Diario de un viajero desesperado: Un paso a la vez

Dios instruye a sus conquistadores en pequeñas batallas con victorias simbólicas que retienen todos los elementos de la guerra mayor. David peleó contra el león y el oso como entrenamiento para enfrentarse al propio Goliath. Moisés cuidó de un rebaño de estúpidas ovejas durante 40 años y entre animales errantes aprendió una paciencia inagotable. ¡Y después! Después estaba preparado para guiar a cinco millones, habiendo sido enseñado con unos pocos. Dios te pondrá en apuros pero nunca te dejará sin un precedente… Su integridad es demasiado grande como para asignarte un trabajo que no tengas la más mínima idea de realizar. A Elías se le encomendó la derrota de Jezabel y fue entrenado con una viuda y su hijo. Cuando confrontas el pecado de una nación empiezas sólo por uno de ellos. En ese uno… o dos… obtienes el prototipo que desvela todo el panorama… y la solución. Cuando rompes las cadenas de uno de ellos, has empezado a sacudir los muros del mal y el desmoronamiento de su poder ha comenzado.  Elías habría de aprender allá en Sarepta los caminos de su enemigo, las cuestiones pecaminosas que hacen que Jezabel gobierne una vida. Y la muerte a uno mismo que conlleva poder salir de ello. Sarepta era una ciudad en la región de Sidón, el lugar donde el padre de Jezabel era rey. Era su hogar y el centro de adoración de su dios pagano, Baal. Elías se infiltró en aquella fortaleza construida contra el Dios Altísimo con el fin de  conmover este espúreo imperio… desde adentro. Elías rescataría a dos pobres y oscuras víctimas: la viuda y el muchacho. Para conquistar el mal, aquel que tenga el porte de Elías se introduce en la propia vida de la víctima y desde esa visión interna conquista a la “tirana Jezabel”. Tal valor tiene para el corazón de Dios el que está en prisiones, que Él envía a Su Profeta Escogido a la propia guarida del enemigo para allí vivir, servir y luchar hasta asegurar la libertad. Elías conquistó el predominio de la viuda y la muerte del muchacho. Las raíces del espíritu de Jezabel.Los pecados del hombre y los pecados de la mujer aquí expuestos en una pequeña casita.  La viuda representa a la “mujer sin hombre”. La misión de Jezabel es la destrucción del varón. Dios es varón. El Salvador es varón. La masculinidad llegó antes a la creación. Lidera. La feminidad no es anulada; Dios tiene su propio carácter manso. Pero sin ambos, varón y hembra, no hay vida. Jezabel, máscara de Satanás, desea el fin de la firmeza del varón para implantar el caos; una absoluta vorágine a través de la cual el enemigo pueda asumir el control. Así pues en Sidón los varones habían desaparecido. La ‘mujer-sin-hombre’ está  esahuciada. Es estéril y famélica. Igual acontece al ‘hombre-sin-bravura’. La viuda se asió a su último pedazo de alimento, un poco de harina, una medida de aceite. Y el profeta lo pidió como ofrenda. La mujer en Jezabel está tentada a “poseer” para poder controlar. Elías tocó la esencia de la ambición de Jezabel. Y la viuda se rindió. El profeta presentó una elección –que provenía de Dios– y que era vida o muerte. Ríndete y vive… o aférrate y muere. Entregar el control… ese es el desafío de Dios. Poseer supone perder Su provisión. Renunciar –con el riesgo terrible que ello implica– implica festejar durante la hambruna de aquellos que se  aferran.  