Cualquier zarza sirve…

Muchas personas hoy necesitan una  nueva visión de Dios para poder activar nuevamente su pasión por Dios. Necesitan una visión de «zarza ardiente” Pero, ¿Qué es una visión de la zarza ardiente?

Hay varios elementos importantes en relación a una visión de zarza ardiente. Primero, el factor del impacto. Es una zarza que arde pero no se consume. ¿Qué significa esta ilustración? Significa que llama la atención. Dios estaba en ella. Dios está buscando a los Moisés de este tiempo para prepararnos a guiar a su pueblo a salir del Egipto en que están esclavizados bajo su mundanalidad y prepararlos para el último gran éxodo que se vivirá en la historia de la humanidad, el arrebatamiento de la iglesia. La forma en que este Moisés serán llamados es a través de zarzas ardientes, verdaderos creyentes que llevan la presencia de Dios en sus vidas y arden con el fuego del Espíritu Santo. Notemos que a Moisés no le llamó la atención la zarza en sí, pues en aquella región había cientos de zarzas no era muy significativo que debido al calor extremo del desierto y a otros factores se prendieran fuego, entrando en combustión, lo que llamó la atención de Moisés era que la zarza ardía pero no se consumía. Si te consideras zarza, es que puedas arder, pero sin consumirte para que la forma de vida que lleves en El Espíritu llame atención. Hay muchos cristianos que quizás como zarza llevan mucho tiempo sin arder.  Pero también hay otros que arden y se consumen, lo que necesitamos son zarzas que ardan y no se consuman. Es decir tenemos cristianos que perdieron su pasión, hay otros cuya pasión es sostenida por todo menos que Dios, y finalmente necesitamos a personas que ardan y su ardor sea de Dios y ningún otro aditivo espiritual. Muchos no tienen la presencia de Dios en su vida y mucho menos viven una plenitud espiritual como para arder. Hasta que un día les prende la chispa del Espíritu Santo  y entran a encenderse, pero al  venir distintas situaciones sobre la vida, ese fuego mengua o lo que es peor, consume su devoción por él. El gran Pablo le dijo a Timoteo: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego de Dios que está en ti por la imposición de mis manos”  (2 Timoteo 1:6). Seguramente que el joven Timoteo recibió este consejo como de parte del mismo Señor y comenzó a encenderse nuevamente. Pablo cuando notó que le estaba pasando esto, le dio estas palabras.  Segundo, el factor del impulso. Debemos recordar que cuando ardas en El Señor sin consumirte y las personas te vean, no se te acercará cualquiera, sino la persona a la cual  Dios haya preparado para tal efecto. De la versión de las Américas dice: “Me acercaré ahora para ver esta maravilla” (vrs. 3). Los Moisés de hoy mirarán y dirán: ¡Qué maravilla! A pesar de los problemas aún glorifica a Dios; aunque aún esté en medio de un desierto  así, alaba a Dios. Hace tanto que se convirtió, pero aún conserva el fuego del principio. Me acercaré  a su vida ara ver cuál es el secreto. Lo cierto es que si eres verdadera zarza y comienzas arder en amor, arder en fe, arder en pasión por el mensaje y ese ardor lejos apagarse va en aumento, seré instrumento divino para encender otras zarzas que están apagadas. Tercero, el factor de la instrucción. Cuando  estuvo ante la zarza, Dios le ordenó: “No te acerques más. Quítate las sandalias, porque está pisando tierra santa (5). ¡Un momento ¡ ¿No estamos hablando  de  matorrales en el desierto? Ya no, porque el Shekinah  resplandeciente, la  Gloria de Dios había llegado. ¿Por qué le dijo  Dios a Moisés  que se quitara las sandalias? ¿Qué diferencia  hacía un centímetro y medio de suela? Es que cuando uno se encuentra en la presencia de Dios, hasta centímetro y medio de suela es demasiada altura. Usted debe bajarse tanto como pueda; eso es humildad. Por otro lado Moisés tuvo una nueva visión. Primero vio su Presencia. Segundo vio Su Programa. Y tercero vio su Persona. Ahora no debemos pensar que todo será fácil o automático. Dios nunca nos pide que pretendamos que el pasado nunca existió. Moisés tuvo una nueva visión  de la presencia y de su plan y eso fue espectacular. Pero no estaba tan seguro  respecto a la persona de Dios. Lo efectos prolongados de lo que le sucedió  a Moisés  cuando intentó actuar como libertador empezaron a aflorar. La instrucción que Moisés también aprendió  se basa en cuatro principios eternos. Lo primero que aprendió es que nuestra mayor necesidad no es la confianza en nosotros mismos, sino en Dios. La segunda cosa que recibió como instrucción en esta experiencia de la zarza es que Dios usa incluso las malas experiencias a fin de prepararnos para el servicio futuro. Las cosas  que Él permitió  que salieran mal en mi pasado  son las que quiere usar para hacer que yo sea mejor en el futuro. Tercero, Dios quiere hacer algo con lo que usted ya tiene, antes de darle algo nuevo. Algunas personas dicen: “Dios ¿que harás por mí mañana? Y Dios les dice, como le dijo a Moisés: “¿Qué tiene en tu mano hoy? Permíteme hacer algo con lo que ya te ha dado, y entonces podrá mostrarte cosas grandiosas y poderosas.” Cuarto, obedecer a Dios lo lleva a usted a una nueva imagen de sí mismo. Sin importar cuánto lo hayan rechazado, si usted sigue a Dios en obediencia, Él puede compensar  todas las pérdidas y hasta más. Tenemos un gran ejemplo en Moisés. En Éxodo 11:3 se ve ya a Moisés en Egipto yantes que anunciara la décima y última plaga sobre Egipto, este versículo dice: “Además, en todo Egipto Moisés mismo era altamente respetado por los funcionarios del faraón  y por el pueblo”. Esto es lo que se llama un cambio de circunstancias. Moisés recuperó toda la estima que había perdido, pero esta vez fue Dios quien se la dio. Luego, en Éxodo 17, encontramos  el famoso relato  en el que Josué debía luchar contra los amalecitas, mientras Moisés subía a una montaña para levantar sus brazos (con un poco de ayuda). En el vrs. 9, Moisés llamó a su báculo “la vara de Dios”. En Éxodo 4:2, esa era la vara de Moisés. Ahora la vara de Dios. El mismo palo, pero distinto poder. Sea lo que sea que tenga en la mano hoy, tírelo al suelo, deje que Dios lo toque y luego levántelo. Entonces usted podrá usarlo para realizar algo grandioso para la gloria de Dios, ¡Sin importar quién le haya dicho algo distinto.

Moisés se iba para otro lado, se iba yendo donde Dios no estaba manifestándose. En la Biblia de las Américas en los márgenes del texto bíblico se encuentran algunas frases que figuran del manuscrito original y en donde encontramos que la frase “me acercaré” también figura como “me desviaré” quedando el versículo 3 de la siguiente manera: “me desviaré ahora para ver esta maravilla». Si no hubiera sido por esa zarza la historia hubiera sido distinta. Cuántas almas se van hacia donde Dios no está, por tal razón es vital que como zarza que arde no te consumas para que al estar Dios en ti llames la atención y muchos tengan una experiencia con el Señor por medio tuyo.erbios 29:18 que dice: “Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena”…• El original dice en vez de visión, revelación.• Notemos entonces lo importante que es para el pueblo de Dios la visión y la revelación para un correcto desarrollo espiritual. Moisés dice en el versículo 3: _ “Me acercaré y veré esta grande visión” y luego más adelante, Dios se le revela.  Todo depende si Dios esta en nosotros.  Aquella zarza del desierto era un montón de ramas secas que apenas habían crecido, y sin embargo, Moisés tuvo que quitarse el calzado de los pies. ¿Por qué? Porque estaba pisando tierra santa ya que Dios estaba en la zarza. Todos somos como esa zarza. Todo lo que podamos hacer y el esfuerzo que coloquemos en vivir la vida, todo será en vano.• No es de extrañar que muchas veces nos sintiéramos frustrado. Sólo Dios podía darle eficacia a nuestro diario vivir. Gal 2:20. Necesitamos comprender que el secreto para ser un obrero cristiano victorioso no radica en la dependencia de mí mismo sino en la completa dependencia del Todopoderoso Señor Jesús resucitado quien esta en nuestro corazón. Como consecuencia de nuestra unión con Jesucristo, nuestro recurso interno es Dios mismo (Colosenses 2:9-15). Cuando entendemos esta verdad, Dios nos da una nueva perspectiva de nosotros mismos y comprendemos que tenemos valor.

Cuando la mirada se desvía…

 

