Deje a un lado su cordel de medir…

Todos debemos estar convencidos que Dios tiene un propósito específico, un sueño para cada uno de nosotros. A veces ese sueño puede ser algo tan increíble que simplemente no sabemos o no creemos que pueda suceder. Y es que cuando Dios nos comisiones grandes inmediatamente tenemos la tendencia a sacar las limitaciones del porqué no podemos cumplir lo que nos está mandando a realizar. Esto es lo que yo llamo la mentalidad de vara de medir.  Déjeme ilustrarle a lo que me refiero.

Me he dado cuenta de que siempre que uno se encuentra en el proceso de la visión o sueño de Dios en la vida uno pone limitaciones. Por favor  ¡no ponga límites a lo que Dios puede hacer! Él es infinito y así son las posibilidades para los sueños que Él da a las personas. Repito, el problema es que tenemos una fuerte tendencia a ponerle límites a Él, en especial cuando se trata de nuestros sueños y visiones para nuestras vidas. Creemos que nosotros somos la autoridad final sobre nuestras vidas y que sabemos lo que es mejor y lo que es realista. Tenga cuidado de no terminar tratando de enfrentarse a Dios porque cree que usted sabe lo que hace. Dios mismo no quiere que usted siga midiéndose a usted o sus circunstancias según su idea de la realidad. ¿Cómo sé yo eso? Porque Él puso en la Biblia lo que piensa sobre “medir”

Deténgase por un momento en este pasaje : “Alcé después mis ojos y miré, y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir . . . Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro” (Zacarías 2:1, 3).

Vea el cuadro en su mente. Había un joven que tomó un cordel de medir porque iba a intentar medir lo que Dios estaba haciendo en la ciudad de Jerusalén. Dios se molestó por eso. Se molestó lo bastante para enviar a un ángel del cielo para detenerlo. Y cuando el ángel le dijo al joven: “Hijo, ¿qué haces?”, y el hombre dijo que iba a medir la anchura y la altura de Jerusalén para ver lo que Dios estaba haciendo en la tierra, el ángel le respondió: “Haz a un lado tu cordel de medir, hijos, porque cualquier cosa en la que Dios participe es inmensurable”. Dios no quería que nadie pusiera límites a lo que Él podía hacer o haría. Luego en el vrs. “Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria  estaré en medio de ella”  Observe que Dios dice que en lugar de ponerse a medir cosas materiales se den cuenta que el no es medible, pues es “muro de fuego”. Es una tontería querer medir la obra de Dios. Y además muy peligroso. Porque Dios sabía que en cuanto la gente comenzase a medir la ciudad, definirían las fronteras; tenderían a poner cercas, y meterían a Dios dentro de ellas. Sus medidas harían una afirmación sobre lo que ellos creían que era lo que Dios podía hacer.

En el contexto sobre encontrar y seguir la visión de Dios para su vida, esta idea de cordeles de medir tiene mucha aplicación, porque, en lugar de creer que podemos lograr lo que Dios nos encomienda (aunque parezca imposible), ponemos límites a todo. En teoría, puede que creamos que Dios puede hacer lo imposible, pero en la práctica, establecemos fronteras. Dios dice: “Voy a usarte”, y su primera respuesta es: “Pero provengo del lado malo de la ciudad; no tengo educación formal. Mi papá abandonó a mi familia cuando yo era niño. Tengo muchas desventajas . . . ”. ¿No cree que su respuesta debería parecerse más a la respuesta de María? El ángel le dijo que ella se quedaría embarazada aunque era virgen y que llevaría en su vientre al Hijo de Dios. Ella quedó anonadada, pero no objetó a esa palabra. Su respuesta fue: “¿Cómo será esto?… He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:34, 38). Ningún si . . . , y, o pero. Ella no puso ningún límite a su ilimitado Dios.

Es como si tuviéramos un “espíritu fariseo” en nosotros. Digo eso porque, en tiempos de Jesús, los fariseos eran los “medidores” profesionales. Dios quizá le diga: “He ungido a tu hijo para que me sirva de una manera especial”. Pero de inmediato agarra usted su cordel de medir, lo aplica a su hijo, y lee las marcas en él. No tiene las marcas en centímetros; por el contrario, las marcas dicen: “trastorno de aprendizaje”, “material no universitario”, y “no interesado en Dios”. Por tanto, lo medimos y lo hallamos deficiente: según nuestra estimación. Como resultado, desechamos la palabra del Señor sin siquiera pensar en ella realmente. Al espíritu de fariseo le gusta ir por iglesias; le gusta sacar el cordel religioso de medir y andar midiendo a las personas, diciendo: “Vaya, vaya . . . esas son ropas muy bonitas; pero tú solías ser drogadicto, ¿no es cierto? Tienes un pasado, ¿verdad? He oído que estás divorciado. Yo no esperaría mucho de ti”.

Sé que usted ha hecho ese tipo de cosas, porque yo mismo las he hecho. Todos las hemos hecho, y a todos nos han hecho eso, a veces hasta en el nombre de la “humildad”. Cuando el ángel vino a Gedeón y dijo: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente” (Jueces 6:12), Gedeón tenía su cordel de medir listo para usarlo con esa afirmación. Su respuesta fue prácticamente instantánea: “Yo soy el menor en la casa de mi padre” (Jueces 6:15). ¿Y qué? ¿Cómo es relevante eso? Cuando Dios le llama a hacer algo, y especialmente cuando Él envía a su emisario angélico personal, no creo que Él necesite consultar antes con la familia de usted. No importaba ni una pizca cuál fuera el estatus de la familia o el clan de Gedeón. Si el ángel de Dios acababa de llegar a la era para hacer un anuncio, era momento de que Gedeón dijese: “Bien entonces, solamente muéstrame lo que quieres que haga”.

El único concepto de medida que usted necesita es uno de la capacidad infinita de Dios. El llamado de Dios desbancará a todo lo demás en su vida. Él es inmensurable, y también lo es todo lo que Él hace. Algunos  hemos mirado nuestras facturas recientemente. Quizá lo hizo usted otra vez anoche; y luego vio su sueldo, y se percató  que no es suficiente para pagarlas. Ahí salió su viejo cordel de medir, y dijo usted, como los discípulos dijeron antes de que el Señor multiplicara unos cuantos panes y peces para alimentar a más de cinco mil personas: “¿Qué son éstos entre tantos?” (Juan 6:9). Uno de los discípulos llegó a decir: “Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco” (ver Marcos 6:37; Juan 6:7). Su versión es: “Mira, ¿qué es un ingreso tan bajo con tantas facturas? Aunque tuviera dos empleos, no sería suficiente”. Esa es una mentalidad de cinta de medir en acción. Sobre su limitada versión de las posibilidades, tenemos a Dios, y Él tiene una “mentalidad de máximo”.

Necesita usted dejar de aplicar su mentalidad de mínimo con su Dios de máximo; tiene que dejar de medir su capacidad de ganar según lo que ganó el año pasado o según sus anteriores logros en el mundo del trabajo. Eso solamente pone un límite a lo que Dios puede hacer. Él es un Dios de abundancia y de aumento. Con Él, si solamente le entregamos lo que tenemos y se lo confiamos, y comenzamos a obedecerlo cuando Él nos dice qué hacer, comenzaremos a ver aumento. Líbrese de esa cinta de medir. Véndala en eBay, o algo así. ¡Sáquela de su casa! No se mida a usted mismo descartando un milagro No se deje ser influenciado por las personas que le rodean y que dicen: “Dios podría ser lo bastante fuerte para hacer cualquier cosa, pero no creo que Él haga ese tipo de cosas hoy día. Él solía sanar; solía liberar; solía proveer de modo sobrenatural; solía llamar a personas. Pero no se quede sin aliento en la actualidad, pues está un poco anticuado creer que Él hará cosas como esas”.

No ponga obstáculos a que lo sobrenatural suceda en su vida. No sea como los israelitas, que deberían haber sido más inteligentes porque habían experimentado muchos milagros, pero dijeron: “¿Podrá poner Dios mesa en el desierto?” (Salmo 78:19). Claro, ellos no tenían ningún alimento a la vista; allí en el desierto no tenían restaurantes, ni siquiera comida rápida; ninguna tienda de comida preparada durante kilómetros y kilómetros. Y estaban genuinamente preocupados por morirse de hambre; pero eso no debería haberles hecho llegar a la conclusión de que Dios estaba demasiado limitado para ayudarlos. Dios puedo proveer para ellos, y lo hizo. Él era mayor que la hambruna y la sed entonces, y lo sigue siendo hoy día. O si lo lleva a la época de Jesús, veamos a las personas que vivían en Nazaret, la ciudad de Jesús. Los Evangelios nos dicen que, cuando Jesús llegó a su ciudad natal, no pudo hacer progresos contra los “cordeles de medir” de los ciudadanos: Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa. Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos. —MATEO 13:54-58

La gente de la ciudad solamente miró la evidencia. ¿Acaso no habían crecido sus hijos junto con Jesús cuando Él era un niño? ¿No era Él aquel cuya madre, María, se quedó embarazada de Él antes de casarse? No solamente Él era ilegítimo, sino que ahora iba por ahí comiendo con pecadores y borrachos. Él tenía un grupo de polvorientas personas que le seguían, incluyendo a algunas prostitutas. Obviamente, Él era solamente un nazareno normal y corriente, a excepción de ser un poco peculiar. Y aquellas personas se convencieron para no recibir sus milagros —milagros que realmente necesitaban— sin siquiera intentarlo. ¿Qué hizo Jesús? Simplemente se fue a la siguiente ciudad, y luego a la siguiente. En todos los demás lugares donde fue, la Biblia dice que Él sanó a todos (ver, por ejemplo, Mateo 4:24; 12:15; Lucas 4:40; 6:19).

Claramente, la poca fe que encontró en Nazaret tuvo algo que ver con el bajo nivel de milagros que hubo allí. Los cordeles de medir de la gente disminuyeron su fe hasta el punto de que ya no ser lo bastante grande.

Otro pasaje interesante en donde podemos encontrar otro “cordel de medir”  está en el libro de Ezequiel, dice: En el año veinticinco de nuestro cautiverio, al principio del año, a los diez días del mes, a los catorce años después que la ciudad fue conquistada, en aquel mismo día vino sobre mí la mano de Jehová, y me llevó allá. En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel, y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual había un edificio parecido a una gran ciudad, hacia la parte sur. Me llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de bronce; y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; y él estaba a la puerta. —EZEQUIEL 40:1-3.

El hombre (o ángel) llevó a Ezequiel a hacer un tour completo del templo y sus atrios, midiendo todo lo que estaba a la vista con su caña de medir. Entonces, cuando llegaron a la puerta oriental, donde el agua fluía desde el templo, se metieron en ella, y el hombre comenzó a medir la profundidad del agua: Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado. —EZEQUIEL 47:3-5

Observe que, mientras siguieron midiendo, solamente pudieron meterse hasta el tobillo, hasta la rodilla y hasta la cintura. Después de haberse metido hasta la cintura, había demasiada profundidad para caminar; era un río. No pudieron medir el río, pues era profundo y ancho, y sus riberas eran exuberantes con árboles frutales. Ese río era ilimitado, lleno de vida y de bendición. Ese es un cuadro de nuestra vida en el Señor: ilimitada en bendición, inmensurable. Si pone usted a un lado sus cordeles y varas de medir y simplemente deja que el Hijo de Dios le muestre dónde quiere que usted vaya, pronto olvidará las fronteras y los límites.

El potencial de su sueño es tremendo. Si acepta usted su propio campo de juego asignado, nadie puede poner límite a su éxito. Dios es quien decide cuán “exitoso” será usted, porque no importa quién plante, o siembre, o cuide el terreno, es Dios quien da el crecimiento (1 Corintios 3:7). No puede usted hacer crecer su propia semilla más de lo que puede hacer que el sol brille. Su vida está en las manos de Él.

 Cuando haya tenido crecimiento en su vida, podrá reconocer que no fue su genialidad lo que lo logró. Fue obra de Dios. Él podría haberle dejado en su campo como un sembrador. Toda su vida podría usted haber estado sembrando y resembrando la semilla; pero Él dio el crecimiento, y ahora puede usted ver el cuadro completo. Deje que su sueño viva, ¡y déjelo fluir! Usted puede fluir junto con él. Dios quiere que agarre su sueño a fin de que, al final de su vida en la tierra, pueda decir con el apóstol Pablo: “no fui rebelde a la visión celestial” (Hechos 26:19). Haga a un lado su cordel de medir, y deje que Dios le tome para encontrarse con su destino. ¡Crea que puede! “¡Porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37)!

Oración Padre: En el nombre de Jesús oro para que tu pasión se encienda en mi vida a fin de que pueda caminar en poder y propósito. Oro para que tu visión y tu sueño para mi vida sean claros para mí a fin de que pueda seguirlos. Deseo encontrar mi lugar asignado en la cosecha de tu reino. ¿Cuál es el sueño que has asignado a mi vida? Quiero encontrar y cumplir el destino para el cual tú me creaste. Quiero confiar en ti con una fe completa a fin de poder atravesar cada limitación y tener victoria. ¡Dame la fe para creer que puedo! Amén.

«…asuntos pendientes…»

Esta semana en nuestro país El Salvador celebramos el 10 de mayo el día de la madre. Es un día donde se reconoce toda la labor y sacrificio que las madres hacen o hecho por sus hijos. Los vínculos familiares parecen fortalecerse y se busca mostrar todo el cariño que se tiene a la madre. Es  obvio que hay dos dimensiones para nosotros cuando se habla de la familia. La podemos ver desde el punto de vista natural o la podemos ver desde el punto de vista espiritual.  Muchos se preguntan si realmente existe una diferencia marcada entre los valores de una pareja cristiana o una pareja no cristiana.

Lo que si es cierto es que Dios realmente espera de sus hijos que formen familias totalmente centradas no en religiosidad sino en valores que hagan de su palabra y su persona la centralidad de su funcionamiento. En realidad me he dado cuenta que la mayoría o quizás todos los problemas proceden de alejarnos del diseño original de Dios con respecto a los roles en la familia.

Cuando Dios desea que una madre o padre realmente tenga éxito en su liderazgo familiar deberá seguir las instrucciones de Dios o de lo contrario traerà serias consecuencias no sólo para la relación entre esposos sino gran riesgo para los hijos, porque el enemigo quiere destruir la familia.

La vida de Moisés está llena de relatos fantásticos, cestas que flotan, zarzas que no se queman, ríos que se convierten en sangre, mares que abren, etc.

Pero quizás uno de los pasajes o eventos más intrigantes en la vida y familia de Moisés es cuando Jehová se aparece y quiere dañarlo. Esta historia aparece en Èxodo 4:22-24. El texto dice:

 22 Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. 23 Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito. 24 Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo. 25 Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. 26 Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión.

Al estudiar este pasaje realmente he tratado de entender porque El Espíritu Santo registró el incidente. Confieso que es uno de los pasajes más complejos de entender por la manera abrupta en que aparece y luego desaparece. Hay varias interpretaciones con respecto al incidente. La mayoría de las personas concluyen que Dios quiso matar a Moisés. Incluso algunos mencionan que quizás fue una enfermedad grave que Dios le envió a su siervo en el camino a Egipto. Sin embargo es mi opinión que esta interpretación es bastante precipitada y genera más interrogantes que respuestas claras. ¿Cómo podría ser posible que Moisés no se hubiera circuncidado viniendo de una familia israelita piadosa. Por otro lado es importante notar el contexto de la narración. Se menciona dos veces la palabra “hijo primogénito”. Uno para los hijos primogénitos de Egipto a los cuales Dios va a matar y a Israel como su “hijo primogénito” al que va a proteger.  

Dentro de este contexto es lógico entender que realmente que a quién Dios quería matar era a Gersòn el hijo primogénito de Moisés. Y este si tenía muchas posibilidades de no estar circuncidado, debido a que había nacido en Madián hogar de Séfora y ellos no practicaban la circuncisión de la manera en que los Israelitas lo hacían. Por lo visto la ausencia de circuncisión se debía en una discrepancia de creencias entre Moisés y Séfora. Así es que Dios va a actuar para poner reino en la familia de Moisés, y no va a permitir que el siga ignorando un área de compromiso tan importante en su vida. Porque la circuncisión era esencial y distintivamente espiritual para un judío. Mostraba su obediencia y su sumisión a la cobertura del pacto de Dios.  

Por lo menos hay tres áreas dónde Dios va a actuar alineando la familia de Moisés. Y mejorando su relación con Dios.

La primera área está vinculada con la confirmación de tu familia. (4:22-23)

Todo el capítulo 4 es un llamado a una reconexión con Dios y con su proyecto, que había sido detenido por 40 años, mientras Moisés vivía en el desierto como extranjero. Por alguna razón Moisés simplemente había perdido ya la visión de su función original y posiblemente ya se había acostumbrado a su vida en el extranjero y a su labor como  pastor de ovejas. Incluso por lo visto ya había asimilado la cultura de Madián.

En primer lugar tu confirmación no está en la estabilidad.  A esto yo le llamo echar raíces en los lugares equivocados. Observemos que Moisés por 40 años había logrado esposa, hijos, trabajo y un lugar donde permanecer. Es obvio que la estabilidad de Moisés en un país extranjero y diferente a donde había crecido le había aportado ventajas y beneficios que no había tenido cuando salió de Egipto huyendo. En realidad Madián (Arabia Saudita) en la actualidad había sido una zona de refugio para Moisés. No debemos echar raíces en los  lugares donde no nos ha mandado Dios a vivir. Ten en cuenta que estamos de paso, y que somos llamados a más que ostentar beneficios materiales. Es el peligro de echar raíces en lugares equivocados. La estabilidad produce olvidarte de a lo que Dios realmente tiene para ti.  

En segundo lugar tu confirmación  no está en tu seguridad. El llamado de Dios origino una crisis en la inmovilidad de Dios. El estaba llamando a Moisés a un cambio. Los cambios siempre son complejos, porque nos sacan de nuestra esfera de la comodidad y la rutina bien aprendida. Observe que Dios estaba llamando a Moisés de pasar de la seguridad y tranquilidad de Madiàn a la inseguridad y peligro de Egipto. Muchas veces no nos gusta arriesgar nuestra seguridad, simplemente no creemos que nuestra seguridad procede de Dios y no de los resultados y beneficios que nos da el lugar donde nos hemos establecido. La seguridad produce estancarte de lo que Dios realmente tiene para ti.

En tercer lugar la confirmación no está en tu felicidad. Observe que el vrs 21 y 22 Dios habla a Moisés y le dice que va a enfrentarse a personas y momentos duros. Eso le traerà aflicción y prueba en su vida y en la vida de la familia. Vienen tiempos de mucha dependencia de Dios y de su poder. La felicidad consiste en estar en el centro del plan de Dios y ver como somos usados para la gloria de su nombre. No estamos aquí para que nosotros seamos notados y famosos. La felicidad produce apartarte de lo que Dios quiere en tu vida. Con esto no estoy diciendo que hay algo malo en querer ser felices, pero cuando deseamos ser felices apartando lo que Dios ha establecido como propósito para nuestra vida entonces realmente nunca seremos felices.

