedas pasar, incluso empatiza contigo. ¿Alguna vez has pensado en eso antes? Jesús experimentó toda la gama de emociones humanas y tensiones emocionales. Él sabe exactamente lo que es sentir la presión que se apodera de Él por todos lados. Debido a que Jesús entiende el estrés, se puede confiar en que te entiende y te ayuda sin importar lo que puedas estar enfrentando.

            ¿Cuáles son los áreas de tu vida en las que estás experimentando estrés? Invita a Jesús a eso y confía en Él para que te ayude. Lo hará. A veces es más fácil hablar con alguien que ya ha pasado por lo mismo lo que estás experimentando. Pero ¿todavía te duele después de hablar con tus padres? ¿Tus amigos, tu cónyuge o tu pastor? Es hora de que hables con Jesús. Él es el Perfecto para hablar contigo acerca de tus luchas porque Él entiende mejor que nadie.

            • El segundo elemento son las experiencias de la lucha.

            La primera experiencia que Jesús sufrió tuvo que ver con la incomprensión.

            ¿Alguna vez ha conocido un momento en el que se sintió solo ante el desafío que enfrentaba? La noche de la traición de Jesús, Él debe haberse sentido así. Pidió a sus discípulos más cercanos (Pedro, Santiago y Juan) que se apartaran y oraran con Él en esas últimas horas. Pero cada vez que regresaba para ver cómo estaban los tres hombres, estaban durmiendo. Como hemos visto, Jesús estaba experimentando una gran batalla espiritual y una presión extrema esa noche. Por eso quería que sus discípulos más cercanos lo ayudaran en oración. Sin embargo, esa noche no le fueron fieles a su necesidad. Pero cuando Jesús no pudo encontrar a nadie que lo apoyara en su hora de necesidad, ¡Dios le brindó asistencia sobrenatural! Lucas 22:43 dice: “Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerlo”. Esta fuerza sobrenatural compensó cualquier falta de apoyo de sus tres discípulos más cercanos. Cuando Lucas escribe que el ángel lo “fortaleció”, usa la palabra griega enischuo. Este es un compuesto de las palabras en e ischuos. La palabra en significa en, y la palabra ischuos es la palabra que significa poder o fortaleza. Normalmente en los tiempos del Nuevo Testamento, la palabra ischuos se usaba para designar a hombres con grandes habilidades musculares, similares a los culturistas del mundo actual. Pero cuando estas dos palabras en e ischuos se combinan, la nueva palabra significa impartir fuerza; empoderar a alguien; llenar a una persona de cordialidad; o para darle a alguien una vitalidad renovada.

            Es posible que una persona se haya sentido agotada y derrotada, pero de repente recibe una explosión de energía tan fuerte que se recarga instantáneamente. ¡Ahora está listo para levantarse, ponerse manos a la obra y ponerse en marcha de nuevo! Esto significa que cuando no se podía confiar en los discípulos y amigos de Jesús en su hora de necesidad, Dios proporcionó un ángel que fortaleció, recargó e impartió fuerza a Jesús, renovando su vitalidad con la fuerza necesaria para enfrentar victoriosamente la hora más difícil. en su vida. Después de ser sobrecargado, Jesús estaba listo para enfrentar la Cruz. Despertó a sus discípulos y les dijo: “Levantaos, vámonos; he aquí, el que me entrega está cerca” (Marcos 14:42). Dios está absolutamente comprometido a ayudarte a superar la situación que estás enfrentando. Y, si es necesario, Él te brindará asistencia sobrenatural para recargarte y mantenerte avanzando a todo vapor.

            La segunda experiencia fue la traición.

            Judas debió estar muy confundido. Por un lado, advirtió a los líderes religiosos sobre el poder sobrenatural de Jesús con tanta fuerza que los soldados llegaron al lugar con armas asesinas, preparados para luchar seriamente. ¡Pero, por otro lado, Judas les dijo que creía poder entregar a Jesús en sus manos con un simple beso!

            Estas dos imágenes contradictorias proporcionan un excelente ejemplo del tipo de confusión que se crea dentro de una persona que camina en el engaño. El engaño es una fuerza poderosa que tuerce y distorsiona la capacidad de ver las cosas con claridad. Las personas engañadas perciben mal, entienden mal, tergiversan y juzgan mal, y luego ni siquiera entienden por qué hicieron lo que hicieron.

            Las diferentes señales contradictorias que Judas estaba dando acerca de Jesús hacen evidente que Judas estaba engañado y confundido. Les dijo a los soldados y a la policía del templo: “…A quien bese, ése es; tómalo y llévalo sano y salvo” (Marcos 14:44). La palabra «beso» es la palabra griega phileo. Esta conocida palabra griega se utiliza para mostrar fuertes emociones, afecto y amor. Más tarde llegó a representar un afecto tan fuerte que se usaba sólo entre personas que tenían un vínculo fuerte o una obligación profundamente sentida entre sí, como maridos y esposas o miembros de la familia. Aún más tarde, pasó a utilizarse como forma de saludo entre amigos especialmente queridos y apreciados. Durante la época en que se escribieron los Evangelios, la palabra phileo habría representado a amigos que estaban unidos por algún tipo de obligación o pacto y que se querían mutuamente muy profundamente. Sobre la base de esta profunda emoción, también se convirtió en la palabra griega para el beso que un hombre le daría a su esposa, que los padres y los hijos se darían entre sí, o que un hermano o hermana podría dar a sus hermanos. En Marcos 14:44, esta palabra representa no solo un beso de amistad, sino un símbolo de profundo amor, afecto, obligación, pacto y relación. Dar este tipo de beso era un símbolo poderoso para todos los que lo veían. Los extraños nunca se saludarían con un beso, pues era un saludo reservado sólo para las relaciones más especiales. Es por eso por lo que Pablo más tarde le dijo a la Iglesia emergente en Roma que “se saludaran unos a otros con ósculo santo…” (Romanos 16:16). Fue un símbolo en ese día de profundo cariño, compromiso y alianza. Judas sabía de antemano que podía darle a Jesús ese beso. Esto nos permite saber que él y Jesús no eran extraños, sino que tenían una relación amistosa única. Como contable y tesorero del ministerio, Judas seguramente se había reunido a menudo con Jesús para discutir las finanzas del ministerio y el desembolso de fondos. Parece que, durante su relación laboral de tres años, se convirtieron en amigos queridos y cercanos, tan cercanos que Judas tuvo el privilegio de darle a Jesús un beso de amistad, un privilegio reservado sólo para unos pocos íntimos en la vida de una persona.

            Traicionar a Jesús con un beso era lo más bajo a lo que una persona podía llegar. Era como decir: “Tú y yo somos amigos para siempre. ¡Ahora, por favor, date la vuelta para poder hundir mi daga en tu espalda! Verá, el beso que le dio Judas fue un beso falso que reveló falta de sinceridad, amor y un compromiso falsos. El hecho de que fuera premeditado lo hizo aún peor. Esta no fue una traición accidental de último momento; fue bien planeado y muy deliberado. Judas jugó el juego hasta el final, trabajando estrechamente con Jesús y permaneciendo parte de su círculo íntimo. Luego, a la hora señalada, Judas hundió el puñal tan profundamente como pudo.

            Pero quiero que notes qué título no usó Judas esa noche: no llamó a Jesús “Señor”. La palabra “señor” expresa la idea de alguien que tiene la autoridad última y suprema en tu vida. Si llamas a alguien “señor”, significaría que estás sometido a la autoridad de esa persona y has entregado todos los ámbitos de tu vida a su gestión, dirección y control. Si Judas hubiera llamado a Jesús “Señor” esa noche, habría significado que Judas había entregado su vida al control de Jesús y estaba sometido a su autoridad. Pero Judas no usó la palabra «Señor». Usó la palabra “Maestro”, lo que reveló que Jesús nunca había llegado a ser realmente la autoridad de Dios en la vida de Judas. La verdad es que Judas sólo había recibido a Jesús como Maestro, Rabino y Comunicador talentoso, pero nunca como Señor. Como sucede en todas las relaciones donde se requiere sumisión a la autoridad, finalmente llegó el momento que demostró el verdadero nivel de sumisión de Judas a Jesús. Cuando llegó la prueba, Judas la falló. Hubo un defecto fatal en su relación con Jesús. Al final, se hizo evidente para todos que, aunque Judas honró y siguió a Jesús como Maestro Jesús nunca había sido su Señor. Por lo tanto, el lado de Judas en su relación con Jesús había sido artificial desde el principio. Incluso con todo el amor y la paciencia de Jesús, la pelota estaba en la cancha de Judas. El discípulo fue quien finalmente determinó el nivel de relación que existiría entre él y Jesús.

            La tercera experiencia fue la oposición.