Estaba leyendo algo sobre las costumbres y términos de los beisbolistas. Y hay una frase que se llama «cojera del perdedor». Y me hizo pensar en algo que a veces me pasa a mí (puse a veces, para disfrazar que es siempre, hablando de cojera del perdedor, ja). Esta «cojera del perdedor» sucede cuando un jardinero calcula mal una bola alta y no logra atraparla, o cuando un receptor abierto se le escapa entre los dedos un pase fácil. Se caen al suelo y se levantan cojeando. El propósito de la cojera es camuflar su error. La impresión que quieren dar a sus compañeros de equipo y a los admiradores es que la razón por la que no atraparon la pelota fue por un calambre, un tirón muscular o alguna otra disfunción repentina de la pierna, en vez de su cálculo equivocado. De modo que la cojera se convierte en la excusa del deportista, su intento por verse libre de culpa de su error. Pero aunque las consecuencias de un error en un partido de béisbol son relativamente pequeñas, lo lamentable es que muchos han desarrollado una «cojera del perdedor» cuando se trata de la vida cristiana. En lugar de admitir sus errores y responsabilidades, los excusan, dando la impresión de que fuerzas que escapen a su control son las responsables de sus circunstancias. Ahora, no estoy diciendo que los cristianos de verdad superan cada obstáculo como Superman. No, todos tropezamos y caemos. Pero ser creyentes de verdad significa no permitirnos que nuestro pasado controle nuestro presente al salir con «una cojera» para ocultar nuestros errores. En cambio, aceptamos la responsabilidad por nuestras acciones, identificamos lo que es necesario para corregir y empezamos a ser los hombres y las mujeres que Dios quiere que seamos. Creo que esto se refería el proverbista al decir: «Los justos podrán tropezar siete veces, pero volverán a levantarse. En cambio, basta una sola calamidad  para derribar al perverso.» Proverbios 24:16. Si hay un área donde los hombres tenemos “cojera de perdedor” es en la tentación sexual.  Los  hombres somos «normalmente» (no sé si eso será normal) muy mirones. En  consecuencia, también somos muy susceptibles a la tentación sexual cuando se presenta. Dicho claramente: la mayoría de los hombres tenemos ojos que siguen a cualquier falda corta que pasa por allí. Pareciera que estamos todo el tiempo en cacería. Esto termina muchas veces en un impedimento serio para la intimidad con Dios y la intimidad matrimonial. Una mujer descontenta decía: «Los hombres son unos perros, todos son iguales» Y en la medida en que elegimos nuestro propio camino en lugar de purificar nuestros ojos y mejorar nuestro testimonio, se vuelve cada vez más cierto el comentario.  ¿Es realmente mala esta práctica? Parece que cada día más en los círculos evangélicos practicarlo no es malo, como el hecho de usar malas palabras o contar chistes obscenos. Cuando Job hace una evaluación sobre que podría estar causando sus sufrimientos agrega un comentario interesante en su evaluación personal y lo declara: «Hice un pacto con mis ojos, de no mirar con codicia sexual a ninguna joven. (NTV) y me gusta aún más  la versión Palabra de Dios para Todos, dice: «Hice un pacto solemne con mis ojos: no mirar con deseo a una muchacha.» O sea que para Job el andar de mirón podría ser algo que causara el juicio de Dios. ¿Interesante no cree? Alguien podría decir que a Job no le costó porque era un santo, pero yo no soy Job La verdad es que es todo lo contrario. Debe saber que la   primera expresión que aparece en el vrs.  «hice», es una expresión muy fuerte. La palabra en hebreo es karath que significa cortar, destruir, eliminar y a veces se traduce como decapitar. En el idioma hebreo la modalidad qal (que es la modalidad en la que se encuentra el verbo) denota iniciativa, vigor del sujeto, toma de decisión. Lo que viene a indicar que Job tomó la decisión no sin mostrar la fuerza de su lucha. El tuvo que decapitar, destruir su deseo. Por el uso del verbo y luego por la asociación con la palabra «pacto» esta frase es una figura metafórica de la manera en que cortaban el sacrificio y luego lo ponían al fuego del altar del pacto de adoración con Dios. ¿Sabías entonces que Job había hecho un pacto para no mirar a una mujer de forma lujuriosa? No sé si te habías percatado de este versículo, pero sí, Job hizo un pacto radical para no mirar lujuriosamente a una mujer. La Biblia Nueva Versión Internacional, traduce este versículo de la siguiente manera: “Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer.” Es interesante pensar, como un hombre que Dios lo describió como un hombre “recto e intachable” tuvo que en un momento de su vida tomar la decisión de no mirar más a una mujer con lujuria sexual. Esto me da a entender que Job reconoció que estaba luchando con la lujuria sexual y en un momento de su vida tuvo que erradicarla por completo haciendo un pacto con sus ojos. Nuestra cultura latina nos ha enseñado que nosotros los hombres tenemos el derecho de mirar a toda mujer que nos pase por el lado para confirmar nuestra masculinidad. Eso es un error porque Dios aborrece la codicia.

Así que Mr. Job nos enseña que los hombres no es que sean normalmente «mirones»  sino que son mirones  por naturaleza caída y que es una tendencia aún entre los más santos. Así que lo primero de esta verdad es la guerra de todo hombre.

Pero luego dice que hizo un «pacto». La expresión para pacto está dentro del contexto judío religioso. Note que no es un autodominio sino un sometimiento a otra visión. La visión del altar de Dios. Job sabe que la mejor forma de satisfacer su deseo de mirar es simplemente mirar a Dios como sustitución de su carencia. En los tiempos bíblicos los pactos tenían una característica peculiar. El pacto era un contrato de compromiso por ambas partes en donde se incluía un símbolo u objeto que tenía el propósito de recordar ese pacto. Es por eso, que cuando ocurría un pacto se acostumbraba colocar unas piedras una encima de la otra para que se vieran de lejos y cada vez que todos los que estuvieran involucrado en ese contrato vieran las piedras lo recordaran. Por eso es que Dios levantó un arcoiris, para que cada vez que llueva y parezca que ocurrirá una terrible tormenta puedas mirar el arcoiris y recordar que Dios hizo un pacto de no destruir nunca más la tierra con agua. El tener un objeto visible para recordar el pacto sólo se practicaba en los tiempos bíblicos. Hoy día, para hacer un contrato usamos un pedazo de papel que muchas veces se pierde o quizás se encuentre guardado en una caja que está escondida en algún rincón de la casa. Job hizo pacto con Dios de no mirar más a una mujer con lujuria. La idea de hacer un pacto tiene un significado muy poderoso. Aquí está la clave de todo esto, el pacto bíblico es visual, igual que la lujuria sexual para el hombre también es visual. Esto quiere decir que podemos usar el pacto bíblico para contrarrestar la tentación de mirar a una mujer con lujuria. Como el pacto bíblico tiene un componente visual puedes buscar objetos visuales que te ayuden a recordar el pacto. ¿Cuáles pueden ser esos objetos? Puede ser tu casa, puede ser un objeto especial que tu esposa te regaló y que siempre lo tienes en el carro, puede ser una foto de tu primer hijo o de tu familia, puede ser tu sortija de matrimonio o puede ser una foto de tu esposa en tu celular. La idea es que seas creativo, Dios fue creativo, creó un arcoíris. ¿Te atreves hacer un pacto con Dios de nunca más ver a una mujer con lujuria como lo hizo Job? Haz un pacto con Dios hoy para que cuando sientas la tentación de mirar a una mujer con lujuria, mejor mires el pacto bíblico que hiciste con Dios. Y si quieres llevar este reto a un nivel mucho más radical puedes incluir a tu esposa como una de las partes del contrato y si no tienes esposa incluye a un amigo de confianza. En ese sentido vamos de la guerra a la barrera de la lucha. El segundo elemento entonces es una barrera.

Luego el texto nos dice  que hizo un pacto con sus ojos  de “no mirar”. La expresión es importante porque implica detenerse, percibir y quedarse analizando. La preocupación en nuestra lucha contra la lujuria sexual juega un papel muy importante. Usualmente usamos ésta palabra para referirnos a algo que nos incomoda o un mal sentimiento. Según el diccionario Mirriam Webster en línea, “preocupar” se deriva de la palabra en latín praeoccupare que significa “apoderarse de ante mano” o mejor dicho ocupar de antemano. El ejemplo es de como un ejército grande que conquista a otra cuidad sin haber empezado la batalla. ¡Wow! ¿Te puedes imaginar lo terrible que sería eso, una cuidad perder una guerra y ser ocupada sin haber empezado la batalla? Entender esto es significativo cuando se practica pureza sexual y te explicó por qué. La idea de ver la preocupación como “apoderarse de ante mano” u “ocupar de antemano”, nos hace reflexionar más profundo. Muchas veces, en la mente del que lucha contra una atadura sexual está ocupada por una tentación que aún no ha ocurrido, lo que llamamos fantasía. Está ocupada por pensamientos de miedos, fracasos, deseos de la carne y cuando llega la tentación el soldado cae fácilmente ante la trapa del enemigo, ya en su corazón había perdido la batalla de ante mano. Sin embargo una mente que está ocupada por Dios, es una persona que camina en el Espíritu, tiene paz en toda su vida, y victoria. Su preocupación es no perder esa relación que fue restaurada a precio de sangre. Una mente ocupada por Dios, teme a Dios y no al enemigo. Cuando llega la tentación su enfoque no será la lujuria, sino Dios. Esto es temor de Dios. Uno adora lo que uno teme. Si temes a la lujuria, ella te quitará tu tiempo colocando tu mente en sólo pensar en ella y se convertirá en tu ídolo. Pero si temes a Dios, con temor reverente, tu mente estará llena de su palabra y El YO SOY será tu único Dios.  La tercera expresión no tiene que ver con la guerra, ni la barrera sino con la prisionera. ¿Quién puede acabar con  mi propio llamado y propósito? Dice el texto: “un virgen”. La frase es betulah, que implica una jovencita o una niña. El texto implica que podría ser una de sus criadas o una muchacha a la que Job tendría un constante acceso. Debo hacer hincapié en la importancia de esta frase. Lo que parece con relación a esta frase es que Job no tenía en mente una mujer desconocida de la calle (aunque puede incluir el nivel de la tentación) sino que a alguien que Job conocía. Eso implicaría que la tentación sería más fuerte porque estaría expuesto a la virgen constantemente. Sería a algo similar a lo que José experimentó.

Sin embargo Job decidió no mirarla con deseo. Ahora note que en el contexto del libro de Job podría decir que tendría problemas con la mujer, pero eso no fue excusa para que el tomara una decisión de quebrantar su pacto de pureza con Dios.

Pregúntate lo siguiente: ¿qué es lo está ocupando tu mente de antemano cuando empiezas el día? ¿Quién está invadiendo tu mente? o ¿Quién está rugiendo en tu corazón, el León de la Tribu de Judá o el león que anda buscando a quien devorar? Al empezar el día, ¿cual león ruge en tu corazón, el León de la Tribu de Judá o el león que anda buscando a quien devorar?

De plano que en estas elecciones voy a votar por el frente… II parte

¿Cómo hacemos para salirnos de ese esquema? O ¿Debo cambiar de opción política? ¿Cómo lo hago? ¿Qué hizo Abner?