La segunda área está vinculada con la confrontación de la familia. (24)

A partir del vrs. 24 comienza un relato bastante intrigante y muchas veces con detalles a veces casi incomprensibles. La narración dice : “Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro y quiso matarlo.” ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué Dios hace semejante cosa?

Ahora bien en el texto debemos aclarar varias cosas que aparentemente no están muy claras. Primero ¿Còmo lo iba a matar? Y segundo ¿A quién iba  a matar?

Muchos comentaristas aluden que Moisés enfermó gravemente y que Séfora al verlo concluyò que algo malo estaba pasando. ¿Pero como supo que era la circuncisión el problema? Por otro lado ¿era en realidad Moisés el objetivo de muerte de parte de Dios? Tengo la impresión de que no era él el objetivo de muerte, sino su primogénito Gerson. Pienso esto porque el contexto está hablando de primogénitos y muerte de primogénitos por medio del juicio de Dios. Aquí parece ser un juicio de Dios ¿Qué cosas podemos discernir cuando hay problemas en nuestra familia (¿perturbaciones?) ¿Cuáles son esas señales? En primer lugar son sorpresivas. Observe que el texto dice “aconteció en el camino”. ¿Cuál camino? El camino de la obediencia, el camino que estoy siguiendo lo que Dios me ha dicho.  Sin embargo es muy importante no solamente hacer lo que Dios nos pide sino hacerlo como el lo pide. No podemos caminar con Dios y llegar a ser lo que él quiere si tenemos áreas en nuestra vida que no están consagradas a Dios. En segundo lugar son disruptivas.  Nuevamente note que dice  “en una posada”. Es obvio que estaban descansando del viaje. Habían parado y me imagino que estaban en un momento de receso y tranquilidad recuperándose del viaje que llevaban. En los momentos en los cuales piensas descansar y relajarte es cuando entra la acción de Dios y te interrumpe tu “estadía en la posada”  porque simplemente no te va a dejar seguir en tu camino hasta que cambies las cosas que debes cambiar y que Dios quiere que quites de tu vida. En tercer lugar son autoritativas.  La narración dice que ”Jehová le salió al encuentro”. La expresión en hebreo es entrar en contacto con alguien, tener una reunión con. Eso implica que no fue una enfermedad o una infección o algo parecido sino que fue una manifestación real y visible de la persona de Dios, apareciendo en la vida de la familia de Moisés. Dios quiere imponer su autoridad y presencia en la vida de los hijos de Moisés y Séfora. Se usa el nombre propio de Dios. El nombre que Moisés acaba de aprender en la zarza ardiente.  Ahora esta situación es un trato especial con toda la familia pero sobre todo con el hijo primogénito de Moisés Gerson. En cuarto son correctivas.  Aparentemente Dios estaba presente en la vida de esta familia para matar a su hijo. ¿Còmo esto es posible? La expresión “quiso” en hebreo se puede traducir como buscar para encontrar, buscar la cara, exigir y pedir. Implica que en realidad Dios si llevaba un plan de búsqueda para corregir la realidad de Moisés y Séfora y la de sus hijos.

 ¿Para qué fue creada la familia? Todo lo que es de Dios tiene un propósito. La familia fue creada para servir a Dios. Adán y Eva debían señorear, sojuzgar la tierra, ejercer dominio… Noé con su casa, construir un arca. También sirvieron a Dios Abraham, Isaac y Jacob. El plan de Dios con Israel comenzó así: no era una gran nación, sino un clan de setenta y dos personas, los que entraron a Egipto. Eran una familia, un pueblo pequeño. Sin embargo, familias que le servían a Dios: Abraham y sus descendientes serían una familia para guardar los caminos del Señor y servirle de generación en generación (Génesis 18:19).

El propósito de Dios para todos nosotros es que nuestras familias sirvan al Creador, y si todavía tu familia no le sirve y solamente tú eres fiel a Dios quiero que sepas que a través tuyo se irán contagiando los otros.

Este es un evento misterioso; pero al parecer Dios está confrontando a Moisés – de una manera fuerte – debido a que Moisés no había aún circuncidado a su hijo. Dios demanda que esto se haga de la manera correcta antes de que Moisés entrara a Egipto y empezara a cumplir el llamado de Dios.

Muy a menudo existe un punto de confrontación en la vida del líder donde Dios demanda que él deje de lado un área de compromiso, y no les permitirá progresar más hasta que ellos lo hagan.

No debe de haber duda de que por alguna razón, la cual no se registró, Moisés falló en llevar a cabo la instrucción divina concerniente a la circuncisión … de una obediencia completamente establecida todo se mueve hacia adelante.

Porque Dios se enojò tanto? El pecado de Moisés, que se olvidó de circuncidar a su hijo. Este fue probablemente el efecto de estar en yugo desigual con una madianita, que era demasiado indulgente con su hijo, mientras que Moisés era demasiado indulgente con ella. Necesitamos velar cuidadosamente por nuestro propio corazón, no sea que el cariño por cualquier relación prevalezca sobre nuestro amor a Dios y nos aparte de nuestro deber para con él. A Elí se le acusa de haber honrado a sus hijos más que a Dios ( 1 Sa. 2:29 ); y ver Mateo 10:37 . Incluso los hombres buenos tienden a enfriar su celo por Dios y su deber cuando han estado privados durante mucho tiempo de la sociedad de los fieles: la soledad tiene sus ventajas, pero rara vez contrarrestan la pérdida de la comunión cristiana.  El disgusto de Dios contra él. Se encontró con él y, probablemente con una espada en la mano de un ángel, trató de matarlo. Este fue un gran cambio; muy últimamente Dios estaba conversando con él, y depositando en él una confianza, como amigo; y ahora viene contra él como enemigo. Nota, las omisiones son pecados y deben llegar a juicio, y particularmente el desprecio y el abandono de los sellos del pacto; porque es una señal de que subestimamos las promesas del pacto y estamos descontentos con sus condiciones. Aquel que ha hecho un trato y no está dispuesto a sellarlo y ratificarlo, uno puede sospechar con razón que no le gusta ni se propone cumplirlo.  Dios se da cuenta de los pecados de su propio pueblo y está muy disgustado con ellos. Si descuidan su deber, que esperen oírlo por sus conciencias, y tal vez sentirlo por las providencias cruzadas: por esta causa muchos están enfermos y débiles, como algunos piensan que Moisés estuvo aquí.

La tercera área está vinculada con la convicción de la familia.

En el texto podemos observar varias convicciones. En un momento unas predominan sobre otras. Y veamos que convicción es la que debe reinar en una familia.

En primer lugar está la convicción de Moisés. Es una convicción permisiva. Note que Moisès simplemente no había circuncidado a su hijo. Muchas personas piensan que a estas alturas el hijo de Moisès era un niño. Pero esto parece imposible porque Moisès había pasado 40 años en Madiàn y había tenido sus hijos al inicio de su llegada a ese lugar. Ser permisivo sobre todo en la relación con la esposa y sus hijos simplemente no sería tolerado por Dios. Observe que en el relato Moisès no actúa remediando la situación. Ni habla ni dice nada. La que actúa es su esposa, de una manera impulsiva y agresiva. Parece que Moisès , estaba abrumado por una angustia mental  y se sentía profundamente dolido y afligido ante la idea de haber, para complacer a su esposa, pospuesto o descuidado la circuncisión de uno de sus hijos. Sus hijos, probablemente los más jóvenes. Deshonrar esa señal y sello del pacto era criminal en cualquier hebreo, particularmente en uno destinado a ser el líder y libertador de los hebreos; y parece haber sentido su enfermedad como un castigo merecido por su pecaminosa omisión.

En segundo lugar está la convicción de Sèfora. Que es una convicción conflictiva.

El rápido cumplimiento del deber por cuyo descuido Dios tenía ahora una controversia con él. Su hijo debe ser circuncidado; Moisés no puede circuncidarlo; por lo tanto, en este caso de necesidad, Séfora lo hace, ya sea con palabras apasionadas (expresando su disgusto por la ordenanza en sí, o al menos por la administración de la misma a su hijo, y en un viaje), como a mí me parece, o con palabras adecuadas, expresando solemnemente el desposorio del niño con Dios mediante el pacto de la circuncisión (como algunos lo leen) o su agradecimiento a Dios por perdonar a su marido, darle una nueva vida y, por lo tanto, darle a ella, por así decirlo, un nuevo matrimonio con él, al circuncidar a su hijo (como lo leen otros), no puedo determinarlo: pero aprendemos,  Que cuando Dios nos descubre lo que está mal en nuestras vidas debemos poner toda la diligencia para enmendarlo rápidamente y, en particular, volver a los deberes que hemos descuidado.  Quitar nuestros pecados es indispensable para eliminar los juicios de Dios. Esta es la voz de toda vara, nos llama a regresar al que nos golpea.

Hay varias cosas que muestran a Sèfora como una mejor de inquisitiva y que en realidad no estaba tan identificada con lo que Moisès era y lo que estaba llamado a hacer. La reacción de Sèfora se debe a la diferencia de cosmovisiones. Ella era una madianita que la circuncisión no solamente le era extraña sino que le parecía poco importante para la vida de sus hijos y para las creencias de su esposo. La reacción de Sèfora se debe a la creencia de religiones. Por otro lado la reacción de Sèfora demuestra que actúa más como madre que como creyente por el tipo de respuesta y palabras que utiliza al referirse en el momento de circuncidar. Debemos recordar que Gerson no es un niño ya es un hombre mayor. Y hasta que ve la gravedad del llamado de Dios y como no es un rito religioso el que ha obviado sino un principio espiritual vital para una vida abundante entonces decide hacerlo. No se trata de hacerse a la religión de Moisès ni a sus ritos se trata de entender que llega el momento en que debemos definirnos como esposas si realmente haremos a Dios como nuestra alta prioridad. Tercero la reacción de Sèfora se debe a la consecuencia de sus acciones. A la verdad tú me eres un esposo de sangre: Quizás Séfora se opuso al rito de la circuncisión. Ella no era Israelita y quizá pensaba que era una costumbre barbárica. Quizás esta era la razón por la cual Dios hacía responsable a Moisés (por no hacer lo que era correcto, aun cuando a su esposa no le gustara), pero incapaz Moisés de hacerlo entonces Séfora tuvo que hacer la circuncisión ella misma.

Algunos se preguntan por qué la esposa de Moisés se muestra amargada aquí. Quizás fue la primera vez que ella reconoció la seria naturaleza del llamado de su esposo y de lo importante que era que toda la familia caminara en los caminos del Señor. Sin embargo hay una situación interesante. La expresión “así le dejo luego ir” es una frase ambigua. Algunos la atribuyen a que Dios permitió que Moisès siguiera su camino. Pero al parecer en realidad el texto sugiere más que Sèfora simplemente dejó que Moisès siguiera solo y ella se regresó a Madiàn. Así que acto seguido, la liberación de Moisés: Entonces lo dejó ir; el malestar se apagó, el ángel destructor se retiró y todo estuvo bien: sólo Séfora no puede olvidar el susto que estaba, pero sin razón llamará a Moisés marido sangriento, porque la obligó a circuncidar al niño; y, en esta ocasión (es probable), los envió de regreso a su suegro, para que no le causaran más inquietudes. Esto es visible en el pasaje de Exodo18:2-7. Al parecer Sèfora se invisibiliza después de esta cita. Nunca más se sabe de ella.

En tercer lugar está la convicción de Gerson. Es una convicción pasiva. En realidad no estamos hablando como ya lo dije anteriormente de un niño. Estamos hablando ya de una persona grande. ¿Porque no se le ocurre a él que está en problemas? Porque simplemente quiere que su problema se solucionado por su madre y no toma la iniciativa de pedir que lo circunciden. El silencio de este hijo demuestra su desinterés personal con Dios y de una relación que se vivía a través de su madre y de lo que ella hacía. Sin embargo el trato de Dios es con él, el va a morir pero me da la impresión de que no está consciente de la dimensión espiritual en la que está envuelto. Sin embargo para corregir su déficit debe pasar por un proceso doloroso y de sangre si quiere realmente ser salvado del juicio de Dios.

En cuarto lugar está la convicción de Dios. Es una convicción restaurativa.

Nota,  Cuando regresamos a Dios en forma de deber, él regresará a nosotros en forma de misericordia; quita la causa y el efecto cesará.  Debemos decidir soportarlo con paciencia, si nuestro celo por Dios y sus instituciones es malinterpretado y desanimado por algunos que deberían entenderse mejor a sí mismos, a nosotros y a su deber, como Mical malinterpretó el celo de David; pero si esto va a ser vil, si esto va a ser sangriento, debemos serlo aún más. Cuando tengamos algún servicio especial que hacer para Dios, debemos alejar lo más posible de nosotros lo que probablemente sea nuestro obstáculo. Debes entender que Dios no va a actuar si tienes asuntos pendientes que solucionar con él.

Hemos visto que cuando Dios comisionó a Moisès de inmediato regresó a su casa, habló con su suegro y le dijo que iría a Egipto.  Su suegro Jetro le dio su bendición y Moisés tomó a su esposa Séfora y a sus dos hijos: Gersón y Eliezer.  Pero al llegar a una posada, Jehová le salió al encuentro y quiso matarlo. ¿Por qué?  Porque Moisés tenía un asunto pendiente con Dios y había postergado arreglarlo.  ¿Tiene usted asuntos pendientes con Dios? Le conviene arreglarlos de inmediato.  Quizá Moisés llegó a pensar que todo estaba bien con Dios, que no había nada pendiente delante de ÉL. Pero Dios no lo veía así. Por esto, el Señor lo confronta, le hace ver que algo anda mal.  Cuando el Señor confronta de esta manera, es porque desea que nosotros hagamos un examen de conciencia, un examen introspectivo y exhaustivo. He escuchado a muchas personas decir: -¿Por qué ahora que estoy en el camino del Señor y que he decidido dedicarle mi vida, me vienen tantas pruebas? Es que el Señor le está hablando. Le está diciendo claramente que hay todavía asuntos pendientes.  ¿Cuáles serán esos asuntos pendientes? ¿Algún pecado que no hemos confesado y mucho menos abandonado? ¿Alguna rencilla con algún hermano en Cristo o con un familiar? ¿Algún vicio que todavía está arraigado en nuestra vida?

Hay varias enseñanzas que me gustaría recalcar en esta reflexión.

  1. Nadie puede servir completamente si tiene asuntos pendientes que no ha arreglado con el Señor.
  2. Dios no permitirá que no haya un total compromiso, para Dios el compromiso a medias no es compromiso.
  3. El peligro de los matrimonios con creencias diferentes es uno de los elementos que causa mayor problema en el seguimiento total y completo a Dios.
  4. No se trata de obedecer ritos sino de obedecer a un Dios verdadero. Seguir a Dios no es hacerse de una religión en particular es tener un encuentro personal que me hace tomar decisiones radicales para mi y para mis seres queridos.
  5. Desobedecer a Dios por no querer complicarse con la pareja es uno de los peligros más grandes que pueden acarrear el juicio de Dios.
  6. No puedes hablar a lo mayor si en lo personal y familiar tienes problemas.

Amados hermanos, todo asunto pendiente con el Señor invariablemente es algo que hemos dejado de hacer, es algo en lo cual hemos desobedecido. Arreglar los asuntos pendientes es sencillamente obedecer lo que el Señor nos ha ordenado.  ¿Tiene usted pendientes con Dios? ¿Por qué? Quizá por negligencia, por flojera, por descuido, o simplemente por rebeldía.  Es necesario ponernos a cuentas con Dios. Es bueno para nosotros en lo personal, pero también es bueno para nuestra familia y también para la iglesia. ¡Vaya que sí!  Haga un examen profundo de su vida y vea en cuales cosas no ha cumplido con el Señor, en cuales otras están fallando y en cuales otras están en franca rebeldía.  Decida traer todo eso al Buen Padre Celestial y arregle esos pendientes.

«…¿enterrado o plantado?

Cuando pensamos en lo que significa ser «bendecidos», la mayor parte del tiempo pensamos en las cosas buenas que nos han sucedido. Posiblemente nuestro jefe nos ofreció un nuevo puesto en el trabajo y fuimos bendecidos con un ascenso. Recordamos cuando nuestro nuevo hijo nació y cómo fuimos bendecidos con un niño. O quizá vencimos una enfermedad y fuimos bendecidos con un retorno a la buena salud. Las bendiciones y los buenos tiempos van de la mano. Es fácil celebrar y tener una actitud de gratitud cuando las cosas nos están saliendo bien. ¿Pero y cuando pasamos por tiempos realmente difíciles? La empresa estaba haciendo un recorte de personal y fuimos despedidos. Alguien abandonó una relación con nosotros y ahora tenemos que comenzar de nuevo. ¿Dónde están las bendiciones cuando pasamos por cosas que no entendemos?

Todos nosotros en cierto punto pasamos por un lugar tenebroso: una enfermedad, un divorcio, una pérdida, un hijo que rompe nuestro corazón. Es fácil desanimarse, renunciar a nuestros sueños y pensar que es el fin. Pero Dios usa los lugares tenebrosos. Son parte de su plan divino. Piense en una semilla. Mientras permanezca en la luz, no puede germinar y nunca se va a convertir en aquello para lo que fue creada. La semilla debe ser plantada en la tierra, en un lugar oscuro, para que el potencial del interior cobre vida. Del mismo modo, hay semillas de grandeza en nosotros— sueños, metas, talentos, potencial—que solamente cobrarán vida en un lugar oscuro.

Esto fue lo que Jesùs afirmó en el evangelio de Juan 12:24. Lea lo que dijo:

23 —Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado —afirmó Jesús—. 24 Les aseguro que, si la semilla de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto.

La versión The Message lo pone de esta manera:

“Escuchen atentamente: a menos que un grano de trigo sea enterrado en la tierra, muerto para el mundo, nunca será más que un grano de trigo. Pero si se entierra, brota y se reproduce muchas veces. Juan 12:23-24

Lo que Jesùs nos enseña es que para que podamos crecer y llevar más crecimiento a nuestra vida debemos pasar por procesos de oscuridad. Y es en esos procesos de oscuridad donde  podremos crecer y salir diferentes en nuestra vida.

Según Jesùs para ser bendecidos en lugares tenebrosos deben pasar a lo menos cuatro cosas esenciales.

La primera cosa esencial está relacionada con la asignación de los momentos tenebrosos.  “…de cierto, de cierto os digo…”. La segunda cosa esencial está relacionada con la condición de los momentos tenebrosos. “…si el grano de trigo…” La tercera cosa esencial está relacionada con la situación de los lugares tenebrosos. “…no cae en la tierra y muere, queda solo…”. Y finalmente la cuarta cosa está relacionada con la bendiciòn en los lugares tenebrosos.  “…lleva mucho fruto…”

En primer lugar hablamos de que la primera cosa esencial de los momentos tenebrosos es la asignación. ¿De dónde proceden nuestros tiempos oscuros y sin sentido? ¿Quién los ocasiona y porqué los ocasiona? Observemos que estas palabras de Jesùs están dentro de las últimas semanas de su muerte. El contexto nos habla que unos griegos querían ver a Jesùs y la respuesta de Jesùs es “Ha llegado la hora  para que el Hijo del Hombre sea glorificado”.  Es muy interesante que Èl dice “ha llegado la hora”. La palabra griega que utiliza es “jora”. En griego significa un cierto tiempo o estación definida fijada por la ley natural y que regresa con el año rotatorio, aduce a  las estaciones del año, primavera, verano, otoño, invierno.

