«…¿enterrado o plantado?


Cuando pensamos en lo que significa ser «bendecidos», la mayor parte del tiempo pensamos en las cosas buenas que nos han sucedido. Posiblemente nuestro jefe nos ofreció un nuevo puesto en el trabajo y fuimos bendecidos con un ascenso. Recordamos cuando nuestro nuevo hijo nació y cómo fuimos bendecidos con un niño. O quizá vencimos una enfermedad y fuimos bendecidos con un retorno a la buena salud. Las bendiciones y los buenos tiempos van de la mano. Es fácil celebrar y tener una actitud de gratitud cuando las cosas nos están saliendo bien. ¿Pero y cuando pasamos por tiempos realmente difíciles? La empresa estaba haciendo un recorte de personal y fuimos despedidos. Alguien abandonó una relación con nosotros y ahora tenemos que comenzar de nuevo. ¿Dónde están las bendiciones cuando pasamos por cosas que no entendemos?

Todos nosotros en cierto punto pasamos por un lugar tenebroso: una enfermedad, un divorcio, una pérdida, un hijo que rompe nuestro corazón. Es fácil desanimarse, renunciar a nuestros sueños y pensar que es el fin. Pero Dios usa los lugares tenebrosos. Son parte de su plan divino. Piense en una semilla. Mientras permanezca en la luz, no puede germinar y nunca se va a convertir en aquello para lo que fue creada. La semilla debe ser plantada en la tierra, en un lugar oscuro, para que el potencial del interior cobre vida. Del mismo modo, hay semillas de grandeza en nosotros— sueños, metas, talentos, potencial—que solamente cobrarán vida en un lugar oscuro.

Esto fue lo que Jesùs afirmó en el evangelio de Juan 12:24. Lea lo que dijo:

23 —Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado —afirmó Jesús—. 24 Les aseguro que, si la semilla de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto.

La versión The Message lo pone de esta manera:

“Escuchen atentamente: a menos que un grano de trigo sea enterrado en la tierra, muerto para el mundo, nunca será más que un grano de trigo. Pero si se entierra, brota y se reproduce muchas veces. Juan 12:23-24

Lo que Jesùs nos enseña es que para que podamos crecer y llevar más crecimiento a nuestra vida debemos pasar por procesos de oscuridad. Y es en esos procesos de oscuridad donde  podremos crecer y salir diferentes en nuestra vida.

Según Jesùs para ser bendecidos en lugares tenebrosos deben pasar a lo menos cuatro cosas esenciales.

La primera cosa esencial está relacionada con la asignación de los momentos tenebrosos.  “…de cierto, de cierto os digo…”. La segunda cosa esencial está relacionada con la condición de los momentos tenebrosos. “…si el grano de trigo…” La tercera cosa esencial está relacionada con la situación de los lugares tenebrosos. “…no cae en la tierra y muere, queda solo…”. Y finalmente la cuarta cosa está relacionada con la bendiciòn en los lugares tenebrosos.  “…lleva mucho fruto…”

En primer lugar hablamos de que la primera cosa esencial de los momentos tenebrosos es la asignación. ¿De dónde proceden nuestros tiempos oscuros y sin sentido? ¿Quién los ocasiona y porqué los ocasiona? Observemos que estas palabras de Jesùs están dentro de las últimas semanas de su muerte. El contexto nos habla que unos griegos querían ver a Jesùs y la respuesta de Jesùs es “Ha llegado la hora  para que el Hijo del Hombre sea glorificado”.  Es muy interesante que Èl dice “ha llegado la hora”. La palabra griega que utiliza es “jora”. En griego significa un cierto tiempo o estación definida fijada por la ley natural y que regresa con el año rotatorio, aduce a  las estaciones del año, primavera, verano, otoño, invierno.

La asignación tiene que ver con reconocimiento de las estaciones de la vida.

Esto implica que Dios nos ha dejado señales de cuando una estación termina y de cuando una nueva estación comienza. El sol y la luna, que son agentes externos, son los encargados de anunciar a la tierra que la estación se ha mudado. No reconocer las estaciones puede ser mortal, para convivir, para trabajar o desarrollar actividades. Como seres vivientes, reconocer una nueva estación es fundamental para vivir y ser fructíferos. Espiritualmente esto es igual, debemos reconocer los tiempos de Dios y adaptarnos a ellos, no combatirlos como algunos hacen, poniendo en riesgo su vida espiritual, sino adaptarnos para alcanzar nuestro máximo potencial y desarrollo.