Jezabel es el espíritu del hurto y del asesinato, la esencia de la naturaleza de Satanás, encarnada en una vasija humana que comparta su ambición de poder. Jezabel obtuvo la posición que correspondía a su marido, la viña de Nabot y los profetas de Dios, y todo cuanto poseyó fue muerto por su mano. Ese es el espíritu de Jezabel. La viuda que vivía bajo el dominio de la adoración de su nación a Baal estuvo tentada a solventar su vida a través de la avaricia de Jezabel. Elías le mostró que había una opción, un camino diferente. Lo que una mujer renuncia a favor de Dios le es devuelto multiplicado. La fuerza de una mujer estriba en su vulnerabilidad femenina, la cual Dios se deleita en cubrir. La ‘mujer-sin-hombre’ puede hacer de sus hijos maridos en miniatura,  despojándoles de su áureo ardor y esclavizándoles bajo los temores femeninos… Estos “muchachos” jamás escapan de las prisiones internas en las que las mujeres dominantes les han encerrado, y allí perecen… poco a poco. Las esposas pueden hacer de su marido un muchacho,tomando el papel de “madre” en vez de “esposa”. El muchacho de la viuda empieza a morir. La Reina Valera, dice así, “La enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento.” Las mujeres temerosas,  desengañadas de los hombres, normalmente poseen a sus hijos y los dominan hasta tal punto que su entrada a la madurez masculina es bloqueada mientras son todavía muchachos, su naturaleza innata de lucha y arrojo es violada… Este es el espíritu de Acab, el debilitamiento de los hombres hasta la muerte de su propia hombría. Los ‘muchachos-Acab’ bajo las ‘viudas-Jezabel’ sufren una muerte lenta y asfixiante. La muerte de la individualidad y por ende la muerte del vigor, y peor aun, la muerte de su especie, la ferocidad masculina que Dios creó y que la sociedad necesita. Cuando Jezabel gobierna, mata lo masculino… Su ambición no es ser reina sino rey, poseer el privilegio y el poder que pertenecen a los hombres. Su rival no es otra mujer sino otro hombre. Cuando una mujer asume un dominio feroz da la bienvenida al mal de Jezabel. Tu espíritu es espíritu, pero tu alma tiene género. La mente, voluntad y emociones actúan en función del género. El matrimonio no existirá en los cielos, ni los pastores, profetas, relaciones familiares… pero el género permanece para siempre.  Cuando la mujer se entrega al temor y a la codicia, invita a los caminos de Jezabel. Consume la vida del muchacho… el “muchacho” es la masculinidad innata, la identidad natural del varón. Y viene a dormir paralizado por la pérdida de su potente vida. La viuda tiene cierto sentido de culpa, cierta idea del daño, como todas las mujeres que matan hombres. “¿Qué te he hecho yo a ti, oh profeta de Dios? ¿Has venido a mí para traerme al recuerdo mis transgresiones y para quitarle la vida a mi hijo? 1 Reyes 17:18 Una vez más la solución a su problema es abdicar. Elías dijo, “Dame acá tu hijo.” Era “su hijo”, su propiedad para uso personal. Una posesión que asfixia al hombre en el muchacho. La mujer debe renunciar a su dominio sobre un hombre, pero el hombre también debe recuperar su alma masculina. La naturaleza divina de Elías llega para cumplir esa misión. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama. 1 Reyes 17:19 Después este viril profeta – inflamados el ímpetu y la  valentía de la masculinindad a causa de su conocimiento de Dios– empezó a orar.  Entonces se tendió sobre el muchacho tres veces y clamó al Señor… y el aliento de vida volvió a entrar en el muchacho.” 1 Reyes 17:21,22 Oración intensa, fiero empeño, compromiso personal… ¡estos son los poderes celestiales de la unción de Elías para levantar la fortaleza masculina de la tumba aniquiladora de Jezabel! Tres es el número de la consumación… Elías no se marcharía hasta que la vida regresara, por muy alto que fuera el coste de sacrificio personal. Sólo la vida cuenta. Sólo la resurrección.  Elías es el espíritu de la intercesión. Oración apasionada y ferviente. La propia energía del Espíritu Santo que anhela el reinado del propósito de Dios. Abdicar ante Dios y la resurrección por medio de la oración… estas son las armas que Elías descubrió en Sarepta para derrotar al plan ‘Jezabel-Acab’ del  diabólico Enemigo de Dios. Elías había servido en la etapa de los “pequeños comienzos”. Había sido fiel en obedecer y ocuparse del Único. Elías estaba ya preparado para enfrentar la gran batalla  