La asignación tiene que ver con reconocimiento de las estaciones de la vida.

Esto implica que Dios nos ha dejado señales de cuando una estación termina y de cuando una nueva estación comienza. El sol y la luna, que son agentes externos, son los encargados de anunciar a la tierra que la estación se ha mudado. No reconocer las estaciones puede ser mortal, para convivir, para trabajar o desarrollar actividades. Como seres vivientes, reconocer una nueva estación es fundamental para vivir y ser fructíferos. Espiritualmente esto es igual, debemos reconocer los tiempos de Dios y adaptarnos a ellos, no combatirlos como algunos hacen, poniendo en riesgo su vida espiritual, sino adaptarnos para alcanzar nuestro máximo potencial y desarrollo.

Dios nos enseña que hay un tiempo para cada cosa, y nosotros somos los encargados de reconocer el comienzo y el fin de cada tiempo para mudarnos junto con él. No reconocer el cambio de una estación nos puede hacer actuar espiritualmente como adolescentes inestables, por momentos como maduros equilibrados y por momentos como desorientados, confundidos, o perdidos. Por eso es de vital importancia reconocer las estaciones que ameritan los cambios para nuestra vida espiritual. En el caso de Jesùs fueron los griegos la señal y el cambio de estación fue de predicar a la cruz. Nosotros podemos elegir la estación del año que más nos gusta, pero eso poco le importa a Dios porque Él ya las estableció. Es decir, alguien puede protestar contra el calor del verano y orar para que cambie a frío, sin embargo Dios ya estableció lo que ocurre en verano y nada puede cambiarlo con una tonta oración, así tampoco se puede combatir contra el invierno y si alguna persona determina no reconocerlo poniéndose un short de baño y saliendo con camisetas a trabajar, indudablemente se va a enfermar o puede que en su porfía muera de frío por no reconocer una estación de Dios y respetarla. Por eso, cuando algo no está bien en nuestra vida, cuando nos pasa algo triste, es una señal de que viene otra estación, no debemos enojarnos, y si hay cosas que no nos gustan, debemos saber que las estaciones vienen para dar frutos, no para fracasar, vamos a madurar en ellas, sigamos adelante y no combatamos lo que viene de Dios, porque aunque no entendamos algunas cosas y puedan hacernos sufrir, son necesarias y nos harán bien.

La asignación tiene que ver con  las imposiciones en la vida. En el castellano se usa “de cierto, de cierto…os digo” Se usa en griego la palabra “amén” dos veces. Según el idioma original esta palabra es una metáfora de la palabra fiel. También se puede traducir en verdad. Esta palabra se podía usar al comienzo de un discurso – seguramente, verdaderamente, de una verdad y también al final, así es, que así sea, que se cumpla. Era una costumbre, que pasó de las sinagogas a las asambleas cristianas, que cuando el que había leído o discursado ofrecía una oración solemne a Dios, los demás respondían Amén, y así hacían suya la sustancia de lo que se pronunciaba. La palabra «amén» es una palabra muy notable. Fue transliterada directamente del hebreo al griego del Nuevo Testamento, luego al latín, al inglés y a muchos otros idiomas, de modo que es prácticamente una palabra universal. Se la ha llamado la palabra más conocida del habla humana. La palabra está directamente relacionada –de hecho, casi idéntica– a la palabra hebrea para «creer» (aman), o fiel. Por lo tanto, pasó a significar «seguro» o «verdaderamente», una expresión de confianza y confianza absolutas. En ese sentido cuando Jesùs la usa en este contexto está declarando que debemos tener la absoluta certeza, y creer en verdad que habrá momentos oscuros y tenebrosos designados para nuestra propia vida. Por otro lado la expresión “os digo” es la palabra “lego” en griego que nos da la idea afirmar, exhortar, dirigir, mantener. El tiempo presente demuestra que hay certeza y continuidad en lo que se dice. Jesùs jamás ocultó los tiempos tenebrosos.

En segundo  lugar hablamos de que la segunda cosa esencial de los momentos tenebrosos es la condición.

La necesidad del potencial. “Si el grano de trigo” Cuando Jesùs nos habla de nuestra condición como personas, nos ilustra no tanto en lo que somos sino en lo que podremos llegar a ser. El uso del grano de trigo nos habla de que Dios nos ve con ojos de potencial.  ¿Qué es el Potencial? Las palabras sinónimas sonPropósito, Destino, Voluntad de Dios y Llamado. En realidad el potencial es la capacidad escondida, el poder sin desarrollar, la energía que no ha sido desarrollada. Es todo lo que tú puedes llegar a ser ,pero que todavía no has llegado a serlo. El éxito sin uso, los dones dormidos, los talentos escondidos. Lo que Ud. puede hacer pero no ha hecho; Es donde Ud. pude ir y todavía no ha ido. Lo que Ud. podría imaginar, pero todavía no ha imaginado; Es lo que puede llegar a cabo, pero todavía no ha realizado.

Usted puede tener una semilla en su escritorio toda la vida, pero nunca se va a convertir en lo que fue creada hasta que la ponga en la tierra. Su potencial nunca será soltado hasta que sea plantada. Todo el tiempo que esté en el escritorio donde es cómodo y no tiene que estirarse o tratar con alguna adversidad, el potencial de la semilla permanecerá encerrado dentro de ella. Solo después de ser plantada y de pasar por el proceso de germinado—cuando la cascarilla externa se rompe y el nuevo crecimiento comienza—florecerá y dará mucho fruto. El problema con mucha gente es que quieren el fruto, pero no quieren pasar por el proceso. No quieren estar incómodos. No quieren tener que estirarse o tratar con la adversidad, la oposición o la traición. Pero sin el lugar tenebroso, su potencial permanecerá encerrado en el interior.

La imposibilidad del potencial. La semilla no puede germinar en la luz. Si usted le preguntara a la semilla, estoy seguro de que diría: «No quiero ir a la tierra. Está oscuro, es solitario y es incómodo cuando lo gente camina sobre mí». La semilla siente como si hubiera sido enterrada, como si fuera el final, pero de lo que la semilla no se da cuenta es que no está enterrada; ha sido plantada. Tiene la vida del Todopoderoso Dios en el interior. Ese lugar tenebroso, aunque es incómodo, es una parte crucial del proceso. A lo largo de un periodo, una vez que germina y crece, en lugar de ser una pequeña semilla enterrada, termina siendo una hermosa flor, que se abre y que da mucho fruto. Si usted le preguntara a la flor al estar ya completamente abierta, le diría: «No me gustó el lugar tenebroso, pero me doy cuenta ahora de que fue una bendición. Mire lo que sacó de mí. ¡Mire en lo que me he convertido!».

La realidad del potencial. Habrá momentos en la vida cuando se sienta como si estuviera enterrado y habrá pensamientos que le dirán: Ya se fueron tus mejores días. Ese recorte de personal arruinó tu carrera. Ese divorcio manchó tu futuro. Esta enfermedad va a ser tu final. Tenga una nueva perspectiva. No está enterrado; está sembrado. Si nunca hubiera pasado por el lugar tenebroso— la soledad, la decepción, la pérdida—nunca habría descubierto lo que está dentro. Como el de esa semilla, su potencial está a punto de ser soltado. Usted no solamente va a salir de la oscuridad, usted va a salir mejor, más fuerte, completamente en flor y llevando mucho fruto. Cuando sienta como si algo estuviera muriendo, está oscuro, usted siente la presión de la tierra, no ve una salida, es señal de que algo nuevo está por salir a la vida: nuevo crecimiento, nuevo talento, nuevas oportunidades. El desafío para usted es que esté dispuesto a pasar por el proceso. Demasiadas personas se amargan, pierden su pasión y se atoran con la pregunta sin respuesta: «¿Por qué está sucediendo esto? Pensé que Dios estaba a mi favor». Atrévase a confiar en Él. Él sabe lo que está haciendo. Él no envía la dificultad, pero la va a usar. No luche contra los lugares tenebrosos. Quizá haya tierra a todo su alrededor y sea incómodo, pero esa tierra no está allí para detenerlo, está allí para sacar la grandeza que lleva dentro.

En tercer  lugar hablamos de que la tercera cosa esencial de los momentos tenebrosos es la situación. Al hablar de la situación me refiero a las circunstancias tenebrosas que nos rodean y que nos hacen sentirnos miserables y a muchas veces con ganas de renunciar. En los momentos tenebrosos hay situaciones cuando me siento en  descenso. Observe que la expresión dice “si no cae”. En lugar de ir para arribar vamos hacia abajo. En lugar de ir mejorando vamos empeorando. La expresión “cae” es “pipto” en el idioma griego. Su traducción tiene múltiples significados.  Se puede traducir como descender de un lugar más alto a un lugar más bajo, caer (ya sea desde o sobre), ser empujado hacia abajo, descender de una posición erguida a una postrada, ser derribado de un estado de prosperidad,  caer en ruinas, ser derribado de un estado de prosperidad, no participar en, perder una participación. El uso del tiempo aoristo determina una acción que sucede sin referencia a las circunstancias, tiempo o condiciones. Simplemente algo te hizo caer y es una realidad tu caída. Pero también hay situaciones  que me siento en suspenso. Jesùs dice “en la tierra y muere” Dos elementos importantes se puede ver con estas dos palabras. La primera es el lugar donde estamos “en la tierra” es decir la parta más baja a donde puedo descender. No hay donde más ir. Incluso esa tierra me tiene que sepultar. Allí puedo ser pisoteado, ignorado, saltado y simplemente nadie se preocupa por alguien que está a nivel de lo más bajo de su vida. Pero recuerde no estoy enterrado estoy plantado esa condición es para que mi potencial salga. La segunda tiene que ver con la situación a la que llegamos. “Muere” dice Jesùs. Tenga una nueva perspectiva: los lugares tenebrosos  de muerte son oportunidades para crecer. Usted no se encuentra en un lugar tenebroso por accidente. Si Dios no lo fuera a usar para su bien, no lo habría permitido. Quizá no lo entienda, podría no tener sentido, pero Dios sabe lo que está haciendo. Pase la prueba. En estos últimos meses he aprendido que cada vez que algo muere en mi vida, algo más está viniendo a la vida. Parece como un final, pero Dios tiene un nuevo comienzo. Un amigo lo traiciona y lo deja, y su relación muere, pero al mismo tiempo Dios está dando a luz una nueva relación. Él ya preparó otro amigo que está destinado a cruzarse en su camino. Perdió un empleo, un puesto o un cliente importante, pero Dios tiene una nueva posición, nuevas oportunidades y nuevos niveles para usted. Por otro lado hay situaciones en las cuales me siento indefenso. Observe que dice “queda solo”.  La expresión “queda” es permanecer en el texto griego. Da la idea de no tener ningún asidero. La expresión solo significa olvidado, destituido del recuerdo. Eso implica que simplemente nadie se acuerda de ti. Claro estàs enterrado y la gente piensa que estàs acabado. Pero lo que no se dan cuenta es que estàs germinando para nueva vida y para mucho fruto. Dios usa los lugares tenebrosos. Cuando José fue acusado falsamente y puesto en prisión durante trece años, la Escritura dice: «Afligieron sus pies con grillos; en hierro fue puesta su alma». En esa prisión José desarrolló fuerza, una perseverancia que no podría haber obtenido en ninguna otra manera. Hay algunas lecciones que solamente se pueden aprender en los lugares tenebrosos. Deje de quejarse de lo que está pasando, de lo injustas que son las cosas, de quién lo ofendió. Quizá sea incómodo, probablemente no le guste, pero está cooperando para su bien. Usted se está fortaleciendo; se está desarrollando algo en usted que solo puede obtener en la oscuridad. No puede alcanzar su más alto potencial estando en la luz todo el tiempo. No tener oposición, ni problemas y que nadie venga en su contra quizá podría sonar bien, pero va a detener su crecimiento.

En cuarto  lugar hablamos de que la cuarta cosa esencial de los momentos tenebrosos es la bendiciòn. El texto dice “lleva mucho fruto”. La expresión “fero” en griego para llevar puede significar llevar alguna carga, moverse por rumbo; mover o, ser transportado o soportado, con la sugerencia de fuerza o velocidad, ser movido hacia adentro, impulsado, soportar, es decir, aguantar, soportar el rigor de una cosa, soportar pacientemente la propia conducta, o perdonar  traer adelante mudarse a, aplicar dar a luz, producir y finalmente se puede usar como  liderar, conducir. Es progreso y utilidad a otros la bendiciòn que nace de los tiempos tenebrosos.

El rey David dijo: «Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar». No lo ensanchó en los buenos tiempos; fue ensanchado cuando las cosas no le estaban saliendo bien. Cuando David era adolescente quería salir a divertirse con sus amigos, pero tenía que quedarse a cuidar de las ovejas de su padre. Día tras día, mientras estaba fuera solo en los campos de pastoreo, sin nadie con quien hablar, parecía como si nunca podría lograr sus sueños. Pero esos años en los campos solitarios fue lo que lo preparó para convertirse en un campeón. Cuando mató a Goliat, la gente dijo que había conseguido el éxito de la noche a la mañana. Pero la verdad es que no sucedió de la noche a la mañana. Sucedió porque atravesó los lugares tenebrosos con una buena actitud. Las cosas no le estaban saliendo como él quería, cuando estaba solitario y sintiendo como si Dios se había olvidado de él, simplemente siguió haciendo lo correcto. Entendió este principio. Su actitud fue: Dios, este es un lugar tenebroso. Quizá no lo vea ahora, pero creo que está obrando a mi favor. Me estoy volviendo más fuerte. Estoy desarrollando paciencia y perseverancia, y estoy aprendiendo a confiar en ti. En el momento indicado, no solamente salió de ese lugar tenebroso, sino que salió incrementado, promovido y mejor que como había estado antes.

No es una coincidencia que David diga en el Salmo 23: «El Señor es mi pastor; nada me falta. En campos de verdes pastos me hace descansar; me lleva a arroyos de aguas tranquilas […] Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno». De hecho, estaba diciendo: El mismo Dios que me lleva a pastos verdes, el mismo Dios que me lleva a aguas tranquilas, es el mismo Dios que me guía a través del valle más sombrío. Todos podemos confiar en Dios cuando estamos descansando en los pastos verdes, y podemos confiar en Él cuando estamos junto a las aguas tranquilas; eso es fácil. Pero Él le está pidiendo que confíe en Él cuando está en el valle más sombrío. No lo ha dejado. Probablemente se sienta solo, abandonado y maltratado, y piense que la vida no ha sido justa, pero Dios todavía lo está guiando. Ese lugar tenebroso es parte del plan de formarlo tal como fue creado. Quizá no sea fácil, posiblemente no lo comprenda, pero la fe es confiar en Dios cuando la vida no tiene sentido. Atrévase a creer que Él lo está bendiciendo incluso en los lugares tenebrosos. Crea que lo que fue pensado para su mal está obrando a su favor. David continuó diciendo: «Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento. Me preparas un banquete a la vista de mis adversarios; derramas perfume sobre mi cabeza y me colmas de bendiciones». Observe que tiene que pasar por el valle para disfrutar la mesa puesta delante de usted. Tiene que pasar por la soledad, por la enfermedad, por la traición antes de obtener esa unción fresca, ese comienzo fresco. Usted tiene que pasar por los campos de pastoreo, haciendo lo correcto a pesar de que le esté sucediendo lo que no es correcto. Usted tiene que pasar por ese empleo en el que no es tratado bien, abrirse paso a través de la lucha, de la escasez, de la deuda, antes de llegar a donde es colmado de bendiciones. Con demasiada frecuencia queremos las bendiciones, pero no el valle. Nuestra oración es: «Dios, dame más favor, más influencia una mayor unción». Dios responde: «Está bien, pero tienes que estar dispuesto a ir conmigo a través del valle». En los lugares tenebrosos es donde le probamos a Dios de qué estamos hechos realmente. ¿Puede Dios confiarle más de su favor, con una mayor influencia y más recursos? Usted tiene que ser fiel en el campo de pastoreo, un lugar solitario donde quizá las cosas no le estén saliendo bien. «Bueno, usted dirá, no me cae bien mi jefe. Por eso es por lo que me tardo en el trabajo, y por eso es por lo que llego tarde. No me tratan bien». Si usted no tiene una buena actitud en los lugares tenebrosos, se quedará atorado allí. Si usted no es fiel en el desierto, ¿cómo puede Dios confiar en que usted será fiel en la Tierra Prometida?

Uno tiene que atravesar el valle para llegar a la mesa. No se quede atorado en el valle sombrío. No pierda su pasión ni tenga una actitud agria que diga: «No entiendo por qué pasó esto. Después de todos estos años, me despidieron». «¿Cómo es que recibí este informe médico desfavorable?». «¿Por qué esta persona rompió mi corazón?». Si siempre está tratando de dilucidar por qué, se va a atorar. Piense en esto: un signo de admiración es simplemente un signo de interrogación enderezado. Si usted quiere que Dios convierta sus signos de interrogación, lo que no entiende, en signos de admiración, tiene que confiar en Él. En esos lugares tenebrosos donde la vida no es justa, en lugar de preguntarse por qué sucedió algo, atrévase a decir: «Dios, yo sé que sigues sentado en el trono. Quizá no entiendo este valle en el que estoy, pero sé que del otro lado está mi signo de admiración. La mesa ya está preparada, las personas correctas están esperando, una fresca unción viene con incremento, promoción y un nuevo nivel». Si usted pasa por lugares tenebrosos en esa manera, verá el signo de interrogación convertirse en un signo de admiración. Dios lo asombrará con su bondad.

Tiempos de AntiCristo…

El 30 de octubre de 1938 se inició la retransmisión del que, casi un siglo más tarde sigue siendo considerado uno de los momentos más grandes de la historia de la radio el joven locutor Orson Wells hizo creer a la gente que estaban bajo una invasión marciana. Era un truco para que la gente sintonizara el problema radiofónico “La Guerra de Dos Mundos” Se estima que unos doce millones de personas escucharon la transmisión y muchas cayeron presa del pánico, abandonando sus casas y colapsando carreteras, estaciones y comisarías de policía. Se le ha catalogado como la más grande “falsa noticia” de todos los tiempos. ¿Por qué la gente es tan crédula a cosas que no son ciertas? Porque las personas no tienen un discernimiento de quien le está diciendo la verdad y quien le está mintiendo?

Seguimos con la serie de 1 de Juan. Hoy nos enfocaremos en 1 de Juan 4:1-6. Recuerden que son consejos de una persona ya de edad que está preocupado por la salud espiritual de su congregación. Es una vida espiritual en la vejez.

