Caldo de cabeza

Hay tantas cosas en mi cabeza hoy que he llegado a 300000 entradas. No es algo sólido lo que estoy pensando es más bien como un caldo de cabeza. Pero en fin allí les va…Hace unos diez años atrás, Dios puso en mi corazón el deseo e escribir. Y pensé para mis adentros que era complicado dicho ministerio. Estoy convencido la gran necesidad que existe de escritos y reflexiones desde nuestro contexto. En agosto de 2008 comencé este blog, más que en serio jugando y probando, pues no sabía nada de blogear. Después de 4 años he podido ver lo grande que es Dios al manifestarse a través de lo que escribo traducido en bendiciones y ayuda a muchas personas de todo el mundo. Es un ministerio que me es imposible medir el impacto, aunque a veces lo siento tan limitado y me dan ganas de colgar la pluma. Sobre todo que parte de estos años que he escrito (4 de seis años) han sido los más extraños, y (si me permiten la expresión bizarros) por todas las cosas que han sucedido en mi propia vida y ministerio. No me complica  decir que he pasado carestía, problemas económicos, problemas de salud, problemas de ausencia de trabajo, y muchas cosas que a primera vista podrían llenarme de mucha insatisfacción. En la soledad del cuartito que escribo o he escrito durante estos años has sido mi prisión espiritual, emocional y ministerial. A veces me he sentido un poquito identificado, con el apóstol cuando escribía de su pequeña celda (aunque dista muchísimo de parecerme a Pablo).  Sin ver los rostros, en la soledad de sus luchas, a veces sin tener lo suficiente.  En estos años de escribir simplemente el blog ha sido mi barco que zarpa del puerto de un corazón a veces herido, otras veces lleno de muchas luchas. Pero que navega buscando en el mar de la vida náufragos que al igual que yo necesitan el aliento de la Palabra vida. Cada vez que lanzo mi barco a la mar, quisiera que se hundiera por siempre, pero el insiste en  regresar con mensajes en botellas de vida, que tienen una notita adentro que me animan,  porque de alguna manera algo de lo que Dios puso en mi corazón les ayudó a soportar la isla desierta en la que viven. Creo que debemos tener cada tenía un poco de locura. Ya que la locura, la verdadera locura, nos está haciendo mucha falta, a ver si nos cura de esta peste del sentido común que nos tiene a cada uno ahogado el propio. Al pensar en lo que resta por delante he estado pensando seriamente en seguir con el blog, Pero como dice Unamuno es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos. Así  que  como dice Pablo deudor soy a Dios. Las evidencias del poder de Dios y de su grandeza contrastan con mi vida, pero como Dios es grande, 300,000 visitas al blog me dejan sorprendido y a la vez un poco obligado a tratar de seguir compartiendo mis luchas, mi pasión por la biblia, y su mensaje. Hoy he completado la entrada 2100 en el blog. La verdad es que ni yo sé de donde ha salido tanto. Quizás porque los años han sido difíciles mi alma ha querido confesar sus luchas. Y como son tantas las preguntas, no ha quedado más por buscar la respuesta en la Palabra. Por eso es que lo que escribo en realidad es el descubrimiento de mi propio peregrinaje. Sin embargo en medio de las tormentas me he dado cuenta que el escritor sólo puede interesar a la humanidad cuando en sus obras se interesa por la humanidad. Es obvio que  para mí la vida no ha sido la fiesta que había imaginado, pero ya que estamos aquí, ni modo bailemos. Y pienso que para muchos lectores lo que escribo será una buena melodía con la que podrán bailar bien. Og Mandino dijo una vez: «“Somos sembradores conscientes, repartimos diariamente millones de semillas a nuestro alrededor. Que podamos escoger siempre las mejores, para que al recibir la dádiva de la cosecha justa, tengamos siempre motivos para agradecer”. Y lo que estoy tratando de sembrar es la semilla de Dios, espero que en la eternidad pueda ver la cosecha. Debemos recordar que todos estamos de visita en este momento y lugar. Solo estamos de paso. Hemos venido a observar, aprender, crecer, amar y volver a casa. Mientras seguimos aquí deberíamos hacer propia la oración de la poetisa Gabriela Mistral: «Dame Señor, la perseverancia de las olas del mar, que hacen que cada retroceso sea un punto de partida para un  nuevo avance”. Bendiciones y gracias por leer el blog