Dios nos enseña que hay un tiempo para cada cosa, y nosotros somos los encargados de reconocer el comienzo y el fin de cada tiempo para mudarnos junto con él. No reconocer el cambio de una estación nos puede hacer actuar espiritualmente como adolescentes inestables, por momentos como maduros equilibrados y por momentos como desorientados, confundidos, o perdidos. Por eso es de vital importancia reconocer las estaciones que ameritan los cambios para nuestra vida espiritual. En el caso de Jesùs fueron los griegos la señal y el cambio de estación fue de predicar a la cruz. Nosotros podemos elegir la estación del año que más nos gusta, pero eso poco le importa a Dios porque Él ya las estableció. Es decir, alguien puede protestar contra el calor del verano y orar para que cambie a frío, sin embargo Dios ya estableció lo que ocurre en verano y nada puede cambiarlo con una tonta oración, así tampoco se puede combatir contra el invierno y si alguna persona determina no reconocerlo poniéndose un short de baño y saliendo con camisetas a trabajar, indudablemente se va a enfermar o puede que en su porfía muera de frío por no reconocer una estación de Dios y respetarla. Por eso, cuando algo no está bien en nuestra vida, cuando nos pasa algo triste, es una señal de que viene otra estación, no debemos enojarnos, y si hay cosas que no nos gustan, debemos saber que las estaciones vienen para dar frutos, no para fracasar, vamos a madurar en ellas, sigamos adelante y no combatamos lo que viene de Dios, porque aunque no entendamos algunas cosas y puedan hacernos sufrir, son necesarias y nos harán bien.

La asignación tiene que ver con  las imposiciones en la vida. En el castellano se usa “de cierto, de cierto…os digo” Se usa en griego la palabra “amén” dos veces. Según el idioma original esta palabra es una metáfora de la palabra fiel. También se puede traducir en verdad. Esta palabra se podía usar al comienzo de un discurso – seguramente, verdaderamente, de una verdad y también al final, así es, que así sea, que se cumpla. Era una costumbre, que pasó de las sinagogas a las asambleas cristianas, que cuando el que había leído o discursado ofrecía una oración solemne a Dios, los demás respondían Amén, y así hacían suya la sustancia de lo que se pronunciaba. La palabra «amén» es una palabra muy notable. Fue transliterada directamente del hebreo al griego del Nuevo Testamento, luego al latín, al inglés y a muchos otros idiomas, de modo que es prácticamente una palabra universal. Se la ha llamado la palabra más conocida del habla humana. La palabra está directamente relacionada –de hecho, casi idéntica– a la palabra hebrea para «creer» (aman), o fiel. Por lo tanto, pasó a significar «seguro» o «verdaderamente», una expresión de confianza y confianza absolutas. En ese sentido cuando Jesùs la usa en este contexto está declarando que debemos tener la absoluta certeza, y creer en verdad que habrá momentos oscuros y tenebrosos designados para nuestra propia vida. Por otro lado la expresión “os digo” es la palabra “lego” en griego que nos da la idea afirmar, exhortar, dirigir, mantener. El tiempo presente demuestra que hay certeza y continuidad en lo que se dice. Jesùs jamás ocultó los tiempos tenebrosos.

En segundo  lugar hablamos de que la segunda cosa esencial de los momentos tenebrosos es la condición.

La necesidad del potencial. “Si el grano de trigo” Cuando Jesùs nos habla de nuestra condición como personas, nos ilustra no tanto en lo que somos sino en lo que podremos llegar a ser. El uso del grano de trigo nos habla de que Dios nos ve con ojos de potencial.  ¿Qué es el Potencial? Las palabras sinónimas sonPropósito, Destino, Voluntad de Dios y Llamado. En realidad el potencial es la capacidad escondida, el poder sin desarrollar, la energía que no ha sido desarrollada. Es todo lo que tú puedes llegar a ser ,pero que todavía no has llegado a serlo. El éxito sin uso, los dones dormidos, los talentos escondidos. Lo que Ud. puede hacer pero no ha hecho; Es donde Ud. pude ir y todavía no ha ido. Lo que Ud. podría imaginar, pero todavía no ha imaginado; Es lo que puede llegar a cabo, pero todavía no ha realizado.