Como cristianos debemos de saber que hay una lucha espiritual constante, entre el bien y el mal, entre los hijos de Dios y los hijos de este siglo.

Es una lucha que se ha llevado a cabo por todos los siglos, y es la batalla por la verdad de la palabra de Dios, Satanás intenta por todos medios desacreditar la palabra de Dios, nosotros no podemos ser permisivos o tolerantes en cuanto a las doctrinas principales del cristianismo.

Este pasaje nos dará enseñanzas básicas para separar la verdad del error.

Estoy seguro de que a todos nos han advertido que no debemos creer todo lo que escuchamos. La misma precaución debe aplicarse también a lo que vemos. Es una tontería creer todo lo que se nos dice y mucho de lo que vemos. Las mentiras y el engaño se usaron para tentar a Adán y Eva, y el enemigo y sus asociados no han cambiado sus tácticas. Nuestro mundo está lleno de falsas doctrinas y engaños.

Tal engaño ha existido durante siglos, desde la caída del hombre. Hechos 5:36-37 – Porque antes de estos días se levantó Teudas, jactándose de ser alguien, a quien se unieron unos cuatrocientos, el cual fue muerto; y todos los que le obedecieron, fueron dispersados y reducidos a la nada. 37 Después de éste, Judas de Galilea se levantó en los días del tributo, y arrastró tras sí a mucha gente; él también pereció, y todos  los que le obedecieron se dispersaron.

Recordamos a Jim Jones liderando a más de 900 personas que se suicidaron en Guyana en 1978. A David Koresh y a la Rama Davidiana de Waco, Texas, y al grupo que buscó un paseo en el cometa Hale-Bopp.

Estos eran falsos maestros que descarriaban a la gente bajo el manto de la espiritualidad. Debemos saber lo que enseña la Biblia, lo que creemos y por qué lo creemos. No hay escasez de falsos profetas en nuestros días, y continuará hasta que el Señor regrese.

Juan nos insta a desarrollar discernimiento espiritual y a cuidarnos del engaño y del espíritu del anticristo. Examinemos las ideas del texto al considerar: La necesidad de discernimiento espiritual.

La primera cosa que sugiere Juan que cultivemos es  diligencia espiritual (1) – Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad a los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. Nuestro discernimiento requiere la debida diligencia si queremos superar los ataques espirituales que enfrentamos. Considerar:

Evita la ingenuidad (1a) – Amados, no creáis a todo espíritu. Juan  ofrece un llamado simple pero profundo. No podemos creer todo lo que escuchamos o experimentamos en esta vida. Simplemente desafía al creyente a no ser crédulo en la vida cotidiana. “No creáis” está en una construcción en el texto griego que prohíbe la continuación de una acción que ya está en marcha. Es, «Deja de creer cada espíritu.» El caso es que algunos se dejaban llevar por los errores del Gnósticos. La palabra “espíritu” es pneuma. La palabra como se usa aquí. se refiere a «alguien en quien un espíritu está manifiesto o encarnado, por lo tanto, uno accionado por un espíritu, ya sea divino o demoníaco”. Pablo encuentra la fuente de falsa doctrina en los demonios que activan a los falsos maestros que proponen herejía (I Tim. 4:1) “demonios” deberían ser “demonios” daimonion. Así, estos espíritus son seres humanos impulsados por demonios o por el Espíritu Santo. En este caso serían los maestros, pastores y evangelistas quienes circuló por las iglesias locales. La exhortación es probar a estos individuos para ver si son de Dios. O no.

Este llamamiento también debe ser atendido hoy. ¿Has conocido alguna vez un tiempo en el que fuimos bombardeados con más doctrina y filosofía que hoy? La sociedad y la cultura han adoptado su propio conjunto de reglas. Muchos nos desafían en contra de una interpretación literal de las Escrituras. Muchos argumentan que la Biblia no tiene el mismo peso hoy que cuando fue escrita. Afirman que se dio para otros, pero que ya no se aplica hoy en día. Muchos falsos profetas parecen sinceros y tal vez creíbles, pero debemos examinar cada aspecto de nuestras vidas con las Escrituras.

      Prueba la autenticidad (1b) – Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad si son de Dios: Cuando se nos ofrezca una filosofía o un punto de vista de otros, acércate siempre desde una perspectiva bíblica. ¿Es consistente con la enseñanza de las Escrituras? ¿Qué dice la Biblia acerca de esta doctrina o comportamiento en particular? Pruebe los espíritus y las enseñanzas de los demás. Se espera que examinemos los motivos y las enseñanzas de los demás, tratando de determinar su mérito basado en la Palabra. La palabra «probad» es dokimazō, «poner a prueba la finalidad de aprobar y constatar que la persona sometida a prueba cumple con los especificaciones establecidas, para otorgarle su aprobación”. Por lo tanto, un maestro , por ejemplo, no debía ser puesto a prueba con el propósito de condenarlo, sino con la intención de aprobarlo. El hermano no debía ser tratado como hereje antes de haber  demostrado serlo.

      ¿Alguna vez has escuchado a alguien decir: «Sé lo que dice la Biblia, pero…»? Podemos estar seguros de que Dios nunca nos guiará en contra de Su Palabra. Si los motivos, la enseñanza o el comportamiento de los otros contradicen las Escrituras, podemos saber con certeza que no es de Dios. Si camina como un pato y habla como un pato, ¡hay una buena indicación de que es un pato!

      Evalùa la identidad (1c) – porque muchos falsos profetas han salido al mundo. La razón para someter a los maestros visitantes a tal prueba fue que muchos falsos los profetas “han salido al mundo”. El verbo está en tiempo perfecto. Ellos han salido y están como resultado presente en el mundo y en la humanidad, y se han establecido entre el pueblo.

      Tenga en cuenta que estaban a solo unas pocas décadas de la ascensión de Cristo y, sin embargo, Juan proclama que ya había muchos falsos profetas en el mundo. Con los primeros de la humanidad, Satanás buscó contaminar a los hombres y descarriarlos. Estoy convencido de que siembra falsificaciones entre el mundo en un intento de obstaculizar el mensaje del Evangelio.

      El hombre es una criatura espiritual con un deseo interior de adorar algo, incluso si es él mismo. Toda la humanidad adorará al Dios verdadero y viviente o a los dioses de su imaginación. Las doctrinas y religiones de nuestros días continúan diversificándose y creciendo. El hombre quiere algún tipo de adoración que sea consistente con sus deseos personales. Satanás proveerá un maestro y una doctrina para acomodarse a los deseos del hombre. Estamos rodeados de falsos profetas, muchos de los cuales buscan vomitar su veneno bajo el estandarte de Cristo. 2 Pedro 2:1 – Pero también hubo falsos profetas entre el pueblo, así como habrá falsos maestros entre vosotros, los cuales introducirán secretamente herejías abominables, aun negando al Señor que los compró, y traerán sobre sí mismos destrucción rápida.

      La segunda cosa que sugiere Juan que cultivemos es inteligencia espiritual (2-3) – No tenemos que vivir en tinieblas. Podemos conocer la verdad y permanecer en la luz. Juan revela la prueba de fuego de la verdad. Considerar:

        La convicción (2) – En esto conocéis el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios: Hay mucho que podríamos decir acerca de esta declaración, pero en realidad Jesucristo es el factor definitorio con respecto a la verdad. Lo que uno hace con Jesús revela su condición espiritual y su posición ante el Señor. Si afirmamos que Cristo vino en carne, nació de una virgen, murió por el pecado de la humanidad y resucitó victorioso, nuestra doctrina es consistente con Dios y Su Palabra inspirada.

        Podemos tener diferencias de opinión, pero al final del día este es el factor decisivo y el criterio para una fe genuina. Mucho de lo que no estamos de acuerdo entre la iglesia no tendrá un significado eterno, pero lo que hagamos con Cristo ciertamente lo tendrá. Si nuestros corazones y nuestra doctrina son correctos en cuanto a Cristo, es evidente que estamos agradando al Señor.

          La contradicción (3a) – Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios: Juan revela la actitud que muchos poseen contraria a Dios. Si uno no puede confesar a Cristo y Su obra terminada, no es de Dios. Una vez más, Cristo es el elemento esencial de la fe y el factor determinante en nuestra posición ante Dios.

          Aquí es donde se necesita precaución en nuestros días. Hay muchos grupos religiosos que afirman estar afiliados a Cristo, pero niegan al Cristo de la Biblia. Buscan restar valor a Su deidad y a la obra que Él realizó. Pueden mencionar a Cristo, pero ¿qué creen realmente acerca de Él? Simplemente, si uno no puede abrazar a Cristo como se revela en la Biblia y la verdad del Evangelio, no es de Dios. 2 Juan 1:7 – Porque muchos engañadores han entrado en el mundo, los cuales no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Este es un engañador y un anticristo.

          La Confusión (3b) – Y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que vendría; y aun ahora ya está en el mundo. El espíritu de rebelión y engaño ya prevalecía en los días de Juan a través del espíritu del anticristo. Muchos en su día trataron de desacreditar al Señor, negando Su deidad y Su obra terminada. Estaban difundiendo mentiras y confusión.

          Este gran mal continúa en nuestros días. Dedique un momento a considerar las doctrinas que se promueven y fomentan en América Latina y el mundo. Vivimos en una sociedad en la que «todo vale». A las personas se les enseña a ser su propia persona. Vive como te plazca. Se les educa para creer que su responsabilidad se basa principalmente en la felicidad personal. Muchos creen que los cristianos son débiles, incapaces de pensar por sí mismos y poco realistas. El hombre continúa negando la existencia de Dios y los medios de salvación a través de Cristo el Señor. Eso es exactamente lo que Satanás desea. Si puede crear duda y confusión, resultando en incredulidad, ha logrado su objetivo.

          La tercera cosa que Juan quiere que cultivemos es la Distinción del Creyente (4-6) – Juan sabía lo que era disfrutar de una relación personal con Cristo y los beneficios asociados con eso. Experimentó algo que muchos en su época no experimentaron. Esta relación lo separó del mundo como lo hace con nosotros. Considerar:

            Nuestra victoria (4) – Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. Muchas fueron las luchas de los días de Juan, y aquellas luchas siguen hoy, pero no tenemos que vivir en la derrota. Podemos vencer en Cristo el Señor. Él habita dentro de nosotros a través de Su Espíritu, y Él es más grande que nuestro adversario. El mundo dice que somos débiles e ignorantes, pero tenemos la fuerza y la sabiduría que este mundo no puede dar. La vida seguirá trayendo luchas, ¡pero podemos vencer en Cristo!

              Nuestra Comprobatoria (5) – Son del mundo: por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. El mundo no comparte nuestros deseos ni posee la esperanza de la que disfrutamos. Tienen una agenda que contrasta fuertemente con las vidas que vivimos. Hablan del mundo, promoviendo sus deseos y filosofías. Buscan lo suyo y son escuchados por aquellos que comparten sus creencias.Estamos en el mundo, pero no somos del mundo. No me gusta el conflicto ni la oposición, pero no podemos esperar que el mundo acepte nuestra fe o promueva el cristianismo. Buscan las cosas del mundo, las cosas que agradan a la carne. 2 Timoteo 4:3 – Porque vendrá tiempo en que no soportarán la sana doctrina; sino que conforme a sus propias concupiscencias amontonarán para sí maestros, teniendo comezón de oír;

              Nuestra historia (6) – Somos de Dios: el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error. El mundo no comparte nuestra fe ni apoya nuestra causa, pero el Señor está con nosotros. Él nos equipa para servirle y cumplir Su voluntad. Podemos sentirnos solos, pero no estamos solos. Èl siempre está  ahí y también ha provisto otros de la misma fe para compartir el viaje con nosotros. ¿No te alegras de que tus compañeros creyentes caminen por este camino de la vida? ¿No estás agradecido por aquellos en los que puedes apoyarte y de los que puedes sacar fuerzas?

              Cerramos con un pensamiento reconfortante. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error. La vida es difícil y estamos rodeados de adversidades, pero no carecemos de verdad y guía. El Espíritu nos guiará mientras busquemos al Señor. Es posible poseer discernimiento espiritual en estos tiempos difíciles. No tenemos que aceptar el punto de vista del mundo con respecto a nuestra fe. Podemos elevarnos y experimentar la victoria en Cristo nuestro Señor. Juan 16:13 – Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará de sí mismo; sino que hablará todo lo que oyere, y os anunciará las cosas que han de venir.

              Conclusión: Hay muchas voces que compiten por nuestra atención en estos días. Todo el mundo cree algo y muchos buscan influenciarnos con su teología moderna. Probablemente más que nunca, necesitamos discernimiento espiritual. Necesitamos estar asentados en la verdad de la Palabra de Dios. Debemos saber lo que creemos y por qué. Cuando conozcamos la verdad, no seremos descarriados por el error.

              Jesús es la fuente de la verdad. Él es el camino de la salvación y de la vida eterna. Si hay necesidades en tu vida, búscalo. ¡Él es capaz y está dispuesto a proveer!

              Amor…verdad…y otras hierbas…

              Robert Louis Stevenson, autor de “La isla del tesoro”, en 1888 debido a su salud fue vivir en Samoa del Pacífico Sur. Stevenson, una vez que se mudó allí, se involucró en la vida del pueblo samoano. Se interesó mucho por la gente y por su comunidad. En una ocasión, varios jefes tribales fueron encarcelados por motivos políticos. problemas. Stevenson los visitaba periódicamente, llevándoles regalos y ánimo. Cuando los jefes salieron libres, que  sintieron tanta gratitud por todo lo que Stevenson había hecho por ellos que decidieron encontrar alguna manera de expresar su agradecimiento. Cuando se sugirió que podían abrir un camino a través de la densa maleza para la casa de Stevenson, inmediatamente se pusieron a trabajar en la construcción de la carretera. Finalmente después Con mucho trabajo y sacrificio se completó el camino a la casa de Stevenson. Los nativos lo llamaron  «El camino del corazón amoroso».

              En esta sección de (1 Juan Capítulo 3) ha  estado hablando del camino de los corazones amantes de los cristianos. En (Capítulo  2) nos ha dicho que amar a los hermanos es cuestión de luz y oscuridad, porque si no amamos a unos otro no podemos caminar en la luz por muy ruidosa que sea nuestra profesión. Pero aquí en ( Capítulo 3) nos dice que amar a los hermanos es una cuestión de vida o muerte. Juan dice: “ el que no ama a su hermano, permanece en la muerte”. ( 3:14 ) Una de las marcas de los primeros cristianos era el amor visto y compartido entre los creyentes. Tertuliano, uno de los primeros padres y líderes de la iglesia escribieron: «Los paganos solían exclamar con ¡Me pregunto cómo se aman estos cristianos unos a otros! Están más dispuestos a morir por unos a otros, y los paganos están más dispuestos a matar unos por otros”.

              El Señor Jesús A menudo hablaba del amor que hay que ver y compartir entre los creyentes. Dijo en su ministerio del aposento alto, “este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, como yo os he te quería.» (Juan 15:12) Nuevamente dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros”. (Juan 13:35)

              Una de las más grandes verdades es que vivir una vida cristiana requiere mucho más que asistir a la iglesia durante los servicios semanales. Ser conocido como cristiano es literalmente ser conocido como un seguidor de Cristo, alguien que se esfuerza por vivir la vida como Cristo vivió. Ser cristiano no es simplemente identificarse con ciertos hechos o acciones, aunque serán evidentes en nuestras vidas, es genuinamente una vida que vivimos; Es lo que somos

              Ahora Juan continúa proveyendo advertencias básicas para la vida cristiana. Las verdades de las que habla en este pasaje no son nuevas para nosotros, ni están más allá de nuestra capacidad de comprensión. Son pensamientos realmente simples que alcanzan profundidades asombrosas. Si hemos de ser todo lo que Cristo desea que seamos, entonces debemos vivir nuestras vidas como Él vivió la suya. Debemos parecernos más a Jesús que en nuestra conversión. Tomemos un momento para considerar un tema que se desprende la frase “aseguraremos” cuyo significado también puede ser tranquilidad. Creo que el texto Juan nos puede dar sugerencias de como tener un alma tranquila y segura en Cristo. Lo hace por medio de tres evidencias importantes. Analicemos 1 Juan 3:13-28

              La primera evidencia que Juan nos presenta está relacionada con la genuinidad. (18-20) – Juan ofrece un profundo desafío a cada creyente. Este reto se refiere a:

              Lo genuino se observa en nuestras expresiones (18) – Hijitos Míos, no amemos de palabra, ni de lengua, sino de hecho y de verdad. Eso es bastante simple de entender, ¿no es así? Se nos exhorta a no limitar nuestro amor a las palabras que hablamos, sino a mostrar genuinamente nuestro amor en hechos y en verdad.

                Las expresiones orales. Una cosa interesante es que el vrs.18 usa cuatro palabras a manera de binomio. El primer binomio es “palabras” que el texto es la expresión logos y la segunda es “lengua.” La idea es que se pueden usar palabras  que representen sentimientos (logos). Palabras lógicas, bien usadas en el momento oportuno. Pero también esas palabras se pueden usar con estilo y demagogia de tal manera que no sólo sea un discurso sino que implique emociones y expresiones bien elaboradas para dar la impresión de un verdadero amor. (Glosa). Por ejemplo puedo felicitar a alguien con palabras de estímulo, eso sería logos pero si la añado toda una verborrea emocional para dar la impresión de mi gran afecto eso sería glosa. Por ejemplo una persona podría decirle a “esposa te amo” (logos) o que usara esposita linda no sabes el extraordinario amor que siento por ti (glosa). Creo que se conoce en nuestro contexto un sinónimo para “lengua”. Una traducción sería de “palabra y de labia”

                Las expresiones reales. Por otro lado Juan también usa el binomio “hecho y en verdad”. Y es que podemos hacer actos amorosos pero guiados por la mentira, la hipocresía y la conveniencia.

                Creo que el amor como Juan dice en este párrafo implica que el hecho es darle algo a la persona, pero la verdad es darse uno mismo a la persona. Saber que cuenta con él para cualquier situación que se presente. El hecho es temporal mientras que la verdad es permanente.

                Simplemente, nuestras acciones hablan mucho más que nuestras palabras. Podemos hablar de amar a los demás e incluso desafiar a los que nos rodean a amar a los demás, pero hasta que no expresemos realmente nuestro amor a través de la acción, no habremos amado realmente. Hablar es barato. Se nos exhorta a mostrar nuestro amor a través de la acción. Vívelo a diario mientras servimos a los demás y nos preocupamos por ellos.

                La obra del amor también debe realizarse con motivos puros. Algunos pueden actuar en apariencia de amor, pero el amor verdadero no fue la fuerza motivadora. Amemos también en la verdad.

                Lo genuino se observa en nuestras convicciones (19) – Y en esto sabemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él. Juan usa el verbo ginōskō  para expresar certeza de lo que sabemos. Es un verbo que habla de conocimiento pleno por medio de la experiencia. La expresión “de la verdad.”  N0s habla del término aletheia. Cuando la Biblia usa la expresión “verdad” que tiene en mente en realidad.