            La primera oposición se ve relacionada con sus enemigos. Juan 18:3 registra que había “un grupo de hombres” en el Jardín de Getsemaní esa noche. La palabra griega para “un grupo de hombres” es spira. Ésta es la palabra que describe una cohorte militar: el grupo de 300 a 600 soldados mencionado anteriormente. Estos soldados extremadamente bien entrenados estaban equipados con el mejor armamento de la época. Juan 18:3 también nos dice que la noche que arrestaron a Jesús, este grupo de soldados estaba acompañado por “oficiales de los principales sacerdotes y fariseos”. La palabra «oficiales» proviene de la palabra griega huperetas. La palabra huperetas tenía varios significados en los tiempos del Nuevo Testamento, pero en este caso, describía a los “agentes de policía” que trabajaban en los terrenos del templo. Una vez que el tribunal religioso dictaba una sentencia, era responsabilidad de la policía del templo ejecutar esas sentencias. Esta temible fuerza armada trabajaba diariamente con la cohorte estacionada en la Torre de Antonia y reportaba a los principales sacerdotes, los fariseos y el Sanedrín. Estos fueron los “oficiales” que acompañaron a los soldados romanos al Huerto de Getsemaní. Por lo tanto, podemos concluir que cuando los soldados romanos y la policía del templo llegaron para arrestar a Jesús, la ladera donde estaba ubicado el Jardín estaba literalmente cubierta de soldados romanos y milicianos altamente entrenados del Monte del Templo. Quiero que veas realmente qué gran multitud de hombres armados vino esa noche, así que veamos lo que nos dicen los otros evangelios sobre este mismo incidente. Mateo 26:47 dice que era “una gran multitud” de soldados, usando las palabras griegas ochlos polus para indicar que era una gran multitud de hombres armados. Marcos 14:43 lo llama “una gran multitud”, usando la palabra griega ochlos, indicando que era una multitud enorme. Lucas 22:47 también usa la palabra ochlos, indicando que el grupo de soldados que vino esa noche era enorme.

            ¡Hace que uno se pregunte qué les había dicho Judas a los principales sacerdotes acerca de Jesús que les hizo pensar que necesitaban un pequeño ejército para arrestarlo! ¿Judas les advirtió que Jesús y sus discípulos podrían oponer resistencia? ¿O es posible que los principales sacerdotes estuvieran nerviosos de que Jesús pudiera usar su poder sobrenatural para resistirlos? Ciertamente Jesús era conocido por Su poder. Después de todo, había ministrado durante tres años y ocurrían milagros dondequiera que iba. Las historias del poder de Jesús ya deben haber sido legendarias incluso durante su vida aquí en la tierra. Sin embargo, podemos ver en la narración que fue a esta gran multitud que Jesús derribò cuando mencionó su nombre.

            Es obvio que el enemigo le tenía un gran temor a Jesús, de lo contrario no hubiera desplegado semejante fuerza en el momento de capturarlo. ¡El Jesús a quien servimos es poderoso! No hay fuerza lo suficientemente fuerte para resistir Su poder. Sin enfermedades, turbulencias financieras, problemas relacionales, problemas políticos. fuerza: absolutamente nada tiene suficiente poder para resistir lo sobrenatural poder de Jesucristo! Cuando el Gran “YO SOY” abre Su boca y habla, todo poder que intenta desafiarlo a Él o a Su Palabra es empujado ¡hacia atrás y sacudido hasta que se tambalea, tropieza y cae al suelo! Todavía, aunque los soldados no pudieron llevarse a Jesús por la fuerza, Él voluntariamente fue con ellos para ti y para mí.

            ¿Cuál es tu necesidad hoy? ¿Por qué no presentar esas necesidades a Jesús, el Soy genial»? Deja que Él hable a tu corazón, dirigiéndote a Su Palabra. Una vez que vea la promesa que necesita para la situación específica que enfrenta, Pon tu boca de acuerdo con Su Palabra. Al hacerlo, tú también verás el gran poder de Dios desatado contra las fuerzas del mal que intentan desafiarte.

            La segunda oposición se ve relacionada con sus amigos.

            Mientras estos soldados todavía estaban boca arriba, Peter de repente decidió tomar el asunto en sus propias manos. Debió verlo como su gran oportunidad para mostrarse valiente y aprovechar el momento, ¡pero lo que hizo fue simplemente impactante! Es la imagen perfecta de alguien actuando antes de pensar las cosas del todo.

            Cuando Juan 18:10 dice que Pedro «le cortó» la oreja derecha, las palabras «cortar» provienen de la palabra griega apokopto, que es un compuesto de las palabras apo y kopto. La palabra apo significa alejarse y la palabra kopto significa cortar hacia abajo. En conjunto, la nueva palabra describe una oscilación descendente que corta algo. En este caso, Pedro se balanceó hacia abajo con tanta fuerza que le cortó por completo la oreja al siervo del sumo sacerdote. Algunos tratan de insinuar que Pedro simplemente mordió la oreja de este hombre, pero el griego muestra que el movimiento de la espada de Pedro provocó la extracción completa de la oreja. La palabra griega para “oído” es otarion y se refiere a todo el oído externo. La Biblia es tan detallada sobre los eventos que ocurrieron esa noche, que incluso nos dice que era la oreja derecha del siervo. ¡El siervo del sumo sacerdote perdió toda su oreja derecha cuando Pedro se volvió hacia él!

            Este hombre era parte de un grupo que había sido amenazador y antagónico hacia Jesús. Pero Jesús no dijo: “¡Finalmente uno de ustedes obtuvo lo que se merece!” En cambio, se acercó al hombre necesitado, lo tocó y lo sanó sobrenaturalmente. Tenga presente que el sumo sacerdote, un saduceo, se oponía vehementemente al ministerio sobrenatural de Jesús. ¡Sin embargo, fue el propio siervo del sumo sacerdote quien recibió un toque sobrenatural de Jesús! ¡Qué contraste fueron las acciones de Jesús con el comportamiento de Pedro! Lo más probable es que Pedro actuara a partir de una ofensa que llevaba mucho tiempo conteniendo, pero Jesús demostró amor y cuidado genuino incluso hacia aquellos que se opusieron a él durante su vida y que contribuyeron decisivamente a conducirlo a su crucifixión. Así que no sigas el ejemplo de Pedro en el Huerto de Getsemaní. ¡En lugar de eso, ore por la gracia de ser como Jesús! Decide hoy dejar que el Espíritu Santo te dé el poder para perdonar a quienes te han ofendido o causado daño. Decídete a amar a tus ofensores y oponentes de la misma manera que Jesús los ama.

            Lo que Pedro le hizo a Malco no sólo fue escandaloso: iba contra la ley y, por lo tanto, era punible. ¡La acción de Pedro fue criminal! Las malas acciones de Pedro fueron suficientes para arruinar toda su vida, ya que podrían haberlo sentenciado por herir físicamente a un conciudadano. Y este no era un ciudadano cualquiera. Como siervo del sumo sacerdote, Malco era un hombre muy conocido en la ciudad de Jerusalén. Ciertamente Pedro habría sido encarcelado por herir a una persona de tal estatura.

            Jesús acababa de sudar sangre por la intensa batalla espiritual que libró en oración en el Huerto. Luego recibió el beso de la traición de un amigo y, por tanto, se enfrentaba a la perspectiva de la cruz y tres días en la tumba.

            Ahora se le había impuesto un nuevo problema. Debido al comportamiento impetuoso y no autorizado de Pedro, ¡Jesús tuvo que suspender todo por un momento para poder dar un paso adelante y arreglar el desastre que Pedro había creado!

            Mientras la sangre brotaba del costado de la cabeza de Malco y goteaba de la espada que Pedro sostenía en su mano, Jesús preguntó a los soldados: “… dejadlos…” (Lucas 22:51). Esto era el equivalente a decir: «¡Déjame hacer una cosa más antes de que me lleves!». Entonces Jesús se acercó a Malco y “…tocó su oreja y lo sanó”. En lugar de permitir que se lo llevaran mientras Pedro todavía estaba sujeto a arresto, encarcelamiento y posible ejecución, Jesús detuvo todo el proceso para arreglar el desastre que Pedro hizo esa noche.

            La Biblia dice que Jesús “tocó” al siervo. La palabra griega para “tocar” es aptomai, una palabra que significa agarrar firmemente o sostener con fuerza. Esto es muy importante, porque nos permite saber que Jesús no solo tocó ligeramente a Malco; agarró firmemente la cabeza del sirviente y la sostuvo con fuerza.

            ¿Por qué es esto tan significativo? Porque nos habla de la tenacidad con la que Jesús oró. Cuando Él impuso Sus manos sobre la gente, ¡ellos supieron que les habían sido impuestas manos! La Biblia no nos dice si Jesús tocó el muñón que quedaba de la oreja cortada y le creció una oreja nueva o agarró la oreja vieja del suelo y milagrosamente la volvió a colocar en su lugar. Sin embargo, independientemente de cómo ocurrió el milagro, la palabra aptomai (“tocado”) nos permite saber que Jesús fue agresivo en la forma en que tocó al hombre.

            Como resultado del toque de Jesús, Malco quedó completamente “sanado” (v. 51). La palabra “sanado” es la palabra griega iaomai, que significa curar, restaurar o sanar. Jesús restauró completamente la oreja de Malco antes de que los soldados lo ataron y lo sacaron del jardín. Esa noche, en el Huerto de Getsemaní, las mismas palabras de Jesús derribaron a entre 300 y 600 soldados y los derribaron de espaldas. No necesitaba la ayuda de Pedro. No solicitó la intervención de Pedro. Sin embargo, Pedro de repente se metió en medio de los asuntos de Dios y trató de instigar una revuelta. Sin embargo, en lugar de alejarse y dejar a Pedro en el desastre que había causado por sus propias acciones, Jesús detuvo todo lo que estaba sucediendo e intervino en favor de su discípulo. Jesús se tomó el tiempo para sanar la oreja de Malco por dos razones principales: 1) porque es un sanador y 2) porque no quería que arrestaran a Pedro por sus acciones impulsivas.

            La próxima vez que crea que está demasiado ocupado o que es demasiado importante para involucrarse en el problema de un amigo, recuerde este ejemplo que Jesús nos dio la noche de su arresto. Esa noche Jesús tenía muchas cosas en la cabeza, pero aun así lo detuvo todo para ayudar a un amigo. Podría haber dicho: “Pedro, tú mismo has creado este desastre; ahora puedes arreglarlo tú mismo”. Pero estaba claro que Pedro nunca saldría de este problema sin ayuda, por lo que Jesús intervino para ayudarlo a poner las cosas en orden nuevamente.