 Lo Primero que hizo fue  despertar.  Es un llamado a avivarse. “Así haga  Dios a Abner”. Con esta expresión es como un “caer en cuenta” de que en realidad ese modelo de Is-boset no vale la pena esforzarse. Cuando lo pienso desde la perspectiva de Dios, me debe llevar indudablemente a una ruptura espiritual, es como caer un velo de los ojos humanos. Este despertar tiene que ver con evaluar mis decisiones desde la perspectiva de la Verdad de Dios. Abner comienza a ver todo espiritualmente. Debo estar seguro que cuando asista a las urnas y estoy frente a mi opción política debo estar despierto a las consecuencias que tendré por mi decisión.  El Dr. Juan Stam dice que Dios nos juzgará por nuestras opciones políticas. El recalca con respecto a Apocalipsis 14:6-11: “El aspecto más sorprendente, y también más importante, del mensaje de estos tres ángeles es su carácter exclusivamente político. Todo tiene que ver con «Babilonia». Aquí no se trata en absoluto de un juicio «espiritual» de personas individuales en su vida religiosa o moral. Los tres ángeles nos anuncian, a gritos, que Dios juzgará a naciones e imperios, y a las personas que colaboran con esos sistemas injustos. El primer ángel anuncia la llegada de la hora del juicio de Dios, y el segundo, alude a la caída realizada siglos antes de la superpotencia más grande de la antigüedad oriental, Babilonia, y la aplica simbólica y proféticamente a la caída del imperio romano. Aún más específicamente, el anuncio del tercer ángel condena a los colaboracionistas no por delitos que ellos mismos hubieran cometido sino por someterse a Babilonia en vez de resistir hasta la muerte”.[1] Así que una cosa que debemos entender es el hecho de que mi decisión no queda en el criterio sentimentalista, es decir porque me gusta X candidato, o en el campo de lo práctico es decir porque me conviene. Sino que debe caer en el campo de lo teológico, es decir si yo contribuyo con mi decisión a perpetuar un sistema injusto Dios me lo demandará cuando me presente ante su presencia. Más adelante el Dr. Stam agrega: “No debe sorprendernos este enfoque del juicio que anuncian estos tres ángeles. Según la única descripción extensa y detallada que ofrece el N.T. del juicio final, Mateo 25:31-46, el Señor en su venida juzgará a las naciones (tanto como colectividades: Babilonio, segundo ángel; y como individuos, nicolaítas, tercer ángel) por su trato hacia los pobres e indefensos. Eso no significa que no seamos responsables ante Dios por otros aspectos de la vida ética, o que no importaran la fe y la relación personal con Cristo. Pero es de suma importancia que este pasaje tan importante destaque tan exclusivamente la responsabilidad social (que incluye política) en la final rendición de cuentas”.[2] Así que mucho cuidado con elegir una opción política sin tomar en cuenta las consecuencias espirituales. Finalmente el Dr. Stam agrega algo muy pertinente para cerrar este punto. Observe lo que dice: “Esto es también el mensaje que los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-11 nos comunican hoy en América Latina. La vida política no es una actividad aislada sin significado espiritual sino una parte esencial de nuestra obediencia al Señor de la historia. ¡Atención, cristianos latinoamericanos, del Caribe e hispanos en el país del norte! Nosotros somos responsables ante Dios por las opciones políticas que tomamos. Tendremos que dar cuenta ante Dios por esa fidelidad histórica que el Señor espera de nosotros. Tendremos que dar cuenta también por nuestra apatía, nuestra irresponsabilidad histórica o aun peor, por prestar nuestro apoyo a fuerzas de injusticia. Mejor darnos cuenta ahora: votar en nuestras elecciones es más que una alegre fiesta cívica. Tendremos que responder ante Dios por cada voto que hemos emitido. ¡Cuidado que el Señor no nos diga al final, «Apártense de mí, hacedores de maldad cuando votaron en su patria»![3]

 Segundo que Abner hizo fue   discernir. Es un llamado a sincerarse. Este discernir es espiritual. Abner tenía las evidencias espirituales para entender que estaba en el equipo equivocado, sin embargo siguió en el, por conveniencia, familiaridad, comodidad. Pero ahora tendrá que salir del esquema de Saúl obligado, porque el mismo esquema que está defendiendo lo está echando. “…si como ha jurado Jehová con David, no haga yo así con él” (3:9) dice Abner. En ese momento la separación entre Abner e Is-boset tomó lugar. ¿Cómo se discierne si mi opción política está acabada? En el caso de Abner cuando se vuelve a la fuente de autoridad máxima: Dios. ¿Ahora como puede ser práctico el concepto de Dios en nuestras decisiones políticas? Cuando veo el plan de Dios y su persona como la máxima expresión de mi fidelidad y cuando veo al hombre como el campo temporalidad. Es decir sólo a Dios se le es leal y al hombre simplemente se le acompaña como uno más temporalmente. El problema es que las personas hacen de los hombres sus dioses y los defienden con una lealtad mayor que al mismo Dios. Y eso incluye a los creyentes como a los no creyentes. Cada cuatro años la iglesia se enfrenta a una avalancha de políticos que tratan de socavar el voto de los miembros de la comunidad evangélica buscando, como el camaleón, presentarse como iluminados, enviados por Dios, y con promesas que tratan de mostrar que tienen el poder de resolver todos los problemas de la nación. Estos políticos, como buenos artistas, no dudan en citar la Biblia, invitar a los pastores a un almuerzo, y de vez en cuando enviarles algún regalito o reconocimientos. Estos políticos tienen el arte de enfocar  la mentira vestida de gracia espiritual, para comprometer a los líderes evangélicos a un apoyo público. Algunos cometen la osadía de ofrecerle a ciertos pastores influyentes, puestos para ser candidatos a diputados, o promesas para que ocupen un cargo público a cambio del apoyo de su congregación o denominación, y muchos caen en la trampa seductora arrastrados por la codicia que va envuelta en los “buenos deseos de producir un cambio social”. Es indudable que el mensaje de la teología del dominianismo ha calado en algunos grupos evangélicos proclive a la prosperidad, el éxito y el poder. No es nada nuevo que la iglesia, guiada por hombres ambiciosos de poder, haya entrado a formar parte de la política y el Estado, pues la historia de la humanidad está plagada de este hecho, y de lo dañino que fue para la fe cristiana tal excursión. Es utópico e ilusorio el pensar sanear el sistema, sin transformar al hombre. Es imposible transformar al hombre si este no experimenta un nuevo nacimiento en Cristo Jesús (Juan 3:7). Y si este cambio espiritual ocurre, entonces el conversos sabe que “la amistad con el mundo es enemistad para con Dios” (Santiago 4:4). En El Salvador (y me atrevo a decir en CA) hemos sido participe de como algunos pastores han coqueteado con los políticos de turno, y han adoptado posturas ideológicas de forma pública, ignorando el mandato del Evangelio respecto a que no podemos servir a dos señores (Mateo 6; 24). Este escenario ha causado división entre los fieles, que como derecho individual, y de libre albedrio, tienen diversas ideologías humanas. Todos los idearios políticos tienen algo de bueno y algo de malo. No puede haber un gobierno justo en la tierra, si no hay un cambio total en todos los que componen ese gobierno, y esto lógicamente es imposible. Tal gobierno solo ocurrirá cuando Cristo reine en el milenio, como anuncia la Palabra de Dios (Apocalipsis 20). Estamos ante un falso movimiento apostólico que trata de arrastrar a la Iglesia al erróneo concepto del “el reino ahora”, apoyada por la falsa teología de la prosperidad (a la cual yo llamo la falsa teología de la codicia) y se alista para permitir las influencias políticas dentro de las iglesias, invitando a estos posibles candidatos a sus cultos para según ellos “ganar punto y prestigio”. Tristemente algunas asociaciones de pastores están siendo arrastradas al juego electoral, invitando a hombres con aspiraciones políticas a presentar una imagen de las “falsa solución” a la realidad nacional. Mucho de ellos con antecedentes de ser hombres corruptos. Incluso hay pastores que se lanzan a la arena política, traicionando así el mandato de Pablo, cuando ordena que “ninguno que milita (en la iglesia como obrero) se enreda en los negocios de este siglo, a fin de agradar a aquel que lo tomo como soldado” (2 Timoteo 2:4). Es bueno aclarar que las denominaciones históricas, y con conciencia teológica, no permiten a sus ministros involucrarse en eventos políticos a menos que dejen el ministerio, aunque los miembros tienen el derecho de hacerlo, siempre y cuando mantengan la conducta ética y cristiana en su transitar por este escabroso mundo de la política. Es deber de los que componen las Alianzas Evangélicas y que se proclaman representantes de la Iglesia Evangélica de esta nación  mantener una claridad al respecto, manifestando que no aprueba la intervención de pastores en actos políticos, usando para ello la plataforma de la Iglesia o las asociaciones religiosas de pastores. Es deber también de la Alianza  Evangélica defender el estado laico, y frenar los deseos insólitos de algunos ministros que aspiran a establecer un gobierno terrenal teocrático desde la plataforma política, para imponer, por medio de leyes, un cambio de actitud, sin pasar por la Cruz de Cristo y el cambio de vida. Hay que tener cuidado, porque algunos, de forma camuflada, trataran de llevarnos solapadamente a cometer los mismos errores que cometió la Iglesia Católica en la Edad Media, para aumentar el descredito que tienen algunos de las Iglesias Cristianas, debido a los malos obreros que escarnecen el nombre de Jesús con sus malas obras. Examinemos la doctrina del DOMINIANISMO[4], y proclamemos lo que Jesús pidió en su oración antes de ir al martirio “No te pido que los quite del mundo, sino que los guarde del mal, porque no son del mundo” Juan 17:15.16.

Tercero decidir. Es un llamado a despojarse. En sus palabras hirientes, malagradecidas y salpicadas de miedo Is-boset descubrió la deformación de su carácter ante Abner. Sabe que tiene que moverse al lado de Dios si quiere ganar. Desea ver a Dios actuando en su vida. Empieza confesando la bendición sobre sí.  Ahora entiende la palabra dicha por Jehová. Tiene una revelación de quién es el verdadero rey. Pudo distinguir entre posición por favoritismo y posición por ungimiento divino. Dios no alteraría su plan con David. Abner no quiere luchar contra Dios, rechazando y peleando contra el ungido. Es decir Abner nos reta a todos a despojarnos de favoritismos, emocionalismos y materialismo para no decir cambiar de opción si en un momento determinado la opción política que sigo veo que está convirtiéndose en un sistema totalitario y opresivo. Sin embargo una vez más me sorprende el hecho de que muchas personas entienden que la opción que siguen (sobre todo los evangélicos) se ha convertido o está dando señales de corrupción y prepotencia. A pesar de esas evidencias ¿Por qué siguen defendiendo sistemas injustos y opresivos? El Dr. Aaron Kay escribe una reflexión del porque las personas hacen lo planteado anteriormente y la cual me parece muy acertada. El dice: “Aunque este año hemos visto una multitud de protestas alrededor del mundo en rechazo a diferentes situaciones que son vistas como injustas, no todo el mundo lo ve igual, y muchos grupos insisten en defender el sistema que otros atacan. No es nuevo que la psicología busque una respuesta para explicar algunos fenómenos sociales y singularidades de la historia y de los sistemas políticos, culturales y económicos. Ya en los años ’60 y ’70 la psicología nos entregó herramientas conceptuales para entender por qué los seres humanos civilizados y morales pueden ser miembros activos de sistemas sociales profundamente inmorales vistos en esa época – dictaduras, regímenes totalitarios, etc.”[5]

Durante la Segunda Guerra Mundial, el escritor británico George Orwell reflexionaba: “mientras escribo estas líneas, seres humanos sumamente civilizados me sobrevuelan intentando matarme”[6]. Lo hacía sin una pizca de humor y ni siquiera de ironía. La afirmación oculta una gran pregunta y lo que algunos experimentos respondieron en el futuro. Por un lado, dadas ciertas circunstancias los seres humanos pueden comportarse como bestias bajo el alero de sistemas políticos brutales. Por otro lado la pregunta que sigue es ¿por qué esos seres humanos son incapaces de rebelarse contra esos sistemas brutales? Algunos de esos experimentos y conceptos que han ayudado a explicar científicamente estos fenómenos son el experimento de la Tercera Ola[7] y el experimento Milgram[8] en los años 60, por nombrar solo un par de los más conocidos. Aaron Kay dice nuevamente “Retomando este tema, recientemente se publicó un artículo en la publicación científica Current Directions in Psichological Science, editado por la Association for Psichological Science, donde se busca responder al siguiente cuestionamiento que surge automáticamente una vez que sabemos cómo ocurre que las personas puedan ser absorbidas por terribles configuraciones sociales, me refiero esta vez a la pregunta de por qué las personas defienden sistemas corruptos, ineficientes e injustos. El artículo funda sus conclusiones en una serie de estudios y experimentos desde donde identifica cuatro elementos que sirven para entender los mecanismos que toman lugar en ciertas situaciones de justificación de lo injustificable.[9]