Diario de un viajero desesperado: En el territorio del enemigo

Los muros del mal

se empiezan a desmoronar

al retirar una sola piedra

En el tiempo del fin, al tipo de persona que Dios unja para ser como Elías le será asignada la derrota de Jezabel como preparativo de la iglesia para el rapto. El resultado será que los padres tendrán una vez más un corazón hacia sus hijos. Jezabel convierte a los hombres en Acabs… hombres débiles, sumisos bajo su control. Los hombres pierden su lucha, su fogosidad emocional y bravía virilidad. Entran a hurtadillas la pereza y el exceso de sueño. Una pasividad carente de energía y fervor toman posesión del hombre atrapado bajo el control de Jezabel. Asimismo hizo a hombres eunucos, incapaces pues de tener hijos. Cuando Jezabel, en calidad de principado de Satanás, es derrotada, la masculinidad de los hombres es restaurada y dejan de ser cautivos; ya no son debilitados por el enemigo de su naturaleza. Los hombres son liberados para poder tener hijos (espirituales y naturales) y para cuidar

y compadecerse de ellos. Jezabel ha sido denominada esposa de  Satanás. Como tal, arremete contra la Desposada de Cristo.  Jezabel es la confusión de géneros. Era una reina que usurpó la función del rey. Jezabel hace mujeres masculinas y hombres femeninos. La homosexualidad desenfrenada no es meramente un problema  sicológico, ni tampoco se reduce sólo a pecado. Es la evidencia del dominio de Jezabel, y es difícil evacuar esos problemas hasta que el hombre fuerte sea nombrado: Jezabel. Jezabel detesta de un modo especial la hombría. La masculinidad de Jesús se expresa en el oficio profético. Esta manifestación de Jesús, el Gran Profeta, se exhibía en Elías. La bravura de Jesús y el severo patrón de Dios que era Su celo… este poder de la masculinidad es el que ella trata de neutralizar con el fin de que la vitalidad de Dios en Su Iglesia se diluya en anodina debilidad.

El espíritu profético de Elías puede habitar en una mujer valerosa al igual que en un hombre, del mismo modo que el espíritu de Jezabel opera a través de hombre o mujer. El nivel de ardor de una persona profética es muestra del espíritu de Elías. Esta osadía moraba en Juan el Bautista cuando confrontaba a los Fariseos que le examinaban, incluso a Herodes el rey.  Esta cualidad propia de la presencia ardiente de Dios estaba en Jesús cuando esparció por los suelos las mesas de los cambistas en el templo. Aborrecer el mal a la par de una voluntad de asaltarle con el método más atrevido. Un denuedo ausente hoy en muchos líderes… líderes que no pelean ni confrontan y que justifican la cobardía como “cristiana” bondad. Esta valentía, este espíritu audaz (en ambos, mujeres y hombres), es algo que Jezabel busca aniquilar. El espíritu de Jezabel no puede contrarrestarse sin un ímpetu mayor que el suyo. La teatralidad de Jezabel se plasma en su ostentosa jactancia de las espantosas  consecuencias para Elías. Satanás siempre está amenazando para someter a la persona por medio del temor, y en base a ese temor… conseguir que abandone la lucha. El temor es el arma de Jezabel y proviene de sus amenazas de muerte. La amenaza no es cuestión baladí, pues Jezabel administró personalmente el asesinato de cuanto profeta de Dios hallaba. Abdías escondió a 100 profetas de Dios en cuevas y ahí les alimentó. Se dice de Abdías que “tenía gran temor del Señor”.  Abdías se mecía entre dos temores: el temor a Jezabel y el temor a Dios. Se requiere grande temor de Dios para lograr oponerse al terror de Satanás por medio de Jezabel. Sólo un temor de la misma magnitud hacia Dios traerá la obediencia y el valor que entraña derrotar a este mal. El miedo es lo que destruye la masculinidad y hace que el hombre se acobarde hasta la pérdida de su empuje y dominio que conforman la naturaleza combativa de su naturaleza. El miedo es lo que hace que una mujer, en su vulnerabilidad femenina, abrace y accione la medida de control que invita al espíritu de Jezabel. Jezabel conjura un temor que sobrepasa el abatimiento natural de la vida. El temor Jezabelino de Satanás merma y debilita. Lo que Elías experimentó bajo el enebro no era el temor normal que conoce todo ser humano. No era una cobardía repentina la que surgió de él. Había obtenido una grandiosa victoria por el milagro de un incendio que él no provocó. Su temor era irracional, un asalto de las fuerzas del mal; un horror martirizante del propio infierno. Desespero suicida y ausencia de esperanza son la experiencia de los temores satánicos. Las personas que son controladas a través de su pecado por el espíritu de Jezabel, son aquellos que abrigan gran cólera y amargura con la falsa ilusión de que su enojo está justificado y es legítimo. Satanás cabalga sobre esta ira y aviva su llama con susurros de venganza y derechos pisoteados, y después utiliza ese mismo fuego para aterrorizar. La falta de perdón es la raíz de la que brota Jezabel. Una cólera intimidatoria, el fruto de su amargura. El temor es la trampa que silencia y controla a las personas. Y el temor es la réplica de Jezabel que propicia un Acab   