Usted puede tener una semilla en su escritorio toda la vida, pero nunca se va a convertir en lo que fue creada hasta que la ponga en la tierra. Su potencial nunca será soltado hasta que sea plantada. Todo el tiempo que esté en el escritorio donde es cómodo y no tiene que estirarse o tratar con alguna adversidad, el potencial de la semilla permanecerá encerrado dentro de ella. Solo después de ser plantada y de pasar por el proceso de germinado—cuando la cascarilla externa se rompe y el nuevo crecimiento comienza—florecerá y dará mucho fruto. El problema con mucha gente es que quieren el fruto, pero no quieren pasar por el proceso. No quieren estar incómodos. No quieren tener que estirarse o tratar con la adversidad, la oposición o la traición. Pero sin el lugar tenebroso, su potencial permanecerá encerrado en el interior.

La imposibilidad del potencial. La semilla no puede germinar en la luz. Si usted le preguntara a la semilla, estoy seguro de que diría: «No quiero ir a la tierra. Está oscuro, es solitario y es incómodo cuando lo gente camina sobre mí». La semilla siente como si hubiera sido enterrada, como si fuera el final, pero de lo que la semilla no se da cuenta es que no está enterrada; ha sido plantada. Tiene la vida del Todopoderoso Dios en el interior. Ese lugar tenebroso, aunque es incómodo, es una parte crucial del proceso. A lo largo de un periodo, una vez que germina y crece, en lugar de ser una pequeña semilla enterrada, termina siendo una hermosa flor, que se abre y que da mucho fruto. Si usted le preguntara a la flor al estar ya completamente abierta, le diría: «No me gustó el lugar tenebroso, pero me doy cuenta ahora de que fue una bendición. Mire lo que sacó de mí. ¡Mire en lo que me he convertido!».

La realidad del potencial. Habrá momentos en la vida cuando se sienta como si estuviera enterrado y habrá pensamientos que le dirán: Ya se fueron tus mejores días. Ese recorte de personal arruinó tu carrera. Ese divorcio manchó tu futuro. Esta enfermedad va a ser tu final. Tenga una nueva perspectiva. No está enterrado; está sembrado. Si nunca hubiera pasado por el lugar tenebroso— la soledad, la decepción, la pérdida—nunca habría descubierto lo que está dentro. Como el de esa semilla, su potencial está a punto de ser soltado. Usted no solamente va a salir de la oscuridad, usted va a salir mejor, más fuerte, completamente en flor y llevando mucho fruto. Cuando sienta como si algo estuviera muriendo, está oscuro, usted siente la presión de la tierra, no ve una salida, es señal de que algo nuevo está por salir a la vida: nuevo crecimiento, nuevo talento, nuevas oportunidades. El desafío para usted es que esté dispuesto a pasar por el proceso. Demasiadas personas se amargan, pierden su pasión y se atoran con la pregunta sin respuesta: «¿Por qué está sucediendo esto? Pensé que Dios estaba a mi favor». Atrévase a confiar en Él. Él sabe lo que está haciendo. Él no envía la dificultad, pero la va a usar. No luche contra los lugares tenebrosos. Quizá haya tierra a todo su alrededor y sea incómodo, pero esa tierra no está allí para detenerlo, está allí para sacar la grandeza que lleva dentro.