                Las dimensiones de la verdad. Bueno primero debemos entender que existen tres fuentes de donde podemos sacar nuestros conceptos de la verdad. El primero es que la verdad es definida por Dios para todos y es objetiva y absoluta.  La segunda fuente  es definida por el individuo y es subjetiva y situacional. Y la tercer fuente va de la mano de la segunda y es definida por Satanás. Esta es imaginativa y disfuncional. 

                Las pretensiones de la verdad.

                ¿Alguna vez hemos tratado de ver una imagen tridimensional? A veces se hace difícil, pero mientras más lo intentamos, más logramos identificar la imagen en tercera dimensión. A veces olvidamos ver a la persona de Dios en normas y cualidades tales como la verdad, la pureza, la fidelidad o la justicia, por solo nombrar algunas. Pero recordemos que Dios quiere revelarse a nosotros por medio de su Palabra. No está interesado en que solamente nos fijemos en sus normas. Incluso no es suficiente para Dios que sepamos, por ejemplo, por qué es bueno ser honesto. Él quiere que lo descubramos, no como una nube mística o como una fuerza espectral, sino como el Padre amoroso que sabe que a nosotros nos irá mejor si procuramos ser como él en lugar de preocuparnos de nuestros propios objetivos egoístas.

                En ese sentido existen un procedimiento tridimensional para entender como vivir la verdad o ser un cristiano con integridad.  Estos tres componentes son, lo que se llama precepto, luego está el principio y tercero la persona.

                Escojamos una cualidad de carácter que sintamos que Dios nos está pidiendo que mejoremos. ¿Conocemos a alguien que demuestre esa cualidad? ¿De qué manera lo hace? ¿Qué personaje bíblico demuestra esa cualidad? ¿Cómo? ¿Cómo se manifiesta esa cualidad en la persona de Dios? Reflexionemos en las normas bajo las cuales vivimos e identifiquémoslas en la persona de Dios, o comencemos con lo que más nos gusta de Dios y esforcémonos por hacer lo que él nos pide que hagamos. He aquí algunos ejemplos: 1. Primero está la Persona Dios que  es verdad, luego el Principio que obedece a esa verdad podría ser la honestidad, de allí se desprendería el  Precepto No mientas, robes o engañes (Éxodo 20). 2. Veamos primero la Persona Dios que es amor,  El principio de Dios para el sexo está basado en el amor, la pureza y la fidelidad del matrimonio, luego vendría el Precepto Evitemos la inmoralidad sexual (1 Corintios 6: 18). 3. Persona Dios es amor Principio Amor Precepto Ama primero a Dios y después a tu prójimo (Mateo 22: 37-39)

                Las aplicaciones de la verdad.

                Una vez que vemos las dimensiones o fuentes de la verdad, las pretensiones de la verdad que son precepto, principio, persona entramos a una estrategia para simplemente mantenerte en la verdad. El camino de las cuatro C. La primer C que debe tomar en cuenta es Considere la opción. La pregunta que se debe decir es “¿quién determina que es correcto o incorrecto en esta situación? Recuerde que cuando se enfrente a una decisión por la verdad lo hará de la manera  de Dios o de su manera. La segunda C es Compárelo con Dios. Es decir traiga a su mente a la persona de Dios y analícelo en su presencia. La tercer C es Comprométase hacerlo a la manera de Dios. La cuarta C es Cuenta con la protección y provisión de Dios. Una advertencia, no siempre será un camino de rosas, a veces Dios nos llevará por circunstancias complejas pero al final siempre seremos bendecidos por seguir los principios de Dios.

                Así que tenemos todo un reto para decir que somos de la verdad en la vida práctica.

                Ahora Juan continúa diciendo que el amor genuino fluye libremente del creyente que está en comunión con Cristo. Es algo natural. Cuando nuestros corazones están bien con el Señor, actuaremos con amor y nuestro amor será evidente para que otros lo vean. El amor es una característica genuina del cristianismo. Si nunca se muestra amor o compasión, hay poca evidencia de conversión. Las personas perdidas pueden mostrar amor, pero siempre debe ser evidente en la vida de los creyentes.

                Cuando pensamos en ello, nunca nos parecemos más a nuestro Señor que cuando expresamos amor a los demás. Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos es el segundo gran mandamiento, solo superado por nuestro amor a Dios. Aquellos que pertenecen a Cristo naturalmente poseerán y mostrarán amor por los demás. Poseer y compartir este gran amor da testimonio de nuestra relación con Cristo

                Lo genuino se observa en nuestras contradicciones. (20) – Porque si nuestro corazón nos reprende, Dios es mayor que nuestro corazón, y sabe todas las cosas.

                  En los siguientes versículos encontraremos la expresión “ nos reprende” y la expresión no nos reprende”. Con respecto a cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene es una construcción como hoti an, cualquier cosa, en Juan 2:5; 14:13. Se usa la palabra Kataginöskö aparece sólo tres veces en el N.T., aquí, versículo 21, y Gálatas 2:11. Significa conocer algo contra alguien, condenar. Pues … mayor que nuestro corazón es Dios. Precisamente esto es lo que Pedro respondió a Jesús a pesar de sus anteriores negaciones (Juan 21:17). La omnisciencia de Dios va ligada a su amor y simpatía. Dios conoce todos los secretos de nuestros corazones. Este difícil pasaje da en el mismo centro de la verdad cristiana.

                  El verdadero amor, el amor como Cristo ama, no puede ser fabricado ni imitado. Uno lo posee a través de una relación con Cristo o no. En el momento de la salvación estamos llenos de paz y asombro, pero a medida que progresamos en la vida cristiana, todos fallamos y no damos en el blanco. Cada uno de nosotros, en algún momento u otro, nos hemos encontrado calentados por los fuegos de la negación. Hemos permitido que la duda y el pecado entren en nuestros corazones. A menudo, durante esos momentos, comenzamos a cuestionar e incluso a dudar de nuestra salvación. Nos preguntamos: ¿cómo es posible que yo sea salvo y haga tales cosas? Es en estos momentos que nuestros corazones nos condenan. ¡Qué consuelo y paz encontramos en este versículo! Ciertamente no alienta ni aprueba el pecado, pero sí revela una gran verdad. No somos salvos por los sentimientos y no somos mantenidos en base a si nos «sentimos» salvos o no. Dios es más grande que nuestros corazones. Él es más grande que nuestros sentimientos de duda. Somos salvos por gracia a través de la fe, no por nuestras obras. Cuando nuestras obras y acciones no están a la altura, no perdemos nuestra salvación porque no fue asegurada por las obras originalmente. No siempre te sentirás salvo, pero la salvación está en la obra terminada de Cristo. Se da libremente, no depende de obras o sentimientos.

                  La segunda evidencia está asociada con la capacidad (21-22) – Muchas eran las dificultades y distracciones del día y Juan buscó infundir confianza en la iglesia. Nosotros también podemos abrazar esta misma confianza. Notar:

                    Nuestra Certeza (21) – Amados, si nuestro corazón no nos reprende, entonces tenemos confianza en Dios. Ha hablado de momentos en los que dudamos, y aquí habla de la gran seguridad que disfrutamos en Cristo. Yo también luché con la seguridad de mi salvación, pero el Señor me ayudó y finalmente superé esa lucha. Todos los creyentes necesitan llegar al punto en el que nuestra fe y confianza dependan únicamente del Señor. Solo Él aseguró mi salvación y yo descanso completamente en Él. Dios desea que disfrutemos de confianza en Él. Eso no quiere decir que lleguemos a un punto de arrogancia, sino que disfrutamos de la seguridad a través de Cristo. Si vivimos en la duda de la salvación, en esencia vivimos en la derrota. Un cristiano derrotado no será diligente en su trabajo y carecerá de confianza. ¡Es posible elevarse y disfrutar de la libertad en Cristo!

                    Nuestra destreza (22) – Y todo lo que pedimos, lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que es agradable delante de él. Juan también revela una gran confianza que los creyentes tienen cuando hacen súplicas al Señor. Él no implica que podamos pedir algo en absoluto y esperar que Dios nos lo conceda, pero podemos venir con la completa seguridad de que Él escuchará y responderá las oraciones que se hacen de acuerdo con Su voluntad. Estas oraciones serán recibidas por Dios porque son oradas desde corazones que desean guardar Sus mandamientos, viviendo de una manera que le agrada. Juan no está alentando las doctrinas de prosperidad de «salud y riqueza» o «nómbralo y reclámalo» tan prevalentes hoy en día, sino que simplemente podemos confiar en el Padre para satisfacer nuestras necesidades y honrar nuestras peticiones. Lucas 11:9-10 – Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. [10] Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

                    Nuestra ligeresa (22) – No podemos perder el corazón de esta verdad. Muchas oraciones quedan sin respuesta porque son ofrecidas desde un corazón contaminado por el pecado. No podemos esperar vivir como nos plazca, ignorando totalmente la voluntad de Dios para nuestras vidas y esperar que Él responda a nuestras oraciones. Si deseamos recibir la bendición del Señor, debemos humillarnos ante Él y caminar de acuerdo con Sus caminos dentro de Su Palabra. La seguridad eterna es maravillosa, pero no es una licencia para pecar. Si esperamos ser victoriosos en la vida y audaces en la oración, debemos mantener nuestras vidas puras ante el Señor.

                    La tercera evidencia tiene que ver con la identidad (23-24) – Juan cierra este pensamiento con el encargo de guardar mandamientos particulares. Si esperamos poseer un amor semejante al de Cristo y disfrutar del poder en la oración, estas características deben estar presentes en nuestras vidas. Se nos ordena:

                      Responda con fe (23a) – Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo. Este es el elemento fundamental de la vida cristiana; es la piedra angular de todo lo que sigue. La fe en Cristo es el principio. No podemos esperar disfrutar de ninguno de los beneficios de Dios aparte de una relación con Cristo. Muchos hoy en día se preguntan por qué Dios parece tan distante y sus vidas están tan desordenadas. Es probable que muchos de ellos no disfruten de una relación personal con Cristo en la salvación por la fe.

                        La necesidad de fe no termina en la salvación. A medida que continuamos creciendo y madurando en el Señor, la fe debe permanecer y crecer a medida que lo hacemos. No podemos esperar recibir la bendición del Señor si dudamos de Su capacidad o de Su voluntad. ¡Debemos ofrecer oración con fe!

                        Reaccione con amor (23b) y amaos los unos a los otros, como él nos mandó. Una vez más se nos recuerda y se nos exhorta a amarnos los unos a los otros. Nunca superamos la necesidad de amar a los demás. Nunca llegamos a un punto espiritualmente en el que el amor no sea esencial. De hecho, a medida que maduramos en el Señor, nuestro amor por Él y por los demás debe crecer y hacerse más evidente. Independientemente de la situación, se espera que reaccionemos con amor como Cristo ama. Cuando consideramos Su gran amor, vemos mucho margen de mejora en el amor que compartimos y mostramos.

                        Retenga su obediencia (24a) – Y el que guarda sus mandamientos permanece en él, y él en él. Así como nuestra fe y amor deben perdurar, también debe hacerlo nuestra obediencia a los mandamientos de Dios. Somos salvos por gracia y hemos escapado de la condenación de la ley, pero todavía se espera que vivamos de acuerdo con la Palabra de Dios. Si queremos disfrutar de la comunión con Cristo y de la vida abundante, debemos ser sumisos a Su voluntad para nuestras vidas y someternos a Su autoridad.

                        Repose en la gracia (24b) – Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. El temor y la duda no son de Dios, sino del diablo. Dios no desea que los creyentes vivan sus vidas cristianas preguntándose acerca de su salvación. Él quiere que disfrutemos de la victoria completa y la libertad a través de Cristo. Somos habitados por el Espíritu y podemos tener absoluta confianza en la salvación y en nuestro destino eterno. Si eres salvo, deja de preocuparte y comienza a descansar en Su abundante gracia.

                        Conclusión: Este ha sido un pasaje simple, pero revela una verdad profunda. Estoy seguro de que todos podríamos amar a los demás más de lo que lo hacemos. Estoy seguro de que podríamos tener más preocupación por la condición de las almas perdidas. Sin duda, todos fracasamos y nos quedamos cortos a veces, con la necesidad de un crecimiento continuo.

                        Es probable que haya algunos que continúen luchando con la seguridad de su salvación. Es posible asentar eso y disfrutar de la victoria. Eso es lo que el Señor desea para ti. Él no quiere que vivas tu vida cristiana continuamente preocupado por tu salvación.

                        Tal vez sepas que nunca hubo un momento en el que confiaste en Cristo en la salvación. Tal vez el Espíritu ha tratado contigo y sabes que necesitas responder por fe. Si es así, Jesús quiere que vengas a Él y recibas Su regalo de gracia de la salvación. ¡Él está listo para suplir cualquier necesidad que podamos tener!

                        Romeo y Julieta no eran cristianos…

                        Cuando vemos nuestro estudio en estos domingos  podemos notar que no hay mucha estructura en la primera epístola de Juan, y los temas que contiene realmente se desarrollan en espiral a lo largo de todo el libro. – si se quiere, en forma de escalera de caracol que tiende a ensancharse a medida que se asciende. Así que comenzamos en el capítulo 1 y el capítulo 2 de este libro con varios temas cardinales centrales que Juan  va a tomar a lo largo de este libro como hilos, pero cada vez que los revisa en esta espiral les agrega otro aspecto de verdad u otra aplicación a él.

                        Así que, semana tras semana, descubriremos que estamos cubriendo el mismo terreno, pero aun así habremos añadido cada estudio  una verdad adicional o un adorno de la verdad original. En esta reflexión  veremos nuevamente este gran tema del amor y, por supuesto, esta es una epístola que tiene que ver con la seguridad y cómo podemos saber que tenemos comunión con Dios y Su Hijo Jesucristo.

                        Hemos visto que hay tres pruebas en este libro mediante las cuales podemos saber que somos hijos de Dios, podemos tener seguridad. Primero que nada está la prueba doctrinal, que creamos en el evangelio histórico que fue revelado al principio mediante la encarnación de nuestro Señor Jesús, Su muerte y resurrección, que creamos en el Cristo histórico y el evangelio histórico auténtico. Luego, en segundo lugar, está la prueba moral, no podemos afirmar que somos de Cristo y vivir vidas impías como lo hacían algunos en los días de Juan: la prueba moral. Nuestra vida tiene que estar a la altura de lo que creemos y de lo que Cristo enseñó. Pero luego está la prueba social, y esa es la que veremos nuevamente en esta oportunidad, y es la del amor hacia nuestros hermanos específicamente en Cristo – y nuestras hermanas por supuesto – y de hecho el amor que debemos mostrar a todos. hombres.

                        La última vez que visitamos este tema fue en el capítulo 2 versículos 7 al 17, no los veremos en esta oportunidad, pero sería bueno que recapitules en tu tiempo libre y cubras eso nuevamente, lo que ya hemos estudiado. en esos versos. Pero esta palabra ‘amor’ se encuentra cincuenta veces en 1 Juan, y es notable si se considera que 1 Juan es sólo un libro de cinco capítulos cortos, pero este tema del amor se encuentra cincuenta veces en esos cinco capítulos.

                        Ahora bien, creo que el amor, como concepto y, de hecho, como palabra, es uno de los que, tal vez, ha sido más abusado y mal utilizado que cualquier otro en nuestro idioma, o incluso en cualquier idioma mundial, especialmente durante la última década.

                        Mucha gente no sabe realmente qué es el amor para definirlo o experimentarlo en sus propias vidas y entorno. Lamentablemente, el amor ha llegado a describirse en términos terribles; algunas de las prácticas más odiosas y perversas que conoce el hombre hoy en día se describen como «amor».

                        Cosas que Dios ha declarado abominación, como la sodomía, la homosexualidad, algo sobre lo que Dios ha pronunciado Su juicio y condenación, la gente lo describe como amor: «amor entre personas del mismo sexo». Entonces pueden ver cómo esta gran palabra, hermosa palabra, ha sido pervertida en nuestros días.

                        Luego hay otros que tal vez no ampliarían tanto su definición, pero entienden el amor como una especie de sentimiento experimental y esponjoso que es similar a mariposas en el estómago: es una emoción, puramente, es una tendencia.

                        Luego hay otros que ven el amor como estar de acuerdo con todos, ser cordial, armonioso, incluso con otros cuyas culturas y creencias tal vez no concuerden con las tuyas, pero aun así los aceptas y vives y dejas vivir; ellos entienden que eso es amor.

                        Luego, como ya hemos mencionado, muchos hoy en día están confundidos y simplemente ven el amor como pura lujuria gratuita. El amor, para muchos, se ha convertido en lujuria.

                        Pero si tomamos todas esas definiciones, las definiciones modernas de amor, podemos ver que hay una tendencia presente en todas ellas, y es simplemente esta: que el amor de alguna forma se entiende como algo que te proporciona auto gratificación.

                        Es algo que te bendice, es algo que te emociona, te da una sensación de valía, una sensación de ganar y recibir… y ciertamente cualquier concepto de autosacrificio es ajeno a la comprensión moderna del amor. Creo que esto se ve a menudo en cómo, a veces, usamos la palabra casualmente, incluso como cristianos. Podría decir: “Amo el chocolate», ¡dejando una pista ahí! Podrías decir: “Amo  el fútbol». Las mujeres podrían decir: «Amo ir de compras». Lo que estás describiendo es que esas cosas te hacen sentir bien, obtienes cierta auto gratificación al comer en un restaurante en un lugar de lujo o gastar el dinero de tu marido: ¡se siente bien! Casi se puede ver también en la forma en que la gente habla de las relaciones. Hoy en día oyes a la gente hablar de «enamorarse y desenamorarse»; no creo que hagas ninguna de esas dos cosas. Algunas personas dicen que su matrimonio o su relación se ha roto irremediablemente porque «se han desenamorado». Creo que ese es un lenguaje frío, lo que significa que no están obteniendo de esa relación lo que sienten que es su derecho. Han elegido ya no amar a la persona porque, de una forma u otra, ya no se salen con la suya.

                        Ahora bien, esa no es la definición bíblica de amor. No es algo que gira en torno al yo o la auto gratificación, pero en el mismo centro – e, irónicamente, podríamos decir, en el punto crucial («crux» es la palabra latina para «cruz», por supuesto) – está la auto sacrificación. Es el sacrificio como fundamento de todo lo que puede describirse como amor.

                        Ahora bien, en la antigua Grecia, en el griego bíblico y en el griego antiguo, había tres o quizás cuatro definiciones de amor. Uno que conocemos hoy es el de ‘eros’ que describe el amor sexual y el amor físico, y de ahí deriva la palabra ‘erótico’. El dios griego ‘Eros’ personifica este concepto, y ‘Afrodita’ y muchos otros dioses paganos eran personificaciones de este amor carnal y lujurioso. Por cierto, no encontrarás la palabra griega ‘eros’ en el Nuevo Testamento, porque el amor sexual había sido degenerado, a través de este concepto de lo que debería ser el amor sexual en la sociedad y cultura griega, el Espíritu Santo nunca incluyó esta palabra dentro de las Escrituras. . No significa que Dios esté en contra de la unión sexual, sólo significa que el concepto era totalmente depravado y pervertido.