Diario de un viajero desesperado:Cuervos y soberanía

 No puedes combatir al Adversario Antiguo hasta saber que tu Comandante gobierna

El mal reinaba en Israel y el horror de ese régimen no puede siquiera llegar a imaginarse. Los profetas estaban siendo masacrados… sin excepciones. Sólo los que habían sido escondidos por bandidos  criminales pudieron sobrevivir al filo de la espada del celo de Jezabel hacia su ídolo. La sangre fluía y nadie era ajeno a su derramamiento. Ni siquiera los siervos de Acab. 1ª Reyes 18:13

Dios preparó el escondite seguro de Elías en el arroyo de Querit. “Apártate de aquí… escóndete en la cañada de Querit…” Versículo 2 Allá, en una preciosa simbología, el Padre de Isaac inició la disciplina de aquel hombre. Antes de atreverte a mirar al rostro de la tiranía, antes de que puedas derrotar a Satanás encarándote sin temor

has de saber quién es Dios… y hasta qué punto Él ES Dios. Lo primero a saber acerca de este Padre omnisciente es que se cuidará de las  necesidades prácticas. Sabe que somos niños asustados y polvo de la tierra.  Nada quedó al margen de Su tierna provisión con un siervo tembloroso. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos  que te den allí de comer. Versículo 4 Cuando sirves a Dios, Él vela para que seas sustentado con íntegra provisión ante la hambruna de cuantos te rodean. Si bien es cierto que los cuervos fueron reales, el gua real, y el pan real, tambièn ilustran metáforas que serìa como figuras que alimentarían el alma de Elías también. Se podrìa aprender una lección espiritual de el agua, es decir hablarìa de la frescura de Dios en un mundo seco, la más básica, fundamental, espiritual y física necesidad de la humanidad. Agua de un arroyo… el manar constante de la frescura  de Dios, que entra y te refresca. Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde. Versículo 6 El pan habla de la presencia de Dios como alimento principal de la vida… una existencia elemental. Quizàs al pensar en la carne serìa una lección didáctica de las  verdades sólidas de Dios, sólo digeribles por los maduros…  Una y otra vez, meditando verdades en apariencia poco creíbles,  Elías fue enviado a un manso encierro, con el fin de “mascar” una sorprendente revelación de Dios: ¡Él da órdenes a los cuervos! “Yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer”. Versículo 4 Los cuervos son un símbolo bíblico de maldad. Son carroñeros, llamados impuros, y el santo Israel tenía prohibido comer clase ALGUNA de ellos. Deut. 14:14  Sin embargo, ¡aquí los cuervos fueron usados por Dios para sustentar la propia vida de Su siervo escogido! Cuando el mal aprisona como una marea toda la tierra, el mal parece tener todo bajo control… aun a Dios. Aquí, en una vida arrinconada en lo secreto, Dios alimentaba a Elías con el Santo Espíritu de Su presencia. Y la carne era la firme verdad de la soberanía absoluta de Dios. Elías tendría que digerir esa realidad como comida para poder disipar su temor. Elías tuvo que aprender que Dios podía conquistar al ‘cuervo-del-mal’ por la preeminencia de su mando. Habría de transformar la corrupción misma en un milagro que supuso la  supervivencia de Elías.  De ese Dios pocos saben. Pugnar contra el mal y creer en el poder de su mentira es ignorar que Dios gobierna a los  cuervos. Incluso son Sus mensajeros… a la postre siervos de la potestad de Su propósito Pocos son los profetas que conocen a semejante  soberano. Señor invicto del universo, frustrado por nadie. Ser un Elías requiere una revelación de Dios como la que él conoció a través del pico de cuervos negros e inmundos.