            • El tercer elemento fue la suficiencia de la lucha.

            Hay muchos detalles que nos muestran la suficiencia de Jesùs en la lucha. En esta narración se desarrolla toda una teología del poder. Primero podemos ver que cuando hay luchas tenemos siempre tendencias al buen uso o mal uso del poder de Dios en nuestras vidas. La primera evidencia del poder represión. Roma y los guardias del templo y la multitud estaban seguros de que tenían un gran poder. El poder del estado y el poder de las armas. Con eso se sentían seguros de poder triunfar sobre Jesùs. Este es el poder que se usa para imponer. La segunda evidencia del poder está en Judas que ejerce el poder de la manipulación. Judas actúa en las sombras, hace negocio y por otro lado actúa de tal ,amera que logra lo que se ha propuesto. Este poder se usa para pretender.  La tercera evidencia es el poder de la agresión. Este es esencialmente visto en la persona de Pedro. Toma la espada y agrede a quien amenaza su vida y a su maestro. Este poder se usa para defender.

            La cuarta evidencia de poder está en Jesùs, es el poder de la restauración. Vemos a Jesùs sanando a sus enemigos, sometiéndose a sus enemigos y ayudando a sus escogidos. Jesùs uso el poder para bien. Este poder se usa para testificar. Finalmente, la quinta evidencia del poder es el poder de la liberación. Este se muestra en las disciplinas que Jesùs utilizó. La oración para fortalecerse, la palabra para someterse y la voluntad de Dios para motivarse a cumplir con lo que tenía por delante. Este poder sirve para glorificar.  

              En la conmovedora escena del huerto de Getsemaní, los cristianos encuentran profundas enseñanzas espirituales que reflejan la humanidad y la divinidad de Jesús. Mientras se sumerge en una angustia abrumadora antes de su crucifixión, Jesús muestra su humanidad al experimentar miedo, dolor y ansiedad. Sin embargo, su respuesta es un ejemplo de total entrega a la voluntad divina, un acto de rendición que ilustra la importancia de confiar en Dios incluso en los momentos más difíciles. A través de esta experiencia, los creyentes aprenden sobre la importancia de la oración ferviente y la confianza en la providencia divina, así como la fortaleza para enfrentar los desafíos con fe y valentía. La imagen de Jesús en el huerto de Getsemaní sirve como recordatorio del sacrificio supremo que hizo por la humanidad y como inspiración para seguir su ejemplo de amor, obediencia y entrega a Dios.

            ¿Amateur o Profesional?

            Unas preguntas antes…

            . ¿Tu nivel de compromiso revela que eres un aficionado o un ¿Cristiano profesional? ¿Te enfrentas a las dificultades con valentía, o te acobardas y corres cuando las cosas se ponen difíciles?  ¿Qué dirían otras personas sobre tu nivel de compromiso? ¿Por qué no pides a unos cuantos amigos que te digan lo que piensan, dándoles el derecho para ser totalmente honesto contigo?

            Es un hecho que las dificultades casi siempre revelan el nivel real de la vida de una persona y su compromiso con Jesucristo. Cuando todo va bien y no hay desafíos, es fácil servir a Dios. Pero cuando las cosas se ponen difíciles y la gente se enfrentan a decisiones difíciles, este es el momento dorado en el que el nivel real de su compromiso se revela, cuando tienen que decidir, ¿Permaneceré ¿Fiel en los tiempos difíciles?

            Puede estar seguro de que, si existe una falla en su compromiso con Jesús, los episodios difíciles de la vida traerán ese defecto a la superficie. En la antigua Unión Soviética, se sabe de muchas personas pagaron un precio muy alto por su fe en Jesucristo. Los gobernantes de aquel tiempo pasado enviaron muchos creyentes a la cárcel; otros fueron deportados a campos de trabajo forzado; y encarcelados otros en hospitales psiquiátricos, donde fueron tratados como pacientes porque creían en Dios.

            La dirección soviética encontró todo tipo de formas de despreciar, humillar y burlarse de los cristianos por ser diferentes. Entonces , por lo tanto, era un asunto muy serio creer en Jesucristo, que requería una compromiso de por vida.

            Esto es realmente cierto en todos los niveles de la vida. Por ejemplo, puedes decir que estás comprometido con tu cónyuge, un amigo, con su empleador o incluso con tu iglesia. Pero ¿qué pasa si surgen problemas en esas relaciones que hacen que ¿Te sientes incómodo? ¿Qué pasa si ser fiel requiere que te apegues a ¿Alguien que de repente es impopular? ¿Permanecerás fiel a eso? ¿Seguirás en una relación si surgen problemas en ella? ¿Cumplirás con tu compromiso y mantendrás tu palabra, ¿o meterás la cola y huirás del estrés, dando vueltas ¿Dejando que tu relación se vaya con el viento?

            Verás, ¡los tiempos difíciles realmente revelan la verdad sobre quiénes son las personas! ¿No te hace sentir agradecido por las personas que se han quedado contigo? a través de los momentos altos y bajos, a través de las buenas y las malas, ¿A través de los buenos y malos momentos? Amigos como estos son muy raros, Así que asegúrate de nunca darlos por sentado. Han demostrado la sinceridad de su compromiso contigo al permanecer contigo a través de todo.

            En Segunda de Timoteo, muchas personas estaban desertando de la fe porque habían llegado tiempos difíciles. Permanecer fieles a Jesús significaba que podrían enfrentar persecución, palizas, encarcelamiento o incluso la muerte. Antes de la persecución La iglesia de Éfeso crecía rápidamente. Pero ahora lo era a medida que las adversidades recién llegadas exponían el nivel genuino de la fe de la gente.

            En medio de estos tiempos difíciles, Pablo escribió a Timoteo acerca de la actitud que es esencial para sobrevivir a tiempos difíciles. A pesar de que Pablo al hacer una declaración, también estaba haciendo una pregunta muy directa. Dijo: «Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente” 2 Timoteo 2:5. La palabra «lucha » es la palabra griega athlesis, que siempre describe actividades atléticas o eventos deportivos. También representaba a profesionales Atletas. Con el paso del tiempo, expresaba la idea de cualquier acontecimiento de la vida que exige el trabajo de uno o el sudor y las lágrimas. Indicaba esfuerzo, perseverancia y compromiso. Podría referirse tanto al esfuerzo físico como al esfuerzo mental.

            Al igual que en nuestro mundo actual, había atletas aficionados y profesionales en el momento que Pablo escribió esta carta. Si alguien era un aficionado, no era un contendiente serio y no participaría en las más duros competiciones. Sin embargo, si era un atleta profesional, se comprometía a asegurar que estaba listo para competir, sin importar cuán intensa fuera la oposición o lo difíciles que fueran las circunstancias.

            Esta es la idea que Pablo es transmitiendo cuando usó la palabra athlesis en este versículo. Pablo estaba preguntando en esencia: ¿Eres un aficionado que sirve al Señor solo por diversión? ¿Te has comprometido a llegar hasta el final, a pesar de todo? de la lucha que sigue? ¿Estás sirviendo al Señor solo porque es popular y agradable para ¿El momento? ¿Eres un profesional que está dispuesto a pagar cualquier precio, someterse a cualquier tipo de dificultad, aguantar cualquier presión, y soportarlo todo hasta que ¿Saldrás ganador? ¿Estás realmente comprometido? Si no estás comprometido, nunca llegarás al final.

            Pero si lo haces, Pablo dice que hay una «corona» esperándote. Esa palabra «corona» es la palabra stephanos, y se refiere a un Corona del vencedor. En los juegos antiguos, era una corona de hojas colocada en la cabeza del atleta ganador. En cuanto al valor económico , no valía nada, pero valía lo que representaba ¡La lucha!

            Un atleta que se llevó la corona de vencedor fue honrado por el resto de su vida. El recuerdo de su hazaña sería grabado en la sociedad, asegurándose de que nunca sería pasado por alto u olvidado a lo largo de su vida.

            Si eres un serio contendiente para hacer la voluntad de Dios, si no lo haces y permites que cualquier cosa te detenga, sin importar lo que desafíe al diablo y a la vida puede tratar de tirarte a ti, te irás con el respeto y el honor de otros al final de la batalla. Verán que la sinceridad de tu fe como genuina y probada, sobreviviendo a los tiempos difíciles.

            Va a demostrar a que tu fe no era defectuosa que se acobardó y corrió en tiempos difíciles. ¡Qué No, aguantaste y mostraste quién eres realmente!

            Como resultado, la gente nunca olvidará eso ¡Te mantuviste fiel a tu compromiso! ¿No es cierto que recuerdas y casi te quedas asombrado por la gente? ¿Quién se mantuvo fiel a sus amigos, incluso en tiempos difíciles? ¿Que mantuvieron su compromiso con su cónyuge, a pesar de que su matrimonio estaba sufriendo? Que permanecieron fieles a su pastor a pesar de los tiempos difíciles en la ¿iglesia? ¿Que se mantuvieron fieles a sus principios y se negaron a ceder a las presiones que vinieron a tratar de romperlos?

            Seamos realistas: las personas que encajan en estas categorías son bastante raras en el mundo de hoy. ¡Pero son campeones para el resto de nosotros! Son ejemplos de lo que deberíamos tratar de llegar a ser. A pesar de que sufrieron mucho para mantener su compromisos, como resultado se erigen como héroes para aquellos que han observado su raza espiritual. Su corona en esta vida es el lugar especial de honor que ha quedado grabado en la mente de otras personas debido a sus logros. Demostraron ser creyentes profesionales, no solo aficionados. ¡A lo largo del viaje hasta que les costó algo!