Reflexiones sobre el espíritu religioso V parte

La sexta cosa FRIVOLIDAD ESPIRITUAL.  La palabra que Juan usa es tibieza  “…Pero por cuanto eres tibio…” (Ap. 3:16)  Generalmente se ha pensado que la tibieza es estar entre la Iglesia y el mundo, es decir, jugar a ser cristianos yendo a la Iglesia pero no dejar de practicar los pecados ocultos que todavía lo atan al mundo. Bíblicamente es incorrecto pensar que un tibio es una persona así, ya que la Biblia le pone otro nombre: almas adúlteras (Santiago 4.4). Aquí se define al tibio como la persona que no reconoce su condición espiritual y no quiere depender de Cristo en su provisión espiritual. La principal característica de un tibio es que existe una ceguera espiritual de su condición espiritual ya que Jesucristo advierte que el principal hecho es que existe una soberbia de parte de la Iglesia sobre su vida espiritual: “…17Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad…” (Apocalipsis 3.17). Es terrible encontrarse con una Iglesia que se enorgullece de sus propias capacidades y dones sin saber que han sido otorgados por gracia de parte del Espíritu Santo. Oseas habla de un pescador que sacrifica y adora a su herramienta de trabajo (Oseas 1.15-16) simbolizando iglesias que honran sus “capacidades espirituales” más que al dador de sus capacidades. El Predicador nos da una enseñanza genial: más vale perro vivo que león muerto (Eclesiastés 9.4) donde refleja que es mejor una iglesia pequeña sin mucha fuerza que una iglesia muerta que todavía vive de glorias pasadas cuando eran leones, pero ahora está muerta espiritualmente. Jesucristo da la solución: la rendición y dependencia completa a Él. “18Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas…” (Apocalipsis 3.18). Es interesante destacar que en una iglesia tibia lo que más cuesta es tratar de depender del Espíritu Santo y lograr que sea el Espíritu Santo el que dirija desde la reunión hasta la dirección que tenga la Iglesia. Pablo habla que la verdadera libertad es donde el Espíritu Santo es el Señor (2 Co 3.17), es por eso que dejar que el Espíritu Santo guíe una reunión es donde existe la verdadera libertad de esquemas humanos de ritualismo y religiosidad. Dentro de esta faceta del espíritu de religiosidad lo que más genera daño es el poco reconocimiento de su propia necesidad y la falsa satisfacción de necesidades espirituales, a esto me refiero a iglesias o personas que cada vez que se les quiere enseñar algo no lo reciben simplemente porque “ya he escuchado eso antes” o un “ya me lo sé de memoria”. La religiosidad hace exactamente eso: le quita al hombre la capacidad del hambre de Dios y la capacidad de asombro en lo espiritual llevándole a una ceguera espiritual tan fuerte que ni siquiera ve su propia condición espiritual. El hambre es el aliciente que un hombre o una mujer necesita para buscar a Dios, no es posible buscar a Dios sin que primero haya un hambre de Él en nuestra vida y la religiosidad quita justamente eso: existe una “saciedad” de todo lo que provenga de Dios ya que se conforma con poca cosa como asistir por costumbre los domingos a la iglesia dentro de un horario predeterminado, y con eso queda “cumplida” su “responsabilidad espiritual” con la iglesia y con Dios.  Es bastante terrible caer en esta faceta principalmente porque cada vez que se le hable de Dios, la persona va a responder que no está mal delante de Dios (obviamente está ciego a su condición de pobre) y se justificará en sus propias obras: canta y con eso justifica que adora pero le es imposible adorar ya que un adorador es alguien enamorado de Dios que lo busca desesperadamente con su corazón, estudia la palabra y lee muchos libros pero no depende de la revelación fresca del espíritu y no se le abren las escrituras porque “ya lo sabe todo”, escucha la predicación pero no se siente identificado ya que su conciencia adormecida no le reprende y se justifica con que está bien con Dios, da diezmos y ofrendas pero le es imposible depender económicamente de Dios ya que no cree que deba dar según la provisión abundante de Dios  Todo lo anterior nos lleva a un punto: “…Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos…” (Mt 5.3) donde la primera etapa para entrar a una vida abundante en el reino de los cielos es poder reconocer que espiritualmente somos incapaces y que necesitamos una dependencia completa del Espíritu Santo. El religioso en esta fase no quiere depender del espíritu para su vida.