El primer elemento evidencia que tendemos a defender a aquellos sistemas de los que dependemos directamente. Este elemento de dependencia del sistema se evidencia cuando sentimos que el sistema sobre el que se emite el juicio está directamente relacionado con nuestro bienestar. Aquél del que dependemos será el sistema que defendamos. Otro elemento es llamado amenazas al sistema. Si sentimos que nuestro sistema es amenazado, tendemos a defenderlo. En tiempos de crisis no atacamos a nuestros sistemas, sino que queremos pensar que funcionan, según señala el estudio. Por ejemplo, antes de los ataques a las Torres Gemelas el presidente de Estados Unidos, George W. Bush se estaba hundiendo en las encuestas. Tras el 9/11, sin embargo, la aprobación al mandatario subió. También aumentó el apoyo al Congreso y la policía, en un intento de “fortalecer” a un sistema que estaba siendo atacado. El estudio también menciona como ejemplo al Huracán Katrina, donde pese a que la gente fue testigo de la ineptitud de los organismos para rescatar a las víctimas, mucha gente culpó a los propios afectados de su desgracia antes de admitir que las instituciones estatales fallaron. Cuando somos parte de un sistema del que no podemos salir, tenemos la tendencia a la adaptación, en lugar de tratar de cambiar lo que nos parece malo. Esto es el elemento “Inescapabilidad  del sistema” que explica que estemos de acuerdo, o al menos no actuemos contra aquellas cosas que de otra manera consideraríamos inaceptables, pues estamos de una u otra formado forzados a adaptarnos. Como ejemplo, el documento cita un experimento donde se les dijo a las personas que los salarios en su país son un 20% más alto para los hombres que para las mujeres. Aquellas personas que sentían que no podían emigrar a otro lado, aceptaban la diferencia salarial como algo innato a la diferencia de género. Mientras más atascado estás en un sistema, más probablemente tratarán de justificar sus problemas.

El cuarto elemento es el sentido de la totalidad del sistema. Esto quiere decir la sensación de que tenemos baja injerencia en nuestras propias vidas y destinos. Cuando esto ocurre entregamos a nuestros líderes la labor de darnos ese sentido de control, a cambio de nuestra tácita fidelidad al sistema. La cuestión de cómo se relaciona el individuo y su sistema social es un asunto que ciertamente despierta mucho interés en quienes buscan entender y también manipular a las sociedades. Uno de los autores del artículo, el doctor Aaron C. Kay concluye sobre esta materia: “si quieres entender cómo hacer que el cambio social ocurra, necesitas entender las condiciones que hacen que la gente se resista al cambio y que es lo que las hace abrirse al entendimiento de que el cambio puede ser una necesidad”.[10] Pero Abner demuestra que supero estas cuatro cosas y decidió un cambio honesto. Nuestros cambios políticos o cambio de opciones políticas se desprenden del hecho de entender que tanto le da lugar a Dios la opción que yo persigo. Y que conste que con esto no estoy insinuando que cuando una opción política se declara atea es la única que puede negar a Dios. Porque tanto lo niega el que saca a Dios de su escenario como el que lo tiene pero lo ignora por su idolatría materialista y avara.

Cuarto  dedicar. Es un llamado a comprometerse.  Es conocer lo nuevo de Dios, asimilarlo y aprender a moverse en ese nuevo ministerio de “David”, el texto dice “no haga yo así con él”. Esto es una transición espiritual. Es dejar la carne y moverse al espíritu. Es renunciar a la casa de Saúl y pasarse a la casa de David. Luego añade  “trasladando el reino de la casa de Saúl, y confirmando el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde dan a Beerseba” (3:10). Abner profetiza la reunión de ambos reinos de ambas casas y señala sus límites geográficos. La casa de Saúl acababa de perder a un gran general, que retiraría sus tropas y las pondría al servicio del ungido. Aun hablando así al rey Is-boset Abner muestra que era temerario, valiente y atrevido. Su convicción la pone por encima de su seguridad personal. He aquí el parámetro para los cristianos evangélicos de este tiempo electoral. Estoy dispuesto a elegir a alguien que beneficia a una mayoría y no simplemente mi beneficio personal. Es obvio que ninguna de las opciones políticas  Dios podrá decir  como con la historia de David, “yo la respaldo”. Dios no hará eso con ninguna de las opciones políticas actuales, porque el sistema es otro.  Sin embargo si puedo ver las características de Dios, al ver si mi opción política se asemeja a la opción política de Dios. ¿Y cómo es la política de acuerdo al corazón de Dios? Una vez más la pluma del Dr. Stam no ayuda en esto. Creo que su reflexión es muy pertinente y contiene pautas muy prácticas en cuanto a dedicar mi vida a una opción política. Vea  lo que dice: “La política tiene corazón cuando nace del corazón de Dios” El Dios que se revela en la Biblia ama al mundo entero y se preocupa profundamente por el bien integral de toda su creación. La política, en el mejor sentido de la palabra, está en lo más profundo del corazón de Dios.  Ahí en el corazón de Dios podemos encontrar orientaciones para nuestras decisiones políticas hoy.[11]

En primer lugar La política según el corazón de Dios es política en pro de la Vida (la de todos y todas). La Biblia enfatiza la vida. Por ejemplo el proyecto de José en Egipto (Génesis  50:20) Deuteronomio  30:15; Sal 16:11 «la senda de la vida»; 72:14. Dios considera valiosa la vida de los humanos. Vida y muerte en el evangelio de Juan; Juan 10:10 he venido para que tengan vida en abundancia  Apocalipsis: caballo negro: muerte por hambre; caballo rojo: guerra; Apocalipsis 17:6; 18:24; 16:6-7 (sangre)  árbol de vida, espíritu de vida, libro de vida, río de vida, agua de la vida. En segundo lugar la política según el corazón de Dios es política en pro de la igualdad y la equidad. Observe la Biblia en cuanto a esto.  El año sabático (Deuteronomio 15:1-11) y año de jubileo (Levítico 25) y leyes socio-económicas. Se practicaba cuando Israel era obediente; cuando no, sabían que estaban desobedeciendo (Jeremías 34). El Pentecostés: Hechos 2 y 4 (Sin Jubileo, no hay Pentecostés). El proyecto final de la misión de Pablo (II Corintios  8:13).  Apocalipsis: Todos seremos reyes y sacerdotes; Riqueza prostituida por la ramera, ahora compartida entre todos.  En tercer lugar, la política según el corazón de Dios es política en pro de la justicia.     Bíblicamente, la justicia no es neutral sino defiende al débil y pobre. Conocer a Dios es practicar la justicia (Jeremías 22:16; cf. 9:23-24). Buscad el reino de Dios y su justicia (Mt 6:33; cf. 6:10 hágase tu voluntad en la tierra). 1 Juan 2:29, 3:7-10,16-17: «el que hace justicia es nacido de Dios» (2:29 e inverso 3:10). La nueva creación será un espacio para la justicia (2 P 3:13). En cuarto lugar la política según el corazón de Dios es política en pro de la libertad.    «He conocido las angustias de mi pueblo y he descendido para librarlos» (Éxodo 3:7-8; cf. 2:24-25; 3:9)   Jesús vino a darnos libertad (Lucas 4:18; Juan 8:32,36)  El ministerio de Pablo fue una lucha por la libertad (Gal 5:1-13).  La nueva creación será un espacio para la libertad (Romanos 8:21). Un quinto elemento de la política desde el corazón de Dios es en pro de la verdad. No es cristiano dejarse engañar por la propaganda. Isaías 5:20 Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz  y la luz por tinieblas Juan 14:6 Yo soy la verdad y la vida; Juan 8:32 Conocerá la verdad y la verdad los hará libres (sin verdad, no hay libertad). Apocalipsis 16:13-16: los sapos satánicos de la propaganda belicista (Armagedón). El juicio final será la hora de la verdad. En sexto lugar la política según el corazón de Dios es servicio al Reino (Mat 6:33). El Reino de Dios fue el primer mensaje de Jesús (según los evangelios sinópticos). El mensaje bíblico es de salvación personal pero no sólo eso sino el nuevo orden del Reino. El mensaje del Reino debe orientar todas nuestras decisiones políticas. Finalmente la política según el corazón de Dios nos llama a tener una presencia profética en medio de la historia. Los profetas no sabían callarse. Desde el Pentecostés, toda la iglesia está llamada a ser profética.[12]

He aquí algunos indicadores que debo tomar en cuenta al momento de evaluar mi opción política desde la óptica del carácter de Dios.

Conclusión

Hasta aquí analizamos el incidente de cuando Abner cuestiona su opción y toma la decisión de cambiar de opción. En esta aproximación planteamos dos cosas importantes para analizar en este tiempo mi opción política. Primero debimos considerar las señales de mi opción política. En ella nos planteamos cuatro grandes señales, a saber, la señal de desgaste que reta mi capacidad. Y responde a la pregunta ¿Cómo me considera mi opción política? Me respeta, me reprime, o simplemente me exprime. La segunda señal fue la de la desubicación. Esto reta mi estabilidad. Esta señal responde a la pregunta ¿Qué tan lejos está mi opción política de sus preceptos y principios de existencias? La tercera señal  es la del desencanto. Esto reta mi fidelidad ¿Responde a la pregunta que tan capaz ha sido mi opción política? La cuarta señal es la del disgusto. Esto me reta mi necesidad. Responde a la pregunta ¿Qué tanto se ha interesado en realidad por la necesidad de la gente?

La segunda parte implica ¿cómo debo responder yo, ante mi opción política? En esta opción debo primer despertar, ese despertar provine del filtro de los valores de Dios a mi opción política. En segundo lugar debo discernir ¿Qué es lo que le da autoridad  a mi opción política? Son los miembros, los anuncios, el dinero, la tradición, etc.  En tercer lugar debo decidir. ¿Quiero lo mejor para mi país o sólo para mí? Finalmente una cuarta cosa es dedicar. ¿Esto implica que es el modelo al cual debo comprometer mi vida? Y concluimos que la política tiene corazón cuando nace en el corazón de Dios. Y vimos varias sugerencias de esa política nacida en el corazón de Dios.

Quiera usted y yo poner en manos de Dios nuestra decisión, de tal manera que cuando emitamos nuestro voto, estemos en la misma presencia del Dios altísimo y no ante una ideología simplemente humana y limitada.

Con que gran capacidad lo ha plasmado el profeta Ricardo Arjona:

Empezó haciendo panfletos con consignas populares
un letrero «patria o muerte» en la pared, y el Che Guevara
defendía el capital de Carlos Marx con argumentos colosales
así lo conocí años atrás, a los 18.