En tercer  lugar hablamos de que la tercera cosa esencial de los momentos tenebrosos es la situación. Al hablar de la situación me refiero a las circunstancias tenebrosas que nos rodean y que nos hacen sentirnos miserables y a muchas veces con ganas de renunciar. En los momentos tenebrosos hay situaciones cuando me siento en  descenso. Observe que la expresión dice “si no cae”. En lugar de ir para arribar vamos hacia abajo. En lugar de ir mejorando vamos empeorando. La expresión “cae” es “pipto” en el idioma griego. Su traducción tiene múltiples significados.  Se puede traducir como descender de un lugar más alto a un lugar más bajo, caer (ya sea desde o sobre), ser empujado hacia abajo, descender de una posición erguida a una postrada, ser derribado de un estado de prosperidad,  caer en ruinas, ser derribado de un estado de prosperidad, no participar en, perder una participación. El uso del tiempo aoristo determina una acción que sucede sin referencia a las circunstancias, tiempo o condiciones. Simplemente algo te hizo caer y es una realidad tu caída. Pero también hay situaciones  que me siento en suspenso. Jesùs dice “en la tierra y muere” Dos elementos importantes se puede ver con estas dos palabras. La primera es el lugar donde estamos “en la tierra” es decir la parta más baja a donde puedo descender. No hay donde más ir. Incluso esa tierra me tiene que sepultar. Allí puedo ser pisoteado, ignorado, saltado y simplemente nadie se preocupa por alguien que está a nivel de lo más bajo de su vida. Pero recuerde no estoy enterrado estoy plantado esa condición es para que mi potencial salga. La segunda tiene que ver con la situación a la que llegamos. “Muere” dice Jesùs. Tenga una nueva perspectiva: los lugares tenebrosos  de muerte son oportunidades para crecer. Usted no se encuentra en un lugar tenebroso por accidente. Si Dios no lo fuera a usar para su bien, no lo habría permitido. Quizá no lo entienda, podría no tener sentido, pero Dios sabe lo que está haciendo. Pase la prueba. En estos últimos meses he aprendido que cada vez que algo muere en mi vida, algo más está viniendo a la vida. Parece como un final, pero Dios tiene un nuevo comienzo. Un amigo lo traiciona y lo deja, y su relación muere, pero al mismo tiempo Dios está dando a luz una nueva relación. Él ya preparó otro amigo que está destinado a cruzarse en su camino. Perdió un empleo, un puesto o un cliente importante, pero Dios tiene una nueva posición, nuevas oportunidades y nuevos niveles para usted. Por otro lado hay situaciones en las cuales me siento indefenso. Observe que dice “queda solo”.  La expresión “queda” es permanecer en el texto griego. Da la idea de no tener ningún asidero. La expresión solo significa olvidado, destituido del recuerdo. Eso implica que simplemente nadie se acuerda de ti. Claro estàs enterrado y la gente piensa que estàs acabado. Pero lo que no se dan cuenta es que estàs germinando para nueva vida y para mucho fruto. Dios usa los lugares tenebrosos. Cuando José fue acusado falsamente y puesto en prisión durante trece años, la Escritura dice: «Afligieron sus pies con grillos; en hierro fue puesta su alma». En esa prisión José desarrolló fuerza, una perseverancia que no podría haber obtenido en ninguna otra manera. Hay algunas lecciones que solamente se pueden aprender en los lugares tenebrosos. Deje de quejarse de lo que está pasando, de lo injustas que son las cosas, de quién lo ofendió. Quizá sea incómodo, probablemente no le guste, pero está cooperando para su bien. Usted se está fortaleciendo; se está desarrollando algo en usted que solo puede obtener en la oscuridad. No puede alcanzar su más alto potencial estando en la luz todo el tiempo. No tener oposición, ni problemas y que nadie venga en su contra quizá podría sonar bien, pero va a detener su crecimiento.

En cuarto  lugar hablamos de que la cuarta cosa esencial de los momentos tenebrosos es la bendiciòn. El texto dice “lleva mucho fruto”. La expresión “fero” en griego para llevar puede significar llevar alguna carga, moverse por rumbo; mover o, ser transportado o soportado, con la sugerencia de fuerza o velocidad, ser movido hacia adentro, impulsado, soportar, es decir, aguantar, soportar el rigor de una cosa, soportar pacientemente la propia conducta, o perdonar  traer adelante mudarse a, aplicar dar a luz, producir y finalmente se puede usar como  liderar, conducir. Es progreso y utilidad a otros la bendiciòn que nace de los tiempos tenebrosos.

El rey David dijo: «Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar». No lo ensanchó en los buenos tiempos; fue ensanchado cuando las cosas no le estaban saliendo bien. Cuando David era adolescente quería salir a divertirse con sus amigos, pero tenía que quedarse a cuidar de las ovejas de su padre. Día tras día, mientras estaba fuera solo en los campos de pastoreo, sin nadie con quien hablar, parecía como si nunca podría lograr sus sueños. Pero esos años en los campos solitarios fue lo que lo preparó para convertirse en un campeón. Cuando mató a Goliat, la gente dijo que había conseguido el éxito de la noche a la mañana. Pero la verdad es que no sucedió de la noche a la mañana. Sucedió porque atravesó los lugares tenebrosos con una buena actitud. Las cosas no le estaban saliendo como él quería, cuando estaba solitario y sintiendo como si Dios se había olvidado de él, simplemente siguió haciendo lo correcto. Entendió este principio. Su actitud fue: Dios, este es un lugar tenebroso. Quizá no lo vea ahora, pero creo que está obrando a mi favor. Me estoy volviendo más fuerte. Estoy desarrollando paciencia y perseverancia, y estoy aprendiendo a confiar en ti. En el momento indicado, no solamente salió de ese lugar tenebroso, sino que salió incrementado, promovido y mejor que como había estado antes.