No hace falta darse cuenta de cuál es el remedio necesario para la vida de un religioso, debe arrepentirse de todo corazón de su pecado y venir a ser humilde de corazón reconociendo que no lo sabe todo, que cada vez debe depender más fuertemente del Espíritu Santo en cada área de su vida, que la única forma de poder cambiar es reconocer que solamente dependemos de Dios para nuestra salvación.  1¡Ay de ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; que haces deslealtad, bien que nadie contra ti la hizo! Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado; y cuando acabes de hacer deslealtad, se hará contra ti… 7He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. 8Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres. 9Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue cortado; Sarón se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos. 10Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido. 11Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. 12Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego. 13Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. 14Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? 15El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. 17Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. 18Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿Qué del pesador del tributo? ¿Qué del que pone en lista las casas más insignes? 19No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas. 20Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. 21Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. 22Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará. 23Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín. 24No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad. Isaías 33.1, 7 -24  Hay un lamento para aquellos religiosos que permanecen en su iniquidad, estos saquean los dones espirituales y no son saqueados, son desleales por causas como la honra propia y no se fijan en la misericordia (v.1). Del verso 7 en adelante comienza las consecuencias del pecado de la religiosidad: los evangelistas (embajadores) darán voces y no serán escuchados, llorarán amargamente porque es una iglesia que no crece, no hay caminantes o personas que sigan la doctrina de esa iglesia, lo peor es que le echan la culpa a Dios diciéndole que Él ha abandonado el pacto y lo peor es que luego la tierra es contaminada por su iniquidad (v.9). Pues obviamente está hablando de cosas naturales (hojarascas) y donde lo que se genera son cosas naturales (rastrojos) a pesar de que el religioso les quiera dar nombre de espiritual. El verso 14 es un poco más claro al respecto, los pecadores se asombraron en Sion donde mora el adorador pero los que se espantan son los hipócritas ya que reconocen el poder de Dios en los adoradores. El camino de Sion es a través de la Santidad: ¿Quién morará con el fuego consumidor? ¿Quién morará con las llamas eternas? (v.14). La santidad aquí se refleja en 6 partes: el justo que persevera en justicia, que tiene su lengua limpia (habla lo recto), el pacificador (que aborrece la ganancia de violencias), el que es íntegro (aborrece el cohecho), el que guarda sus ojos y oídos del mal. Las promesas del adorador íntegro es que habitará en lugares espirituales y conocerá cosas profundas (en alturas), tendrá seguridad (fortaleza de rocas), tendrá provisión (pan), no temerá el futuro (sus aguas serán seguras), verá a Dios cara a cara (verá al Rey), verá la tierra prometida. Luego el profeta hablará donde está el que sabe mucho (el escriba), el que hace justicia terrenal (pesador de tributos), el que dice que está bien y mal en la Iglesia (el que pone lista o en otras versiones el que inspecciona las torres). La promesa para el adorador que habita en Sion es que no verá a ese pueblo orgulloso, que se vanagloria en su verborrea y sus conocimientos humanos (lengua difícil de entender) que siempre repite lo mismo (lengua tartamuda). Cuando el profeta habla de Sion está hablando del monte de adoración donde estaba el templo y donde ahora es el camino para llegar al corazón del Padre: el camino de la adoración. Interesante destacar que en este lugar está la figura de Dios como un Río inmenso, muy ancho (hablando de su plenitud) donde no pasará galera de remos (fuerza humana o carnal) ni gran nave (orgullo o enaltecimiento o estructura humana) donde luego se reafirma que la completa dependencia viene de Dios, como juez (Justicia), legislador (Padre), Rey (Gobierno), Salvador (Proveedor), el único medio para este Río es a través del viento hablando del control total del espíritu (viento) pues es necesario mástil y vela y luego se enumeran tres promesas: se repartirá botín de despojos (es decir, no solamente lo que corresponde a ti sino a muchos anteriores a ti), los cojos arrebatarán el botín (aquellos que han sido heridos), no habrá enfermedad y habrá perdón de la iniquidad. Yo quiero caminar en este monte de Sion cada día.  El religioso no puede entrar al reino, quizás lo puede ver porque ha nacido de nuevo (Juan 3.3), pero no puede entrar porque debe nacer del agua (muerte al yo) y del espíritu (resurrección a lo espiritual) para entrar al reino (Juan 3.5) El mundo está cansado de sistemas religiosos que no satisfacen la real hambre espiritual del hombre y la mujer, está cansado que le digan que debe hacer para acercarse al cielo, imponiendo pesadas cargas humanas, está cansado de que no le den respuestas concretas a su vida y todo lo condicionen a soportar esta vida en esta tierra de lágrimas dejando de lado la vida victoriosa que tenemos en Cristo Jesús, está cansado de tener que batallar contra la carne y el mundo y Satanás sin tener las armas apropiadas para esa guerra. La Iglesia debe ser la fuente de todas esas respuestas para las personas, la Iglesia debe ser un cuerpo vivo donde muestre la luz a los hombres y las naciones (Isaías 60.3). No debemos ni siquiera permitir que la religiosidad entre a nuestras iglesias, ni se tome el púlpito impartiendo este espíritu, porque ya es suficiente de estar contaminando a la Iglesia con este espíritu enviado por Satanás a silenciar y ocultar a la Iglesia delante del mundo. No puede una Iglesia permitir ser acallada con este espíritu diabólico. 14Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5.14-16