Enemigo de la radio y la canción con estribillo
el entorno le ayudaba pa’ engordar tantos rencores
no perdía la ocasión pa’ hacer valer sus argumentos de caudillo
y el futuro se asomaba con sorpresas tras la esquina.

Caudillo, tatúate en la piel lo que prometas
que el tiempo puede hacerte un mercenario
y ser tan solo otro falso profeta.

Caudillo, de la revolución a la avaricia
hay sólo un par de pasos en la brecha
cuidado y te resbalas por lo fácil.

Se graduó de abogado un abril y en el proceso,
los ideales empezaron a sufrir reumas y achaques
reclutado en un partido liberal, fue diputado en el congreso
su oratoria se hizo experta en la mentira y el debate.

Yo lo vi haciendo graffitis «patria o muerte» donde quiera
yo era el flaco con guitarra, no sé bien si se recuerde
se ve raro con corbata Ferragamo y Louis Vuitton en la cartera
que fácil se acomodan los ideales a capricho

Caudillo, hoy silbas las canciones de la radio
el Che ya no es la foto en tu castillo
hoy eres de ti mismo el mercenario.

Caudillo, se te olvidó tatuarte las promesas
¿a dónde fue el muchacho solidario
que dividiría el pan que hubo en su mesa?

Hay manifestación frente al palacio de gobierno
el tipo en el balcón presidencial
se le parece a aquel muchacho[13].


[2] Ibíd.

[4] El dominianismo  ha sido promulgado por las enseñanzas de la iglesia de Roma, de Orígenes, Agustín, o en el lado evangélico  Earl Paulk, y consiste en la idea de que la  iglesia debe conquistar el mundo, o lo que ellos llaman el poder universal (catolicismo) o temporal. En otras palabras, cada uno de los estamentos de un estado (político, cultural, militar, económico, religioso, etc.) debe ser conquistado por la iglesia y mientras eso no ocurra, dicen ellos, Cristo no puede regresar. Es decir, la soberanía del Señor y Salvador se ve obstaculizada por la de sus criaturas. Evidentemente esto no tiene sustento bíblico.
Esta enseñanza no solo destrona a Cristo y entroniza al hombre, sino que es una versión renovada de la antigua teología de la liberación, la cual presentaba un evangelio social, mezclando la predicación con la política, incitando a la lucha de clases y presentando a un Cristo revolucionario y subversivo. ¡Qué insulto al Señor! Cristo jamás fue un comandante que reclutó a individuos para prepararlos para la revolución. El es EL Señor Y Salvador Que vino a morir para salvar a los pecadores.

[5] Kay, Aaron. ¿Por qué la gente defiende los sistemas injustos y opresivos? Artículo, 2008

[7] La tercera ola es un libro publicado en 1979 por Alvin Toffler. Con aire futurista, se basa en la historia de la humanidad para describir la configuración que tomará el mundo una vez superada la era industrial,  lo que significa a la vez la superación de las ideologías, modelos  de gobiernoeconomíacomunicaciones y sociedades estructuradas alrededor de  la producción centralizada, por ejemplo, el industrialismo capitalista y comunista. A pesar de tener varias décadas, el concepto expresado en muchos aspectos es bastante actual. Su lectura permite entender que procesos como la globalización están más cerca de la evolución humana o de la evolución cultural que de una conspiración de poderosos.

[8] El experimento de Milgram fue una serie de experimentos de psicología social llevada a cabo por Stanley Milgrampsicólogo en la Universidad de Yale, y descrita en un artículo publicado en 1963 en la revista Journal of Abnormal and Social Psychology bajo el título Behavioral Study of Obedience (Estudio del comportamiento de la obediencia) y resumida en 1974 en su libro Obedience to authority. An experimental view (Obediencia a la autoridad. La perspectiva experimental). El fin de la prueba era medir la disposición de un participante para obedecer las órdenes de una autoridad aun cuando éstas pudieran entrar en conflicto con su conciencia personal.

[9] Kay, Ibíd.

[10] Kay, Ibíd.

De plano que en estas elecciones voy a votar por el frente…

Si voy a votar por el frente de la papeleta, ya que si voto por detrás mi voto se anula…no soy tan tonto. Sin embargo ya que atraje su atención quiero  sugerirle la reflexión de este escrito. Se trata de algunas pautas para evaluar nuestras opciones políticas. Algunos se preguntarán si en la Biblia podemos encontrar semejante tema. Pienso que la Biblia tiene mucho que decirnos en términos de opciones políticas Déjeme establecer bien el contexto del pasaje para establecer el paralelo al que quiero instruir al pueblo de Dios.

En los capítulos anteriores encontramos que Saúl ha muerto y David ahora es reconocido como Rey sólo por la tribu de Judá. Las otras 11 tribus todavía siguen a Saúl. Dentro del liderazgo de la casa de Saúl, se encontraba un hombre fuerte llamado Abner. El es el general del ejército de Saúl. En el vrs. 8 del Capìtulo 2 dice lo siguiente: “Pero Abner hijo de Ner, general del ejército de Saúl tomó Is-boset hijo de Saúl…y lo hizo rey sobre Galaad, Gesuri, Jezreel, Efraín, sobre Benjamín, sobre todo Israel”. Al final en el vrs. 1 del capitulo 3 dice:”Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo y la casa de Saúl se iba debilitando”. Así que hay dos bandos, dos representantes y dos ideologías de gobierno. Esas tres cosas se mantienen permanentemente en cada generación de ideologías. Abner, ha optado por una de ella, pero la preguntas es ¿Es un buena decisión política? Dentro del contexto es obvio que el modelo de Saúl ya había sido desechado desde la perspectiva de la verdad de Dios, que al fin y al cabo ese sería el mayor criterio para seguir o no seguir con un modelo o una opción política. Ahora quiero que tomemos el texto en mención y dice: 2 de Samuel 3:6 dice una frase que me llamó la atención: “Abner se esforzaba por la casa de Saúl”. ¿Por qué esforzarse por un esquema que ya está en decadencia? ¿Qué se logra con servir a un esquema que ya está en decadencia? ¿Es sabio seguir optando por algo  que está enviando señales de decadencia? Aquí quiero que veamos con respecto a nuestras decisiones políticas la primera gran pauta. Es lo que yo llamo la pauta de las señales

  • La primera señal que debo fijarme es la señal del desgaste. La señal del desgaste tiene dos conceptos importantes aquí. Primero, está el factor intrínseco. Dice el texto:     “había guerra”. La guerra habla de falta de cohesión. Es decir habla de las contradicciones internas del sistema. Es un esquema que no tiene paz. Siempre está en las contradicciones de las luchas internas e intestinas. Aquí debo analizar la señal de la estabilidad e identidad. Si hay guerra es porque no se puede tener capacidad de armonía y diálogo. Vivimos en una generación salvadoreña que quedó en empate. Ese empate ideológico genera una mayor conflagración.  Segundo, el factor extrínseco. El texto que se utiliza es la expresión “se esforzaba”. Es decir todo el esfuerzo es a nivel humano y de habilidad carnal. Es la única manera que se puede sostener un proyecto de una manera personal. El punto aquí que el hecho que se esforzar, implica logro personal, centralidad del hombre y no Dos. Esta señal desafía mi capacidad
  • Segundo la señal de la  desubicación. La desubicación es perder el rumbo para lo que originalmente se desarrolló un proyectoAbner está totalmente desubicado por dos simples razones. Primero la muerte de Saúl alejó a lo que venía de los ideales originales del reinado. Esto es una ruptura con sus preceptos. La segunda cosa que lo desubica es que   la voluntad de Dios y su designio no aprobaba la opción de Saúl, porque había habido un alejamiento de la Verdad de Dios. El no se ha dado cuenta o no quiere creer que Saúl ya no es más el plan de Dios ni  Is-boset su hijo. Este modelo está desechado. Esta es una ruptura con los principios. Si rompo con los principios universales de justicia, de la verdad, de la integridad, de la solidaridad. Esta señala desafía mi estabilidad.
  • Tercero, la señal del desencanto. El desencanto proviene en esta oportunidad de tres grandes fuentes. Hay desencanto por la injusticia. Note que el mismo esquema al que servía Abner le cuestiona y lo acusa de falta de fidelidad. Hay desencanto por la ingratitud. Este esquema es desagradecido e injusto con aún los que se esfuerzan para continuarlo. Hay desencanto por la ineptitud. Lo curioso es que Is-boset que tenía problemas más profundos en cuanto a la guerra, empieza a fastidiar por detalles mínimos y basados en las sospechas. Estos esquemas en realidad viven precisamente de eso. De las cosas pequeñas e insignificantes y no de las verdaderas realidades de su situación. Esta señal desafía mi fidelidad
  •  Cuarto, la señal del  disgusto.  Dice el vrs. 8: “se enojó Abner en gran manera”. Y quien no se enojaría con semejante mentalidad legalista y policiaca. En realidad cuando estamos en estos esquemas que ya son obsoletos y que ha sido desechado por Dios, genera demasiada molestia en los que soportan toda la estructura y legalismo de ese esquema. Esta señal desafía mi necesidad.

Al tener en cuenta estas señales las paso como un tamiz a mi decisión política en este tiempo. Sea honesto con usted mismo y hágase estas preguntas al ver estas señales.

  • ¿Esta desgastada mi opción política? ¿Es tal el desgaste que menosprecia mi capacidad? ¿Cómo me trata como un títere que no puedo pensar sino que me trago todo lo que me presenta? ¿Puedo cuestionarla y aportar? ¿Aprecia mi opinión y capacidad para cuestionar?
  • ¿Está desubicada mi opción política? Es decir mi opción política ¿ha roto con los preceptos originales con que se formó? Sus doctrinas con las que iniciaron ¿siguen siendo congruentes con la realidad que han presentado? Por otro lado mi opción política ¿se ha alejado de los principios espirituales básicos? ¿Que tanto respeta  la Verdad de Dios, o sus conceptos? ¿Cree en una verdadera justicia que parte de los principios escriturales y preceptos básicos del cristianismo?
  • ¿Estoy desencantado con mi opción política? Es decir los tres elementos que desencantan son. La injusticia,  La ingratitud, la ineptitud. Por ejemplo ¿ha sido justa la retribución a todos los que siguen la ideología política o solo ha favorecido a unos pocos? En cuanto a la ineptitud, ¿Ha tenido la capacidad administrativa, ética para generar cambios en beneficio de todos o simplemente un sector que se usa como símbolo de mejoras en todos? ¿Que tan capaces han sido los programas y las tomas de decisiones que hay hecho mi opción política?
  • ¿Estoy disgustado con mi opción política? Si esto es así ¿de donde procede mi disgusto? Algunos por que no han logrado beneficios, otros porque no les han dado puestos o privilegios que les prometieron, ¿pero de donde debe venir el verdadero disgusto? Es cuando Dios es hecho a un lado y es menospreciado y sus preceptos de la Verdad son  echados a un lado. Cundo uno mira las contradicciones existentes en los discursos y las realidades.