                        Luego está la palabra griega ‘filio’ que se encuentra en el Nuevo Testamento, pero describe un amor afectuoso que podría darse entre amigos y hermanos.

                        La palabra amor que encontramos en la primera epístola de Juan, y de hecho muchas veces en todo el Nuevo Testamento, es la palabra griega «ágape». Ahora el amor ágape es amor divino, es el amor de Dios, es lo que Dios es en Su esencia. El hecho poderoso de la porción que estamos estudiando en esta ocasión es que este es el mismo amor que como cristianos estamos llamados a mostrar a nuestros hermanos y hermanas en la iglesia. Este es el amor de Cristo.

                        Nuestro texto continúa tratando el gran tema del amor que Juan ya ha tratado extensamente. Supongo que no es de extrañar que Juan se sintiera tan impresionado por enfatizar el amor entre los creyentes. Tuvo la bendición de caminar con el Señor, estudiando Su vida y ministerio, viendo claramente el amor que Jesús expresaba a los demás. Jesús es el gran ejemplo de amor que cada uno de nosotros debe emular. Jesús no solo habló de amor, sino que ejemplificó el amor. Se conmovió con compasión al ver a las multitudes dispersas como ovejas sin pastor. Él sanó a los enfermos, alimentó a los hambrientos, animó a los solitarios y se entregó en la cruz por nuestros pecados. Él dio Su vida para que pudiéramos tener vida y tenerla en abundancia.

                        A medida que seguimos el gran ejemplo de Jesús y tratamos de prestar atención a las palabras de Juan en las Escrituras, nosotros también debemos estar dispuestos a poner nuestro amor en acción. Es fácil hablar de amor. Es fácil expresar preocupación por las necesidades apremiantes de nuestros días, pero otra cosa es pasar a la acción.

                        Nuestro amor no debe limitarse a la conversación, sino que debe obligarnos a actuar. Tomemos unos momentos para considerar los desafíos  de los que habla Juan mientras pensamos en: Desafiarnos a entender claramente el amor.

                        1. El primer desafío de Juan tiene que ver con la exhortación al amor    (11-13) Juan exhorta al creyente a amarse unos a otros. Su exhortación es:
                        1. Un mensaje oportuno (11) – Porque este es el mensaje que oísteis desde el principio: que nos amemos los unos a los otros. Una vez más, esto no es nada nuevo; Juan no está compartiendo un mensaje que nunca han escuchado. Desde su primer encuentro con el Evangelio y el comienzo de su relación con Cristo, se les había animado a amarse unos a otros. Esto es esencial para la fe cristiana. No podemos servir al Señor y complacerlo sin amor. Amar a los demás acompaña a la salvación
                        2. Este sigue siendo un mensaje oportuno también para nuestros días. Seguramente todos podríamos amar más, y en nuestros días de autoindulgencia e intolerancia, el amor es ciertamente necesario. Nunca somos más como nuestro Señor que cuando amamos a los demás. Juan 13:34 – Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis los unos a los otros; como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros.

                        Ahora bien es importante hacer varias aclaraciones con respecto a que hoy más que nunca a lo oportuno de definir bien el concepto de amor en nuestros contextos sobre todo en el contexto de América Latina. Comenzarè usando la siguiente frase para para dar a entender mis puntos, porque de lo contrario podrè ser mal interpretado. La primera cosa que quiero enfatizar es que  el amor eros, y la palabra erótico no aparece en la biblia en ninguna parte como expresión para la relación cristiana. El idioma griego utiliza diferentes palabras para describir el rango del significado de «amor». Una palabra es eros, la palabra usada para expresar amor sexual o los sentimientos de excitación que se comparten entre individuos que se sienten físicamente atraídos uno al otro. En los tiempos del Nuevo Testamento, esta palabra se había degradado tanto por la cultura que no se utiliza ni una sola vez en todo el Nuevo Testamento. Esto es muy interesante porque entonces lo erótico en realidad es una expresión necesaria dentro del amor ágape que es bíblico. Por esta razón no se  puede ver que la biblia autorice que una persona cuando ha perdido la expresión sexual de su amor lo ocupe como una excusa para separarse en su matrimonio. Esto implica también que lo erótico fuera del amor agape es una condición opuesta al carácter de Dios.

                        La segunda cosa que tampoco la biblia lo menciona es el amor romántico. Por ejemplo  el gran amor  de Romeo y Julieta es inspirador y romántico pero  no es cristiano. Es decir  su expresión de amor en la obra no es bíblica. En la cultura occidental ha surgido una concepción que se encuentra con bastante frecuencia: el amor romántico, el cual comprende el amor de pareja como el ideal máximo sobre el que se rige la vida, de tal modo que se busca a la persona perfecta para alcanzar este propósito. Esta noción se ha impuesto como la visión hegemónica, al punto que no se ve fácilmente una concepción diferente, pese a que hoy en día existen otras visiones que no pueden ser ignoradas. Hacen parte de este tipo de amor ideas como el amor a primera vista, el vivieron felices por siempre, la media naranja, las almas gemelas, la pareja predestinada, sin él/ella no podría vivir, entre otras. Además, se encuentra muy bien reflejado este ideal en numerosas expresiones culturales, tales como películas, novelas, cuentos, etc. Tal como es el caso de la tragedia Romeo y Julieta, obra muy conocida de la cultura general y uno de los arquetipos más representativos del amor romántico. Por eso, es pertinente interpretar el amor desde una perspectiva cristiana, alejándose de los presupuestos del amor romántico. Ahora bien, la crítica al amor romántico no significa establecer un juicio en contra del amor en general o del amor de pareja. Más bien, conlleva a identificar una visión que ha perdurado en nuestra cultura y que presenta diferentes problemáticas que se buscan superar.

                        Dicho esto, se llama amor romántico a una visión con influencia filosófica y literaria que idealiza la relación de pareja hasta convertirla en algo absoluto y fantasioso. Es absoluto en cuanto se considera al amor como el ideal más importante en la vida y lo único que otorga sentido a la existencia, por lo que se debe hacer todo lo posible para alcanzarlo. Es fantasioso porque no se ve como algo común, escapa a la realidad y se da de manera extraordinaria. Esta característica se ve con mayor claridad al reconocer la influencia de los relatos heroicos como Tristán e Isolda y en la tragedia Romeo y Julieta, en los cuales la pareja no puede vivir su idilio, debido a que se interponen muchos obstáculos tanto físicos (batallas, monstruos, la distancia) como sociales (hijos de reinos enemigos, compromisos conyugales previos u obligatorios.

                        Su mayor auge fue durante el siglo XIX dentro del romanticismo como una respuesta al racionalismo que le daba el valor supremo a la razón para poder comprender la realidad. Por esto se contrapuso lo sentimental, lo fantasioso y lo mágico (representado sobre todo en la poesía y la literatura), como manera de protesta ante la realidad que se les estaba imponiendo, marcada sobre todo por una visión cientificista y positivista: Los románticos quisieron despojar a la realidad de su orden cuadriculado e inevitable, quisieron crear su propia realidad y oponerla a la realidad política, social y económica. Debido a la idealización que supone el amor romántico, este posee una dimensión mítica, entendiendo el mito como el medio por el cual los seres humanos asumen la realidad deificada  por medio de símbolos. En este caso, el mito refleja una manera particular de ver el modo en el amor de pareja otorgándole un sentido específico.

                        El primero de estos mitos es el de la media naranja, es decir, la idea de que todos tienen una persona predestinada para amar y con quien únicamente se podrán realizar plenamente. El amor consistiría en encontrar esa mitad perdida, ese príncipe azul que el destino tiene preparado. Este tiene su origen en el mito de Aristófanes o del andrógino, recogido en el Banquete de Platón. Bajo esta perspectiva, sólo existiría una persona en el mundo con la cual cada uno puede amar plenamente y ser feliz. El problema está en que existen personas que, con esta idea, se niegan a abandonar una relación que les causa daño, o que luego de terminar una relación afirman que no encontrarán nuevamente el amor, porque esa persona era el amor de su vida. A la luz de este mito, el ser humano por sí solo sería un ser incompleto, pues su plenitud depende de encontrar a una persona en específico. El modo ideal de vida es estar con una pareja, por lo que la soltería se vería como un estado inferior, e incluso negativo. De este modo, las rupturas amorosas y los divorcios son vistos como fracasos.

                        Existen otras ideas vinculadas con este mito tal como el “amor a primera vista”, es decir, la capacidad de amar plenamente a alguien solo con un encuentro, tal y como sucede con Romeo al ver por primera vez a Julieta en la fiesta de máscaras. Se relaciona parcialmente dado que el vínculo que une a las almas destinadas a amarse está presente desde el momento en que fueron creadas (o incluso antes), de tal modo que bastaría con el primer encuentro para identificar esta relación, además que sería un suceso único e irrepetible. No obstante, también puede interpretarse al margen de este mito con la posibilidad de que el amor a primera vista surja varias veces con personas diferentes a lo largo de la vida. En ambos casos es problemático debido a que no se considera amor verdadero si no hay química desde el inicio. Se niega la posibilidad de construir el amor, y se ve como algo ya dado.

                        El mito del aseguramiento de la relación por el acto del matrimonio. Para muchas personas su realización termina con el acto de casarse. Se cree que esto garantiza la relación y la hace perdurable. Por otro lado el matrimonio como una vía de redenciòn ante cualquier ofensa hecha a Dios antes del acto matrimonial.

                        Hay mucha tela que cortar con respecto a este tema del amor. Como cristianos somos deudores a la Palabra de Dios.

                        • Un mensaje arriesgado (12) – No como Caín, que era de aquel maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus propias obras eran malas, y las de su hermano justas. El mensaje de amor y la expectativa asociados con él no eran nuevos para la generación de Juan. Esta no era una doctrina nueva que Jesús enseñó mientras caminaba entre los hombres. Siempre se esperaba que el pueblo de Dios mostrara su amor hacia los demás. Sin embargo, esa expectativa no siempre se cumplió. No tardó mucho para que el amor sea probado e incluso resistido. Juan nos recuerda cómo Caín mató a Abel en un momento de rabia y enojo. Abel mostró amor, mientras que Caín reveló el odio dentro de su corazón. Caín despreciaba a su hermano porque el sacrificio de Abel era aceptado a los ojos de Dios y el suyo no. Caín “era de aquel inicuo”. Las palabras “malvado” son la traducción de ponēros , “el mal en oposición activa al bien.» La palabra “perniciosa” es una buena traducción. Un hombre kakos malvado está dispuesto a perecer en su propia corrupción. Pero una persona ponēros  (perniciosa, altamente dañino y perjudicial) busca arrastrar a todos los demás consigo mismo a la corrupción y destrucción que le esperan. Ese es Satanás.

                        Observe como el griego de Juan es muy descriptivo. La palabra «matar» es sphazō,  se puede traducir como matar, masacrar, descuartizar, degollar. Se usaba en el griego clásico para degollar a las víctimas para el sacrificio, también para animales degollados, para cualquier matanza con cuchillo o espada. Se usa en la LXX (traducción griega del Antiguo Testamento), de la realización de los sacrificios levíticos (Lev. 1:5). La palabra habitual que significa «matar» es apothnēskō.

                        El escritor inspirado hace todo lo posible por utilizar una palabra especializada para describir el asesinato de Abel por Caín. Este último degolló a su hermano.

                        Dios le dijo a Caín: “¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra” (Génesis 4:10). El método que Caín usó para matar a su hermano fue uno en el que se derramaría mucha sangre. El corte de la vena yugular encajaría en esa descripción. La raza humana aprendió a matar cuando se le enseñó a sacrificar un animal cuando se acercaba a un Dios santo (Génesis 3:21). Es la triste historia cuando las cosas divinas que has aprendido de Dios las usas dañar en lugar de edificar.

                        Las obras de Caín se describen como malas. La misma palabra ponēros  se usa cuando se habla del diablo como «ese malvado». Sus obras eran perniciosas y se oponían activamente a lo bueno.

                        Una vez más, vemos que el corazón siempre se revela en el tiempo. Lo que poseemos dentro de nuestros corazones eventualmente se revelará a través de nuestras acciones. Uno puede conocer el amor y entender la expectativa de amor de Dios y, sin embargo, negarse a amar. El amor genuino no puede ser fabricado o imitado. O está presente en nuestros corazones desde Cristo o no. ¡No podemos ofrecer lo que no poseemos!

                        • Un mensaje rechazado (13) – No os maravilléis, hermanos míos, si el mundo os odia. (3:13) “No os maravilléis” está en una construcción en el texto griego que prohíbe la continuación de una acción que ya está en marcha. Es: “Dejen de maravillarse”. Los lectores de Juan quedaron asombrados por el hecho de que la gente del mundo los odiara porque eran hijos de Dios. El “si” es ei , una partícula de una condición cumplida. Es, “si, como es el caso, el mundo os odia”. Hay que hacer una advertencia aquí: “No es de extrañar que el mundo nos odie y su juicio no sea decisivo. Sin embargo, nuestra tarea no es ser odiados por el mundo, sino encomendarle a Jesús y conquistarlo. No debemos atribuir a la hostilidad del mundo hacia el bien las consecuencias de nuestra propia falta de amabilidad o falta de tacto. “No es un martirio pagar facturas con las que uno mismo se ha topado”

                        Juan no quería que los creyentes ignoraran los males de la época. Al convertirse, el amor de Cristo llena nuestros corazones. Estamos obligados a mostrar ese amor porque le pertenecemos a Él. Sin embargo, no todos apreciarán nuestro amor, y algunos incluso nos odiarán por nuestra relación con Cristo. Podemos mostrar amor a todos los que conocemos, pero eso no significa necesariamente que nuestro amor será recibido o apreciado.

                        • Realmente esto no debería ser una sorpresa. Jesús es amor. Mostró y compartió amor con todos los que conoció. Su amor lo movió a la acción, pero no fue recibido de todos. Muchos lo odiaban a pesar de su amor. Si nuestro Señor fue odiado como amó, no debemos esperar que todos nos amen. De hecho, bien podríamos esperar oposición y odio por parte del mundo. Juan 15:19 – Si fuerais del mundo, el mundo amaría a los suyos; pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido del mundo, por eso el mundo os aborrece.
                        1. El segundo desafío de Juan tiene que ver con la Revelación en el Amor   (14-15) – Aquí descubrimos que el amor, o su ausencia, se revelará en las vidas que vivimos. Considera la revelación en el amor. Encontramos:
                        1. Revela las condiciones internas (14) – Sabemos que hemos pasado de muerte a vida, porque amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en la muerte.

                        En el griego es de notar que hay un pronombre que está en posición enfática, “en cuanto a nosotros”, en contraposición al mundo, “sabemos que hemos pasado de muerte a vida”. Lo que el mundo diga, nosotros lo sabemos. La prueba no es su odio sino nuestro amor. “Haber pasado” es metabainō, “pasar de un lugar a otro, migrar”.  También se puede traducir “han pasado por alto». El verbo está en tiempo perfecto, hablando de un acto pasado completado que tiene, en un caso como este, resultados permanentes. “Hemos pasado definitivamente”. La preposición antepuesta significa un cambio, aquí, de posición o estado. “De la muerte” es ek tou thanatou, “fuera de la muerte”. Tenemos aquí un ablativo de separación, «separados de la muerte». Y es que el artículo antes de “muerte” y “vida” marca estas como las dos esferas en las que deben estar los hombres, muerte o vida. No hay estados intermedios. Por otro lado la palabra  «Saber» es oida, «saber absolutamente». Este amor por los hermanos cristianos es ese amor divino producido en el corazón del creyente rendido, cuyo contenido se describe en 1 Corintios 13 y Juan 3:16. La evidencia de una condición salva es que la persona habitualmente ama a los cristianos con un amor que lo impulsa a negarse a sí mismo por el beneficio de su hermano cristiano. El individuo que no ama así a los cristianos permanece en la muerte antes mencionada. Esta es la condición de los no salvos de la que se habla en Efesios 2:1, como “muertos en la esfera de sus delitos y pecados”.

                        Un árbol se conoce por su fruto. Aquellos que han nacido de nuevo en Cristo inevitablemente poseerán amor por sus hermanos. No podemos evitarlo. El amor simplemente fluye naturalmente del corazón de un creyente. Juan revela que tal amor es una marca genuina de la salvación de uno. Los que pertenecen a Cristo amarán a los demás. Puede que ese amor no sea recibido o correspondido, pero amaremos de todos modos.

                        Así como el amor mostrado por los demás es un buen indicador de salvación, la ausencia de amor es un buen indicador de la falta de salvación. Si uno no puede amar a su hermano, continúa permaneciendo en la muerte, sin ser traído nunca de la muerte a la vida en Cristo. Eso no quiere decir que tengamos que amar las acciones de los demás o sus pecados, ¡pero debemos poseer amor si pertenecemos a Cristo!

                        • Revela las consecuencias eternas (15) – Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida, y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna que permanezca en él.

                        Juan dice: “Todo aquel que habitualmente odia a su hermano es un homicida”. ¿Cómo debemos entender esto? ¿Es un asesino real sin cometer el acto de matar a otro? Creo que la intención de la frase es que el espíritu viviente del hombre es incapaz de un estado de indiferencia; que quien desterró el amor fraternal se ha abandonado en realidad al gobierno del estado opuesto.

                        En la profundidad ética de la visión del apóstol, el amor y el odio, como la luz y las tinieblas, la vida y la muerte, necesariamente se reemplazan y se excluyen mutuamente. Quien no tiene uno, necesariamente tiene el otro en cada caso.

                        El que odia a su hermano es considerado homicida. El ejemplo dado (v. 12) mostró el resultado verdadero y normal del odio, y nuevamente en la profundidad ética del apóstol, como en el de nuestro Señor (Mateo 5:21, 27), el que cae bajo un estado, cae bajo los resultados normales de ese estado llevado a cabo hasta su emisión y acción . Todo lo cual significa que aquel que habitualmente odia a su prójimo excluyendo, por supuesto, cualquier buena actitud hacia él, es un asesino en potencia. Si surgiera la ocasión, su odio se traduciría en acciones como la de Caín. Una persona así dice Juan, no tiene vida eterna permanente en él. En resumen, no es salvo.

                        Aquí Juan trata exclusivamente con aquellos que carecen de amor por su hermano, aquellos que poseen odio genuino en lugar de amor. ¡Estas son palabras fuertes, pero son verdad! Aquellos que odian genuinamente son vistos como asesinos a los ojos de Dios. Poseer un odio real por otro equivale a matarlo. No hay absolutamente ninguna diferencia en la norma santa de Dios. El amor es la única seguridad contra el odio. Y así como todo aquel que no ama es potencialmente un odiador, así también todo odiador es potencialmente un asesino. Un asesino es un odiador que expresa su odio de la manera más enfática. Un odiador que no asesina se abstiene, por diversas razones, de esta forma extrema de expresar su odio. Pero el temperamento de los dos hombres es el mismo.