 

Reflexiones sobre el espíritu religioso IV parte

 La cuarta cosa es FALSIFICACION DOCTRINAL. Note que Juan pasa a hablar de la  manipulación  “…que toleras que esa mujer Jezabel…” (Apocalipsis 2.20) Creo que aquí entramos en terreno complicado, ya que este es más que una simple doctrina, sino más bien un espíritu que ha sido utilizado por Satanás para destrucción de la Iglesia y más aún específicamente la destrucción del liderazgo espiritual y del ministerio profético. Demás está decir que mucho se ha hablado de este espíritu demoníaco sobre los efectos que tiene sobre el liderazgo principalmente, pero también quiero hacer un repaso de sus características. Jezabel está relacionada fuertemente con el liderazgo a través de la manipulación tanto emocional como sexual, rompiendo el esquema del matrimonio que el hombre es cabeza de la mujer (1 Corintios  11.3, Efesios 5.23) poniéndose este espíritu sobre la cabeza a la que debe sujetarse, manipulándolo. Otro aspecto que logra este espíritu es evitar que haya palabra profética en la Iglesia ya que persigue a los profetas (1 Re 19.1-3). También logra que el liderazgo caiga en pecado a través del área sexual o del área religiosa (Apocalipsis 2.20) pues opera a través de un espíritu de seducción. Creo que este tema es bastante profundo como para tratarlo aquí, ya que existen libros muy buenos al respecto como “El espíritu de Jezabel”, donde se da una descripción más detallada de cómo opera este espíritu, además la única forma de confrontación de este espíritu es a través de un Espíritu Apostólico que irrumpa en la Iglesia así como Jehú mató a Jezabel. (2 Re 9.30-37) La advertencia de Dios contra los que caigan seducidos por este espíritu es terrible: “…22He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 23Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras…” (Apocalipsis 2.22-23). Un espíritu Jezabélico es algo que no debe ser tolerado siquiera, pues es destrucción segura contra la Iglesia, es división y peleas causadas por unas pocas personas que contaminan a muchos. Creo que acerca de este ítem hay abundante literatura y enseñanza, pues es algo muy profundo que requiere más que simplemente unas pautas para ser libres, sino más bien una ministración del Espíritu Santo directamente.