            ¿Qué clase de creyente eres hoy, amigo? ¿Eres un profesional, o ¿Eres un aficionado? Debes llegar a una conclusión de honestidad en tu caminar espiritual donde te encuentres dispuesto a hacerse estas preguntas.

            Verás, es divertido servir al Señor cuando es fácil y conveniente. Pero ¿Qué pasa si Dios te pide que salgas de tu vida fácil para aceptar un reto mayor? Ese ser el momento clave de tu descubrimiento ¡Cuando descubras qué tipo de atleta espiritual eres realmente!

            Porque no oras conmigo… ¡Señor, quiero que me veas como un profesional! Por lo tanto, elijo ¡Quitar las actitudes y comportamientos cristianos de aficionados! Para que yo sea todo lo que quieres que sea, entiendo que va a requerir más de mí. En este momento estoy decidiendo pasar a un nivel más alto de compromiso con Dios, darle todo lo que tengo y nunca dejar de seguir  ¡Hasta que el trabajo esté terminado y la tarea esté completa! ¡Ayúdame a moverme en la “liga profesional” como creyente y dejar la vida de la amateur detrás de siempre! ¡Oro esto en el nombre de Jesús!

            Porque no hace una confesión de fe hoy… ¡Confieso que soy un serio contendiente para hacer la voluntad de Dios! A pesar de lo que el diablo y la vida traten de arrojarme, me alejaré como ganador. Sobreviviré a los tiempos difíciles y así probaré la sinceridad de mi fe. La mía no es una fe defectuosa que se acobarda y corre. Yo soy  ¡Un cristiano que aguanta hasta el final! ¡Declaro esto por fe en el nombre de Jesús!

            «…dìa de pago…»

            Cuando Ricardo Rebolledo era pastor de la Iglesia Bautista del Calvario en la ciudad de Perú, tuvo la oportunidad de guiar a su hermano al Señor. Su hermano había sido agnóstico la mayor parte de su vida, pero mientras yacía desesperadamente enfermo en el hospital, sus pensamientos se volvieron hacia el Señor, y vino a Cristo. Algún tiempo después, el Pastor Rebolledo fue llamado para que fuera al hospital rápidamente y visitara a su hermano, que estaba profundamente perturbado. Así que entró en la habitación y dijo: «Raúl , quiero que sepas que eres salvo, y aunque tengas una enfermedad terminal, y aunque vayas a morir, eres salvo, y vas a ir al cielo, cuando mueras, y no debes tener miedo de morir». Raúl dijo: «Ricardo, no lo entiendes. Sé que soy salvo, y sé que iré al cielo cuando muera. No es que tenga miedo de morir, me da vergüenza morir porque voy a llegar con las manos vacías

            Tal vez a usted no le pasó pero es realmente estresante y vergonzoso llegar a su clase teniendo que llevar lo que se le había asignado y no tener absolutamente nada más que excusas del por qué no hizo lo que debió haber hecho.

            ¿Puedo hacerle una pregunta, cuando el Señor aparezca cómo te encontrarà?

            Ahora bien, estos dos últimos versículos de (1 Juan 2:28-29.) sirven de puente entre los dos temas principales del libro. En los dos primeros capítulos, Juan trata sobre la comunión o cómo caminar diariamente con el Señor. En (Cap. 3-5) Juan trata de la filiación, o de nacer de Dios.

            También nos ha señalado los contrastes entre la luz y las tinieblas (1:1-2:6), el amor y el odio (2:7-17) y la verdad y el error (2:18-27). Ha llegado a la conclusión que es imposible vivir en comunión con Dios, si eres desobediente, u odioso, o falso. Cualquiera de estos pecados te sacará de la realidad y te llevará a fingir.

            Ahora parece que Juan está atando los cabos sueltos de su enseñanza sobre la comunión en esta sección de su carta, es como si estuviera tratando de cerrar su argumento cuando dice «y ahora».

            Es un versículo resumen y junto con (2:29) sirve de puente entre los dos temas principales del libro.

            Es de esto de lo que quiero hablarte hoy…. es sobre el tema: «¿Cómo será tu encuentro con Jesús cuando aparezca?

            Pues si no sabes hay un tiempo en el futuro en el que cada creyente se enfrentará a Dios. Las Escrituras enseñan que todos serán juzgados, pero no todos al mismo tiempo, ni de la misma manera, ni por la misma razón, ni con los mismos resultados.

            Cuando pensamos en la venida del Señor, somos conscientes de que es necesario que los pecadores estén preparados. Si no eres salvo, corres el riesgo de quedarte atrás cuando Jesucristo regrese. ¡Cada día que vives sin Cristo, estás asumiendo un riesgo tremendo con tu alma eterna!

            Pero cuando pensamos en la venida del Señor, somos conscientes de que es necesario que los santos estén preparados. La necesidad no es la salvación, porque eso ya ha sido resuelto. ¡La necesidad es vivir de tal manera que cuando el Señor aparezca no nos avergoncemos ante Él en Su venida!

            Entonces, ¿qué es lo que le espera a cada creyente? ¿Cómo quieres conocerlo? Miren estos dos versículos y noten que Juan habla aquí de:

            En primer lugar, nos habla LA REALIDAD DE SU VENIDA.

            ¿Ves lo que dice Juan? ( 2:28 ) Esta es la primera mención en esta carta del prometido regreso de Cristo.

            El libro de Apocalipsis trata en detalle de los acontecimientos futuros. Ahora tenga en cuenta que la Segunda Venida del Señor se llevará a cabo en dos etapas. En esencia, el Rapto de la Iglesia introducirá el período de la Tribulación, la Segunda Venida concluirá el período de la Tribulación. En el Rapto Cristo viene al aire, ( 1 Tesalonicenses 4:16-17 ) En la Segunda Venida Cristo viene a la tierra ( Zacarías 14:4 ) En el Rapto Él viene por Sus santos, en la Segunda Venida Él viene con Sus santos ( 3:13 Judas 14 ). El Rapto se presenta como un tiempo de bendición (1 Tesalonicenses 4:18). La Segunda Venida se presenta como un tiempo de juicio (2 Tesalonicenses 2:8) El Rapto parece involucrar principalmente a la iglesia (1 Corintios 15:51) La Segunda Venida parece involucrar a Israel, luego a las naciones gentiles (Mateo 24:1; 25:46).

            Al Rapto lo llamamos la Aparición, a la segunda venida la llamamos la retribución. Ahora, Juan está hablando aquí de nuestro encuentro con el Señor en el aire, seguido de nuestra aparición en el Tribunal de Cristo (1 Corintios 3:11-15; 2 Corintios 4:10). Juan dice : «Él se manifestará», y habla de «Su venida».

            Pero pasemos a hacer otra pregunta sobre el versículo que Juan nos presenta. ¿Cuáles son las alternativas que esperan a los cristianos ese día? Bueno, claramente hay dos, y sólo dos. Es posible que tengamos «confianza ante él» o «rehuir avergonzados de él», uno u otro. Hay una enseñanza falsa que ha surgido dentro de los círculos cristianos que sugiere que el día de nuestra aparición ante el Señor será un día únicamente para dar recompensas. No debe haber arrepentimientos, ni vergüenza, ni notas negativas en absoluto; es todo dulzura y luz. Es difícil entender cómo surge tal enseñanza frente a una Escritura como ésta, donde Juan advierte que es muy posible encogerse de vergüenza ante él en su venida. Como bien lo ha dicho alguien: «Lo que tejemos en el tiempo, lo usaremos por la eternidad». Cada motivo debe ser revelado, cada pensamiento secreto debe ser descubierto ante todos, cada actividad debe quedar al descubierto. A la luz de ese hecho, ¿qué serás? ¿Serás audaz y confiado, o te encogerás de vergüenza ante él? Ésa es la pregunta que Juan nos plantea.

            Ahora bien, que elementos debemos tomar en cuenta para ese momento tan crucial de nuestras vidas.

            ·         En primer lugar, hablemos de manifestaciones.

            Lo urgente de la manifestación.

            El texto en la RV60 y la NVI empieza con la expresión “ahora”. Esta palabra en griego es un adverbio que se puede traducir en este instante, en este momento, el presente. ¿Te das cuenta de la importancia de esa palabra “ahora”? Esto me recuerda la urgencia de hacer lo que me dicen. ¡Se me dice que permanezca en Él ahora! No debo esperar. No debo posponerlo. No debo decir: “Cuando sea mayor” o “Cuando me jubile, caminaré cerca de Dios y permaneceré en Él”. ¡Se nos dice que lo hagamos ahora!  Déjame decirte que, si no permaneces en Cristo ahora, te arrepentirás más tarde. Otro detalle es la expresión “cuando”. (2:28) “Cuando” es ean , “si”, usado con el modo subjuntivo, el modo de probabilidad futura. La duda está aquí, no en cuanto al hecho de la venida de nuestro Señor por Su Iglesia, como Él lo prometió, sino en cuanto al tiempo de esa venida. Se podría traducir “cuando Él aparezca”. La exhortación: “Permaneced constantemente en él” se da en vista de la incertidumbre del tiempo de su venida. El creyente debe vivir en estrecha comunión con su Señor a fin de estar preparado para esa venida.

            Lo evidente de la manifestación.

            La palabra «aparecer» significa «manifestar, ser revelado, hacer evidente», en la hora de Su venida, el Señor Jesús se dará a conocer a cada creyente. «Él» será visto por los que son salvos. Es más, phaneroō , en voz pasiva como está aquí, “a hacerse manifiesto o visible”. El invisible Señor Jesús algún día se hará visible cuando venga del cielo a la atmósfera de esta tierra para capturar a Su Novia, la Iglesia. Es decir podrá ser visto por el ojo humano.