                        • No podemos pasar por alto la consecuencia eterna del odio dentro del corazón. Aquellos que odian, en esencia culpables de asesinato, no tienen vida eterna morando en ellos. Nunca han nacido de nuevo en Cristo. El odio poseído a través de la naturaleza caída nunca fue reemplazado por el amor de Cristo. El amor y el odio no pueden habitar en el mismo corazón. Aquellos que nunca reciben amor, que disipa su odio, no heredarán la vida eterna. Gálatas 5:21 – Envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes: de las cuales os digo antes, como también os he dicho  en otro tiempo, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios. Ap.21:8 – Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

                        1. El tercer desafío de Juan tiene que ver con la inspiración para amar (16-17) Al concluir nuestro estudio, Juan ahora nos llama la atención a la gran inspiración que tenemos para amar. Considerar:
                        1. La ilustración del amor (16a) – De este modo percibimos el amor de Dios, porque él dio su vida por nosotros: (3:16) “De este modo” es en toutōi  y se puede traducir  “en esto”. “Percibir” es ginōskō en tiempo perfecto. La palabra habla de conocimiento adquirido por la experiencia. Los santos han experimentado el amor de Dios porque Él entregó Su vida por ellos y porque ellos se convirtieron en destinatarios de la salvación. Este conocimiento es una posesión permanente. “Vida” es psuchē , “alma”. La muerte de nuestro Señor en la Cruz implicó no sólo Su muerte física, sino también el abandono de Dios debido al pecado humano que se le impuso. Fue esto lo que conmovió Su alma y le hizo clamar: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”

                        Si alguna vez te has preguntado cómo es el verdadero amor, no busques más allá de Jesús. Vino a la tierra como Dios en la carne. Él habitó un cuerpo como nosotros y, sin embargo, mantuvo la esencia misma de Dios. ¡Aquel que creó todo lo que vemos y conocemos, incluyendo a toda la humanidad, el Señor que habitó los reinos de gloria adorados por los ángeles, el que fue perfectamente santo y justo dio Su vida en la cruz cruel por nuestros pecados porque Él nos ama! ¡Qué amor tenía Jesús por la humanidad!

                        Eso desafía mi corazón este día. A menudo, nuestro amor se ve afectado por las circunstancias y las emociones. Tendemos a enojarnos y guardar rencor. Nos negamos a hacer un esfuerzo por olvidar el dolor que otros han causado. A menudo llevamos nuestros sentimientos en la manga, simplemente desafiando a alguien a rozarlos. Ese no es el tipo de amor que Cristo posee o mostró a la humanidad. Estoy seguro de que no hemos soportado el sufrimiento y la vergüenza que Él soportó, y sin embargo, Él amó lo suficiente como para dar Su vida por nosotros. ¡Oh, cuánto necesitamos seguir Su ejemplo divino y amar a los demás incondicionalmente a pesar de las circunstancias!

                        •  
                        • La Expresión del amor (16b) – y debemos dar nuestras vidas por los hermanos.

                        Luego Juan agrega “Deber” y la palabra griega es  opheilō , que habla de una obligación moral. «Vidas» nuevamente es psuchē, «alma». El ego debe ser crucificado. Hay que negarse a uno mismo en beneficio del hermano. Hay que tener presente que la muerte de nuestro Señor tuvo un valor expiatorio, mientras que el hecho de dar nuestra vida en alegre servicio al prójimo no lo tiene.

                        Esta es una declaración difícil de recibir, pero revela la expectativa divina. Al considerar el amor de Cristo como nuestro ejemplo, debemos ser inspirados a amar como Él amó. Debemos estar dispuestos a hacer lo que sea necesario para amarnos los unos a los otros. Debemos estar dispuestos a hacer cualquier sacrificio necesario para expresar nuestro amor por los demás. Debemos estar dispuestos a amar como Cristo amó.

                        A menudo nos preguntamos por qué nuestras iglesias han decaído tanto en los últimos años. Nos preguntamos por qué la gente no se presenta al servicio cuando se le invita. Hay muchos factores involucrados en el declive, pero no necesitamos mirar más allá del espejo más cercano para encontrar parte de la razón. ¿Qué tipo de amor expresamos en nuestros días? ¿Compartimos el amor de Cristo con los demás? ¿Ven algo en nosotros que desearían? ¡Debemos estar dispuestos a amar sin límites!

                        • La evaluación del amor (17) – Pero el que tiene el bien de este mundo, y ve que su hermano tiene necesidad, y cierra de él sus entrañas de compasión , ¿cómo mora en él el amor de Dios?

                         “Bien” es bios, “lo necesario para la vida”, como alimento, vestido y refugio. “Mundo” aquí no se usa en el mal sentido ético, sino que se refiere a esta esfera mundana de la vida en la tierra. “Tiene” es presente de subjuntivo, hablando de posesión habitual. El verbo habla de una persona que regularmente tiene las necesidades de la vida. «Ver» es theōreō , «mirar con interés y propósito». Se puede traducir: «contempla deliberadamente». El verbo habla de acción continua. Esta persona contempla deliberadamente durante un período prolongado de tiempo. Esta no es una mirada apresurada. Es ver a un cristiano necesitado de las necesidades de la vida durante un largo período. “Cierra” es kleiō, se puede traducir como “callar”, y en el aoristo subjuntivo, se refiere simplemente al hecho de una acción. La palabra podría usarse para referirse al portazo de una puerta, al chasquido de una cerradura. Se habla aquí de esta persona que cierra de golpe la puerta de su corazón contra cualquier sentimiento de compasión hacia su hermano necesitado y contra cualquier acción misericordiosa. Es interesante el uso  de la palabra “entrañas” que es splagchna en griego, la metáfora oriental de lo que llamamos corazón. “¿Cómo” es pōs , “¿cómo es posible?” El amor debe ser práctico. Es fácil “entregar la vida”: el martirio es heroico y estimulante; la dificultad está en hacer las pequeñas cosas, afrontando día a día los pequeños sacrificios y abnegaciones que nadie nota y nadie aplaude”.

                        Una vez más nos encontramos con una afirmación que es difícil de aceptar, pero que revela una gran verdad. Juan está preguntando cómo podemos reclamar el amor de Cristo y negarnos a ayudar a los demás cuando está en nuestro poder hacerlo. ¿Cómo puede nuestro corazón estar bien con el Señor cuando vemos a otros sufriendo necesidad y nos negamos a echar una mano? ¿Cómo podemos sentirnos bien acerca de nuestra relación con Cristo y, sin embargo, no preocuparnos por las desesperadas necesidades espirituales de nuestros días? Tenemos las buenas nuevas del glorioso evangelio. Tenemos más recursos disponibles para nosotros que cualquier otra generación y, sin embargo, nos contentamos con asistir a los servicios con poca o ninguna preocupación por los demás. Ruego al Señor que nos abra los ojos; los míos incluidos, y nos permite ver a los demás como Él los ve.

                        ¡Que nuestros corazones se llenen de compasión por aquellos que se encuentran en una necesidad tan desesperada! Jesús no ignoró las necesidades de su tiempo y nosotros no debemos ignorar las necesidades de los nuestros.

                        Conclusión: Probablemente sea seguro decir que todos poseemos amor, pero ¿agrada nuestro amor al Señor? ¿Nuestro amor nos mueve a la acción? ¿Estamos motivados para abordar las necesidades de nuestros días? ¿Estamos dispuestos a ser las manos, los pies y la voz de Jesús dentro de un mundo que lo necesita?

                        No se puede conocer el amor sin Cristo. Si nunca has sido salvo, realmente no sabes lo que es el amor. Él es el gran ejemplo y dador de amor. Si nunca has experimentado Su gran amor en la salvación, ¡búscalo mientras te habla!

                        «…la marea siempre regresa…»

                        Hoy leìa este pasaje y me llamó mucho la atención. Observe lo que dice, Aparece en  Zacarías 9:12. ¡Volved al lugar seguro, todos los prisioneros que aún tenéis esperanza! Prometo hoy mismo que pagaré dos bendiciones por cada uno de tus problemas. Tremenda promesa de Dios. Esto me recordó la historia sobre un ejecutivo que tenía una interesante pintura impresa colgada en su oficina. Representaba un gran bote de remos varado en una playa. Dos remos descansaban suavemente en la arena, con el océano en marea baja a seis o diez metros detrás de ellos. El barco parecía demasiado pesado para arrastrarlo y demasiado grande para moverlo. Simplemente estaba atrapado ahí en la arena. La imagen no era nada hermosa. En realidad, no inspiraba para nada. De hecho, fue deprimente.

                        Allí estaba este barco creado para el agua, un barco muy bonito hecho para danzar  sobre las olas del océano, atrapado en la arena. Pero en la parte inferior de la imagen había un pequeño título que daba significado a la imagen, que de otro modo sería desmotivadora. Decía: «La marea siempre vuelve». Con esa simple leyenda, la letra adquirió un nuevo significado: cuando regresara la marea, ese barco varado una vez más encontraría su propósito. Volvería al lugar donde debía estar.

                        La historia habla de que una vez el ejecutivo había pasado por una gran decepción. No pensó que jamás volvería a ser feliz. Luego vio el cuadro en una pequeña tienda de antigüedades y lo compró por unos pocos dólares. Cada vez que lo miraba, se decía: “La marea está volviendo”. Esa huella habló de fe en su corazón. La leyenda le dio la esperanza de que las cosas cambiarían a su favor. Es posible que usted se encuentre en una situación similar. Atascado. Varado. Despojado de tu propósito. Puede que las cosas no vayan como quieres. Has perdido tu energía y entusiasmo. Preste atención a esas palabras: “La marea está volviendo”.

                        Escucha el  mensaje de Zacarías 9:12: Para recibir de nuevo la marea Zacarías sugiere una decisión: “volveos al lugar seguro” La expresión tiene la idea de recuperación. Pero es una recuperación de un regreso o arrepentimiento de haber dejado de confiar en Dios. Así que la primera cosa que esta hola debe traer es recuperación. Debido a su promesa fiel, incluso los prisioneros son prisioneros de esperanza. Deben recibir aliento de su promesa y regresar a la fortaleza – tanto en el sentido de una fortaleza militar como de una fortaleza espiritual en el Señor mismo. En segundo  lugar, Zacarìas aconseja recuperación sino también restauraciòn. El libro de Zacarías es uno de los libros proféticos del Antiguo Testamento en el que se revela el mensaje de Dios para el pueblo de Israel. El versículo 9:12 es un texto que es muy necesario hoy en día para nuestro mundo que se enfrenta a diversas crisis. El llamado a «volver a la fortaleza» es un llamado a volver a Dios, quien es nuestra fortaleza y refugio. La «fortaleza» en este verso es un término que se refiere a la protección y salvación que Dios ofrece a aquellos que confían en Él. El profeta invita a los prisioneros de la esperanza – aquellos que creen en la promesa de Dios para redimirlos – a encontrar fortaleza en Él. Este texto nos recuerda que, aunque a veces podemos sentir que estamos atrapados en la oscuridad, siempre podemos encontrar refugio en Dios. Esa es una convicción que sólo El Espíritu Santo puede darnos. En tercer lugar, cuando la marea regrese no solo traerà recuperación, restauración, sino que retribución. El versículo 9:12 también promete una doble recompensa a aquellos que confían en la esperanza que Dios ofrece. Se trata de una buena noticia, especialmente para aquellos que han sufrido pérdidas, dolor y sufrimiento. Esta promesa nos recuerda que no importa cuán difícil sea la situación, Dios siempre tiene un plan para nosotros y que nunca debemos perder la esperanza. La «doble recompensa» puede significar diferentes cosas para diferentes personas. Para algunos, puede ser una bendición material, mientras que para otros, puede ser una bendición espiritual. Lo importante es recordar que Dios no nos dejará en la adversidad, sino que siempre tiene algo bueno planeado para nosotros. Debemos tener fe y confiar en que si permanecemos firmes en nuestra esperanza en Dios, Él nos recompensará con una doble bendición. La palabra hebrea también da la idea de repetición constante. En ese sentido Dios dice que repetirà y repetirà la cosas buenas que tiene reservadas para nosotros.

                        Dios está dando nueva vida a tus sueños. Sentirás el viento de Su espíritu levantar tus velas una vez más. No estás destinado a simplemente soportar la vida. Apenas sobrevivir no es aceptable. Estabas destinado a bailar sobre las olas. Recuerde que siempre es más oscuro antes del amanecer. Más desafíos significan que estás más cerca de tu victoria. No renuncies a tu sueño. No renuncies a tu relación porque las aguas se pongan turbulentas. No renuncies a vivir una vida saludable porque la enfermedad te deprime. Los tiempos pueden volverse difíciles, pero recuerde que hay recompensas por permanecer en la fe. Tu oración de hoy puede ser: Hoy Es Tu Hora Padre, ayúdame a ser prisionero de la esperanza, a levantarme cada día esperando Tu favor. Tu pensamiento del día Es tu momento La marea está volviendo. ¡Estoy más cerca de lo que creo!

                        Hoy leìa este pasaje y me llamó mucho la atención. Observe lo que dice, Aparece en  Zacarías 9:12. ¡Volved al lugar seguro, todos los prisioneros que aún tenéis esperanza! Prometo hoy mismo que pagaré dos bendiciones por cada uno de tus problemas. Tremenda promesa de Dios. Esto me recordó la historia sobre un ejecutivo que tenía una interesante pintura impresa colgada en su oficina. Representaba un gran bote de remos varado en una playa. Dos remos descansaban suavemente en la arena, con el océano en marea baja a seis o diez metros detrás de ellos. El barco parecía demasiado pesado para arrastrarlo y demasiado grande para moverlo. Simplemente estaba atrapado ahí en la arena. La imagen no era nada hermosa. En realidad, no inspiraba para nada. De hecho, fue deprimente.

                        Allí estaba este barco creado para el agua, un barco muy bonito hecho para danzar  sobre las olas del océano, atrapado en la arena. Pero en la parte inferior de la imagen había un pequeño título que daba significado a la imagen, que de otro modo sería desmotivadora. Decía: «La marea siempre vuelve». Con esa simple leyenda, la letra adquirió un nuevo significado: cuando regresara la marea, ese barco varado una vez más encontraría su propósito. Volvería al lugar donde debía estar.

                        La historia habla de que una vez el ejecutivo había pasado por una gran decepción. No pensó que jamás volvería a ser feliz. Luego vio el cuadro en una pequeña tienda de antigüedades y lo compró por unos pocos dólares. Cada vez que lo miraba, se decía: “La marea está volviendo”. Esa huella habló de fe en su corazón. La leyenda le dio la esperanza de que las cosas cambiarían a su favor. Es posible que usted se encuentre en una situación similar. Atascado. Varado. Despojado de tu propósito. Puede que las cosas no vayan como quieres. Has perdido tu energía y entusiasmo. Preste atención a esas palabras: “La marea está volviendo”.

                        Escucha el  mensaje de Zacarías 9:12: Para recibir de nuevo la marea Zacarías sugiere una decisión: “volveos al lugar seguro” La expresión tiene la idea de recuperación. Pero es una recuperación de un regreso o arrepentimiento de haber dejado de confiar en Dios. Así que la primera cosa que esta hola debe traer es recuperación. Debido a su promesa fiel, incluso los prisioneros son prisioneros de esperanza. Deben recibir aliento de su promesa y regresar a la fortaleza – tanto en el sentido de una fortaleza militar como de una fortaleza espiritual en el Señor mismo. En segundo  lugar, Zacarìas aconseja recuperación sino también restauraciòn. El libro de Zacarías es uno de los libros proféticos del Antiguo Testamento en el que se revela el mensaje de Dios para el pueblo de Israel. El versículo 9:12 es un texto que es muy necesario hoy en día para nuestro mundo que se enfrenta a diversas crisis. El llamado a «volver a la fortaleza» es un llamado a volver a Dios, quien es nuestra fortaleza y refugio. La «fortaleza» en este verso es un término que se refiere a la protección y salvación que Dios ofrece a aquellos que confían en Él. El profeta invita a los prisioneros de la esperanza – aquellos que creen en la promesa de Dios para redimirlos – a encontrar fortaleza en Él. Este texto nos recuerda que, aunque a veces podemos sentir que estamos atrapados en la oscuridad, siempre podemos encontrar refugio en Dios. Esa es una convicción que sólo El Espíritu Santo puede darnos. En tercer lugar, cuando la marea regrese no solo traerà recuperación, restauración, sino que retribución. El versículo 9:12 también promete una doble recompensa a aquellos que confían en la esperanza que Dios ofrece. Se trata de una buena noticia, especialmente para aquellos que han sufrido pérdidas, dolor y sufrimiento. Esta promesa nos recuerda que no importa cuán difícil sea la situación, Dios siempre tiene un plan para nosotros y que nunca debemos perder la esperanza. La «doble recompensa» puede significar diferentes cosas para diferentes personas. Para algunos, puede ser una bendición material, mientras que para otros, puede ser una bendición espiritual. Lo importante es recordar que Dios no nos dejará en la adversidad, sino que siempre tiene algo bueno planeado para nosotros. Debemos tener fe y confiar en que si permanecemos firmes en nuestra esperanza en Dios, Él nos recompensará con una doble bendición. La palabra hebrea también da la idea de repetición constante. En ese sentido Dios dice que repetirà y repetirà la cosas buenas que tiene reservadas para nosotros.

                        Dios está dando nueva vida a tus sueños. Sentirás el viento de Su espíritu levantar tus velas una vez más. No estás destinado a simplemente soportar la vida. Apenas sobrevivir no es aceptable. Estabas destinado a bailar sobre las olas. Recuerde que siempre es más oscuro antes del amanecer. Más desafíos significan que estás más cerca de tu victoria. No renuncies a tu sueño. No renuncies a tu relación porque las aguas se pongan turbulentas. No renuncies a vivir una vida saludable porque la enfermedad te deprime. Los tiempos pueden volverse difíciles, pero recuerde que hay recompensas por permanecer en la fe. Tu oración de hoy puede ser: Hoy Es Tu Hora Padre, ayúdame a ser prisionero de la esperanza, a levantarme cada día esperando Tu favor. Tu pensamiento del día Es tu momento La marea está volviendo. ¡Estoy más cerca de lo que creo!

                        Què tan vàlida es su relaciòn con Cristo? I parte

                        Durante más de 12 años enseñé y prediqué en una Universidad de mi país El Salvador a jóvenes cristianos. Con el correr de los años año algunos jóvenes que estaban, por primera vez en sus vidas, lejos de mamá, papá y de su iglesia local, harían lo que les placía. Así que se involucraron en varios tipos de pecado —drogas, alcohol y sexo— y perdieron la fe. Sin embargo, otros jóvenes que estaban, por primera vez, lejos de mamá y papá y de su iglesia local, parecieron reaccionar de manera opuesta al aceptar el desafío de tomar su propia decisión de hacerse cristianos fuertes y dinámicos. Muchos de esos jóvenes, especialmente algunos de los jóvenes ciertas carreras que conocimos, ahora son predicadores del evangelio y misioneros.