Cristianismo sin religión: Cristianos Saludables

II.                    El segundo elemento para tener una salud espiritual es CREENCIA (1:1b)

Estaba leyendo acerca de la religiosidad en el mundo y de cómo hay movimientos que tienen unas creencias muy extrañas. A parte de ser una aberración como movimiento La lista tiene varios toques; algunos de muy mal gusto y otros absurdos.

1 La iglesia de Bob Esponja le rinde culto al personaje de Nickelodeon. Se basa en la sencillez. 2 La iglesia de la Eutanasia. Una secta, performance o exabrupto dadaísta. Se basa en un único mandamiento: no procrearás. 3 La iglesia de los subgenios. Es una parodia de religión satírica postmoderna que ganó popularidad en los años 80. 4 El monje de los cocos, llamado así porque su líder se alimentó sólo de cocos durante tres años. 5 Los adoradores de Rambo. Los Kamula, en Papúa, Nueva Guinea, idolatran al personaje de Silvester Stallone. 6 Movimiento de la creatividad. Se trata de una organización religiosa racista que dice rendir culto a la raza blanca. 7 La religión maradoniana  o de D10S está presente en casi 60 países y cuenta con más de 80.000 feligreses.

Lo cristianos debemos tener nuestras creencias bien cimentadas. En este pasaje Santiago hace tres alusiones importantes para la fe cristiana.  En el texto original, la sintaxis es diferente a como aparece en nuestra versión en castellano. El texto griego dice literalmente: “Santiago, de Dios y del Señor Jesucristo siervo”.

 

A.     Un Cristo Relacional

En ese orden gramatical sugiere que el escritor desea dar énfasis primordial no tanto al hecho de que es  un siervo sino de quién es el siervo. Este orden de palabras da prominencia a la identidad de su Señor celestial. Para Santiago, esa identidad era de importancia primordial. El no podía concebir honor más alto que ser el siervo de tal Señor. Con ello declara una relación personal. Dicha expresión no denota ninguna otra cualidad sobresaliente, sino la mera expresión de su profunda devoción y sumisión a su Señor [1]

B.      Un Cristo Real

 Santiago pudo haberse identificado como el hermano del Señor o el anciano líder de la iglesia en Jerusalén. También pudo haber usado su título de apóstol, pero prefirió llamarse sencillamente siervo. Debe notarse que Santiago  usa el título completo al referirse al Señor: “Señor Jesús Cristo” (En el texto original). Aunque la idea  es definida, el escritor no usa el artículo ni con la palabra Dios, ni con la fórmula  “Señor Jesús Cristo”. La razón evidente  es que quiere dar énfasis a la naturaleza intrínseca  de las referidas personas más que indicar su identidad. Según las tres designaciones Cristo es real por su Presencia. La gramática griega usa y para conectar a Dios y Jesucristo sin artículo demostrando que Dios y Jesús son lo mismo. Por otro lado Jesús es real por su Preeminencia. El uso de la palabra Señor tiene una historia interesante. En el griego clásico su uso contenía la idea de legalidad y autoridad. Este título era usado para referirse a personajes políticos importantes.  En el AT se usa la palabra Adonay para Señor y eso significaba literalmente amo y dueño. En el NT la palabra Kyrios aparece unas 717 veces. También Jesús es real por su Potencia.  El segundo nombre que el autor de la Epístola usa es “Jesús” Ieosus, es la versión griega  del nombre hebreo Yeshua. Hasta donde se sabe, es el nombre más antiguo  que contiene en su raíz el sustantivo divino  Yahweh. El nombre de Jesús  se asocia directamente con su misión salvadora. Ese nombre encarna  todo el mensaje  del evangelio tocante al histórico  hombre  de Nazaret[2] También es un Cristo real por su Pertinencia. El tercer nombre que aparece es “Cristo” que equivale al hebreo Mashiah y literalmente significa ungido. El título  y concepto de cristhos, históricamente y tal vez teológicamente, es el más importante de todos los conceptos cristológicos por haberse convertido  en la manera central  de designar la comprensión cristiana de Jesús. Esto se comprueba por el hecho  de que Christos, que propiamente es un título  para designar al ungido, se convirtió  muy temprano  en un nombre propio. Pero también el nombre de Cristo tiene una connotación escatológica, ya que anticipa el cumplimiento  de las promesas hechas por Dios en el AT.

 II.                  Un tercer elemento para tener una salud espiritual es CONVIVENCIA  (1:1c)

Una tercera actitud tiene que ver con la comunidad de Dios. ¿Qué es ser iglesia hoy? ¿O que es hacer iglesia hoy? ¿Porque nos reunimos? ¿Por qué buscamos estar juntos? El texto nos da unos indicios. “A las doce tribus que están en la dispersión: salud”.  Observe puntualmente tres pautas de convivencia comunitaria o de comunidad eclesial.

 A.     Una convivencia inclusiva

La Epístola está dirigida a las “doce tribus”. La expresión  es una referencia al pueblo de Israel en su totalidad (Mateo 19:28; Hechos 27:6). Aunque es cierto que desde los tiempos  de la cautividad de las diez tribus del norte a Asiria, muchos israelitas habían perdido su identidad tribal. La expresión “doce tribus” continuaba usándose como un símbolo de unidad nacional. Debido a esto debemos pensar que Santiago no deja a nadie por fuera. Es obvio que aunque hace una referencia a las 12 tribus, el también tiene en mente a los judíos cristianos. Esta virtud de tomar en cuenta a todos, es una característica importante para la iglesia hoy. Debemos entender que la iglesia debe y puede dar cabida a todas las personas sin importar sus rasgos, culturales y espirituales. Sin embargo debemos entender que esta inclusión conlleva obediencia a la Palabra de Dios. En este tiempo de tolerancia las personas pueden pensar que la inclusión es aceptar cualquier tipo de creencia y sumarla a la masa. Pero esta inclusión comienza con una relación con Jesucristo y su verdad, así como el respeto y la obediencia a las leyes de Dios.

  1. B.      Una convivencia impulsiva

La expresión en la dispersión tiene que ver con el hecho de que los israelitas a quienes va dirigida la carta vivían fuera de Palestina. Las doce tribus que están en la Dispersión (diáspora en griego): expresión que, en su sentido literal, designa a los judíos que quedaron esparcidos entre las naciones después del cautiverio babilónico. Aquí abarca a los creyentes en Cristo esparcidos en el mundo, incluidos los de procedencia judía. Santiago dirige su carta a las doce tribus de la Dispersión, que designaban en aquel tiempo a todos los cristianos de origen judío que vivían dispersos fuera de Palestina. En la antigüedad israelita, la expresión Dispersión servía para designar a los judíos emigrados de Palestina. Sin embargo, algunos comentaristas consideran las doce tribus de la Dispersión como sinónimo de los creyentes judíos. En cuyo caso la epístola iría dirigida a todos los cristianos, fuesen judíos o paganos. Me llama la atención que Santiago impulsa una búsqueda de personas que están dispersas por el sin una raíz de identidad eclesial.  Hoy tenemos un reto grande con relación hay que una cantidad de gente que está dispersa por múltiples cosas. Desánimo, heridas y caminan por el mundo si raíz ni pertenencia. Es necesario recuperar todo es pueblo que vive en un exilio de cautividad.

 C.      Un convivencia productiva

El autor saluda a sus lectores con una sola palabra: “Salud”. Desafortunadamente, la expresión castellana “salud” no expresa todo lo que el escritor pretende transmitir a sus lectores. En el texto original aparece la palabra “chairein” que es el presente infinitivo  en la voz activa  del verbo Chairo cuyo significado es regocijarse, “estar contento”. Aunque  dicha forma de saludar  no es la que aparece comúnmente  en el NT, sí era la manera general de hacerlo entre los griegos. Santiago  por lo tanto, usa una manera convencional  de saludar en su tiempo. La iglesia debe producir salud y gozo abundante. No es un lugar que amarga el gozo, que impone tantas reglas que no queda tiempo para reír, disfrutar, etc.

Conclusión

Hemos establecido que un primer principio de una fe genuina o de un cristianismo si religión es una fe saludable. Santiago establece que para tener una fe saludable necesitamos  cambio, un cambio de incredulidad, de familiaridad, de religiosidad y finalmente un cambio de identidad. En segundo lugar necesitamos creencia. Una creencia en un Cristo real y en un Cristo relacional. Finalmente necesitamos una convivencia. Esa convivencia debe ser inclusiva, impulsiva y  finalmente productiva. Que Dios nos ayude a poder tener estos tres indicadores de salud.


[1] Carballosa. Santiago un Fe en Acción, pág.80

[2] Carballosa. Pág. 82

Cristianismo sin religión: Un fe saludable

Introducción

Estamos en un mundo donde vivimos con estereotipos. Hay por todos lados ideas preconcebidas, que nos marcan de una sola vez. Por ejemplo se dice que todos los hombres pequeños y mujeres pequeñas son malos y peleoneros. Por otro lado se dice que los gordos son siempre alegres. Se dice que ser político es ser corrupto. También se habla de que las rubias  son mujeres de poco cerebro. Lo que me recuerda de un hombre que estaba sentado en un restaurante con poco iluminación. Estaba algo aburrido mientras esperaba la comida, así que le dijo a una mujer a su lado que no se veía muy bien por la poca luz, si quería escuchar un chiste sobre las rubias.  La mujer le dijo que antes que lo contara le advertía que ella media 1.90, era rubia y que era jugadora de rugby. También le dijo que tenía a su derecha otra mujer rubia, que medía 2.00 metros  era corpulenta, y era jugadora de fútbol americano. Agregó que a su izquierda tenía otra mujer de 2.00 mts y que era la campeona de lucha libre de Europa. Finalmente añadió al hombre: ¿Quieres contar tu chiste sobre rubias todavía? El hombre se echó para atrás y le dijo: “Creo que no, no tengo tiempo para repetir el chiste tres veces”.

En la vida cristiana también encontramos estereotipos. Como lo mencioné el domingo pasado empezaremos este año con una serie de reconocer nuestros problemas con la identidad de ser cristianos. Todos tenemos ya en nuestro ADN muchas ideas religiosas o simplemente conceptos que se nos han dado y que no los hemos evaluado con criterio. Cuando se habla de ser cristiano, la gente tiene muchas concepciones antiguas y las nuevas generaciones tienen otras. Es como aquel niño al que el papá le preguntó si quería ser cristiano, a lo que él respondió que prefería ser Messi. ¿Qué es ser cristiano hoy? ¿Cuánto de lo que creemos es en realidad cristianismo o ideas humanas coladas en los orígenes del intento de Dios?