Diario de un viajero desesperado: Jezabel está aquí

Parece como si el objetivo básico, el propósito fundamental de toda la vida de Elías, fuera la derrota de Jezabel. Y cuando se cumplió en forma de promesa (aunque  Jezabel no hubiera muerto), Elías subió en un “rapto”. En el tiempo final, al prototipo de persona que Dio unja para ser como Elías le será asignada la derrota de Jezabel en preparación de la iglesia para el rapto. “Elías” simboliza una unción de Dios, pues Él imparte un aspecto de Su naturaleza a la persona que escoge para este cometido. La presencia de Dios respaldando a Juan el Bautista suponía una semejanza con Elías porque era la manifestación misma de Dios. El atuendo de Juan, su habitar en el desierto, su fogosidad y arrojo… estas cosas actuaban igual que en Elías. Y Jesús le llamó Elías. Dios, que odia a Jezabel, envía Su Espíritu de bravura y de guerra unidas a una poderosa autoridad que viene a descansar sobre aquellos asignados para derrotar al modelo que representa Jezabel. La batalla de Juan con Herodías era una lucha contra la presencia maligna de Jezabel en la mujer que sedujo a su cuñado, porque él era rey y de este modo ella sería reina.  Cuando Cristo nació en este mundo, Jezabel fue enviada por el amo del infierno para frustrar Su misión. Jezabel es el engaño más perverso que el enemigo utiliza contra la ‘Iglesia’… los creyentes verdaderos. Jezabel reaparece con vigor y potencia en los Últimos Días ¡porque Él viene! Hora es de que Elías y Juan el Bautista lleguen a escena una vez más para presentar batalla contra el proyecto de Satanás cuyo nombre es Jezabel. Cuando el regreso de Cristo sea inminente, Dios enviará la unción de Elías para propiciar la derrota de Jezabel en preparación de la Iglesia para la Segunda Venida del Señor Jesús. Los creyentes deben ser liberados de este dominio satánico, y ‘Elías’ es enviado con ese propósito. Jezabel es un principado con una autoridad mayor que la de un mero demonio. Es una potestad maligna bajo los cielos Jezabel representa la presencia enmascarada de Satanás tras una persona religiosa y poderosa. Detrás de este ser humano existe una potencia demoníaca que dominará a cualquier persona que ofrezca invitación a este mal… incluso a un cristiano. Jezabel busca un lugar dentro de la iglesia. La advertencia de Apocalipsis 2:20 es para el creyente, no para aquel que no es salvo. La persona que se rinde a los caminos de Jezabel (a través de una falta del carácter, ensalzándose a sí mismo) invita la presencia de ese  maligno depredador. La prueba de su presencia: religión, mujeres que gobiernan pero nunca sirven, debilidades de los hombres, inmoralidad sexual desenfrenada, homosexualidad, pornografía, incesto, impotencia, y una Iglesia carente de poder. Me temo que la iglesia evangélica de esta generación ha dejado entrar a esta potestad. Es lamentable pero Jezabel está entre nosotros.   