            Lo imponente de la manifestación.

            La palabra «venida» aquí es parusía, que es la palabra griega que se usa con más frecuencia en la Biblia para describir el regreso de Cristo. Significa «presencia» (2 Corintios 10:10) Enfatiza la presencia corporal venidera de Cristo por su pueblo. Juan dice: «Él se presentarà». Esto implica

            ¿Recuerdas que el libro de Hebreos se refiere a las tres apariciones de Cristo?   Dice: «Porque entonces es necesario que haya padecido muchas veces desde la fundación del mundo, pero ahora, una vez en el fin del mundo, se ha manifestado para quitar el pecado por el sacrificio de sí mismo». ( 9:26 ) Esta es la primera aparición del Señor Jesús, Él vino a este mundo hace dos mil años para quitar el pecado por el sacrificio de Sí mismo. Ahora otra aparición del Señor Jesús está teniendo lugar en este mismo momento. Porque el escritor de Hebreos dice: «Porque Cristo no ha entrado en los lugares santos hechos de manos, que son las figuras de los verdaderos, sino en el cielo mismo, para aparecer ahora en la presencia de Dios por nosotros». ( 9:24 ) ¡Esa es la aparición presente de nuestro Señor Jesús! Ahora mismo Cristo está en el cielo y Él aparece en el cielo por ti. ¿Sabías que Jesucristo está orando por ti? ¿No es eso un estímulo para vivir para Él en tu caminar diario? Pero en ese pasaje se menciona otra aparición: «Así que Cristo fue ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, y a los que le esperan, se les aparecerá por segunda vez sin pecado para salvación». ( 9:28 ) Mi …. ¡Esta es la futura aparición de Jesucristo! ¿No te alegras de que Él venga personalmente? ¿Recuerdas lo que dijo el Salvador mismo? «Si voy y os preparo lugar, vendré otra vez» (14:3) Pablo dice, «el Señor mismo descenderá del cielo con un grito» (1 Tesalonicenses 4:16) No hay «si» o «peros», ¡Cristo ciertamente viene!

            ¿Recuerdas que Juan, en los primeros versículos de esta carta, habló de cómo había oído, visto y tocado al Señor? ( 1:1-2 ) Nunca hemos tenido ese privilegio, pero un día lo tendremos porque «Él» será visto por aquellos que son salvos. Él vendrá personalmente, realmente, visiblemente, y lo veremos.

            • En segundo lugar, hablemos de retribuciones

            La palabra «venida» aquí significa literalmente «un ser cercano». Cuando piensas en esta cercanía, piensas en una cercanía profética. Porque un estudio cuidadoso y honesto del Nuevo Testamento nos llevará a creer que, proféticamente, la venida del Señor debe estar cerca. Luego, hay una cercanía personal. ¡Porque estaremos en la presencia de nuestro Señor Jesucristo! Como creyentes, podemos disfrutar de la cercanía de Su presencia hoy, pero cuando Él regrese, en realidad moraremos en Su presencia por toda la eternidad. ¿Ves cómo Juan lo expresa (3:2)? Hemos caminado con Cristo por fe en la tierra, pero en el aire lo veremos tal como es. Esta es la esperanza de la iglesia. Esta es la perspectiva de los creyentes.

            Habrá a lo menos tres niveles de retribuciones. Porque en su venida todo creyente se presentará ante el Señor, donde se examinarán su servicio y sus motivos.

            (a)  Para TODOS los cristianos habrá evaluación:

            ¿Recuerdas las palabras del apóstol: «Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que se hace en su cuerpo, ¿sea bueno o sea malo”? ( 2 Corintios 5:10 ) Las palabras traducidas «tribunal de justicia» vienen de la palabra griega «bema». El » Bema», era el asiento de un árbitro, era un término familiar para los atletas que competían en los juegos. Porque en esos grandes estadios había un asiento elevado en el que se sentaba el árbitro. Desde este asiento tenía una visión clara y virgen de los participantes en la arena. Una vez terminados los juegos, los competidores vencedores se reunían ante la «bema», donde recibían sus recompensas. Este era un asiento desde el cual se distribuían las recompensas a los que salían victoriosos. Pablo dice que «todos debemos manifestarnos sin disfraz ante el bema».

            1.  En este «Bema», Juicio se Revisarán nuestros Motivos:

            Un experto traduce (1 Corintios 4:5) de la siguiente manera: «La hora del juicio final aún está por venir cuando el Señor traerá oscuros secretos a la luz y revelará los objetivos y motivos internos de la vida». Entonces la pregunta será: «¿ Por qué haces lo que haces cuando lo haces?» ¿Está listo para una inspección de este tipo? ¿Estás listo para responder al porqué del Salvador?

            2.  En este «Bema», Juicio nuestro Servicio será Revisado:

            Pablo dice: «Y si el hombre edifica sobre este fundamento, oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca. La obra de cada uno será manifestada, porque el día la declarará, porque será revelada por fuego, y el fuego probará la obra de cada hombre de cualquier clase que sea».

            ( 1 Corintios 3:12-13 ) ¿Te das cuenta de que Dios clasifica tus obras en las siguientes seis áreas? ¡Oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, rastrojos! Lo permanente y lo perecedero, lo indestructible y lo destructible. Los primeros resisten la prueba de fuego, el escrutinio del Juez, los segundos no. (Apocalipsis 1:14)

            ¿Su servicio actual, lo que Ud. está haciendo para el Señor, ahora, soportará el fuego del Bema? ¿Resistirás la prueba? La historia se cuenta sobre una conversación entre dos niños pequeños. Uno de los niños notó que la abuela de los otros pasaba mucho tiempo leyendo su Biblia. «¿Por qué lee tanto la Biblia?» —preguntó el muchacho a su amigo. El otro chico respondió: «Está estudiando, estudiando, para su examen final». Dime, ¿te estás preparando para este examen final?

            (b)   Para ALGUNOS cristianos habrá emoción:

            Primero es importante analizar la expresión “tengamos” ya que en griego es schōmen que es el subjuntivo aoristo, que aquí habla de acción instantánea. Es decir, el santo en el momento del Rapto debería estar viviendo en una comunión tan estrecha con su Señor que la aparición repentina del Salvador simplemente continúe la comunión que estaba en progreso en la tierra, como Enoc que caminó con Dios en la tierra y de repente ya no estuvo, porque Dios se lo llevó. No hay necesidad de un ajuste gradual a esa confraternidad en la que será introducido en el Rapto, porque la última confraternidad es simplemente una continuación de la primera. Es una libertad de expresión instantánea, de santa audacia, de seguridad

            Porque Juan habla de encontrarse con el Señor «con confianza». La palabra significa «ser franco, libertad de expresión, sin sentido de restricción». Es descriptivo de alguien que no se avergüenza ni se siente pena. Encontrarnos con el Señor con confianza significa que cuando estemos delante de Él, podremos mirarlo a los ojos. No nos sonrojaremos, ni tendremos que mirar hacia abajo, sino que expresaremos libremente nuestra alabanza a Él. Encontrarnos con el Señor con «confianza» será un momento emocionante, porque no seremos refrenados ni nos abstendremos de levantar nuestras voces en alabanza y adoración al Señor. Clamaremos como los del Libro del Apocalipsis: «Digno eres, oh, Señor, de recibir gloria, honor y poder, porque Tú has creado todas las cosas y para Tu placer son y fueron creadas». ( 4:11

            (c) Para OTROS Cristianos habrá reprensión.

            “Avergonzarse” es aischunō , “llenarse de vergüenza, hacer avergonzado”, en voz pasiva, como aquí, “estar lleno de vergüenza, avergonzarse”. El verbo aquí se asocia con ap’ autou  “de Él”, y podría traducirse como “avergonzado, aléjate de Él”. “El pensamiento fundamental es el de la separación y el alejamiento de Dios por la vergüenza de la culpa consciente”. Porque Juan habla de la posibilidad de ser «avergonzado» ante Él en Su venida. ¿Es posible que nos avergoncemos cuando estemos delante del Señor?  ¿Es posible que no seamos capaces de mirarlo a los ojos, sino que tengamos que mirar hacia abajo porque estamos avergonzados? ¿Por qué se avergonzaría un cristiano? ¿Qué nos avergonzará de Su venida?

            1. La PRESENCIA del PECADO:

            ¡Por un lado! Dime, ¿qué te avergüenza ahora? Cuando tengas tiempo, toma un pedazo de papel y pon en la parte superior: «Cosas que me avergüenzan». ¿Qué pondrías tú? ¿Qué pasa con las acciones indecentes? Alguien ha dicho: «Todo el mundo sabe de sí mismo lo que no se atrevería a decirle a su amigo más querido». Cosas indecentes, cosas vergonzosas, cosas ocultas, actos crueles, acciones vengativas y rencorosas. ¿Qué pasa con las actitudes hirientes? ¡Actitudes que no reflejan al Cristo cuyo nombre llevas! ¿Te avergüenzas de tu orgullo, de tu espíritu amargado, de tu espíritu implacable, de tus pensamientos de odio, de tu insensible despreocupación por un cristiano que necesitaba tu ayuda? ¿Te avergüenzas de la presencia del pecado en tu vida ahora?, bueno, ¿cómo serás cuando Cristo aparezca? ¿Qué nos avergonzará de Su venida?