¿Por dónde se puede empezar a entender el cristianismo? Creo que el primer libro del Nuevo Testamento nos puede dar esos indicios. Abramos nuestras biblias en el primer libro del NT.  Dice Santiago 1:1: “Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.

En esta serie de mensajes nos acercaremos al tema  del cristianismo sin religión. Trataremos de redefinir, visualizar como el Espíritu Santo quería  primariamente que fuera. Una de las grandes características de algo o alguien es que esté saludable. Alguien ha dicho  que por mucho tiempo se relacionó la salud con el simple hecho de no estar enfermo. Sin embargo hace varios años la organización mundial de la salud (OMS) propuso definir la salud como “EL PLENO ESTADO DE BIENESTAR FISICO, MENTAL Y EMOCIONAL”. Esto quiere decir que una persona saludable es aquella que tiene la energía y la capacidad para crear, producir y desarrollar todo su potencial.[1] Así que escondido en estos primeros versículos  de introducción  podemos encontrar a lo menos cuatro retos para recuperar la salud espiritual o a lo menos tener salud. Debemos retomar un cristianismo saludable.

Según el apóstol Santiago  (Santiago es una contracción  castellanizada de dos palabras latinas: santus Iaocubus, que quiere decir San Jacobo), una fe saludable deber marcar una genuina diferencia en el estilo de vida de una persona. ¡El credo de cada cual debe determinar su conducta! Y aquellos que conocieron a Santiago lo consideraban autorizado para tratar este tema! Por causa de vida virtuosa lo llamaban  “Santiago el justo”.  El texto de esta epístola refleja la probidad de sus normas de vida, y resuenan  en ella los elevados  y excelsos principios de su hermano. En la Epístola de Santiago  se encuentran a lo menos quince alusiones  al sermón del monte pronunciado por Jesús.[2] El Dr. Carballosa dice que el nombre Santiago es la helenizada del hebreo Iakob. Se sabe muy poco de la vida temprana de Santiago. De hecho nada se sabe excepto que él y sus otros hermanos no creían  en El. (Juan 7:5). Generalmente se cree que su conversión tuvo  lugar después de la resurrección del Señor Jesús (1 Cor. 15:7). Es posible, además, que estuviese orando después de la ascensión del Señor (Hech.1) Según la opinión de los comentaristas conservadores, Santiago llego a ser el líder la Iglesia en Jerusalén y presidió, como tal la conferencias descrita en Hechos 15.[3]

Una lectura de la Epístola revela que lo más destacado de la personalidad de su autor es su carácter práctico. Santiago habla de las pruebas y tentaciones que sobrevienen al hijo de Dios aquí en la tierra y ve esas pruebas como instrumentos de Dios, destinados a producir madurez en la vida del cristiano. Para él la verdadera demostración de la fe es el fruto  que ésta produce. Un verdadero creyente debe ser un hacedor de la Palabra y no un simple oidor.[4] Santiago era, sin duda, un hombre de acción. Si un hombre  se considera religioso, debe frenar su lengua. Si no lo hace, su religión es vana. La palabra obras o su equivalente se repite unas 14 veces  a través de la epístola. Pero no debe pensarse que minimiza  el principio de la fe  que Dios demanda de los suyos.  La fe verdadera, para Santiago significa una fe viva y una fe viva se demuestra  a través de las obras. La fe y  las obras  no son antitéticas, según Santiago, sino que la una es producto de la otra. Una característica destacada en Santiago era su humildad. Se autodenomina  “un esclavo de Dios y de Jesucristo” (1:1) Además a través de la epístola  se identifica con los creyentes llamándolos hermanos. Pero, aunque  era humilde, Santiago también demuestra que era un hombre  de coraje. Su llamamiento  a los creyentes a frenar  sus lenguas  y apartarse del mundo, su ataque a los ricos injustos, y a los que no practicaban la misericordia revela  que Santiago no temía decir la verdad.[5]

Finalmente, debe notarse que Santiago era un hombre  bien educado. Estaba familiarizado con los fenómenos atmosféricos, la navegación, la domesticación de los animales, la agricultura, la fauna. También puede decirse que conocía la naturaleza humana, sabía lo terrible del pecado humano, la importancia de la imparcialidad, la práctica de la sabiduría y la necesidad de la oración para el creyente.  La Epístola de Santiago revela  que su autor era un hombre que conocía a Dios.[6] Santiago era un hombre práctico, sí, pero de igual manera era un hombre con una tremenda salud espiritual.

I.                    El primer elemento para  tener salud espiritual es CAMBIO  (1:1ª)

La carta comienza con “Santiago siervo de”. Es importante hacer notar que el uso del nombre de una forma helenizada (paganizada) implica un cambio en la mentalidad  de los judíos en lo tocante a la cosmovisión de la superioridad judía. Es importante entonces notar que Santiago decide hacer un cambio en su vida. ¿Y Cuáles cambios serían lo que Santiago hace, por el uso de su nombre de esta manera? Dios tiene que trabajar en cuatro dimensiones de un cambio para la gente que le sigue hoy.

A.     El cambio de la incredulidad

Puedes ver, en el capítulo seis de Marcos, que Jacobo era incrédulo. Mira el fin del verso 3, “se escandalizaban de él”. Eso incluye la gente en Nazaret, donde creció Jesús – y creo que incluye a Jacobo, y a los demás hermanos y hermanas de Jesús. Se ofendieron porque El se presentaba como un maestro, habiendo salido de un fondo humilde. “¿No es éste el carpintero?” (Marcos 6:3). La respuesta de Jesús en el verso cuatro muestra que Jacobo y Sus otros hermanos y hermanas se ofendían por Su predicación: “No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa [familia]” (Marcos 6:4). Sus propios parientes, inclusive su hermano Jacobo, no lo honraban a Él. Entonces el verso seis dice: “Y [Jesús] estaba asombrado de la incredulidad de ellos…” (Marcos 6:6). Eso aclara perfectamente que Jacobo, el medio hermano de Jesús, no creía en Él. La incredulidad nos lleva a una necesidad de la conversión.

B.      El cambio de la familiaridad

Es importante notar que Jacobo tenía una relación cercana con Jesús. Es más tenía una relación familiar con él. Pero, ¿eso había generado espiritualidad en él? De ninguna manera note lo que dice en Mateo 12:46-50 dice: “Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre” (Mateo 12:46-50). Su madre y hermanos estaban afuera, querían hablar con él, cuando en vez debían haber estado adentro, deseando oírlo…Sus discípulos que habían dejado todo para seguirle… Él los prefirió antes que a Sus parientes.[7] Los “hermanos” de Jesús son Sus medios hermanos cuyos nombres eran: Jacobo, José, Simón y Judas…Ellos eran hijos de María y José, mientras que Jesús era Hijo de María y de Dios. Dichos hermanos obviamente no eran convertidos en ese tiempo y no creían en Jesús.  El hermano mayor, Jacobo, estaba entre ellos. El aun no creía en Jesús. Voltea a Juan, capítulo siete, verso cinco. “Porque ni aun sus hermanos creían en él” (Juan 7:5).. El Dr. Rice dijo de ese verso: Los hermanos de Jesús – Santiago, Joses, Simón y Judas (Mateo 13:55) – nacidos de María y José después del nacimiento de Jesús de la virgen María, no eran salvos antes de la crucifixión (v. 5). Así que tal vez en su rechazo de que El clamaba ser el Mesías, insisten que El suba a Jerusalén a hacer más milagros para complacer a Sus discípulos. Resulta fascinante leer la Epístola de Santiago  sabiendo que quién la escribió  se crió junto a nuestro Señor Jesucristo. Compartió durante 30 años cada comida en la misma mesa con él; trabajó con él seis días a la semana en el mismo taller; asistió el séptimo día a la misma sinagoga; y subió con él a Jerusalén una vez al año para celebrar la pascua.  La familiaridad no debe dirigir a la convicción.

C.      Un cambio de religiosidad

Debemos observar, que el nombre de la persona, sobre todo en los judíos era asociado con su origen, su alcurnia y sus ancestros. Los nombres hebreos estaban asociados más con la identidad familiar, emocional y espiritual de la familia. El nombre hebreo Jacob y Jacob tenían mucha influencia en el pensamiento hebreo. Sin embargo cuando Jacobo decide escribir su epístola hace un cambio de nombre. El nombre Santiago es la suma de dos frases. “Santo” Iakov”. Es obvio que él está usando la terminología porque ahora ya no es más un Jacobo religioso sino que ahora está apartado para Dios. Ahora de religiosidad el va a experimentar una espiritualidad importante en su vida. Un cambio de religiosidad nos debe llevar a la consagración.

 

D.     Un cambio de identidad

El autor se considera a sí mismo como “siervo”. Ahora bien, es importante observar que con el correr del tiempo este término fue adquiriendo en el NT popularidad. Pablo usa esta palabra  para describir su relación espiritual con Cristo. Carballosa dice que el vocablo doulos aquí usado es contrastado  con el concepto de libertad. Todo aquel que esté en la condición  de  doulos (siervo, esclavo) ha puesto a un lado su propia autonomía y se ha sometido a la voluntad de otro. El griego libre se enorgullecía de que no era doulos y sentía repulsión y desdén hacia todo aquel  que fuese esclavo. El pertenecía por naturaleza no a sí mismo, sino a otra persona. [8] Por otro lado  el término enfatiza la idea de ser un adorador y también muestra la completa  rendición comprendida  en la absoluta  dependencia de Dios. En el verdadero sentido  de la expresión, cada cristiano  es un siervo de Dios y Jesucristo.[9] El uso de las palabras  “siervo” sin embargo tiene también raíces profundas en el AT. Se usa para describir la relación del creyente del AT con Jehová como es el caso de Abraham (Salmo 105:6), Moisés (Números 12:7-8), David (1 Samuel 7:5-8), los profetas (Amós 3:7). En el sentido de ser siervo  de Dios, Santiago se coloca entre aquellos que, a lo largo  de los siglos, se han sometido a la voluntad de Jehová. Es evidente que  Santiago, al igual  que los demás  escritores bíblicos, reconocía la soberanía de Dios. Lo que para los griegos  y romanos paganos  era una vergüenza, para los cristianos  constituía  un privilegio, es decir, considerarse como esclavo  del Todopoderoso y, por consiguiente, someterse a Su voluntad. El cambio de identidad nos debe llevar al compromiso

 Para pensar un poco…

En la iglesia evangélica hoy necesitamos reconocer estas cuatro grandes necesidades de cambio. Empezando por el área de la incredulidad. Hay varias cosas que debemos ver la incredulidad. Primero está la incredulidad espiritual. Por ejemplo, en nuestras congregaciones hay bastantes personas que asisten a la iglesia, son simpatizantes, y han hecho ciertas oraciones que los hacen pensar que han nacido de nuevo. Pero en realidad no han nacido de nuevo y no  han sido evangelizados. Creo que debemos comenzar por allí. ¿Cuántos de verdad de los que están aquí han nacido de nuevo? Segundo, está una incredulidad eclesial. Esta incredulidad se manifiesta en que hemos cambiado la iglesia de un organismo a una organización. Y la hemos hecho una empresa gigantesca con fines de lucro. Aparte que la iglesia ya no le pertenece a Dios sino a grupos de hombres pudientes o influyentes que hacen de su esposa una usurpación. Tercero, está una incredulidad ministerial.  ¿Quién debe dirigir la iglesia? ¿Cuáles son las mejores formas? ¿Qué características deben tener los que quieran servir en la iglesia? ¿Debemos obviar los preceptos bíblicos y obedecer los conceptos humanos? ¿Hablamos de liderazgo o serviazgo? ¿Cómo utilizamos nuestros recursos? Cuarto, está un incredulidad laboral.   A la gente se le ha olvidado que Jesús vendrá nuevamente y que tendremos que rendir cuentas de todo lo que hayamos hecho en este mundo. Y no solamente eso, sino que seremos recompensados de acuerdo a este principio. Se nos llama a hacer tesoros en los cielos, ¿cuánto tiene ya guardado usted allá?