La quinta cosa es FALLECIMIENTO ECLESIAL  “…que tienes nombre de que vives, y estás muerto.” (Apocalipsis 3.1)  Cada vez nos estamos adentrando más en esta espiral descendente del espíritu de religiosidad, donde este es un punto bastante crítico: cuando solo se tiene el nombre de vivo. El diagnóstico es grave: no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. (Apocalispsis 3.2). Hay algo interesante aquí, el único que conocía el estado espiritual de la Iglesia es Cristo, pues él mismo le dice que conoce sus obras y su nombre: nosotros podemos encontrarnos con iglesias que parecen vivas y quizás puedan parecernos llenas del Espíritu Santo, pero solo Cristo es el que da el diagnóstico de muerte, donde la única recomendación es mantener las cosas que están por morir, ni siquiera lograr mejorar lo que está muerto sino que sobrevivir con lo que ya tiene y guardarlo. Es bastante desolador un panorama así: Una Iglesia que ha tenido de todo pero que no lo ha retenido y por tanto ha caído en muerte espiritual. Cristo ilustró a este tipo de personas en Mateo 23, uno de los capítulos más duros contra los religiosos de la época: 27¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.  Mt 23.27-28 En este capítulo existe una descripción bastante más amplia de cómo operan los fariseos de cualquier sistema religioso: 4Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Esto habla de personas que dan instrucciones y no quieren obedecerlas, tratando de imponer cargas e instrucciones de hombres sobre las personas intentando dominarlas con la culpa. Instrucciones como: No manejes, ni gustes, ni aún toques (Col 2.20-23) donde Pablo habla claramente que tales cosas no tiene valor contra los apetitos de la carne, es decir, no sirven para nada, viven según la ley cumpliendo obras pero son incapaces de vivir en la gracia. 5Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; 6y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, 7y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. El objetivo principal de los religiosos es poder destacarse delante de los hombres, ser reconocidos por todos. Jesús advierte que los que logran eso ya tienen su recompensa (Mt 6.1-3) 13Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. Como el perro del hortelano, no come ni deja comer, un religioso no dejará que nadie disfrute la libertad que Cristo ofrece, no quiere ser libre de las apariencias que se auto impone y desea que todos sean tan esclavos como él, incluso se enojan y enfurecen con aquellos que tienen más libertad que ellos mismos, viven condenando a aquellos que no son como ellos siendo incapaces de poder disfrutar la libertad de Cristo. 15¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. Lo más perverso de todo, es que la religiosidad se reproduce y cada vez va empeorando de una generación a otra: la iniquidad se transmite también por los padres espirituales y también contamina a aquellos que son seguidores de esta doctrina cegándolos a su condenación. Por eso es también tan peligroso estar en una Iglesia religiosa: nos atraemos la misma condenación que tiene esa Iglesia. 23¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.En este caso los religiosos son más preocupados de las cosas sin importancia que son naturales, es decir, la hora a que comienza el servicio religioso, cuantas canciones van a cantarse, que la predicación no dure más de 45 minutos, etc. Son cosas naturales que solo son detalles que establecen cierta utilidad natural, pero que no sirven para que el Espíritu Santo ministre libremente según su gracia. Además no reconocen la importancia del mundo espiritual debido a su ceguera donde todo lo llevan al plano natural como seguir reglas de hombres. Podemos seguir dando detalles de cómo opera esta faceta del espíritu de religiosidad, pero ya se dieron pautas como para poder detectar cierta conducta religiosa y también para detectar este espíritu en aquellos que están operando. Es bastante grave que una persona ande en este nivel del espíritu de religiosidad pero el único camino es el arrepentimiento, y guardar aquello que está por morir, es decir, no estar peor. (Apocalipsis 3.2). Debemos entender a los religiosos como son, no son personas de corazón perverso, sino que en su búsqueda de la verdad se han desviado fijándose más en detalles que en los principios de la vida cristiana y esto mismo ha puesto un velo sobre su rostro de tal forma que no entienden lo que leen en la Palabra y ésta no les es revelada ya que no quieren oír la voz del Espíritu Santo pues prefieren oír su propio razonamiento (Ro 1.21-22). Debemos caminar en humildad ya que también nosotros podemos desviarnos de oír la verdad como los Gálatas (Gal 1.6, 3.1-2) pues es muy fácil razonar la palabra y sacar conclusiones erróneas que no se ajustan al contexto de la palabra. Debemos también darnos cuenta de que existen servidores de Satanás dentro de la Iglesia como Pablo advirtió a los líderes de Mileto en su despedida que entrarán lobos rapaces y hombres perversos (Hechos 20.29-30) al igual que Jesús advirtió que habrían lobos rapaces vestidos de ovejas (Mt 7.15) pero dio las herramientas para reconocerlos: sus frutos, por lo mismo este estudio es tratar de reconocer los frutos de aquello que han caído en un espíritu de religiosidad.

Reflexiones sobre el espíritu religioso III parte

La segunda evidencia de un espíritu religioso es la FALSEDAD DOCTRINAL “…que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam,…, 15Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco” (Apocalipsis 2.14-15) Pérgamo era la ciudad librería de la antigüedad. Fue aquí donde el Rey de Pérgamo, al imponerle un bloqueo del papiro de Egipto para sus escritos, fue entonces que inventó el pergamino hecho de piel de animales. Interesante destacar que en una ciudad biblioteca como Pérgamo, la Iglesia haya sido atacada en las falsas doctrinas. Es aquí donde se menciona la doctrina de Balaam. Balaam = devorador o glotón. No es muy difícil sacar una conclusión acerca de la Doctrina de Balaam. Balaam fue un profeta ungido por Dios que el rey Balac (Devastador) le ofreció dinero para poder profetizar maldad hacia Israel: Balaam le hizo caso y luego de proferir tres bendiciones sobre Israel (ya que el Espíritu Santo le dio que profetizara bendición) se volvió a su casa pero fue muerto por Israel en batalla (Josué 13.22, Números 31.8). En 2 Pedro 2.15 se habla del camino de Balaam, el cual afirma que “…el cual amó el premio de la maldad”. Judas 11 habla de los que se lanzaron por lucro en el “error de Balaam”. Ya con todos estos antecedentes podemos dar una breve interpretación acerca de esta terrible doctrina. En este caso pueden existir distintos niveles de “error de Balaam”, desde quienes requieren un pago para dictar sus profecías como pitoniso o vidente, hasta aquellos que se han entregado netamente al ocultismo para destrucción en contra del Pueblo de Dios. En el primer caso involucraría incluso aquellos que realizan sanidades divinas y cobran por esto, enriqueciéndose injustamente de algo que Dios da por gracia, siendo esclavos permanentes de Mamón, como el caso de algunos pastores que cobran por coberturas o por imponer las manos. En el segundo caso involucra ya un comprometimiento profundo con el ocultismo de forma de tornarse enemigo de Dios y de su Iglesia siendo este ser humano destinado a destrucción eterna (Ro 9.22). En ambos casos es una tergiversación del uso de un don que Dios da para un propósito de bendición que es usado para provecho propio o para el reino de Satanás.