Diario de un viajero desesperado: Elìas está aquí

Elías era tisbita. Mientras vivía ajeno a la civilización guardaba en secreto una increíble historia junto a Dios, un relato nunca dado a conocer. Se gestaba una misión específica asignada por Dios. Su nombre significa “Jehová es Dios.” No Jezabel, ni Baal… Dios es Dios, y Elías fue enviado para probarlo. Surgió de ese oscuro pasado para adentrarse en la era de la apostasía de Israel como una figura esencial ante el drama de Jezabel y Acab. Su misión de parte de Dios: derrotarles. Y sólo a causa de Elías el relato sufre un giro inesperado. La narración conserva un secreto eterno; un secreto que se adentra hasta el final de la saga bíblica en Apocalipsis 2. No es un simple relato bíblico de un lejano pasado, sino una lección para los Últimos Días, “antes del grande y terrible día de Jehová.” Malaquías 4:5 Elías se encuentra al final del Antiguo Testamento. El significativo cierre del Antiguo Testamento se enmarca en la promesa de su retorno… en la visitación de Dios bajo el arquetipo de Elías. Sus últimas palabras… “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.” Malaquías 4:5 18  La naturaleza de Elías y la misión de Elías volverán a modo de provisión de Dios al final de las edades. El relato contiene los elementos de la derrota de Jezabel y Acab y del glorioso arrebatamiento de Elías. Así pues, el enemigo principal en los últimos días será Jezabel, y su derrota será el preludio del rapto. Por ello, velamos por la revelación de la visitación de Elías, el efecto de la cual será “volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. Malaquías 4:6 Elías ostenta un lugar de exaltación en toda la historia de la redención de Dios. Es honrado como el ejemplo supremo de la oración contestada en Santiago 5:16-18. “La oración ferviente (de corazón, continua) de un justo puede mucho (es dinámica en su obrar).” Elías, siendo plenamente humano, era un comandante de los cielos. Un ejemplo divino de oración.  Elías, en un cuerpo tan lleno de flaquezas como nosotros, oró con gran vehemencia para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Elías, el hombre que había detrás de la oración… Las palabras de la oración, las ideas de la oración, no generan respuestas. La vida del que ora determina el poder de la respuesta. Elías, rebosante de Energía Divina, derechohabiente de los planes secretos de Dios a causa de una rendición radical… estos son los elementos que responden a la oración. No cuánto ores, no lo que dices, sino quién eres ante Su rostro… en lo secreto. Por la oración Elías tenía potestad sobre los gobernantes de Israel: Jezabel y Acab. Mediante la oración instauró el dominio de Dios. “¡Dios es Dios!” Y eso fue lo que Elías llevó a cabo, demostró y probó. ¡Oh, qué maravilloso! ¡Su vida, el ejemplo cumbre de oración que hace reventar los cielos sobre la tierra!

La sequía arrodilla a un pueblo. Representa la substracción de la bendición de Dios, la esterilidad del desagrado de Dios. Está diseñada para producir sed… una sed que se vuelve a Dios para ser mitigada.

Elías estaba dispuesto a encadenar su propia vida al sufrimiento con tal de que el pueblo se arrepintiera y se volviera a Dios. Su misión era la derrota de Satanás, aquel que había destruido la adoración a Dios a través de Jezabel y Acab  Así pues, sus plegarias estaban en armonía con la voluntad y el imperio celeste. La vida de Elías fue vivida en la montaña junto a Dios. La montaña, una vida secreta más alta que  ninguna otra, donde aquel/aquella vive en la presencia de Dios en tal intimidad y por tan largos periodos que él/ella conoce los pensamientos de Dios y los trae a la tierra de un modo visible. “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” En los Últimos Días, la oración de Elías regresará. Dios moldeará en secreto las vidas de muchos individuos hasta que posean Su rectitud. Les dotará de celo por la oración y por el conocimiento de Su voluntad. Detestarán al mal sin temor y lo atacarán sobre sus rodillas. Se enfrentarán a aquellos en maldad con una bravía similar a la de Jesús, con confianza y embestida.

Gobernarán naciones –conmoverán el reino del infierno– y traerán el reino de Dios en las últimas sacudidas de la tierra. ¡Debemos regocijarnos! ¡Elías está aquí!