 Pensemos ahora desde la óptica de América Latina la perspectiva de un cambio de familiaridad.  Hemos llegado a una noche espiritual. Hoy más que nunca se necesitan iglesias  incandescentes para esta medianoche espiritual. En el día de Pentecostés, la llama del Dios vivo vino a ser la llama de un grupo de corazones humanos. La Iglesia empezó con aquellos hombres y mujeres en el «aposento alto» entregados a la oración ardiente, y hoy día está terminando con hombres y mujeres en el salón de fiestas de encima de la iglesia organizando despertamientos artificiales. La Iglesia empezó con un despertamiento y está terminando con un ritual. Empezamos de un modo viril, estamos terminando en la esterilidad. Los primeros miembros de la Iglesia eran hombres ardientes y no grandes graduados. Hoy día hay muchos grados de ciencia y pocos de calor. ¡Ah,

hermanos!; ¡hombres con corazones de llama son la necesidad del presente! ¿Es la carrera de la vida tan amable y las comodidades del hogar tan apetecibles para ser comprados con mi infidelidad y mis ojos secos sin oración? En el día final, ¿tendrán que acusarme los millones que perezcan, de mi materialismo, adornado con unos pocos textos de las Sagradas Escrituras?» ¡Que el Dios Todopoderoso lo impida! Yo no sé qué camino van otros a tomar, pero en cuanto a mí, digo: Dame un despertamiento en mi alma, en mi iglesia y en mi nación, o DAME LA MUERTE. Todo lo que ligares en la tierra será ligado en el cielo.

Por otro lado es importante un cambio de religiosidad.  Cuáles son esos indicadores de que tenemos un espíritu religioso. El salmo 11:3 dice:”Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo? Y me parece que es una seria advertencia para la época en la que estamos viviendo. Donde se han ido los fundamentos de nuestra fe, en medio de esta ensalada evangélica que tenemos actualmente. No sé pero últimamente he venido sufriendo  por algunas cosas que suceden dentro del amado Pueblo de Dios al cual pertenecemos.  Por esta razón quisiera dibujar 10 puntos que nos están confundiendo y  que  creo deberíamos corregir. La idea es que analicemos estos puntos para que cada uno aporte lo que esté a su alcance y podamos revertir algunas situaciones que operan en franco desmedro del Evangelio.  Veamos por qué la confusión nos envuelve.

En primer lugar Día tras día crece el desapego por la Palabra de Dios y hacemos muy poco para evitarlo. Hombres celosos por la Biblia no aparecen como oradores en la multitud de congresos masivos que hoy se realizan. El hecho de que la gente haya escogido «sentir cosas» y olvidar la Escritura es un síntoma muy serio como para dejarlo pasar. Ya no somos «el Pueblo del Libro». Ahora somos el pueblo de los casetes, los CD (discos compactos) y las radios cristianas. En segundo lugar. Se pone todo el énfasis en la guerra espiritual contra las potestades del aire y se olvida hacer la guerra contra las pasiones del hombre. El orgullo, el espíritu divisionista, los celos, la inmoralidad, la frivolidad, la apatía, la ambición desmedida y la carnalidad no salen reprendiéndolos como espíritus demoníacos. En tercer lugar. Seguimos creyendo que todo se hace por ósmosis, que sólo basta viajar y nos venimos con el poder, que con una imposición de manos bajo la plataforma alcanza para convertirnos en los «Caballero Jedi» del Evangelio. Seguimos creyendo más en los atajos que en el único método que funciona, que es caminar con Dios cada día.  Debemos aprender, de una vez y para siempre, que en el Evangelio de Jesucristo no hay fórmulas mágicas para el crecimiento de la iglesia, ni para el carisma de un pastor ni para los problemas de la gente.  Las mejores fórmulas siguen estando en tu aposento secreto tras cerrar la puerta. En cuarto lugar .Cada vez se pone más el acento en los dones que en el carácter. Y en muchas ocasiones hasta hacemos «la vista gorda» sobre serias fallas en el carácter de algunos predicadores con tal de entretener a la gente con algunos dones muy «taquilleros». Sería bueno que se indague más sobre aquellos que ocupan el púlpito de la iglesia para alimentar a nuestra gente, y no sólo se piense en el público que convocan.  En quinto lugar. No le decimos a la gente que para marchar en pos de la perfección, antes hay que pasar por la cruz. Hay mensajes que no «venden» y los borramos.  Hay sectores de la iglesia que han tomado la trágica determinación de edificar sin santidad, porque la santidad resta gente. Alguien, para no cargar tanto a los hermanos y hermanas en la fe con la santidad, llegó a decir, misericordioso, que «Jesús, no dice que no debemos pecar, sino que no pequemos tanto». En sexto lugar. Asociamos al Espíritu Santo solamente con poder. Y nos olvidamos muy a menudo que fuimos sellados con él hasta el día de la redención para que se oponga a todo lo injusto y a todo lo que es mentira. Cuando hay poder «en el espíritu», sin santidad, lo que en realidad hay es otro espíritu. En séptimo lugar. Con demasiada frecuencia confundimos exitismo con fe. Muchas veces vamos a un congreso o a una campaña y como probamos que la fe del predicador es la del vencedor. Del que todo lo puede. Del que ha logrado superar todas las pruebas y ha conquistado todas las metas. Nos quedamos con la compra de la carpeta y los casetes, con un montón de apuntes y con un entusiasmo que se termina cuando volvemos a casa y debemos seguir viviendo con miserias de las cuales ni se habló en aquel encuentro. Necesitamos oradores que animen a la gente, pero no por el camino del exitismo, que lo único que logra es que terminemos todos muy confundidos. Precisamente oradores que tengan la grandeza de contar también sus batallas perdidas, evitando de esa forma que muchos se sientan como pobres e inútiles pecadores.  En octavo lugar. Muchas veces creemos que si Dios utiliza poderosamente a un líder será porque el Señor lo aprueba y entonces no importa demasiado si está viviendo en pecado. El pastor brasileño Caio Fabio dice que muchos tienen una versión personal de la Biblia y creen que «las obras y los dones cubrirán multitud de escándalos y pecados». Nos olvidamos que los cristianos somos un todo y que Dios nos contempla cuando estamos en el púlpito y en lo secreto. Predicar bien, arrastrar gente y tener carisma no nos habilita de ninguna manera para no pagar las deudas, ser mujeriegos o hacer cualquier cosa con nuestra vida privada. Hay mucha gente que en lugar de ser cristocéntrica es pastorcéntrica. Y esto es grave.  En noveno lugar. Estamos muy metidos en los templos. Mientras la pasamos bien con nuestros hermanos en la fe y nos deleitamos con buena música entre las cuatro paredes del templo, afuera andan, sin rumbo, las 99 perdidas. No nos damos cuenta que esas paredes impiden escuchar el balido de la oveja, que abandonada y con la pata quebrada, pide que alguien la ayude. La Palabra de Dios dice: «Vosotros sois la sal del mundo». Pero de la única manera en que la sal es útil y efectiva es cuando «sale» del salero. No debemos dejar de congregarnos, pero nuestro objetivo principal debe estar afuera. Debemos tomar conciencia de que el enemigo, la carne y el mundo nos han inoculado una inyección letal. Una inyección de apatía y de comodidad. Y es por esto que la iglesia no crece. Aun cuando, con tanta pobreza y tanto sufrimiento, nuestras naciones son  tierras pocas veces tan fértiles para recibir la semilla del Evangelio. Debemos despertar y levantarnos de una buena vez del confortable sillón de la indiferencia.  En último lugar. Nos hemos olvidado que la vida cristiana consiste simplemente en vivir lo que decimos creer, en poner en práctica lo que nos enseña la Biblia, en convertirnos en personas de bien con buen nombre para con los de afuera.  Pero no quiero terminar sin decir dos cosas: primero, doy gracias a Dios porque felizmente quedan muchas iglesias, grandes y pequeñas, donde puede hallarse todavía ese difícil equilibrio entre la alabanza, la adoración, la presencia viva de Dios y la autoridad de la Palabra. Y segundo, veo una lucecita al final de este oscuro túnel que plantean tantas confusiones.  Esa esperanza la veo en muchas personas que se resisten al facilismo y al show y viven con seriedad el Evangelio. Y también en muchas otras que, cansadas de las emociones y los golpes bajos, han decidido volver a la sencillez del Evangelio.[10]

 Finalmente un cambio de identidad. Debemos replantear todo el concepto de lo que es servir y servicio. Es decir una redefinición profunda y completa de serviazgo. La autoridad del serviazgo no es ni la herencia, ni la transferencia sino transparencia ante la Palabra. Es la vida y el respeto de la Palabra de Dios. El alcance del serviazgo es una función y no un puesto o posición. No se declara a alguien siervo simplemente se le reconoce. La iglesia lo reconocía, su madurez, su ejemplo. El accionar del liderazgo.  Es por ejemplo, no por imposición de decreto o estatutario, no es por cobertura o por doctrinas humanas


[2] Jeremiah, David.  Un Giro Hacia la Integridad. Ed. VIDA, 2004, pág. 8

[3] Carballosa, Evis.  Santiago una Fe en Acción. Ed. Publicación Portavoz Evangélico, 1986, pág. 79

[4] Ibíd.

[5] Ibíd.

[6] Carballosa, pág. 81

[7] Henry, Matthew. Henry’s Commentary on the Whole Bible, Hendrickson, reimpresión de 1996, volume 5, pp. 144-145)

[8] Carballosa, pág. 80

[9] Harrop, Clayton. La Epístola de Santiago. Casa Bautista de Publicaciones, 1979. Pág. 14

[10] Bayona, Jorge. 10 Razones por las que estamos confundidos. Apuntes Pastorales. 1989.