La tercera evidencia de la religiosidad es FIEREZA ORGANIZACIONAL.  Juan habla de la doctrina de los nicolaítas. Este era un grupo que se había hecho de fuerza y prepotencia en la iglesia.  Y este aspecto es un poco más controversial que el anterior y es debido a la naturaleza de la interpretación. La palabra “Nicolás” significa Principal, ciertos autores sugieren que la doctrina de los nicolaítas indica que dentro de la Iglesia existía la enseñanza de que la Iglesia funciona con clases: la clerical o sacerdotal, que acerca el pueblo a Dios y la laica, que es el mismo pueblo que se acerca a Dios. Esta doctrina está basada en la cosmovisión gnóstica del mundo: un mundo espiritual separado de un mundo terrenal, lo que da origen a considerar el mundo espiritual como intocable, santo, puro, solo comprendidos por aquellos que son “iluminados” (gnosis), mientras que el resto de los mortales son pecadores, que nunca van a lograr entrar a la santidad del mundo espiritual. Si esto fuera cierto, ocasionaría que dentro de la Iglesia exista un liderazgo humano bastante fuerte: el “Pastor” o “Obispo” que es reverenciado como enviado de Dios para nosotros. La Biblia da varias enseñanzas en contra de esta doctrina:   26pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 28Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Gal 3.26 11donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.  Col 3.11  Cuando uno entra en el cuerpo de Cristo ya no importa si eres hombre o mujer, con estudios o sin ellos, si eres latino, europeo o asiático, porque se nos dio a beber del mismo espíritu, fuimos bautizados en el mismo bautismo, hemos creído en el mismo Señor (Efesios  4.4-7) entonces no hay “clases” dentro de la Iglesia. Pero entonces surge la duda: ¿Existe un liderazgo?, por supuesto, pero es un liderazgo muy especial, es un liderazgo de servicio, ya que  el principio del reino es que el mayor servirá al menor (Ro 9.12). Cristo mismo afirmó esto y Lucas describe preciosamente esta situación. 24Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor. 25Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 26mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. 27Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Más yo estoy entre vosotros como el que sirve. 28Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. 29Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, 30para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel. Lucas 22.24-29 Otros Pasajes: Mt 23.11, Marcos  9.35. Mt 20.25 Cristo enseñó fuertemente que el enseñoramiento sobre los demás es contrario a las leyes de su reino. Ejemplificó claramente su ley al lavarles los pies a sus discípulos (Juan 13.1-17) entonces tener un liderazgo que no sirve a sus hermanos, sino un liderazgo que se sirve de la Iglesia es aceptar la doctrina de los nicolaítas. Entonces, ¿Quién es mayor? Claramente es el que sirve, pues está establecido que el Mayor servirá al menor, si eres mayor en el reino, eres el servidor de todos. Entonces ¿Cuándo fue la última vez que lavaste los pies a alguien? ¿O que serviste la mesa para todos? No podemos tener clases de liderazgo dentro de la Iglesia como si hubiera un liderazgo “ungido” que no se puede tocar, y ni pensar en dirigirse al Pastor por su nombre sin agregar “Pastor” como título honorífico, esto es aborrecible delante del Señor, ya que Él aborrece este tipo de doctrina (Ap 2.6). Debemos recordar que nuestros líderes están para servirnos, para orar por nosotros, para cubrirnos en caso de necesidad espiritual y para interceder por nosotros. También debemos recordar que son seres humanos y se pueden equivocar, que son tan falibles como nosotros y que también ellos necesitan de nuestras oraciones (He 13.18, He 13.7) por tanto tampoco los idolatremos porque han sido usados por Dios, recuerden que Dios usó hasta una burra para hablarle al profeta (Nm 22.28) y Dios puede usar hasta las piedras para que alaben su nombre (Lucas 19.40) o levantar hijos de Dios de las piedras (Lucas 3.8). Por tanto lo que Dios ha ministrado a través de los siervos de Dios es gracia de Dios, no por habilidad o capacidad de los mismos siervos, sino que es Dios obrando a través de aquellos que están dispuestos a obedecerle, pero finalmente la Gloria es de Dios y no de los hombres.