            • La AUSENCIA DE SERVICIO:

            Como puede ver, el propósito de este examen es repasar nuestra obra para el Salvador y los motivos detrás de esa obra. Pero cuán vergonzoso será estar delante del Señor, sin haberle servido o haberle servido con el motivo equivocado. Una persona contó la historia de cierto profesor a quien en los primeros años de la tecnología de rayos X se le pidió que demostrara este nuevo invento como parte de un entretenimiento nocturno. El profesor pidió a algunos de los invitados que le permitieran colocar sus joyas debajo de la máquina de rayos X. Cuando encendió la corriente, los rayos revelaron el verdadero carácter de las joyas y algunos de los invitados descubrieron, para su vergüenza, que las joyas que habían comprado como piedras genuinas eran meras imitaciones.

            ¿Pensarás en esto? ¡De una sola vez, toda nuestra vida de servicio será revisada y revelada en la presencia del Salvador! Me pregunto si descubriremos que lo que pensábamos que era oro, no será más que madera, heno y rastrojos. ¡Cuán terrible será recoger las cenizas de nuestro inútil servicio y ponerlas en las manos del Salvador llenas de cicatrices de clavos!

            II. En segundo lugar nos habla de la mentalidad de su venida

            «Él se manifestará», entonces, ¿cómo quieres encontrarte con Él? Uds. saben, Juan era un hombre viejo ahora. Sabía que los días que le quedaban serían pocos. Pronto habría predicado su último sermón y escrito su última línea. El tiempo de su partida estaba cerca, y como cualquier verdadero pastor subordinado, su corazón estaba muy preocupado por aquellos que dejaría atrás. ¿Qué sería de su amada hermandad? Los anticristos abundaban, los lobos ladraban a la puerta, listos para devorar al pequeño rebaño. Cristo venía. ¿Cómo podría protegerlos del diablo y prepararlos para el Señor? De repente, un tierno pensamiento golpeó su corazón. Pues, lo mejor que puede hacer una oveja es simplemente permanecer cerca del pastor. Y les habla de:

            ·         PERMANENCIA

            Esto es esencial si vamos a estar preparados para encontrarnos con el Señor cuando Él venga. La palabra «permanecer» es la palabra clave en los dos primeros capítulos de Juan. Once veces en este segundo capítulo Juan ha usado esta palabra, que no tiene que ver con la salvación, sino con la comunión con Dios, nuestro caminar cerca del Señor diariamente. Dices, ¿cómo permaneces en Cristo? Por obediencia (1:1-2:6) por amor ( 2:7-17 ) por la verdad ( 2:18-27 ) ¡ Obediencia, amor, verdad!

            Dime, ¿estás permaneciendo en Cristo? ¿Podría ser usted un creyente, pero fuera de comunión con Dios? ¿Es porque has desobedecido Su Palabra, es porque te falta amor por un hermano, es porque has creído una mentira? ¿Necesitas tener nuevos tratos con Dios? ¿Necesitas confesar tu pecado y reclamar Su perdón?

            ·         VIVENCIA

            Mira ( 2:29 ) Sabemos, más allá de toda sombra de duda, que Él es justo. Desde la cuna hasta la tumba estuvo totalmente libre de pecado. Al describir el sacerdocio del Señor, el escritor de Hebreos declara que Él es «santo, inofensivo, inmaculado, separado de los pecadores, y hecho más alto que los cielos». ( Hebreos 7:26 ) Sabemos que Él es justo, y sabemos también que nosotros no somos justos. El veredicto de Dios sobre la vida humana es contundente: «No hay justo, ni aun uno… no hay quien haga el bien, ni siquiera uno». ( Romanos 3:10 ) Así que cuando nos encontramos con alguien que «hace justicia», automáticamente sabemos que «ha nacido de Él». Si yo estoy en Cristo, como un pámpano está en el tronco de la vid, entonces la vida de Cristo debe estar fluyendo a través de mí, produciendo su propio fruto de semejanza a Cristo. ¡Ser justo es ser como Jesús!

            Ahora dime: «¿Cómo quieres encontrarte con Él?» ¿Te va a pillar Cristo con las manos en la masa con cosas en tu vida que no quieres que estén allí cuando Él venga? ¿No sería terrible que Cristo viniera y te encontrara mostrando tu vieja naturaleza? ¿No sería terrible que el Señor viniera y encontrara a algunos creyentes que no están hablando con otros creyentes? ¿No es trágico para los cristianos que permiten que la amargura y la malicia infecten sus corazones? ¿No sería maravilloso si cuando Él viniera te encontrara permaneciendo en Él y viviendo como Él?

            Cuando un presidente de un país importante pasaba sus vacaciones en una ciudad. Había un niño de seis años que tenía un cáncer incurable. El niño expresó el deseo de poder ver al presidente . Una mañana llegó el Presidente en su gran limusina.

            Se acercó a la puerta principal y llamó. El padre abrió la puerta con sus jeans azules y su camisa vieja con un día de barba crecida. Cuando vio al Presidente se quedó sin palabras. El presidente llevó al niño de seis años a ver la limusina y habló un rato con él. Luego le estrechó la mano y se fue. Durante muchos días después, mi padre contaba la historia a su familia y amigos y decía: «Y solo para pensarlo, allí estaba yo con mis jeans viejos y sucios, mi camisa vieja y un día de barba. Qué manera de conocer al Presidente».

            Cuando Cristo aparezca, ¿de qué manera te encontrarás con Él?

            ¿No es así? Juan dice: «permaneced en él, para que cuando se manifieste tengamos confianza y no nos apartemos de él avergonzados en su venida». Puede ser que algunos de ustedes necesiten arreglar ciertas cosas con el Señor en este momento. Piensa en las cosas que te avergüenzan; las actitudes que albergas hacia otra persona, los hábitos a los que te aferras que son desagradables, indecorosos e insanos, los desacuerdos de larga data que has tenido con otra persona que te hacen evitarlos. Éstas son las cosas que deben resolverse ahora. Permaneced en él ahora, para que no tengáis que avergonzaros ante él en su venid

            Cristianos Alka Seltzer…

            Un estudiante de secundaria de diecisiete años, para graduarse tuvo que escribir un ensayo sobre un tema religioso. Eligió el tema de la unión de los creyentes con Cristo, según el Evangelio de Juan. Permítanme compartir con ustedes solo una parte de ese ensayo. «Nuestro corazón, nuestra razón, nuestra historia y la obra de Cristo nos convencen de que, sin Él, estamos condenados por Dios y solo Cristo puede salvarnos». Estos pensamientos de un joven de diecisiete años revelan a alguien con una sabiduría más allá de su edad. Son palabras de alguien que había sido bautizado a la edad de seis años en la Iglesia Luterana, y confirmado a la edad de dieciséis. El nombre de este joven era Karl Marx.

            Apenas nueve años después de escribir estas palabras, abandonó cualquier compromiso cristiano que pudiera haber hecho en algún momento. Se convertiría en uno de los ateos más influyentes de la historia. Sus ideas se desarrollarían a través de la Unión Soviética y el movimiento comunista, uno de los peores períodos de miseria humana y muerte de la historia.

            Aquí Juan nos dice que una de las marcas de la época en la que vivimos es que habrá quienes abandonen su fe y la fe.

            Juan está hablando con sus hijos. ( 2:18 ) Esta es una charla familiar. Está dando una charla en la sala de su pequeña casa a sus hijos. Hasta este momento les ha advertido sobre el conflicto entre la luz y las tinieblas, les ha advertido sobre el conflicto entre el amor y el odio, ahora les está advirtiendo sobre el conflicto entre la verdad y el error.

            Verás, no es suficiente que un cristiano camine en la luz de Dios, o en el amor de Dios, un cristiano también debe caminar en la verdad de Dios.

            Ahora en nuestros tiempos se vindican otros valores con respecto a lo que queremos creer. Se escucha a menudo que «Seguro no importa lo que creas, siempre y cuando seas sincero». ¿Has oído esas palabras incluso de los que profesan ser cristianos?

            Pero ¿Es la «sinceridad» el ingrediente mágico que hace que algo sea verdadero? Una enfermera en el hospital le da un medicamento a un paciente y el paciente se enferma violentamente. Claro, la enfermera es sincera, ¡pero la medicina está mal y el paciente casi muere!

            Verás,  en realidad si hace una diferencia lo que una persona cree, ¡y Juan está muy preocupado en cuanto a lo que creemos en los últimos días!

            ¿Te diste cuenta de lo que dice? «Hijitos, es la última vez, o la última hora». Juan está tratando de enseñarles a sus hijos qué hora es.

            Una de las cosas que tienes que enseñar a los niños pequeños es a decir la hora. Escuché acerca de dos niños pequeños que estaban jugando una tarde y un niño pequeño le dijo al otro: «¿Sabes qué hora es?» Él dijo: » No, pero sé que no son las cuatro». Me dijo: «¿Cómo lo sabes? Me dijo: «porque mi mamá me dijo que estuviera en casa a las cuatro y todavía no estoy en casa».

            Es muy curioso que también los seres humanos tienen su propio reloj que monitorea el fin del mundo. El Reloj del Fin del Mundo, también conocido por su nombre original en inglés, Doomsday Clock, se ha convertido en un indicador universalmente reconocido de la vulnerabilidad del mundo ante una catástrofe global causada por las malas prácticas del ser humano. Hasta el 2024 el reloj está a 90 segundo de la medianoche para que el mundo se termine.