No es una coincidencia que David diga en el Salmo 23: «El Señor es mi pastor; nada me falta. En campos de verdes pastos me hace descansar; me lleva a arroyos de aguas tranquilas […] Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno». De hecho, estaba diciendo: El mismo Dios que me lleva a pastos verdes, el mismo Dios que me lleva a aguas tranquilas, es el mismo Dios que me guía a través del valle más sombrío. Todos podemos confiar en Dios cuando estamos descansando en los pastos verdes, y podemos confiar en Él cuando estamos junto a las aguas tranquilas; eso es fácil. Pero Él le está pidiendo que confíe en Él cuando está en el valle más sombrío. No lo ha dejado. Probablemente se sienta solo, abandonado y maltratado, y piense que la vida no ha sido justa, pero Dios todavía lo está guiando. Ese lugar tenebroso es parte del plan de formarlo tal como fue creado. Quizá no sea fácil, posiblemente no lo comprenda, pero la fe es confiar en Dios cuando la vida no tiene sentido. Atrévase a creer que Él lo está bendiciendo incluso en los lugares tenebrosos. Crea que lo que fue pensado para su mal está obrando a su favor. David continuó diciendo: «Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento. Me preparas un banquete a la vista de mis adversarios; derramas perfume sobre mi cabeza y me colmas de bendiciones». Observe que tiene que pasar por el valle para disfrutar la mesa puesta delante de usted. Tiene que pasar por la soledad, por la enfermedad, por la traición antes de obtener esa unción fresca, ese comienzo fresco. Usted tiene que pasar por los campos de pastoreo, haciendo lo correcto a pesar de que le esté sucediendo lo que no es correcto. Usted tiene que pasar por ese empleo en el que no es tratado bien, abrirse paso a través de la lucha, de la escasez, de la deuda, antes de llegar a donde es colmado de bendiciones. Con demasiada frecuencia queremos las bendiciones, pero no el valle. Nuestra oración es: «Dios, dame más favor, más influencia una mayor unción». Dios responde: «Está bien, pero tienes que estar dispuesto a ir conmigo a través del valle». En los lugares tenebrosos es donde le probamos a Dios de qué estamos hechos realmente. ¿Puede Dios confiarle más de su favor, con una mayor influencia y más recursos? Usted tiene que ser fiel en el campo de pastoreo, un lugar solitario donde quizá las cosas no le estén saliendo bien. «Bueno, usted dirá, no me cae bien mi jefe. Por eso es por lo que me tardo en el trabajo, y por eso es por lo que llego tarde. No me tratan bien». Si usted no tiene una buena actitud en los lugares tenebrosos, se quedará atorado allí. Si usted no es fiel en el desierto, ¿cómo puede Dios confiar en que usted será fiel en la Tierra Prometida?

Uno tiene que atravesar el valle para llegar a la mesa. No se quede atorado en el valle sombrío. No pierda su pasión ni tenga una actitud agria que diga: «No entiendo por qué pasó esto. Después de todos estos años, me despidieron». «¿Cómo es que recibí este informe médico desfavorable?». «¿Por qué esta persona rompió mi corazón?». Si siempre está tratando de dilucidar por qué, se va a atorar. Piense en esto: un signo de admiración es simplemente un signo de interrogación enderezado. Si usted quiere que Dios convierta sus signos de interrogación, lo que no entiende, en signos de admiración, tiene que confiar en Él. En esos lugares tenebrosos donde la vida no es justa, en lugar de preguntarse por qué sucedió algo, atrévase a decir: «Dios, yo sé que sigues sentado en el trono. Quizá no entiendo este valle en el que estoy, pero sé que del otro lado está mi signo de admiración. La mesa ya está preparada, las personas correctas están esperando, una fresca unción viene con incremento, promoción y un nuevo nivel». Si usted pasa por lugares tenebrosos en esa manera, verá el signo de interrogación convertirse en un signo de admiración. Dios lo asombrará con su bondad.

Publicado por

enrique60

Actualmente trabajo en la Escuela Panamericana, soy salvadoreño 61 años y soy pastor de la iglesia Comunidad Bíblica

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