Diario de un viajero desesperado: El carro de Elías

Existe una historia política mundial y el relato histórico de las naciones. Pero la verdadera historia es el registro no escrito de la humanidad, de la gente y de sus vidas en particular, compuestas y redactadas por Dios y anotadas sólo en Sus Anales Eternos. Hay películas de guerras y documentos de combate. Pero la auténtica guerra se pelea individuo a individuo, una colisión espiritual de cielo e infierno que se disputa en el corazón solitario, y allí, en los recovecos del alma…

se gana o se pierde. Quizàs estos escritos no son algo  que quería escribir. Son escritos que tenía que escribir, y al final ha devenido en un gozo que ofrecer al Cuerpo de Cristo, aquellos que llevan la unción de Elías y reconocen la tortura de Jezabel. Lo considero mi documento espiritual de guerra, un manual de la estrategia del enemigo y, ante todo, una explosiva declaración de Victoria. La Biblia habla de Dios… y del hombre… pero también de algo más. El estremecedor contenido de la Biblia versa en gran medida acerca del mal… en todas sus capciosas facetas y aburrida reiteración. Preferimos volver nuestras religiosas cabezas y esperar a que se marche, este mal. No lo hará. Para el creyente apasionado –el que anhela el rostro de Dios– esta presencia, esta obscura resistencia, se halla detrás de cada esquina. Debe ser confrontada… o consumirá tu alma. La misión asignada por Dios, la prueba de obediencia, el crisol de la pureza… se oculta en tus negocios con el mal, en tus escarceos con Su colérico enemigo. Es una responsabilidad aterradora. Mejor trabajar que luchar, y bailar a preocuparse. Pero si no consigues alcanzar tu cuadrilátero de combate, has perdido tu oportunidad de Aventura Divina, mención aparte de tu Destino Eterno. Satanás escribirá entonces el último capítulo de tu historia. Si no consigues enfrentar el mal, y te niegas a darle nombre, tú te conviertes en mal, catastróficamente cegado a él. William Blake, el gran poeta cristiano del siglo XVIII escribió: “Traedme mi arco de oro ardiente. Traedme mis saetas de esperanza. Traedme mi jabalina, oh nubes de algodón. Traedme mi carro de fuego

.” El fuego de Elías, resplandeciente ante el mal satánico, es una cualidad ausente en hombres y mujeres cristianos… y por ende en la iglesia. El Carro de fuego ha de ser restaurado en esta generación,que bien pudiera ser la última.

Diario de un viajero desesperado: La gran bùsqueda

Hola blogeros, estas semanas he estado callado por varias razones. Quizàs la más importante era porque sentía que Dios estaba tratando de decirme algo. Y en efecto así ha sido. Por otro lado Dios ha estado advirtiendome de ciertas situaciones que estàn por venir y que debo de enfrentar. Despuès de ya varios años de pergrinar, me he cansado de ciertas situaciones que ocurren dentro del pueblo evangélico. Situaciones que por màs que trato de escapar de ellas, siempre me alcanzan. Mi pregunta bàsica estriba, en ¿còmo poder enfrentar estas situaciones de la cultura evangélica, sin ser llamado loco o fanático, etc. El día de ayer tenìa varias preguntas a Dios por lo que continuamente enfrento. Le decía a Dios ¿soy yo el radical? o es celo por tí?¿Què se puede hacer cuando te enfrentas al que tiene poder y tú solo eres un segundo en esa cadena? ¿Que es realmente salir en defensa de Dios? Esto me ha llevado a reflexionar de cómo pùedo ser un portavoz de lo eterno en un mundo donde los violentos mandan, y dictan las reglas y pisotean el Nombre de Dios. Le he llamado asì a la serie porque probablemente usted serà como yo, estamos cansados de todo este rollo evangélico y vamos en una búsqueda, como un caminar. Ese caminar a veces se convierte en un viaje desesperado. Así que cómo caminamos esa senda y nos encontramos con Dios? Dios me ha llevado a retomar otra vez la vida de Elìas. Esta vida, en este momento de mi vida y ministerio ha cobrado una alta relevancia por que lo considero un portavoz de Dios en un contexto de oposiciòn y de pèrdida de la identidad del pueblo de Dios. Dios me ha prometido hablarme, por lo tanto les prometo compartir con ustedes lo que en el camino Dios me vaya enseñando. ¿Quièn sabe? a lo mejor sea la palabra que tambièn usted està esperando. Ciertos escritos conservan una impronta eterna que trasciende al   tiempo en que fueron escritos. Nos acercan al mundo espiritual de donde provenimos y perfilan los secretos de Dios.Para aquellos de nosotros que estamos en la Gran Búsqueda, encierran mensajes que impactan de tal manera las vidas que llegan a formar parte de nuestra realidad. Escritos que exaltan sobremanera al Señor Jesucristo y a Su Reino; que no hablan meramente acerca de Dios, sino que imparten a Dios; testigos innegables de vidas entregadas al conocimiento de Aquel que todo lo trasciende. Y sin lugar a dudas…es  lo que deseo con lo que escribo especialmente, con esta serie. Quiero escribir para lo eterno y el Eterno. Asì que dicho esto, libres quedamos para acercarnos a Dios una vez más.