            Ahora bien, ¿qué quiere decir Juan aquí cuando habla de «la última hora»? ( 2:18 ) ¿Estamos en los últimos días o Juan estuvo en los últimos días? ¡La respuesta es sí! Porque esta frase se refiere al período de tiempo entre la primera y la segunda venida de Jesucristo. El último tiempo comenzó en los días de Juan y ha ido creciendo en intensidad hasta ahora. ¿Recuerdas las palabras de Pablo? «Sabed también esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.» (2 Timoteo 3:1) De nuevo en Timoteo se nos dice: «Y el Espíritu dice expresamente que en los postreros tiempos algunos se apartan de la fe». ( 1 Timoteo 4:1 ) Personalmente creo que estamos viviendo en lo último de los últimos días. Es casi medianoche en el reloj de Dios, pero en estos últimos días y en estas últimas horas hay ciertos peligros que enfrenta la iglesia.

            (2:18) “Tiempo” es hōra, “una hora”. Juan dice: «Es la última hora». El artículo está ausente antes de “hora” y, por lo tanto, el énfasis no está en el hecho de un tiempo particular y definido, sino en el carácter de ese tiempo particular y definido. La idea es que Juan usa la palabra “hora” para marcar una estación crítica. Dice: “El sentido dominante de la expresión últimos días en el Nuevo Testamento es el de un período de sufrimiento y lucha que precede a una victoria divina. Ver Hechos 2:17; Santiago 5:3; 1 Pedro 1:20. Por lo tanto, la frase aquí no se refiere al fin del mundo, sino al período que precede a una crisis en el avance del reino de Cristo, un período cambiante y turbulento, marcado por la aparición de ‘muchos anticristos.’

            ¿Cuáles son estos peligros? Bueno, ¿notó usted en (2:19) el agudo contraste entre «ellos» y «nosotros»? Juan está contrastando lo verdadero con lo falso y dice tres cosas cruciales acerca de aquellos que se van. ¿Cómo se puede uno dar cuenta de que estamos hoy en un tiempo peligroso?

            I.      Primero vivimos tiempos de confusión

            • Sobre lo verdad.

            Mire si quiere en (2:22-23) La gran pregunta para un cristiano es: ¿Quién es Jesucristo?

            ¿Es Cristo simplemente un ejemplo, un buen hombre, un maestro maravilloso, o es Dios venido en carne? La gran afirmación que distingue a un cristiano de los demás es esta: Jesucristo es Dios venido en carne. ( 4:2 )

            Ahora bien, no todos los predicadores y maestros que dicen ser cristianos son realmente cristianos en su creencia. Si confiesan que Jesucristo es Dios venido en carne, entonces pertenecen a la verdadera fe. Pero si niegan a Cristo, entonces pertenecen al Anticristo.

            • Sobre la falsedad

            El término «anticristo» es un término que solo es usado por Juan en toda la Biblia. El prefijo «anti» tiene un doble significado. Puede significar tanto «contra Cristo» como «en lugar de» Cristo. Satanás, en su frenesí, está luchando contra Cristo y su verdad eterna y está sustituyendo sus falsificaciones por las realidades que solo se encuentran en Cristo. Ahora, ¿notarán aquí que Juan habla de, el único Anticristo que vendrá:

            Él dice: «El Anticristo vendrá» (2:18). ¿Recuerdas las palabras que Cristo habló y Juan escribió? «Yo he venido en el nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a éste recibiréis.» ( 5:43 ) El Señor Jesús predijo que vendría una personalidad final del mal. Él vendría en su propio nombre, y aunque la gente rechazaría al Cristo de Dios, aceptarían y recibirían al anticristo del diablo. Pablo también tenía algo que decir acerca de este anticristo, este superhombre satánico que hará su aparición justo antes del regreso del Señor. En su segunda carta a los Tesalonicenses dice: «Nadie os engañe de ninguna manera, porque aquel día no vendrá, a menos que primero haya apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición». ( 2:3 )

            Es llamado el hombre de pecado, el hijo de perdición. Juan se refiere a él en Apocalipsis como la bestia. Uds. saben, cuando el Señor Jesús vino a este mundo, el diablo le ofreció todo el reino de este mundo, si Él se postraba y lo adoraba. Cristo dijo: «Vete de aquí, Satanás». (Mateo 4:10) Él rechazó la oferta del diablo, pero en el futuro el diablo hará esta misma oferta a un hombre, y ese hombre aceptará la oferta del diablo, y el diablo le dio los reinos de este mundo. Él será el último gobernante mundial que representará a Satanás en el planeta Tierra. (a) Entonces Juan habla de:

            ·         Sobre la variedad

            Porque él dice: «Aun ahora hay muchos anticristos». ( 2:18 ) Estos eran los falsos maestros que estaban perturbando a las congregaciones de Juan porque su falsa doctrina distorsionaba la verdad y se oponía a Cristo. ¿Recuerdas que el Señor Jesús habló de esto? Él dijo: «Porque se levantarán falsos Cristos y profetas». (Mateo 24:24) ¿Recuerdas el encargo que Pablo dio a los ancianos de Éfeso? Dijo: «Mirad, pues, por vosotros mismos y por todo el rebaño… porque yo sé esto, que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño, y también de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para arrastrar tras sí discípulos.» ( Hechos 20:28-30 )

            Los falsos maestros prevalecían en los días de Juan y están presentes en nuestros días. ¡Niegan al Cristo! Ahora bien, estas sectas pueden decir: «Queremos a Dios, pero no nos han dado al Cristo de la Biblia».

            Bueno, Ud. no puede tenerlo a Él. Porque Juan dice, en (2:24) Si niegas al Hijo, niegas al Padre. El unitario dice: «queremos a Dios, pero no queremos al Cristo de la Biblia», bueno, no puedes tenerlo. Los testigos de Jehová dicen: » queremos a Dios, pero no al Cristo de la Biblia», bueno, no puedes tenerlo a Él. El judío dice: «Acepto a Dios, pero no creo en Jesús», bueno, no puedes tener a Dios. Las sectas y los protestantes liberales dicen: «Adoraremos a Dios y nos inclinaremos con los paganos en el templo, pero no nos darán al Cristo de la Biblia». Pero Cristo dice: «Yo soy el camino… nadie viene al Padre sino por mí». ( Juan 14:6 ) ¿Cuidarás de los falsos profetas? Aquellos que tienen a Cristo en su credo, pero no al Cristo de la Biblia. Pueden presentar un Cristo que te ofrece salud y riqueza, puede ser un Cristo que se ofrece continuamente en la misa, pero Él no es el Cristo de la Biblia. Esto es lo primero que se dice de los que se van.

            II.    Segundo, vivimos tiempos de deserción.

            Porque Juan dice: «Salieron de entre nosotros, pero no eran de nosotros» (2:19). Ahora bien, las personas que estaban a la vista no eran simplemente descarriados, sino apóstatas. Hay una diferencia. Un apóstata es alguien que ha abandonado completamente la fe cristiana, alguien que se mantiene apartado de la fe cristiana. Cava profundamente en el corazón de un descarriado y encontrarás a Cristo. ( Rut 1:3, 7 .) Cava debajo de la superficie de un apóstata, en las oscuras profundidades de su corazón y encontrarás al Diablo, que se deleita en estos fundadores y seguidores de cultos que deshonran a Cristo. Ahora, dice Juan, esta gente deserta de la iglesia. Ahora, cuando pensamos en la iglesia, pensemos en:

            ·         Una gran revelación

            Porque el Nuevo Testamento presenta a la iglesia de una manera doble, como una familia mundial, y como unidades locales o asambleas de creyentes. Hay un aspecto universal y otro local de la iglesia. Cuando un pecador confía en Cristo como Salvador, recibe la vida eterna e inmediatamente se convierte en miembro de la familia de Dios y parte del cuerpo espiritual de Cristo. Entonces debe identificarse con un grupo local de creyentes, una iglesia y comenzar a servir a Cristo. ( Hechos 2:41-42 ) Una de las evidencias de la verdadera vida cristiana es el deseo de estar con el pueblo de Dios. Juan dice: «Sabemos que hemos pasado …. hermanos». ( 3:14 ) Cuando las personas comparten la misma naturaleza divina ( 2 Pedro 1:4 ) y son habitadas por el mismo Espíritu Santo ( Romanos 8:14 ) quieren disfrutar de la comunión y compartir unos con otros las cosas del Señor. Quieren estar juntos. Pero estos «falsos cristianos» que se mencionan aquí no permanecieron en la comunión. Salieron a la calle. Juan habla aquí de:

            ·         Una gran manifestación

            «Salieron de nosotros». Ahora bien, Juan no está pensando aquí en las personas que revolotean de iglesia en iglesia dondequiera que les lleve la fantasía. ¡No! Este no es un caso de salir de la iglesia, es un caso de alejarse de la iglesia. Este no es el caso de un descarriado, este es el caso de un apóstata.

            Se trata de alguien que le da la espalda completamente a Cristo y a Su iglesia. Ahora fíjate en lo que dice Juan: «Salieron de nosotros, pero no eran de los nuestros».

            Eran miembros de una iglesia, pero no miembros de la iglesia, estaban en el mismo edificio, pero no son parte del mismo cuerpo. Cantaron los himnos, escucharon la Palabra, participaron del pan y del vino, pasaron por las aguas del bautismo, sus voces se escucharon en la reunión de oración, a todos los efectos se veían bien, pero en sus corazones, estaban a millas de distancia y ahora, dice Juan, ¡salen a abrazar a otro Cristo! Mi…. ¿Te sorprende esto?

            ¡No debería! Porque Cristo dijo: «No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos». ( Mateo 7:21 ) Eso también va para todos los que conforman cualquier iglesia de cualquier tipo. Usted puede ser un Bautista, Centroamericano, Presbiteriano, etc. hecho y derecho, certificado, purificado y satisfecho y aun así estar perdido. Estar en la iglesia no necesariamente te convierte en parte de la iglesia.