Reflexiones sobre el espíritu religioso II parte

He podido observar  el pasaje de Juan que escribe a las siete iglesias en Asia. Específicamente su referencia  a solo cinco iglesias que son las que tenían problemas espirituales fuertes. Es interesante destacar que Juan tiene dos visiones de la presencia de Jesús Glorificado, la primera ocurre en Apocalipsis 1: 9-20, donde se destaca lo siguiente en el  texto: 10Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, 11que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea Apocalipsis 1.10-11  Dice Juan que estaba en el espíritu, donde refleja que estaba en la isla de Patmos en el espíritu cuando tuvo una visión del Señor glorificado. A varios cristianos les ha pasado que estaban adorando y de repente se les aparece la Gloria de Dios en su lugar de adoración, lo cual es una experiencia gloriosa. Pero debo destacar el segundo nivel de presencia de Dios en Juan. Fíjese en el siguiente texto: 1Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. 2Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Apocalipsis 4.1-2  En este caso Juan estaba en el espíritu pero en un lugar bastante más grandioso que el primer lugar: El mismo Trono de Dios, es decir, pasó de estar con la presencia de Jesús Glorificado al mismo Trono del Padre, lo cual es un nivel un poco más alto de presencia de Dios. Jesús siempre está con nosotros, y siempre estamos en la presencia del Padre, pero en este caso pocos cristianos han tenido la experiencia vívida de estar en el mismo trono de Dios Padre y delante de toda su gloria. ¿Qué fue lo que cambió entre un pasaje y otro? Los pasajes que están en medio de los dos son las cartas que Juan envía a las siete iglesias en Asia. Como conclusión final, el nivel de gloria de una revelación y otra es el nivel de religiosidad que tenga cada uno. A las iglesias las podemos resumir en dos tipos: Obedientes y Desobedientes, ya que cinco reciben una amonestación fuerte de parte de Jesús y dos reciben alabanzas de parte de Jesús. El espíritu de religiosidad se podría definir en las cinco iglesias que cayeron como las cinco caras de la religiosidad que están aún presentes en la Iglesia hoy.

La primera evidencia de la religiosidad es la FRIALDAD DOCTRINAL El texto nos dice que es una pérdida del primer amor…Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor (Apocalipsis 2.4)  El primer paso en el camino de la religiosidad es la pérdida del primer amor, la cual se le habla a la Iglesia de Efeso. Fíjese en esto: Efeso era la segunda ciudad más importante del Imperio Romano, donde se encontraba el Templo de Diana de Efeso, la deidad más importante del mundo antiguo y uno de los principados más fuertes que existen en la actualidad. Ahora fíjese en las obras que había logrado la Iglesia de Efeso: 2Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; 3y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.Apocalipsis 2.2-3 Cabe entonces preguntarnos si han sufrido tanto por Cristo, si han trabajado tanto y has soportado tanto: ¿Cuál era su motivación si habían perdido el primer amor? La pregunta deja varias otras preguntas: ¿Puedo participar en hartas actividades de la iglesia y hacerlas sin tener amor por Cristo?, ¿Puedo tener frutos “espirituales” como sana doctrina, paciencia, trabajo, y aún así no hacerlo por amor a Cristo? Pareciera ser que es posible. La advertencia contra este pecado es terrible: 5Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. (Apocalipsis 2.5) Se indica también el remedio: hacer las primeras obras, entonces ¿cómo son las obras que se hacen sin el primer amor? Respuesta: Obras Muertas. Estas son las obras que se hacen sin fe, las que conducen a un activismo de hacer cosas para Dios, desde mantras, plegarias y rosarios hasta trabajar como esclavo en la iglesia simplemente “por cumplir” por compromisos. Dios aborrece esto, fuertemente. La única respuesta debe ser el arrepentimiento de obras muertas (He 6.1) y la confianza de que la sangre de Jesús es suficiente para satisfacer todo tipo de “deuda” que tengamos con Dios que no tengamos que hacer obras por él. (He 9.14) Acuérdese: Todo lo que no proviene de la Fe es pecado (Ro 14.23) y la única forma de agradar a Dios es por fe (He 11.6) donde las obras acompañan a la fe para que sea una fe viva (Stgo 2.26). Como conclusión, la pérdida del primer amor es por tener un intenso activismo religioso, quizás por orgullo, quizás por culpa, tratando de cumplir una “deuda” que nos auto impusimos solos o a través de un sistema religioso. La única forma de poder ser libres de esta faceta es reconocer que no tenemos ninguna “deuda” con Cristo: el Evangelio es un sistema de vida libre de actividades humanas y de deudas que debamos pagar, es para que disfrutemos la dulce comunión con el Padre, no para que trabajemos como esclavos. El único trabajo que debemos hacer es cumplir la voluntad de nuestro Padre (Jn 4.34). Por tanto disfrute de la vida cristiana tal como es. Cristo dijo: “Mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mt 11.30) entonces no tenemos porque volver un yugo liviano en uno pesado que apenas podamos llevar y que más encima nos quite el gozo de la vida cristiana y nos haga perder el primer amor. Vuelva a las primeras obras de amor y gozo de una vida abundante, donde la única responsabilidad es poder agradar al Padre.