                        ¿Qué fue diferente? A veces les preguntaba a estos jóvenes: «¿Qué es diferente? Ustedes tienen las mismas tentaciones que tienen estos otros jóvenes. Sin embargo, no se han dejado vencer. ¿Por qué no?».

                        Se dieron diferentes razones en diferentes momentos, sin embargo, una razón surgió una y otra vez. Decían: «Es la primera vez que estoy fuera de casa y pensé en cómo lastimaría a mi papá y a mi mamá. No es porque sea mejor que esos otros jóvenes. En un momento de mi vida, tal vez estuve igualmente dispuesto a hacer lo malo, sin embargo, sabía que eso lastimaría a mamá y papá, así que no me rendí».

                        Buena argumentación. Y es que pensamos en la vida cristiana como un todo. De una manera más grande, más espiritual, una fuerza muy similar a esa nos permite llevar la vida cristiana.

                        ¿Qué hace que algunas personas que enfrentan la tentación caigan en una vida pecaminosa, mientras que otras pueden resistir el pecado y crecer espiritualmente? Juan habla de esta pregunta en 1ª Juan 2.28—3.10. Nos da tres razones por las que los cristianos pueden abstenerse de pecar.

                        Los primeros dos capítulos de la epístola de Juan tienen como tema principal el tema de la «comunión», el versículo clave es (1:5) donde Juan dice: «Dios es luz». Los últimos tres capítulos de la epístola de Juan tienen como tema principal el tema de la «filiación». El versículo clave es (4:8) donde Juan dice: «Dios es amor».

                        Así que los dos primeros capítulos hablan de estar en comunión con Dios, mientras que los últimos tres capítulos tratan de estar en la familia de Dios.

                        Tú y yo somos hijos de Dios, estamos en la familia de Dios, por el asombroso amor de Dios.

                        Juan nos dice: ¡Lo que somos! «Hijos de Dios». Entonces nos dice: ¡Lo que seremos! «seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal como Él es.» Y luego nos dice: ¡Qué debemos ser! En vista del Rapto, debemos mantener nuestras vidas limpias. Ahora bien, el tema que Juan a va a tocar es de gran relevancia en nuestro tiempo y muy peligroso. Estoy convencido que tenemos serios problemas con el significado de lo que es verdaderamente un hijo de Dios o como realmente estamos seguros de nuestra relación con Cristo si no hemos creìdo en vano como el apóstol Pablo lo dijo en 1 de Corintios

                        Quiero que centralicemos nuestra meditación en 1 Juan 3:1-10. Y nos embarquemos en un tema sumamente delicado, el tema de la verdadera conversión de una persona.

                        Para poder tener un parámetro de medición Juan establece tres argumentos principales que nos hacen entender si nuestra relación con Cristo es verdadera o falsa.

                        El primer parámetro que Juan estableces está relacionado con la palabra evaluación. (3:1-3)

                        Antes de entrar al texto, me gustaría aclarar que muchas personas confunden su vida cristiana o su profundidad de la relación con Dios con medición en lugar de evaluación. Y es que, en palabras simples, medir es asignar números y evaluar es hacer un juicio integral acerca de las cualidades del objeto de interés. La evaluación, a diferencia de la medición y la calificación, tiene un carácter cualitativo y es subjetiva, puesto que engloba opiniones e incluso intuiciones; además, la evaluación no sólo valora un momento en particular, sino un proceso completo.

                        Alguien ha dicho y estoy de acuerdo que el becerro de oro de la iglesia institucional y denominacional hoy es la oración del pecador. El becerro de oro actual de los bautistas, de otros evangélicos y de todos los que los han seguido. ¡La oración del pecador ha enviado a más gente al infierno que cualquier otra cosa sobre la faz de la tierra!

                        Quizá piensen ustedes: “¿Cómo puede decir semejante cosa?” Les respondo: Vayamos a las Escrituras y muéstrenme, ¡por favor! Me encantaría que me mostraran dónde dice que alguien fuera evangelizado de esa manera. La Biblia no nos dice que Jesucristo vino a la nación de Israel y le anunció: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado, entonces, ¿quién quiere invitarme a su corazón? Veo aquella mano que se levanta”. Eso no es lo que dice. ¡Cristo dijo: “Arrepentíos y creed el evangelio” (Marcos 1:15)! La gente confía hoy día en el hecho de que alguna vez pronunciaron una oración, y alguien les dijo que eran salvos porque habían sido sinceros. En consecuencia, si uno les pregunta: “¿Eres salvo?” no contestan: “Sí, lo soy porque tengo los ojos puestos en Jesús y tengo evidencias poderosas que me dan la seguridad de haber nacido de nuevo”. ¡No! En cambio, dicen: “Cierta vez dije una oración”.

                        Ahora viven como demonios, ¡pero dijeron una oración! El “decisionismo”, la idolatría del “decisionismo”. La gente cree que va camino al cielo porque han juzgado suficiente la sinceridad de su propia decisión. Cuando Pablo fue a la iglesia en Corinto, no les dijo: “A ver, ustedes no están viviendo como cristianos, así que volvamos a aquel momento en su vida cuando dijeron aquella oración y veamos si fueron sinceros”. No, dijo esto: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos” (2 Corintios 13:5).

                        1. La primera evaluación tiene que ver con nuestra visión. Ahora ¿puedes captar la maravilla en las palabras de Juan? Observa como lo dice «Mirad qué amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios.» ( 3:1 ) Primero la expresión “mirad” se puede traducir como prestar atención, tener cuidado, ver reflexionando. Por ser imperativo el verbo se convierte en una demanda de parte de Dios. Luego dice “cual amor” (3:1) La traducción literal es “He aquí” es plural aquí, literalmente, “he aquí.» La forma habitual es singular. Juan está llamando todos los santos se asombren ante este tipo particular de amor Dios les ha concedido. «¿Qué clase de» es potapēn, “de qué país, raza o ¿tribu?» La palabra habla de algo extraño. La traducción podría decir: «Mirad, ¿qué clase extranjera de amor que el Padre nos ha dado”. El amor de Dios es ajeno a la raza humana. no se encuentra naturalmente en la humanidad. Cuando existe allí, es en un individuo salvo, y por razón del ministerio del Espíritu Santo. La idea sugiere: “¿De qué reino lejano? Qué amor sobrenatural… qué sobrenatural”.
                        2. La segunda evaluación tiene que ver con nuestra adquisición.

                        “Ha otorgado” proviene de dedōken la forma tiempo del verbo perfecto de didōmi, se puede entender como“ dar algo a alguien». Se utiliza el tiempo perfecto aquí para indicar que el regalo se convierte en una posesión permanente del recipiente. Dios ha puesto su amor sobre los santos en el sentido de que ellos se han convertido en objetos permanentes de su amor. Uno de los resultados de este amor en acción es que somos llamados hijos de Dios. El propósito de este maravilloso regalo; un amor sabio y santo, preocupado por nuestro mayor bien, «no simplemente para que podamos ser salvos del sufrimiento y la pérdida, sino para que podamos  ser llamados hijos de Dios. Y no sólo tenemos el nombre, sino también el personaje: ‘así somos’”. La palabra “hijos”  no es huios (hijos), sino teknon, “niños nacidos”.

                        • La tercera evaluación tiene que ver nuestra condición.

                        Por otro lado, es importante observar la palabra  “Llamado” es kaleō, “nombrado”. El verbo kaleō  nunca es usado por Juan para señalar un llamamiento divino sino más bien una decisión de Dios de nombrarnos de esa manera.» Las palabras “y somos” son “un comentario reflexivo entre paréntesis, característica de Juan”

                        • La cuarta evaluación tiene que ver con nuestra comunión.

                        Ahora Juan va a utilizar la expresión “conoce.” El verbo es ginōskō, que se puede traducir como  “adquirir” conocimiento a través de la experiencia”. Por el mundo aquí Juan describe  a la gente de ese sistema del que se habla en 2:15-17, la gente del sistema mundial del mal. Desde su experiencia con nosotros, la gente del mundo, aunque nos reconozcan como cristianos, hijos de Dios, no pueden venir  a una comprensión y apreciación de la naturaleza de persona que somos, ya que las personas no salvas nunca han tenido una relación salvadora ni conocimiento de ella. La comprensión y el conocimiento íntimos de otra persona se basan en comunión con él. Dado que la gente del mundo no tiene nada en común con los hijos de Dios, no tienen comunión con ellos, y por lo tanto, no los apreciamos ni los comprendemos inteligentemente. El tipo extraño de amor producido en nosotros por el Espíritu Santo nos constituye en tipo de persona extraña para la gente de este mundo, y como ellos no entienden a los extranjeros, a personas de raza diferente a la suya, Simplemente no entienden a los cristianos. Los hijos de Dios también proceden desde un mundo extraño y han llegado a la tierra de tal manera que la gente del mundo está preocupada. Somos extraños para ellos.

                         Ahora, no olviden que Juan es un hombre viejo ahora, está en la última vuelta, está en sus años de ocaso, está cerca de la muerte, pero lo que me emociona de él es esto, no ha perdido el sentido de maravilla de la gracia inmerecida de Dios. Se queda boquiabierto cada vez que contempla el amor de Dios por su vida. Cuando contempla la relación única que disfruta con su Padre Celestial, se queda «perdido en el asombro, el amor y la alabanza ¿Alguna vez te detienes a pensar en la maravillosa posición de dignidad, privilegio y honor a la que Dios te ha llevado?

                        • La quinta evaluación tiene que ver con nuestra progresión

                        En (3:2) Juan dice  “Ahora somos hijos de Dios”, los dos pensamientos de la condición presente y futura de los hijos de Dios se colocan al lado de la cópula simple y, como partes de un pensamiento. La condición cristiana, ahora y eternamente, se centra en el hecho de ser hijos de Dios. En ese hecho reside el germen de todas las posibilidades de la vida eterna”. El verbo en la expresión “aún no ha aparecido” es aoristo pasivo. La lectura correcta es: «Aún no se ha manifestado ni visible».  La fuerza del tiempo aoristo es, nunca se manifestó en ninguna ocasión”. La palabra “qué” es el pronombre interrogativo en género neutro en el texto griego. Se utiliza aquí como en la simple pregunta: «¿Qué seremos?» Esto sugiere algo indescriptible, contenido en la semejanza de Dios. El verbo en la expresión “cuando Él aparezca” es phaneroō, el mismo verbo usado en el caso de la palabra anterior “anpear” en este versículo. En voz pasiva significa “hacerse manifiesto o visible”. Pero podemos decir  correctamente, si Él (o ello) se manifestará. ES decir, «si se manifiesta», eso es lo que seremos; o, ‘si Él’, etc. Ahora somos hijos de Dios. No ha sido revelado lo que seremos y, por lo tanto, no lo sabemos. En ausencia de tal revelación, sabemos (a través de nuestra conciencia de infancia, a través de Su promesa de que contemplaremos Su gloria), que si lo que seremos fuera manifestado, el hecho esencial de la condición glorificada así revelada será la semejanza del Señor. . Este hecho lo conocemos ahora como una promesa, como una verdad general de nuestro estado futuro.

                        La condición para darnos cuenta del hecho es la manifestación de ese estado glorificado, la revelación de lo que seremos; porque esa manifestación traerá consigo la visión abierta del Señor.

                        Cuando lo que seremos se manifieste, nos pondrá cara a cara con Él, y seremos como Él porque lo veremos tal como Él es”. Por eso, la traducción hasta ahora dice: “Divinamente amados, ahora somos nacidos de Dios. Y aún no se ha hecho visible lo que seremos. Sabemos absolutamente que cuando se haga visible, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal como Él es”.

                        Esta semejanza en este contexto tiene que ver con una semejanza física, no espiritual. Los santos ahora son espiritualmente como el Señor Jesús en un sentido relativo, y mediante la obra santificadora del Espíritu Santo, están siendo conformados cada vez más a Su semejanza espiritual. Juan está hablando aquí del Rapto. Pablo en Filipenses 3:20 dice: “Porque la comunidad de la cual somos ciudadanos tiene su morada fija en el cielo, de donde también esperamos el Salvador, nosotros, apartados de todo lo demás, para recibir al Señor Jesucristo. , y recibirlo para nosotros mismos; quien cambiará la apariencia exterior del cuerpo de nuestra humillación para conformarlo a una expresión exterior semejante al cuerpo de Su gloria”. La palabra que Pablo usa «cambiar» es metaschēmatizō, «cambiar la expresión exterior asumiendo que uno se viste desde fuera». Las palabras «ser modelado» son summorphon «una expresión exterior que proviene del interior y es verdaderamente representativa del carácter interior de uno». Ambas palabras se refieren a un cambio externo, no interno. El Rapto tiene que ver con la glorificación del cuerpo físico del creyente, no con un cambio de su vida espiritual interior. Si bien el santo entra al cielo en un estado sin pecado, no es catapultado hacia la madurez espiritual absoluta en un instante de tiempo. Él crece espiritualmente en semejanza con el Señor Jesús a través de la obra santificadora del Espíritu Santo a lo largo de la eternidad, acercándose siempre a esa semejanza, pero nunca igualándola, porque la finitud nunca puede igualar la infinidad.

                        Por lo tanto, el cambio que se produce en el Rapto es físico. Seremos como nuestro Señor en cuanto a Su cuerpo físico glorificado. La palabra summorphon “sed semejantes”, habla de esa envoltura exterior de gloria que ahora cubre el cuerpo del Señor Jesús, y que en el Rapto cubrirá el nuestro. Sólo en el Rapto podremos ver a nuestro Señor tal como es ahora, porque los ojos físicos en un cuerpo mortal no podrían mirar esa gloria, sólo los ojos en cuerpos glorificados. Y esa es la razón por la que seremos como Él, porque sólo en ese estado podremos verlo tal como Él es.

                        • La sexta evaluación tiene que ver con nuestra obligación

                        El versículo (3:3)  se puede traducir como “Cada hombre que tiene”, y es una forma de expresión característica de Juan, que contiene ‘una referencia a algunos que habían cuestionado la aplicación de un principio general en casos particulares’. Aquí a algunas personas que habían negado la obligación práctica de pureza moral involucrada en su esperanza. La esperanza aquí es la esperanza cristiana de ser algún día como el Señor Jesús con respecto a Su cuerpo glorificado. “En” es epi, literalmente, “sobre”. La idea es “esperanza puesta en Él” o “esperanza puesta en Él”. El pronombre “Él” se refiere al Señor Jesús, no a Dios Padre,  es el hecho de que resalta cuando dice: “hagnos (puro) también prueba que la referencia es a Cristo. A diferencia de hagios (santo), que implica pureza absoluta y esencial, denota pureza mantenida con esfuerzo y miedo en medio de impurezas y tentaciones, especialmente carnales… Dios es llamado hagios, pero nunca hagnos. Cristo es hagnos  debido a Su experiencia humana. En cuanto a la expresión “se purifica a sí mismo”,  parece ser que estas palabras no deben tomarse en ningún sentido pelagiano, como si un hombre pudiera por sí mismo purificarse a sí mismo: ‘separados de mí’, dice nuestro Señor, ‘podéis hacer lo mismo’. nada’ (Juan 15:5). El hombre que se purifica tiene esta esperanza puesta en Dios. Este mero hecho implica una voluntad de purificarse, no a partir de esta esperanza ni independientemente de ella, sino siempre estimulada por ella y acompañándola. De modo que la voluntad no es suya, nacida de su propia naturaleza, sino el resultado de su estado cristiano, en el que Dios también le ministra el poder de llevar a cabo esa voluntad en la auto purificación… La idea de hagnizein  (purificar) es muy parecido a katharizein  (limpiar) (1:9): es una purificación completa, no sólo de la impureza, sino de toda contaminación de la carne y del espíritu”. Así, la esperanza de ser como el Señor Jesús despierta la determinación de ser puro como Él, y esto pone en juego la voluntad del cristiano de llevar esa resolución a la acción. Así, dependiendo del Espíritu Santo, el santo elimina el pecado de su vida y lo mantiene fuera.

                        Lo extraordinario de lo ordinario…


                        [Sansón] encontró una quijada fresca de un asno, la agarró y mató a mil hombres. JUECES 15:15
                        Los seres humanos tenemos la tendencia a complicarnos las cosas. Nunca somos sencillos ni mucho menos podemos sospechar que la mayorìa de las soluciones a nuestros problemas provienen de las cosas màs simples y aveces menospreciadas. Tenemos la tendencia a esperar rayoy y truenos y la manifestaciòn gloriosa de Dios para sentirnos que nos està escuchando. Este dìa me detenìa en este casi insignificante pasaje y me di cuenta que puedes tener un problema extraordinario, pero con el favor de Dios, Él puede proporcionarte una solución ordinaria y hacerte victorioso. Eso fue lo que le pasó a Sansón cuando un gran ejército lo rodeó. No tenía armas ni protección. Todo lo que pudo encontrar fue la quijada de un burro. Era pequeña y común, pero Sansón se dio cuenta de que esta mandíbula era parte de su destino divino. Aunque esa mandíbula era ordinaria, se volvió extraordinaria cuando Dios sopló sobre ella. No es necesario ser más grande, más fuerte o más duro para superar los obstáculos. No es necesario tener un gran talento para hacer algo grandioso. Cuando honras a Dios con tu vida, tienes la fuerza más poderosa del universo respirando en tu dirección. Dios sabe cómo tomar algo ordinario y convertirlo en extraordinario. Tal ves la soluciòn la tienes frente a tus ojos sòlo que la estàs menospreciando esperando alguna grandeza para salir de tu problema…

                        No dependa del hombre…

                        Hoy leìa esta porciòn: Entonces María dijo al ángel: «¿Cómo puede ser esto, si no conozco varón?» Lucas 1:34 NVI. El Espìritu Santo tocò mi corazòn con este sencillo versìculo. La mayorìa de veces creemos que no podemos hacer nada sin la ayuda del alguien o de otro ser humano. Es como aunque creyeremos que Dios puede ayudar lo primero que viene a la mente es quièn me resolverà lo que Dios me ha dicho en mi vida. Y es que cuando el ángel le dijo a María que daría a luz a Jesús, ella le preguntó cómo podía ser posible, ya que nunca había estado con un hombre. Ella estaba hablando de lo físico, pero creo que Dios estaba diciendo: «Mis promesas no dependen del hombre». No necesitas tener una determinada persona para cumplir tu destino o tu jefe para darte un ascenso o el mejor mèdico para curarte. Debemos estar convencidos que las promesas de Dios no dependen de a quién conoces o a quién no conoces. Lo principal es que lo conozcas a Èl. Dios lo controla todo. Las Escrituras dicen que la promoción no viene de las personas, sino de Dios (Salmo 75:5-7). Cuando llega el momento de ser ascendido, sanado o restaurado, Dios no consulta con tus amigos, tu jefe o tu familia. Como el ángel le dijo a María, Dios hará que esto suceda sin un hombre.. Asì que nuestra total confianza debe estar puesta en Dios.