            En el Oeste cuentan la historia de un tren que fue detenido por un forajido. Tenía una máscara sobre la cara con dos pistolas desenfundadas, revisando todos los coches, llevándose todas las joyas, los billetes de dólares, cualquier cosa de valor. Finalmente llegó a un hombre que estaba temblando por todas partes. Él le dijo a ese bandido: «Por favor, señor, no tome mis billetes de un dólar, solo soy un pobre predicador bautista». Cuando el proscrito oyó eso, dijo: «¿Eres bautista? Yo también. Démonos la mano». Ahora, ese forajido pudo haber estado en la iglesia, pero él no era de la iglesia.

            Así que Juan está diciendo que puede haber personas entre nosotros, pero no son de nosotros. Ahora bien, no siempre sabemos quiénes son estas personas, pero Cristo sí. Si hubieras mirado a los doce discípulos, nunca hubieras sabido que uno de ellos habría engañado al Salvador, e incluso si lo hubieras sabido, no podrías haberlo escogido. Pero Cristo «lo sabía desde el principio… que lo traicionen». ( Juan 6:64 ) ¿Perdió Judas alguna vez su salvación? ¡No! Judas nunca tuvo su salvación. ¿Y tú? ¿Eres realmente salvo? ¿Eres real? Dices: «¿Cómo puedes saberlo?» Bueno, Juan habla aquí de,

            ·         Una gran comprobación

            Mira ( 2:19 ) Ahora, Juan no está diciendo que permanecer en la iglesia te salvará, sino que está diciendo que ser salvo te mantendrá en la iglesia. Está diciendo que la verdadera prueba de tu profesión es la perseverancia. Ahora bien, hay algunos creyentes profesantes que son «cristianos de Alka Seltzer». Los dejas caer al agua. Estallan y luego se desvanecen y desaparecen. La única diferencia es que daban dolores de cabeza en lugar de aliviarlos. Alguien ha dicho: «la fe que se desvanece al final fue defectuosa desde el principio». El problema con muchas personas no es que estén descarriadas, sino que están perdidas. Nunca han sido verdaderamente salvos, porque si hubieran sido salvos, todavía serían parte de la iglesia de Jesucristo. Si la perseverancia es una prueba de verdadera profesión, ¿eres perseverante? Juan dice de estos «falsos cristianos».

            III.  Tercero, vivimos tiempos de seducción

            La palabra «seducir» en (2:26) lleva la idea de «ser descarriado». Se nos ha advertido que esto sucedería. ( 1 Timoteo 4:1 ) Para el,

            ·    La intención de la seducción

            El Salvador llama a Satanás el «padre de la mentira» (Juan 8:44) ¿Sabes algo? El propósito del diablo es descarriar a los cristianos enseñándoles doctrinas falsas. ( 2 Corintios 11:1-4, 13-15 ) ¿No fue esta una de las razones por las que Juan escribió esta carta? ( 2:26 ) ¿Para proteger a los santos de aquellos que quieren descarriarlos? Mi…. ¿Sabías que Satanás tiene falsos «ministros»?

            ( 2 Corintios 11:13-15 ) que predican un falso «evangelio» ( Gálatas 1:6 ) que produce falsos «cristianos» ( Juan 8:43 ) que dependen de una justicia falsa «( Romanos 10:1 ) Es por eso por lo que debemos ser fuertes en el Señor y cimentados en la doctrina bíblica. Escucho a la gente decir todo el tiempo: «No estoy interesado en esto de la doctrina». Es mejor que te intereses en la doctrina, porque necesitas saber lo que dice la Biblia para que el diablo no te atrape a través de falsas enseñanzas. Es fascinante descubrir que muchos de los fundadores de los principales cultos de hoy en día salieron directamente de una iglesia. José Smith, el fundador de los mormones, fue criado en un hogar presbiteriano. William Millar, el fundador de los Adventistas del Séptimo Día, era un predicador bautista con licencia, y Elena de White, su profetisa, fue criada en un hogar metodista. Charles Taze Russell, el fundador de los Testigos de Jehová, era presbiteriano, y Mary Baker Eddy, la fundadora de los Científicos Cristianos, era congregacionalista y fue criada en un estricto hogar cristiano. Mi…. ¡El diablo va a por ti! ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos contrarrestar el espíritu del anticristo que es tan prevalente?

            ·          La provisión para la seducción

            Y en estos versículos Juan describe la triple provisión de Dios.

            1.  Permanezca en la IGLESIA de DIOS:

            «Salieron de nosotros… si hubieran sido de los nuestros, sin duda habrían permanecido con nosotros» (2:19). Quédense en la iglesia porque Pablo dice que la iglesia es «columna y baluarte de la verdad». ( 1 Timoteo 3:15 ) Eso hace que la iglesia local sea muy importante. Dices: «No estoy tan entusiasmado con la iglesia local, creo en la iglesia universal». Yo también lo hago, pero también creo en la iglesia local. ¿Sabes algo? La iglesia universal nunca celebra una reunión, nunca hace una colecta, nunca envía pastores y misioneros, pero la iglesia local sí lo hace y Dios dice de esta iglesia local: «No abandonando la reunión…», (Hebreos 10:25) En estos últimos días deberías estar aquí el domingo por la mañana, el domingo por la noche y durante toda la semana. Algunos de ustedes están diciendo: «Pero estoy ocupado para venir todas esas veces. Bueno, J.C. Penny dijo: «Si un hombre está demasiado ocupado para adorar al Señor dos veces el domingo y en la noche de la reunión de oración, tiene más negocios de los que Dios quiso que tuviera».

            •  Permanezca en la PALABRA de DIOS:

            Juan dice en (2:24) El mejor remedio contra el error es la verdad y la verdad se encuentra en la Palabra de Dios. ¿Sabes lo que Cristo dijo en su gran oración sacerdotal? «Tu palabra es verdad». ( Juan 17:17)

            Es decir, la Palabra es más que verdad, aunque es verdad, también es más que verdad. La Palabra de Dios es la suma total de la verdad, es la plomada de lo que es correcto. ¡Es la plomada de Dios para mantenerte en el camino recto y angosto! ¡Métete en él, estúdialo, quédate en él, porque si no lo haces, eres un blanco fácil para los falsos maestros! Me temo que muchos de nosotros somos como el hombre con el que un predicador brasileño estaba hablando una vez y él dijo: «Señor, ¿qué crees?» Él dijo: «Yo creo lo que mi iglesia cree». «¿Y qué cree su iglesia?» —Lo mismo creo yo. El predicador dijo: «Bueno, ¿qué creen los dos?» Él dijo: «Ambos creemos lo mismo».  ¡Entra en el libro, conoce lo que crees y por qué lo crees!

            •  Permanezca en el ESPÍRITU de DIOS:

            La palabra «unción» en (2:20) y «unción» en (2:27) son la misma palabra y hablan del ministerio del Espíritu Santo. La palabra «unción» nos recuerda la práctica del Antiguo Testamento de derramar aceite sobre la cabeza de una persona que está siendo apartada para un servicio especial. Un sacerdote era ungido (Éxodo 28:41) y también lo era un rey (1 Sam 15:1) o un profeta (1 Reyes 19:16) Ahora bien, Juan nos dice que cada creyente ha experimentado la «unción del Espíritu» (2:20, 27, 2 Corintios 1:21) y esta «unción del Espíritu» se debe a dos razones.

            1. Se da para nuestra INSTRUCCIÓN:

            Fíjate en (2:27), no creo que Juan esté negando el oficio de maestro (Efesios 4:11), sino que está diciendo que ni esos maestros ni esos creyentes dependen de la sabiduría o de las opiniones de los hombres para la verdad. El Espíritu Santo nos guía a toda la verdad. ( Juan 16:13 ) Verás, cuando te estoy enseñando, si he hecho mi tarea, y si estoy bien con Dios, no soy realmente yo quien está enseñando, es el Espíritu Santo quien te está enseñando a ti a través de mí. Yo solo soy el repartidor de Dios diciéndoles lo que el Espíritu de Dios ha puesto en mi corazón.

            2.   Se da para nuestra PROTECCIÓN:

            Como Juan nos dice en (2:20-21), el Espíritu Santo es el despertador de Dios que está listo para sonar cada vez que alguien trata de enseñarte algo que no es verdad. Un misionero de los indígenas guaraníes caminaba por las calles de la capital con un amigo indígena que era un cristiano nuevo. Mientras caminaban por la calle, pasaron junto a un hombre en la esquina que estaba predicando. El hombre no era un cristiano con una sana doctrina, era parte de una secta, pero todo lo que el indígena vio fue que este hombre estaba predicando y por eso quería escuchar lo que tenía que decir. El misionero decidió dejar que el hermano escuchara a este hombre por sí mismo, y oró para que Dios lo protegiera del error. Después de unos minutos, el hermano indígena se dio la vuelta y se unió a su amigo misionero, y cuando comenzaron a caminar por la calle de nuevo, el misionero dijo: «Bueno, ¿qué pensaste del predicador?» Y el indio dijo: «Todo el tiempo que él estaba predicando algo en mi corazón seguía diciendo Mentiroso, Mentiroso, Mentiroso». El misionero sonrió y dijo: «Amigo, ese algo era alguien, el Espíritu Santo de Dios».

            Vivimos tiempos difíciles. ¡Los peligros de los últimos días! Creo que estamos viviendo en el último de los últimos días, y estos días están llenos de terribles peligros, pero si un hombre es entrenado en la Palabra de Dios, lleno del Espíritu de Dios, y emocionado con el Hijo de Dios, la victoria será suya.