La iglesia es como un avion

Bueno, no es que Jesús se la hubiera imaginado así. Pero a veces, hoy, la Iglesia se parece a un avión.
1. Uno va sentado viendo sólo pa’l frente.
2. Las horas de vuelo se las pasa uno viéndole la parte de atrás de la cabeza al que está enfrente.
3. Cuando son creativos los de la aerolínea, ponen algo entretenido en las pantallas de video
4. Hay momentos, que aunque se dice que hay libertad, uno no se puede levantar–ni al baño!–
5. Uno está a la merced de quién está en la cabina y tiene el control del avión.
6. Los que mas privilegio tienen, se sientan mas adelante. Especialmente si tiene mas dinero.
7. Los baños están atrás, pero los de primera clase están reservados . . . sólo para los de primera clase.
8. Mientras más uno“vuela”, mas privilegios tiene.
9. Pareciera que cada vez son mas las reglas que tienen.
10. La gran mayoría de aviones llegan bien al destino. Son muy pocos los vuelos que se accidentan.

Una mirada de Fe…rente :Dios es ateo, y no es cristiano

Hoy cerrò la camapaña el candidato del FMLN, Mauricio Funes. Y a lo mejor puede ganar. No me interesa dar mi vida y confianza por ningún candidato. Pero es obvio que al ver las campañas hay un increíble manipulación para meter miedo y desacreditar a ambos bandos. Cuando escucho a la mayoría de mis hermanos en Cristo esgrimir el argumento que ellos no votan por un partido que se declare ateo, los respeto pero es un argumento muy débil y que ha sido impuesto por otra ideología igual de atea. Siempre me he preguntado como cristiano, que es peor un ateo que se declara abiertamente ateo u otro que dice que no lo es pero vive como si lo fuera. ¿Qué es peor, el ateìsmo materialista o la idolotrìa al dios mamón del capitalismo? Juzgue usted mi querido lector. Por otro lado reflexionando en algo leì, y que  ha sido la razòn del tìtulo de este artìculo. Se que sonará duro y hasta herètico pero la verdad es que Dios es ateo y no es cristiano. Y antes que me lancen la primera piedra, déjeme explicarle porque.

Dios sabe que no hay un ser supremo involucrado en sus asuntos. Dios sabe que no hay un dios sobre él. Dios no cree en “dios”, El ES Dios.  La palabra “ateo” significa sin deidad, pero no desde el punto de vista que no “existe” deidad, o de que “no tiene deidad” en sí. La palabra significa que la persona vive sin tomar en cuenta la existencia de Dios. La palabra se originó en Grecia y le daban 3 significados: 1. Impío o sin dios; 2. Sin ayuda sobrenatural; 3. No creer en ningún dios o en el concepto griego de dios. Por otro lado  Dios no es cristiano, él originó, a través del Cristo, el cristianismo. Dios es el dueño de la religión y es el dueño del mismo Ateísmo! La Iglesia cristiana no es dueña del cristianismo, sólo lo representa. La Iglesia no es dueña del Evangelio, sólo lo debe vivir. Por otro lado, los humanos sí podemos ser o no ser ateos. Y creo que eso es de mucha mayor importancia que hacerse la pregunta que si alguien es cristiano o no. Los ateos verdaderos no “niegan” la existencia de Dios, sencillamente ni siquiera llegan a considerarla. Por supuesto, el que alguien crea o no crea en Dios no altera la existencia de El. Sin embargo, nos tenemos que preguntar también por qué es que muchos de estos ateos llegan a esa conclusión.¿Será por falta de pruebas? ¿Será por Satanás?¿Será por otros cristianos?

Me parece que queda abierto el tema para que usted comente