Reflexiones sobre el espíritu religioso

Me puse a pensar en Hechos 8:3 que dice: «Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel”  Al ver este pasaje una idea saltó a mi mente. ¿Qué produce un espíritu religioso? Y me di cuenta que el pasaje demuestra lo que produce este espíritu religioso. El primer verbo es “asolaba” significa poner un estigma a, deshonrar, manchar, profanar, también puede significar tratar vergonzosamente o con herida, devastar, devastar, arruinar (http://www.blueletterbible.org/lang/lexicon/lexicon.cfm?Strongs=G3075&t=KJV). Así que lo que hace un espíritu religioso en primer lugar es etiquetar. Esta etiqueta es despectiva y de maltrato al que no piensa como la religión oficial. Muchas personas han quedado etiquetadas debido a que no se amoldan al espíritu religioso.  La segunda expresión es “entrando casa por casa”. La expresión entrar es entrar tempestivamente. Esta expresión es simultánea a el verbo asolaba. La implicación de esa expresión es una investigación sistemática y detallista de las personas que violentaban la religión judía. Así que lo segundo que hace el espíritu religioso es atropellar. Me puedo imaginar la forma en que Pablo se metía en las casas con prepotencia. Es obvio que este atropello es sistemático y judicial. Es decir Pablo tenía poder civil para ejercer su autoridad de una manera arbitraria.  La tercera cosa de un espíritu religioso es someter.El texto dice que “arrastraba” esta expresión es tomar por la fuerza, jalar con energía. Lo que implica es que les quebrantaba su voluntad de tal manera que se rendían a sus deseos. Note que el sometimiento es violento, pero también si discriminación. Era tanto hombres como mujeres. El espíritu religioso somete y doblega la voluntad, de tal manera que las personas ya no pueden pensar ni opinar por sí mismos sino que por temor piensa como sus captores. Finalmente la cuarta cosa de un espíritu religioso es encerrar. La frase dice que “los entregaba a la cárcel”. En realidad al final es asfixiar a la persona y encarcelarla de tal manera que pierda su libertad. El espíritu religioso su meta final es que las personas vivan atadas y encarceladas y no gocen de la libertad que Dios les ha dado. Siempre he pensado que Jesús reprendió a los líderes religiosos de su tiempo, diciéndoles que no podían discernir cuando Dios estaba presente, ¡ni siquiera cuando estaba presente en carne! (vea Juan 8). ¿Qué fue lo que el Señor discernió sobre el pasado religioso de los fariseos que los había hecho tan insensibles a la presencia de Dios? De todas las sectas religiosas de su tiempo, Jesús probablemente se alinearía más con las enseñanzas de los fariseos; pero aun así, sus más duras reprensiones estuvieron dirigidas a ellos. ¿Por qué? No tenía nada de errado lo que ellos decían, sino que el problema era lo que hacían (vea Mateo 23:3). Había algo en el espíritu que estaba detrás de sus palabras y de sus obras, que los convertía en detestables, especialmente para Dios. Profesaban conocerlo, pero sus obras lo negaban (vea Tito 1:16). Como muchas de las personas religiosas, sus palabras parecen correctas, pero no tienen el espíritu correcto. Esta es una época donde Dios está trayendo un nuevo conocimiento de lo espiritual para aquellos hambrientos de lo espiritual y que buscan desesperadamente de Dios en cada área de su vida, unos locos enamorados del Rey. Dios está separando las aguas de arriba con las aguas de abajo, es decir aquellas cosas que nosotros consideramos espiritual y que son terrenales (Génesis 1.6-8) y así viceversa. El nivel de oscuridad de tinieblas va a crecer mucho más (Isaías 60.2) pero la promesa es que a los enamorados de Dios la luz será su única defensa y arma (Isaías 60.3). Al pensar en el libro  de Apocalipsis,  puedo pensarlo como un mensaje tan actual, tan vivo, y tan terrible de cómo actúa el mundo espiritual sobre el mundo natural, tanto en sus juicios como en sus leyes que son eternas